Mittwoch, April 30, 2008

ESTAMPAS

DEFICIENTE: 2. adj. Que tiene algún defecto o que no alcanza el nivel considerado normal.

Esta mañana, al filo del mediodía, he regresado a casa. Al pasar frente al bar de Herr Hazard y a pesar de que el clima no acompañaba, decidí sentarme en la terraza para tomar mi primer café turco de la jornada, y desde esa atalaya privilegiada observé una estampa que llamó mi atención: dos deficientes mentales que paseaban juntos. Intuí que algún parentesco les unía, porque en uno pude percibir los rasgos del otro; pero era algo difuminado, una pincelada inacabada, una extraña convivencia de gestos infantiles con cuerpos de adulto. Asimismo percibí que sus miradas estaban amedrentadas, quizá porque el mundo les provoca miedo, aunque sospecho que no tanto como ellos al mundo. Me olvidé de explicarles un detalle, meine Damen und Herren: mientras que uno iba en silla de ruedas, el otro empujaba. Tuve un pensamiento: «la necesidad une».
José Luis Rodríguez, el Puma, también es un individuo necesitado, por ello se ha buscado a unos devotos para empujen una silla de inválido cuyas ruedas chirrían con la misma inoportunidad que un chacoloteo nocturno. Desconozco cuál fue el resultado de la misa breve que se ofició ayer; muy breve: 59”. Debo advertirles que no me molestaré en buscar nada en internet al respecto, estoy harto de la prosodia de piedra de ZP y de su facilidad para corporizar la memez. De igual manera, me fastidia observar que se considere suasorio a un tipo que sólo se limita a rellenar el pesebre para que el ganado luzca unas formas orondas. No creo que sus palabras nos ayuden a enraizar nuestras emociones, ni siquiera a crearlas; por el contrario su tontería innata potencia al personaje, algo que debemos agradecer.
No obstante, los ganapanes que empujan la silla de ruedas de ZP me atrapan con la fuerza de una pasión sexual. Sí, estimados parroquianos, porque ese mínimo común denominador— con ZP de por medio siempre es muy bajo—, al que conocemos bajo el nombre de Gobierno, nos proporciona jocosos momentos. Por lo pronto me referiré a Bernat Soria, un hombre que pierde aceite. No se sorprendan por mis palabras, meine Damen und Herren, no ocultan doble sentido alguno; pero es que el tres veces premio Nobel y doctorado en mentecatez por la universidad de Osuna explica unas cuestiones en las que las toneladas de aceite aparecen y desaparecen a la misma velocidad con la que la inteligencia de Pepiño Blanco abandonó su cabeza. Más que una crisis ustedes padecieron un síndrome premenstrual de girasol, que duró tres días antes de que el aceite regresara a sus cauces. Sin embargo, la frivolidad que demostró Herr Soria no desmerece sus acrisoladas virtudes, ya que éstas son reconocidas en múltiples ágoras científicas de todo el mundo: «bares de la esquina», peluquerías de caballero, ascensores de rascacielos, bodas y bautizos, y en cualquier otro foro en el que la presencia de un pelmazo sea ineludible. Una vez más, queridos lectores, demuestro mi vertiente humanitaria al escribir que sentí pena—aunque también bochorno— al leer sus declaraciones. Quizás se deba a que la imagen de Herr Soria es adecuada para interpretar en un culebrón el papel de un patriarca mejicano cuyos hijos desean dilapidar el patrimonio de la familia, y él, con su bondad y sentido común, navega en el proceloso mar de las querellas intestinas y las luchas entre nueras: ¡bordaría el papel, meine Damen und Herren!
Lo que el pobre despistado denomina «gestionar una crisis con plenas garantías» no es más que la demostración de que estamos ante otro posturista de billar y amante del toreo de salón; porque la alerta surgió en Francia, y en Alemania hace ya un mes que se controla el tema del aceite de girasol sin refinar que proviene del otro lado del telón de acero. Sin no fuera por ésos dos países, ustedes lucirían ahora un pelo multicolor y se sorprenderían al observar que sus cuerpos iluminan una estancia oscura. Hice bien en desconfiar de un tipo que considera que ZP es merecedor de un premio Nobel, aunque supongo que se refería al tipo de premio y mérito que él elabora con una imprentilla infantil; ustedes ya me entienden. ¡Pobre hombre: a su edad y debe empujar una silla de ruedas por una cuesta!, además con el agravante de que el artilugio tropieza con todos los obstáculos, se encalla en cualquier irregularidad del firme y chirría.
Estoy seguro de que si algún día les veo pensaré lo mismo que esta mañana: ellos temen al mundo; y el mundo les teme a ellos.

Foto: Nosotros empujamos. Gobierno de España.

Montag, April 28, 2008

COSMÉTICOS

COSMÉTICO: 1. adj. Dicho de un producto: Que se utiliza para la higiene o belleza del cuerpo, especialmente del rostro. U. t. c. s. m. U. t. en sent. fig.

Sin ser un esclavo de la estética me gusta cuidarme, meine Damen und Herren; además disfruto de esos momentos que dedico a mi bienestar. Al margen del afeitado, cuestión sobre la que ya escribí, les explicaré mi truco: los cosméticos. Sí, estimados parroquianos, funcionan; a pesar de que algunos dudan de su efectividad. Siempre utilizo la gama de productos Biotherm Homme: Age Refirm por la mañana; Age Fitness— en gel— al mediodía y también por la noche, aunque en otra versión Night Recharge. Asimismo, les recomiendo la utilización del gel netttoyant cada mañana, que limpia la piel y permite una correcta absorción de las cremas. Sin embargo para el contorno de los ojos utilizo La Mer: fantástica, pruébenla y quedarán maravillados de los efectos. Si deciden ignorar mi consejo les ocurrirá como a nuestro querido José Luis Rodríguez, el Puma, que luce unas bolsas bajo los ojos que no presagian nada bueno: ¿se está convirtiendo en un marsupial?
Con todo y con eso, sé que ZP es un fanático de los cosméticos, meine Damen und Herren, ¿de qué otra forma podemos denominar a la estrategia que siguen los socialistas para preservar la imagen del gran estadista? Intuyo que muchos de ustedes consideran que ZP es un gandul; yo, por el contrario, creo que las ausencias del crime minister obedecen, al igual que los cosméticos, a un solo motivo: retrasar el envejecimiento. De todas formas ello no es óbice para que yo considere al Puma un fantoche que dosifica sus esfuerzos; por llamarlo de alguna manera. Si ustedes observar la actuación de esa caterva, comprobarán que el patrón de actuación siempre es el mismo: ante una crisis interviene otro que la resuelve con mayor o menor fortuna, dejando a ZP al margen. Más adelante, cuando el tema está resuelto, al menos en apariencia, nuestro querido plumífero aparece sobre el albero para dar la vuelta al ruedo y recoger los trofeos. De ésa manera su imagen nunca resulta erosionada por los problemas y las crisis: bella aurora cada día. No obstante, semejante forma de actuar sólo es posible si se cuenta con unos votantes muy poco exigentes y una oposición que…bueno…digamos que resbala sobre los afeites que cubren el rostro de ZP. Sea como sea, y si es cierto que ustedes están ante un holgazán, agradézcanlo; porque la unión de la gandulería con la imbecilidad no genera buenos resultados: mejor que ZP no haga nada y se esfuerce en reencarnarse en sí mismo.
De la misma manera, el uso cotidiano de cosméticos provoca que el tiempo y sus efectos transcurran con una cadencia propia. Tan es así que el PSOE incluso ha logrado rejuvenecer a España más de una década: apresamiento de navíos españoles; paro descontrolado; déficit en las cuentas públicas; problemas en la economía familiar; el aceite y sus bichitos; y el equipo habitual de ineptos al frente del Gobierno. Ya lo escribí, meine Damen und Herren: los cosméticos funcionan; aunque determinados casos— De la Vega, por ejemplo— traspasan el ámbito de la cosmética y entran en el de la restauración, o incluso van más allá: la momificación y la tanatopraxia, técnicas éstas que Joan Clos e Iñaki Gabilondo utilizan a diario.
Uno de los últimos avances en el terreno de la cosmética es el botox, algo que yo no utilizaría nunca. Sin embargo, en el Gobierno y en el PSOE existen adictos a él, el problema es que se lo inyectan en el cerebro, y tan mala praxis les provoca la parálisis de ideas y honestidad que lucen con orgullo. Ya saben que yo lo respeto todo, pero considero que existen otras maneras de lograr una cara dura.
En definitiva, meine Damen und Herren, y a pesar de que utilicemos cosméticos, el tiempo es como la estulticia de Pepiño Blanco: siempre avanza. Por lo tanto, si quieren preservar la imagen de nuestro bienamado ZP, yo les sugiero que le momifiquen, al igual que a Lenin, y erijan un mausoleo al que podamos acudir a visitarle. Mucha diferencia no notaríamos, porque siempre dice lo mismo— algo que podría solventarse con una grabación o un ventrílocuo escondido bajo el catafalco—, no hace nada y le encanta dormir. Los cosméticos funcionan, meine Damen und Herren, pero no hacen milagros; por éso sabemos que ZP es un inútil al que le sobra mucha manga. Espero que el sastre que elabore la mortaja para la momia atine con las medidas: un muerto mal vestido provoca mucha pena, tanta como un bobo pagado de sí mismo.

Foto: No duerme, está pensando.

Sonntag, April 27, 2008

SENDEROS

SENDERO: 1. m. senda (‖ camino). 1. f. Camino más estrecho que la vereda, abierto principalmente por el tránsito de peatones y del ganado menor.

Me encanta la vida, meine Damen und Herren, porque sus leyes puede alterarlas el albur o el antojo, aunque su trote es inhumanamente regular y en muchas ocasiones obedece al cerebro, siempre austero pero exigente, y a la razón, severa aunque flexible. Vivir es transitar por caminos para los que nadie nos entregó una brújula o un mapa, en todo caso un plano dibujado a mano alzada sobre una servilla de papel. Sin embargo en eso reside su atractivo, ya que de vez en cuando los senderos que recorremos nos conducen a un claro del bosque cuya belleza o tranquilidad nos emociona. Esta mañana me ha ocurrido algo así, además por partida doble; permítanme: mientras tomaba mis tres tazas de café acompañadas por un trío de Lucky Strike he ojeado las estadísticas de Josephsplatz. Encontré lo más curioso en el apartado que especifica las palabras que determinadas personas escriben en Google y que el buscador considera que concuerdan con Josephsplatz; después, en una lógica extraña, las dirige hacia este feuilleton. Les hago un resumen: «blog putas»; «desvelar truco servilleta vailarina»; «huevos XXL en mis gallinas»; «masaje escrotal»; «putas en montilla españa»; «chacón rubalcaba amantes»; y uno que me fascinó: «han robao un camion de chirimollas». ¡Impagable, meine Damen und Herren!, es la vida misma, o al menos uno de sus senderos. Asimismo, después decidí pasear en bicicleta hasta el Tiergarten: día soleado, The Housemartins en el Ipod y un pedaleo flemático. Cerca ya del parque y cuando el reproductor regurgitaba The light is always green, me situé detrás de una mujer en bicicleta. Mi impulso inicial fue adelantarla, pero al observar su tipo decidí formar el cuarteto perfecto y permanecí a una distancia discreta. La cadencia de sus movimientos y la longitud de sus piernas— interminables, al igual que mi imaginación— me cautivaron. De igual forma, el bamboleo de sus nalgas ejerció de un atractivo metrónomo que marcaba mi ritmo. No pude evitar fantasear con la idea de que a lo mejor se dirigía hacia el mismo lugar que yo: erré, tomó un camino lateral. Me consolé con la idea de que la vida son senderos, aunque nadie dijo nunca que debieran recorrerse en compañía.
José Luis Rodríguez, el Puma, transita por una vía de ferrocarril abandonada que muere en una estación derruida; él, sin embargo, no es consciente. Mientras que los datos indican la realidad de la economía española, nuestro querido ZP cuenta las traviesas enmohecidas y observa el color del balastro. Los datos adversos, a pesar del lijado que se realizó en el 2005, son elocuentes, y ZP, en lugar de proponer alguna solución a lo que será un grave problema económico, habla del PP. Ése pobre hombre todavía no ha entendido que gobernar un país no es un crucero por los fiordos noruegos ni una actuación escolar de fin de curso, en los que el entusiasmo y el aplauso son obligados. Si yo les digo que ZP es un bobo no les descubriré nada, estimados parroquianos; por el contrario creo haber descubierto la estructura mental del piernas: considera que los demás son más bobos que él, sólo así podemos entender la retahíla de sandeces que explica para justificar lo injustificable. Con todo y con eso la situación es divertida, porque un tipo que yerra en sus predicciones a un mes les pide que le crean en las que realiza a tres años: un auténtico ejercicio de fe. No contento con eso, el Nostradamus de chicha y nabo redondea la faena con la profecía de que en el 2012 el cambio de ciclo beneficiará a España. Una vez más, sin embargo, no explica ni cómo ni el porqué. Podría ser que los parados que ZP no contabiliza por estar realizando un curso de perdida de tiempo se reconviertan en expertos en biotecnología; yo lo dudo, meine Damen und Herren. A lo mejor el arma secreta de ZP está en el famoso I+D español, algo tan inútil como inexistente. Quizá…¿un nuevo boom inmobiliario? ¡Pobre hombre: tuvo dos tardes y no asistió a todas las clases!
Yo disfruto como un enano, queridos lectores, nada me satisface más que observar los problemas de un majadero con ínfulas que encarna, acorde al refranero, al hijo tonto que resulta lo más caro: un nuevo ministerio; 13 fichajes de última hora para asesorar a los búcaros; 7 nuevas secretarías de Estado; 28 asesores de Secretarios de Estado caídos del cielo; y 19 direcciones generales de nuevo cuño.
ZP sigue por la vía de ferrocarril, pero si ustedes le preguntan responderá que es una escalera con los peldaños y el pasamano muy bajo, ¡y construida por el PP!: desconoce el sendero que recorre.

APOSTILLA: Al llegar al Tiergarten me tumbé sobre el césped, busqué The light is always green en el Ipod y cerré los ojos para disfrutar. Una sombra se interpuso entre el Sol y yo, y al mirar volví a verla: tenía un problema con la cadena de la bicicleta y consideró que yo podía ayudarla. Mañana, cuando finalice su jornada en el hospital en el que trabaja, cenaremos juntos. Senderos, todo son senderos.

Foto: «Dos, fueron dos tardes».


Freitag, April 25, 2008

EL TRASTORNO Y AMARCORD

TRASTORNO: 2. m. Alteración leve de la salud.

Desconozco si a ustedes les ocurre lo mismo que a mí, meine Damen und Herren, quizá me ayudaría saber que a otros les sucede algo parecido. No logro entender el trastorno que me aflige ni sus consecuencias, aunque me inquieta lo suficiente como para reflexionar a diario sobre él; debería acudir al médico, pero…¿a qué especialista?: psiquiatría, neurología, gastroenterología…Sin embargo alguna decisión debo tomar, aunque sea para vencer el miedo que me atenaza y que mis amistades perciben. Noche tras noche ruedo bajo el edredón sin poder conciliar el sueño, y ése desvelo crónico me enerva aún más al tiempo que acrecienta mis temores. No sé, quizá a través de Josephsplatz encuentre una solución a mi problema; antes, sin embargo, debo explicarles lo que me sucede: en cada ocasión en la veo o escucho a José Luis Rodríguez, el Puma, acude a mi cabeza la película Amarcord, de Federico Fellini; aunque éso no es lo peor, no: cuando la crisis se acrecienta, mi cabeza rebosa con la música de Nino Rota, el compositor de bandas sonoras, en concreto con La Strada.
De todas formas y ahora que lo pienso es algo lógico, estimados parroquianos, porque de nuestro querido ZP siempre emana un cierto aire de cine italiano, ya saben: Fellini, Sordi, Gassman, miseria de posguerra, anhelo de desempleado y avaricia de cutre; pero todo ello disimulado con un humor grotesco y en muchas ocasiones chusco, que no deja de ocultar el peripatetismo del protagonista. Qué otra cosa podemos pensar de un hombre cuya desfachatez trueca las vacas gordas por flacas en cuestión de días, asegura haber mejorado a la economía italiana (¡cómo si eso fuera un mérito!), alcanzado a Francia y que había fijado su objetivo de inculto en Alemania, una país al que adelantaría por la izquierda porque está gobernado por una fracasada. Así es nuestro querido ZP, un caricato de sí mismo que se dibuja con el carboncillo de las exageraciones del rústico. Asimismo, las soluciones que propone están acompañadas de su propia banda sonora: carcajadas y carraspeos. Extraño aplauso es ése, meine Damen und Herren, no obstante es el previsible, porque ante «el aterrizaje suave» que realiza la economía española, ZP propone una inyección de diez mil millones y…«buenas noches, y buena suerte». No quiero imaginar por dónde se los inyectará a los españoles y las posturas que éstos deberán adoptar para facilitar el trabajo del practicante. Por lo pronto, alguna de esas silenciosas lumbreras que alcanzó el rango de ministro trabaja con la posibilidad de incrementar el IVA en España, sólo tiene una duda: 18% ó 19%. Pero es que a ZP le encantan las fanfarrias, los ritmos repetitivos y pegadizos, al igual que a los niños; y después, para acallar a los críticos, restañar su imagen y ocultar, culpará a Felipe II y anunciará el embarazo de Teresa de la Vega. Disculpen, meine Damen und Herren, quizá me excedí, rectifico: el culpable será Enrique II de Trastámara, el Fraticida.
Todavía ignoro cómo solucionaré mi síndrome de Amarcord-Nino Rota, de todas formas tengo esperanzas de conseguir la recuperación. Por el contrario, el caso de ZP tiene difícil curación, ya que un hombre tan digno como él, con una inteligencia que resplandece como el sol de alta montaña, una credibilidad que el aire transporta de un lugar a otro hasta lograr resfriarnos, y una coherencia que desentona como una ñorda de a cuarto en un velatorio, evoca otras imágenes: alpargatas sobre moquetas, fregonas en palacios, puestas de largo en mansiones derruidas, analfabetos en una biblioteca e ilusionistas en un asilo. Sea como sea confío en la medicina; sin embargo les propongo un experimento: escuchen la pieza que acompaña al presente escrito, cierren los ojos y obtengan sus conclusiones: si coinciden con las mías nos indicarán que estamos ante una epidemia.

APOSTILLA: Felicito a John McCain por su próxima victoria, porque si ZP impartió ordenes para establecer contactos con Obama y Clinton…

Foto: Naso y La Gradisca (Amarcord 1973)


Dienstag, April 22, 2008

MITADES


MITAD: 1. f. Cada una de las dos partes iguales en que se divide un todo.

El 8 de septiembre de 1929, el periódico Münchner Neueste Nachrichten publicó una macabra noticia: Stephan Kaldaunen, de profesión carnicero, asesinó a su esposa en lo que fue un crimen pasional al descubrir que ella le engañaba con la dependienta de la tienda. Además, el luctuoso suceso estuvo aderezado con un componente…cómo decirlo…gremial— sí, eso es—, porque el carnicero asesino, valiéndose de su habilidad con los cuchillos, cortó a la difunta en dos mitades longitudinales. Leer las crónicas de la época en la actualidad resulta curioso por varios motivos: el hincapié que hacen en la perfección del corte, supongo que debido a ese amor tan alemán por el trabajo bien hecho; especifican que el cuchillo utilizado fue fabricado en Solingen, quizá en un anticipo del marchamo de calidad que implica el made in Germany; añaden una dosis extra de sordidez al asunto cuando se recrean en la relación lésbica; y aclaran que Herr Kaldaunen pretendía conservar sólo el lado derecho del cadáver, aunque éste no quiso explicar con qué finalidad. Sea como sea la duda persiste, ya que el criminal fue condenado a cadena perpetua— se le aplicaron dos atenuantes— e ingresado en un manicomio, donde una mañana de otoño decidió bajar al patio de una forma rápida: se arrojó por el hueco de la escalera; nunca sabremos para qué deseaba una mitad de su esposa.
Es evidente, meine Damen und Herren, que para determinadas cuestiones— la relación conyugal puede ser una de ellas— una mitad no sirve para nada; a no ser, claro está, que alguien se enamore perdidamente del perfil de su pareja. Algo que ustedes pueden comprender sin dificultad alguna a determinados miembros del PP se les antoja una empresa insalvable. Quizá sea porque también dominan el arte de Herr Kaldaunen y quieren despiezar la res: centristas, liberales, conservadores-liberales, conservadores, socialdemócratas-liberales-conservadores, yo pasaba por aquí, no sabe no contesta, a mí lo que me digan, ¿qué hay de lo mío?, etc.; en definitiva, tantos cortes como en una carnicería.
Una vez más, estimados parroquianos, ésa promiscuidad de ideas aflora los complejos de la derecha española así como sus incoherencias. Me resulta incomprensible que algunos de los que consideran que el apoyo de determinados medios a Mariano Rajoy ha sido un lastre difícil de acarrear ahora crean que la solución a los problemas del potaje conservador reside en la Evita mesetaria, una mujer cuyos avales, al menos entre los medios de comunicación, parten de los mismos que en teoría sobrecargaron el trabajo de Herr Rajoy. Asimismo, llenarse la boca con liberalismo, cuando no es como yo definiría la gestión de TeleMadrid, nos parece un cuento ya muy visto; al igual que criticar determinados sucesos que ocurren en Cataluña, pero que en Madrid, a pesar de repetirse, se silencian. El peronismo sólo funciona en un país tan a la deriva y aficionado a la milonga como Argentina o entre el rebaño de ZP: ¿tendré razón y esa mujer se considera la nueva Evita?, ¿saltarán a la comba del populismo y bailarán al corro de «la “patata” de la jugadora de póquer»? Si establecer paralelismos entre Tony Blair y el piernas de ZP resulta ridículo, comparar a Frau Aguirre con Angela Merkel o Margaret Thatcher es una demostración de delirio; alguno lo hace sin embargo. Ayer tuvimos un ejemplo: la vuelta al mundo en 59 segundos. ¡Impagable, meine Damen und Herren!: un rosario de ideas tan densas como el mercurio, y una sucesión de frases, cada una de las cuales significó un golpe para el oyente. Supongo que Evita versión 2.8 sabe que hablar mucho favorece que los demás te malinterpreten, pero demostrar la misma actitud que la esfinge de Gizeh ante cuestiones importantes y por parte de alguien que se postula— de malas maneras— para ocupar la presidencia del Gobierno español…no sé…es lo mismo que hace ZP. A lo mejor ahí radica el meollo del asunto: contrarrestar la propaganda con más propaganda y señalar la desvergüenza ajena mientras se oculta la propia.
Sea como sea, prefiero recordar la historia de Stephan Kaldaunen: las mitades no sirven para mucho, aunque él sí encontró una utilidad. El problema es que nunca la sabremos.

APOSTILLA: Este ha sido el último escrito sobre el PP hasta que su situación se clarifique. Ustedes saben que este feuilleton se dedica a exaltar las virtudes de uno de los grandes estadistas que la historia mundial genera cada milenio: José Luis Rodríguez, el Puma. Me preocuparé de él: otros deberían imitarme.

FOTO: Empiezo a creerlo.

Montag, April 21, 2008

EL CORONEL NICHOLSON

CORONEL: 1. com. Jefe militar que manda un regimiento.

Supongo que ustedes, meine Damen und Herren, han atravesado el puente sobre el río Kwai; al menos en cada ocasión en la que vieron la película. Yo lo hago a menudo: he visto el largometraje muchas veces. El elenco de actores aseguraba unas interpretaciones magníficas, como así fue; sin embargo dos de ellos se llevan la palma por el duelo interpretativo: Alec Guiness y Sessue Hayakawa (早川 雪洲,), que interpretan al coronel Nicholson y al coronel Saito respectivamente. No obstante, el atractivo de la historia reside en la actitud del militar inglés, que acepta la disciplina que impone el cautiverio porque considera que le permitirá mantener la dignidad de sus hombres, así como su ascendente sobre ellos. A cambio, y ahí radica la dualidad de la historia, construye concienzudamente un puente para los japoneses, que éstos utilizarán para invadir Birmania y la India. ¿Podríamos considerar al coronel Nicholson un colaboracionista? Yo creo que sí, quizá motivado por un exacerbado sentido del honor y un orgullo patriótico mal entendido. La demostración es que el coronel inglés intenta impedir la destrucción del puente por un comando, aunque al final, y sin que quede claro la voluntariedad o no, es él quien acciona el detonador. Sea como sea, el británico no tenía muchas más opciones, no hemos de olvidar que era un prisionero de guerra, un derrotado en definitiva.
Supongo que Mariano Rajoy también es un gran admirador de El puente sobre el río Kwai, en concreto de la figura del coronel Nicholson, ya que por un lado acepta construir un puente que servirá para que el Imperio Británico sea invadido, y por otro utiliza la construcción para mantener la moral y el optimismo entre sus huestes. Sin embargo algo falla, estimados parroquianos, porque los cimientos del puente se han situado sobre un lecho de arena y las tropas permanecen en el centro del campo sin saber qué hacer mientras patean el suelo con las botas desgastadas y silban la pegadiza melodía. Por lo pronto tanta discusión sobre los planos del puente ya favorece al enemigo, porque entre parturientas que juegan con soldaditos de plomo, otras que…bueno…forman un conjunto de búcaros preciosos que decora la escena política— para éso las nombraron— y la denominada crisis del PP, nadie comenta nada sobre el nuevo Gobierno de José Luis Rodríguez, el Puma, y los problemas que heredó de su propia y nefasta gestión; ellos sabrán lo que hacen: yo no entiendo mucho de puentes, me limito a atravesarlos. No obstante, sí me extrañan determinadas actitudes, posiblemente sea por lo inusual de las mismas o la inoportunidad. No puedo dejar de sorprenderme por la repetición de ese error tan mesetario: extrapolar lo que ocurre en Madrid al resto de España. Es cierto que en la corte y villa la política se vive de otra manera, pero el PP es más que Madrid, y que la Evita mesetaria tenga tan buena prensa en la capital no implica que en otras regiones sea aceptada de la misma manera. Con todo y con eso, y dado el carácter carpetovetónico, supongo que la mayoría votaría al mismo partido con independencia del nombre del candidato; a lo mejor es mucho suponer. Asimismo, ese golpe de autoridad del coronel Nicholson gallego guarda similitudes con las soluciones de ZP, que llegan tarde y mal. Además, ese apoyo tan entusiasta de los que antes se ofrecían como segundones de lujo no presagia nada bueno, podría ser que ellos vislumbraran la dificultad de construir el puente y estén a la espera del derrumbe para encaramarse en las ruinas. Al igual que en la película, aparece un tercero que no comparte ni el sentido del honor del coronel Nicholson ni su ansia por facilitar el trabajo al enemigo; es más: quiere demoler el puente.
Saito, el militar japonés, sentía desazón por el plazo ajustado para la finalización de la obra, que sería inaugurada con el paso de un convoy de tropas y autoridades. Nicholson, por el contrario, consideró que la mayor preparación de los ingenieros ingleses y la motivación adecuada de los prisioneros serían suficientes para cumplir la fecha: estaba en lo cierto. Rajoy también juega con el tiempo, porque sabe que su principal frente está a dos meses vista y que el paso del convoy todavía tardará; pero debería vigilar por si alguien envía un comando para dinamitar el puente; de hecho ya está en camino.
Ocurra lo que ocurra, cuando el puente salte en pedazos tendremos la misma duda que con la actitud del coronel Nicholson. Yo, meine Damen und Herren, me dedicaré a silbar la melodía: es tan pegadiza; además no entiendo nada de puentes.

Foto: Coronel Nicholson ( Alec Guiness 1914-2000). El puente sobre el río Kwai.


Sonntag, April 20, 2008

EL BUENO, EL FEO Y EL MALO



WÉSTERN: 1. m. Género de películas del Lejano Oeste.

La pasta es como el arroz: un plato polivalente y que en ocasiones nos saca de más de un apuro. Sin embargo, algunos consideran que la pasta es el recurso de los incapacitados para el arte de la cocina o de los gandules, aunque ambos suelen pasear cogidos de la mano. Yo discrepo, meine Damen und Herren, porque existen platos de pasta exquisitos y muy elaborados, e incluso pastas que por sí solas marcan la diferencia: yo elaboro mi propia pasta, por ejemplo. De todas formas hoy no escribiremos sobre la polivalencia del los espaguetis aplicados a la gastronomía, sino a al lenguaje. No se sorprendan, estimados parroquianos, porque ello es posible; valgan dos ejemplos: el spaghetti western y el spaghetti disco. El primer término se refiere a las películas sobre el lejano oeste rodadas en Almería y cuya producción— aunque solían ser coproducciones— recaía en Italia. Asimismo, la otra expresión hace referencia a la música disco de los años 80 que era producida y financiada en Italia, e interpretada por efímeros cantantes de ignotas nacionalidades; este apartado merece un próximo escrito.
Si ustedes me lo permiten, meine Damen und Herren, creo que también podemos calificar las legislaturas de José Luis Rodríguez, el Puma, como un spaghetti western en el que no faltan los ingredientes necesarios: : indios, aunque sería exacto decir «muchos que hacen el indio»( Pepiño, Bermejo o Solbes); luchas por el agua (trasvases o cualquier otro eufemismo); manadas de reses que son trasladadas (los españoles); luchas territoriales por los ranchos (nacionalistas); un saloon que también ejerce de prostíbulo donde todos se reúnen para jugar y echar unos tragos ( Congreso de los Diputados); forajidos (la lista sería interminable, meine Damen und Herren); prostitutas en activo o redimidas que toman partido, aunque mi elegancia me impide abrir paréntesis; duelos a muerte en el OK Corral (debates políticos); un enterrador dicharachero (Moratinos); la parturienta que atraviesa el territorio comanche (Chacón); un sheriff que desmerece la estrella que luce y que defiende los intereses del terrateniente de la región (Rubalcaba); el destacamento de caballería, que suele llegar tarde y mal (los medios de comunicación afines); los buitres que sobrevuelan al futuro cadáver (otros medios de comunicación); etc.
Al igual que Sergio Leone rodó una trilogía magnífica en Almería cuyo título sirve para describir la victoria del ZP— La muerte tenía un precio; Por un puñado de dólares; El bueno, el feo y el malo—, uno de los estudios de ZP (SER) ha pretendido imitarle con algo parecido: El pajillero, el grasiento y el putero. No alabaré el alarde de léxico del director de la emisora de radio, meine Damen und Herren, porque es algo que debe ser inherente a un…¿periodista?, aunque sí ensalzaré su inmoralidad.
Es innecesario retrotraerse a las jornadas aciagas de marzo de 2004 para recordar el triste papelón— triste para la profesión de periodista— que Herr Anido representó, en el que la mentira, la manipulación y la inquina sirvieron de particular libro de estilo de la cadena SER y de nauseabundo código deontológico, porque durante los años siguientes ha sido uno de los convidados al bufé del pesebre. En realidad no hemos presenciado algo nuevo, queridos lectores, ya que tanto el PSOE como sus medios de comunicación aplican desde hace tiempo lo que Joseph Goebbels denominó «el principio de transposición», y que consiste en culpar al adversario de tus propios errores, desprestigiarlo por todos los medios y después inventar otras noticias que solapen las que a ti no te interesa que se conozcan. Ya ven, meine Damen und Herren, los reyes de la democracia aplican las técnicas del ministro de Propaganda de Adolf Hitler: curioso, muy curioso. No obstante, semejante comportamiento sólo persigue la imposición de un pensamiento único y homogéneo, en el que los disidentes deben ser atacados con cualquier medio para lograr su aislamiento y posterior exterminio, que será aceptado por la masa bajo la inmisericorde sentencia de «se lo había buscado».
Con todo y con eso, yo hubiera preferido que esa trilogía — El pajillero, el grasiento y el putero— hubiese sido creada por alguien del bando contrario, porque con la fijación que tienen los progres españoles por vestirse con camisetas reivindicativas y solidarias, el espectáculo sería impagable, meine Damen und Herren, ya que todos lucirían el siguiente motivo: «Yo también soy putero»; aunque los otros dos modelos también tendrían aceptación. En realidad, al actuar de ésa manera demostrarían lo que todos sabemos: la derecha española otorga la posibilidad de escoger. Sea como sea, yo prefiero la película de Sergio Leone: El bueno, el feo y el malo.

Foto: Cartel de la película El bueno, el feo y el malo.(1966).


Donnerstag, April 17, 2008

SPRING RAIN / 2


Si ustedes me lo permiten, estimados parroquianos, no abandonaremos el continente africano porque hace pocos días se produjo una noticia que guarda relación con España y Guinea Ecuatorial: la detención de Severo Moto, el opositor a Teodoro Obiang Nguema; uno de cuyos sobrinos, por cierto, compartió aula conmigo. España nunca fue una buena metrópoli colonial, y quizá sea Guinea uno de los peores ejemplos. La detención de Herr Moto, un tipo tan corrupto como el que desea derrocar, obedece a la necesidad del Gobierno de ZP por reconducir las relaciones con la antigua colonia, relaciones éstas que José María Aznar se dedicó a destrozar con el ímpetu de un dominico de la Inquisición. ¿Cuál es el motivo?, muy sencillo: petróleo. En la actualidad, Guinea produce más de 450.000 barriles de crudo al día, al margen de otras cuestiones como el gas o el cacao — no desprecien la importancia del cacao, porque fue uno de los motivos para que Francia interviniera en Costa de Marfil (es el primer productor mundial)—, y la venta de petróleo supone el 96% de las exportaciones del país y el 93% del PIB. Cuando las posibilidades petroleras de la antigua colonia fueron descubiertas, Aznar decidió internarse por un camino equivocado, y ello provocó que el tío Teodoro se lanzara en brazos de los franceses, que a través de su principal petrolera —TOTALFINAELF— lograron contratos preferentes para la explotación de los recursos. La presencia de Severo Moto en España en condición de asilado es una piedra que alberga el zapato español en las relaciones con Guinea; por lo tanto debe lograrse que ese hombre abandone el territorio español para poder presentarse ante el sátrapa africano — disculpen el pleonasmo— con los calzoncillos limpios y acceder a algunas de las migajas que los franceses, siempre son ellos, les dejarán sobre el mantel después del ágape. ¿Qué prefieren ustedes: Derechos Humanos en Guinea o que REPSOL obtenga algunos contratos? Sin embargo, una vez más la incoherencia aflora, y les explicaré el porqué. España dedica algo más de cinco millones de euros al programa de cooperación sanitaria con Guinea. «Algo es algo», pueden pensar ustedes; pero...¿les parecía lógico después de saber que el tío Teodoro ingresa 500 millones/euros al año en diferentes cuentas bancarias repartidas por el mundo? Es evidente que estamos ante un saqueador de su propio pueblo, en el que los Derechos Humanos fueron a comprar tabaco y todavía esperamos su regreso. No obstante, ZP quiere mejorar las relaciones con Guinea, y los parlamentarios españoles que en el verano del año pasado viajaron a Malabo volvieron esperanzados de los cambios observados: supongo que se referirían a la calidad de las putas.
De todas formas, meine Damen und Herren, no crean que esa forma de actuar es patrimonio de los españoles, porque los países desarrollados ejercen una curiosa forma de usura respecto a los que Dios ha olvidado: la cooperación internacional. Ése delicioso término no esconde más que créditos a un interés bajo que después se incrementa hasta niveles insoportables por las renovaciones. Asimismo, muchos de esos créditos no son más que una venta favorable de armas, ya saben: los cómodos plazos y las letras. Ahora bien, todos los políticos, ZP está abonado a ello, se llenarán la boca con la defensa de los Derechos Humanos y la obligatoriedad de defender las libertades individuales. Con todo y con eso, seguiré con el manejo de la cal y la arena: el 45% de la ayuda que se destina a los países africanos va directamente a cuentas suizas u otros paraísos fiscales. En fin: África sigue un ritmo propio; siempre fue así, y siempre lo será. Pero no olviden que nos gusta beber café, necesitamos el coltan, que alguien compre las armas que fabricamos y que el chocolate es algo exquisito: me permito sugerirles el de Chocolatier Richart, ¡insuperable!
En este particular periplo que hemos iniciado sobre los Derechos Humanos ahora cambiaremos de destino y nos desplazaremos a otro punto candente del mapamundi: Irak. De todas formas debo avisarles que lo que allí ocurre puede extrapolarse a otras regiones, como son Palestina o Líbano. Solamente un bobo— no les diré en quién pienso— mantendría las sandeces habituales de lo que ocurre. Los miles de muertos con los que se acusa a Bush, Aznar y en menor medida a Blair (¿será porque es laborista?) no los provoca la guerra, sino las diferentes facciones religiosas que siempre han existido en el oscuro mundo religioso musulmán: chiítas y sunitas. ¿Quién coloca las bombas en los mercados?, no creo que sean los soldados occidentales. No obstante, no es un tema que pueda simplificarse en una simple guerra religiosa, ya que detrás de todos ellos están Siria e Irán: ambas persiguen que la población no tenga una vida normal y puedan acceder a un régimen democrático. Recuerden, queridos lectores, que Islam y democracia son antitéticos, y que ambos países comparten frontera con Irak. Es cierto que Al Qaeda actúa también en ése escenario, y no olviden, asimismo, que una gran parte de la financiación de la franquicia terrorista proviene de Arabía Saudí y de los países del Golfo Pérsico: el famoso wahhabismo, el principal peligro para Occidente. No creo equivocarme si escribo que tampoco son países en los que los Derechos Humanos sean algo importante; sin embargo existen monarcas que se hermanan con esas dinastías corruptas— quizá porque ellos también lo son—, alargan la mano para cobrar cuantiosas comisiones por extraños ejercicios de mediación y conceden ridículas órdenes como el que entrega el número de su cuenta bancaria a un cliente para recordarle la fecha del próximo recibo; no obstante, después también se llenarán la boca con esas mentiras tan densas como el alquitrán sobre los Derechos Humanos. Una vez más debería mencionar al petróleo y las armas, aunque no lo haré: me gusta conducir y encender la calefacción en invierno.
Escribir sobre los Derechos Humanos da para mucho; pero yo me aburro, y cuando el escritor se aburre, lo lógico es pensar que el lector también lo hará. Siempre he creído que la vida está hecha de ausencias, ucronías (permítanme la licencia) y búsquedas sin final; y ésos derechos fundamentales cumplen las tres condiciones.
Posiblemente sea porque se parecen a la lluvia de primavera: a unos nos gusta y a otros les molesta; es una cuestión de zapatos y paraguas, y yo tengo de ambos.

APOSTILLA: Los dos escritos que he titulado Spring Rain obedecen al premio que me concedió Lady Godiva ya que los galardonados deben escribir sobre los Derechos Humanos. Sé que a ella no le gustará porque las ideas, y sobre todo la forma de expresarlas, también son como la lluvia de primavera: a unos nos gusta y a otros les molesta. Abran el paraguas, les dejo con Spring Rain de Bebu Silvetti.

FOTO: Todos escondemos algo, pero lo importante es que nadie lo descubra.


SPRING RAIN / 1


DERECHOS FUNDAMENTALES: 1. m. pl. Los que, por ser inherentes a la dignidad humana y por resultar necesarios para el libre desarrollo de la personalidad, son normalmente recogidos por las constituciones modernas asignándoles un valor jurídico superior.

Disfruto de la lluvia de primavera porque me relaja, meine Damen und Herren. Nada me resulta tan agradable como observar a través de los cristales esa agua que cae morosamente sobre la ciudad, y que después, sin previo aviso, se transforma en gotas gordas y pesadas que repiquetean contra la ventana de mi estudio y trazan efímeros surcos sobre el vidrio. No tengo prevención alguna contra la lluvia; es más, me gusta pasear bajo ella. Quizá sea porque pienso que no existe el mal tiempo, sino la ropa inadecuada: con unos buenos zapatos y el paraguas apropiado la lluvia se percibe de otra manera; como otras tantas cosas en la vida: los tan manoseados Derechos Humanos son una de ellas. No realizaré una alabanza de ellos, estimados parroquianos, ni siquiera formularé un deseo de buena voluntad: mi hipocresía tiene un límite, al contrario que mi sinceridad para con ustedes.
Sé que el mundo está plagado de injusticias, miserables, pobreza, guerras, sometidos y explotados; pero no son asunto mío ni me compete solucionar temas tan complejos: ése es trabajo de políticos. Sí, meine Damen und Herren, ésos sujetos que se llenan la boca con los Derechos Humanos, se barnizan con la pátina de la filantropía y vacían nuestros bolsillos en aras de tan noble causa. Lo que ocurre en el Tibet me deja frío; la situación en Venezuela me recuerda a un culebrón de bajo presupuesto y no guarda ningún interés para mí; los cubanos, al margen de aprender a vocalizar, deberían saber solucionar sus propios problemas, si es que les interesa, compai; África lo percibo como un caso perdido que debe preocuparse, en todo caso, de no causar más molestias de las necesarias; en definitiva: cada perro debe lamerse sus cojones, para algo nos hicimos adultos.
No piensen que soy un desalmado, meine Damen und Herren, aunque sí un hombre práctico. Nosotros convivimos con una brutalidad que anestesia nuestras emociones y cae sobre nosotros para aplastar nuestro instinto bondadoso; incluso nos provoca un aburrimiento permanente. ¿Qué podemos hacer?, miramos a los políticos y éstos se limitan al lanzamiento de unas serpentinas multicolores de palabrería y buenos deseos que nunca se cumplirán, porque el confeti esconde los intereses de nuestras respectivas naciones; que también son los nuestros, conviene no olvidarlo. Quizá algunos ejemplos sirvan para que comprendan mejor mi postura.
Si el Dalai Lama lanza su carne de cañón contra los fusiles chinos la víspera del recorrido de la antorcha olímpica porque sabe que cada cadáver tiene un rédito publicitario, no seré yo el que se preocupe. Todos conocemos la situación en China de los Derechos Humanos, pero…¿supone algún problema a la hora de comerciar? Recuerden las alabanzas de la vicepresidenta De la Vega al regreso de su periplo a lo Marco Polo. ¿Hasta qué punto USA tomará determinadas medidas cuando sabe que el dólar se sostiene por las inversiones chinas en la moneda estadounidense? Averigüen qué esconde cada etiqueta que luce el Made in China, meine Damen und Herren.
Sin embargo, África es el continente idóneo para explicar las extrañas incoherencias de nuestro mundo respecto a los Derechos Humanos. Es evidente que los que me leen disponen de un ordenador, y seguramente también de un teléfono móvil. Para que ambos aparatos funcionen es necesario un mineral denominado coltan ( columbita-tantalita), del que se extrae el tantalio. El 85% de las reservas mundiales de coltan se encuentran en la República Democrática del Congo, en concreto en sus zonas fronterizas. El control de las zonas de coltan para su posterior extracción ha provocado unos conflictos— en la actualidad se mantienen— que arrojan más de tres millones de muertos. Han leído bien, queridos lectores; pero no se preocupen, son muertos anónimos, de esos que ni siquiera aparecen en las noticias y que se han matado entre sí con las armas que nosotros les vendemos; además combaten con poca elegancia: en pantalón corto, camiseta y chanclas; triste mortaja es ésa. Supongo que el gran pacifista de ZP no les habrá ocultado que España es uno de los principales suministradores de cartuchería para zonas de conflicto en África: sería un gesto muy feo. Lo que allí sucede es de una brutalidad tal que supera a la prosa de Pepiño Blanco; pero claro, nosotros necesitamos nuestros móviles y ordenadores de última generación para hablar o escribir sobre los Derechos Humanos. Asimismo, y gracias al detergente con el que cada día lavamos nuestras conciencias, nos permitimos algo que alcanza lo grotesco: nos despreocupamos de los muertos a causa del coltan, pero nos impide dormir el pensar que un conflicto tan cruel, así como la extracción del mineral mencionado (se realiza sin guardar las medidas ecológicas necesarias), altera el ecosistema de los gorilas y favorece su extinción. ¡Impagable, meine Damen und Herren!, Darwin y Dian Fossey estarían contentos.

Foto: ¿Hablas conmigo de Derechos Humanos?

Dienstag, April 15, 2008

EL TROFEO



TROFEO: 4. m. Victoria o triunfo conseguido.

Me siento abrumado, meine Damen und Herren. Al enterarme de la noticia un escalofrío recorrió mi espalda; no pude más que sentarme, escanciar una ración generosa de Jack Daniel’s y observar la trémula mano que sujetaba un Lucky Strike. La primera calada me proporcionó una gratificante sensación de abandono y un ligero mareo, que me permitieron buscar una respuesta a la pregunta que martilleaba mis sienes: «¿Por qué yo?». No, no teman, estimados parroquianos, no se trata de que José Luis Rodríguez, el Puma, me haya llamado para desbravar a alguna de sus ministras; es algo más serio: Mary White, la creadora del blog Lady Godiva, ha considerado que este feuilleton merecía el premio 11 de Abril, galardón éste que fue creado por Martha Colmenares. Mi sobresalto se produjo al enterarme de que el mencionado premio se concede a las «bitácoras» que sobresalen por su defensa de los derechos humanos (yo no sabía ni que existían) y la democracia (de ésta algo he oído). La sorpresa vino motivada porque la única acción homérica— y nunca mejor dicho— que he realizado en mi vida fue navegar a bordo de un pequeño velero por el Mar Egeo en compañía de dos gemelas danesas: ¡épico!
Nada me desagradaría más, que ustedes, queridos lectores, se formaran una idea equivoca sobre mí, ya que soy un auténtico gandul, uno de esos que viaja a los sitios con billete de ida y vuelta, se involucra lo indispensable— en mi caso casi nada—, olvida rápidamente lo que observa, y que cuando llega a casa encierra en un ataúd de cinc las vivencias, y después lo suelda con un par de tragos de whiskey. Sin embargo, al releer el escrito de concesión, me he percatado de que Mary White me lo otorga por ser un blogger sin mordaza; entonces me tranquilicé: ¡éso es otra cosa!
Una vez más, llega el momento de galardonar a otro blog que también escriba «sin mordaza». No obstante, antes de hacerlo me gustaría puntualizar algo: No solamente son las ideas o la libertad de expresión las que pueden amordazarse; sino que también puede serlo la idiotez. Sí, meine Damen und Herren, cuando un inepto oculta sus carencias mediante el silencio o el disimulo, también amordaza algo: su estulticia. Por lo tanto vamos a premiar a un escritor (¿?) que nunca amordaza su estupidez; algo que también tiene…su mérito. Al igual que en anteriores ocasiones, primero glosaremos sus virtudes.
Siempre que leo algunos de sus escritos—supongo que puedo denominarlos así—, y peor aun cuando le escucho, tengo un sueño agitado. Es lógico, estimados parroquianos, porque la sensación de arrojarme en un pozo tenebroso es vívida. Supongo que escribe con las manos, aunque aseguro que piensa con los pies; sólo así puede entenderse ese dominio fascinante del lenguaje. La opacidad de sus ideas nos desvela la atmósfera moral de sus escritos y nos permite vislumbrar una inteligencia llena; llena de vacío. Todavía no he logrado comprender si le leo porque estoy idiota, o estoy idiota porque le leo: ardua disquisición, meine Damen und Herren. Asimismo, entenderemos que se trata de un blog donde los concetos y las palabras navegan a la deriva en busca de horizontes arqueados. Aquellos de ustedes que consideren a la política y a la moral conceptos antitéticos cambiarán de opinión cuando acometan la lectura de esos escritos brillantes, en los que las vocales se sienten desamparadas, las consonantes huérfanas y la sintaxis tirada en una cuneta polvorienta. Es cierto que el autor escribe sin mordaza; pero a nosotros su estilo nos aprieta y ahoga, y logra, además, que nuestros pensamientos se tornen plúmbeos y se envuelvan en un sopor pesado. Por el contrario, la fuerza comunicativa y expresiva del autor logra ridiculizar a los clásicos greco-latinos, señal indudable de la robusta afición del escritor por la metaliteratura.
A tenor de lo expresado, Josephsplatz, Das berliner Feuilleton, concede el premio 11 de Abril a El cuaderno de Pepe Blanco; un lugar en el que la rutina, la zafiedad y la ausencia de originalidad confluyen con malsana querencia; quizá alguien debería colocarle la mordaza, aunque fuera por una cuestión de caridad cristiana y charme.
Ahora, meine Damen und Herren, les pido que se incorporen para entonar otro himno universitario en honor del galardonado. En esta ocasión, sin embargo, no será el Gaudeamus Igitur, como hicimos anteriormente, sino algo que está en consonancia con el expediente académico del ilustre bloggero Pepiño Blanco. Maestro, por favor:

Enredándose en el viento,
van las cintas de mi capa.
Y cantando a coro dicen
quiéreme niña del alma.
Son las cintas de mi capa,
de mi capa estudiantil.
Y un repique de campanas…

Foto: He’s going to be taller than Dad. (1939). Norman Rockwell.

Sonntag, April 13, 2008

AU PIED DE COCHON


MAJORETTE: 1. f. Muchacha vestida con uniforme militar de fantasía que, en ocasiones festivas, desfila junto con otras agitando rítmicamente un bastón y al son de una banda de música.

Si a ustedes les gustan los pies de cerdo, cocinados en cualquiera de las variantes que ése plato tan polivalente permite, no dejen de acudir a un restaurante parisino que es el paraíso del mencionado manjar y que está situado en el nº 6 de la rue Coquillière: Au Pied de Cochon. ¡Magnífico, meine Damen und Herren!: París bien vale unos pies de cerdo. Además, el corte de la pieza es como a mí me gusta: por el codo, no cómo suele ser en España: las manos del puerco. Yo siempre los pido de dos maneras: empanados y horneados, o bien à la périgourdine, con relleno de foie. El gerente es un individuo afable y enamorado de la Costa Brava; de hecho tiene una casa y un pequeño barco en Palamós. La primera vez que degusté las manos del cerdo fue en Barcelona. Ese día, sin embargo, ocurrió algo curioso: yo pedí pies de cerdo con setas, y el camarero, después de asentir en silencio, dijo la siguiente: «Molt bé, uns peus de ministre». No entendí la broma, si es que lo era, estimados parroquianos; pero me resultó curioso.
José Luis Rodríguez, el Puma, ya ha formado su equipo, y ha demostrado, además, lo mejor que sabe hacer: encontrar personas más mediocres que él, que llegan al Gobierno para pasar el verano. No olviden, meine Damen und Herren, qué piensa un incapaz para reafirmarse: «siempre hay alguien más tonto que yo». No es objeto del presente escrito realizar un análisis pormenorizado de cada uno de los nuevos cofrades, sin embargo podemos comentar algunas cuestiones llamativas; siempre, eso sí, con la mirada de un feuilleton.
Por lo pronto debemos destacar la alegría de Teresa de la Vega, ¡hombre, con tantas mujeres! Seguro que la boca se le hace agua de la misma manera que a mí cuando pienso en Au Pied de Cochon; esperemos que sólo sea la boca. Asimismo, los catalanes deben sentirse contentos por el pago que ZP les ha realizado: indígenas a cargo de ministerios de poco calado desde el punto de vista económico, y una paga extra por la contribución del PSC a la victoria del gran estadista: Maleni Álvarez, la sacerdotisa de la chabacanería, continúa al frente de Derribos y Demoliciones; el arquitecto Gaudí se revolvió inquieto en su tumba. Algo así evidencia el peso político de Cataluña, ya que la reina de la ordinariez y el pelo de la dehesa fue reprobada por el Parlament. Seguro que Montilla y el resto ahora han entendido qué significa «partía» y «doblá», sólo deben desnudarse frente al espejo, girarse, y mirar por encima del hombro: percibirán algo que sobresale entre las nalgas. De igual forma, el nombramiento de Sebastián nos demuestra el intento de ZP por redimirse de su estulticia a través del compadreo y nos acerca al valor de la especie humana. Pero es que nuestro admirado Puma es el paladín de los derrotados por la vida: le aplaudimos por ello; aunque esperamos que el «plumífero» de Sebastián no llene el ministerio con los mismos escándalos que le rodearon al frente de la oficina económica de la guarida del Puma, La Moncloa. No obstante, y aunque aún es pronto para hablar de escándalos, deseamos que nadie indague en la relación que una de las nuevas ministras mantiene con Asebio, su propia empresa y una sociedad de capital riesgo, también fundada por ella, que ha realizado…extrañas inversiones…en firmas de su propiedad. Por el contrario, meine Damen und Herren, el nombramiento de Carmén Chacón me ha llenado de alegría; de esa alegría que te hace girar los ojos a una velocidad endiablada. No es por ella, no, sino por la cabra de La Legión: ahora ya no desfilará sola. Ésa mujer, que salió de la nada para abrazar la ociosidad, nos demuestra que ZP entiende la política como la facilidad para crear dolores de vientre o estreñimiento severo. No logro imaginarme qué papel representará Frau Chacón, que considera que los ejércitos existen para cumplir misiones de solidaridad, cooperación y paz, en las cumbres de ministros de países de la OTAN. Esperamos, eso sí, que no decida transformar a los tercios de legionarios en grupos de majorettes: «¡Ante ustedes las majorettes del tercio duque de Alba!» Impagable, estimados parroquianos, y más si imaginamos a la ministra a lomos de la cabra, que tiraría del carrito del retoño, y a Zerolo, cerrando el desfile, que gritaría como un poseso «a mí La Legión, a mí La Legión…», para después entonar el himno: «Soy un novio de mala muerte…»; ¡menuda cage aux folles ha creado ZP! Sin embargo es lógico, queridos lectores, ya que en las próximas semanas todos hablarán sobre Frau Chacón y esto solapará otros problemas en ciernes; algo muy característico del Puma.
No quisiera finalizar sin un emocionado recuerdo a dos personajes entrañables: Joan Clos, un hombre que ha demostrado que existe vida después de la muerte; y Cristina Narbona, la mejor doble de Carmen de Mairena, que al observar su físico nos hizo comprender el porqué Borrell aceptó de buen grado perderse en Estrasburgo. En definitiva, meine Damen und Herren, un gabinete plagado de tontos que fabrican relojes de madera; aunque lo peor no es éso, no: existe otro, aun más tonto, que les da cuerda.
Algunos opinarán que es un gabinete continuista—¿esperaban otra cosa?—, pero todo se resume en cuatro: cuatro que gobiernan y trece que miran. ¡La cage aux folles!: he comprendido al camarero barcelonés.


APOSTILLA: Les recomiendo unas ostras de la Bretaña de entrante y que se dejen aconsejar en cuanto a los vinos.

Foto: Au Pied de Cochon.

Freitag, April 11, 2008

DAS BOOT / 2

Herr Kaleun debe reservarse para la tribuna de oradores, y allí, con el adversario escorado y con vías de agua, concluir el trabajo de zapa que otros realizaron. ¿Podría alguien acusar a Herr Kaleun de crispar cuando sólo propone soluciones a los errores de ZP?, ¿podría alguien tergiversar unas palabras que han sido pronunciadas ante todo el país? No hay nada mejor que un ataque en superficie mediante el UZO (U-Boot-Zieloptik). Con todo y con eso, alguien debería enseñarle a utilizar la regla de cálculo, porque tener dudas sobre el sentido del voto antes de la sesión de investidura…
Ahora ganaremos profundidad y cambiaremos el rumbo, meine Damen und Herren, necesitamos calma: Neue Tiefe 70 Meter!, Neuer Kurs 268! Ruder hart steuerbord!
Lo que algunos denominan en el PP un mensaje «ilusionante» es una pamema: nunca antes la ilusión derrotó al sectarismo; créanme. De igual manera que utilizar un torpedo que en la época costaba 25.000 Reichsmark para hundir un barco pesquero es un derroche, enfrentarse a cuestiones que fácilmente aglutinarán a los diferentes enemigos (Cataluña y su política lingüística) es una temeridad. Más, si cabe, cuando dicha política ya se aplicaba en la época de Aznar y entonces nadie encontraba objeciones; es más: se hablaba catalán en la intimidad y se pactaba con los que aplicaban la ley de forma torticera. Esas cuestiones espinosas sólo pueden acometerse cuando se ostenta el poder, y nunca mediante un enfrentamiento directo sino con una legislación concreta, seria, sin resquicios y que se aplique siempre, no a conveniencia. Les señalo otro ejemplo: ¿Cuántas familias han solicitado escolarizar a sus hijos en castellano en Cataluña? Les doy la respuesta: 24. ¿Malgastamos 25.000 Reichsmark?
Emerjamos, debemos recargar las baterías y bajar el nivel de CO2: Auftauchen!
Supongo que a todos los comandantes les gusta regresar a la base con un sinfín de gallardetes que indican el tonelaje hundido, es lógico, queridos lectores; pero muchas de esas presas también pueden lograrse con los disparos del cañón de proa, a pesar de que no es tan vistoso como reventar un navío con un torpedo. La mayoría de los españoles es impermeable a los mensajes de índole económica, sólo comprenden determinadas circunstancias cuando son ellos los que las sufren en sus propias carnes: ¿Cuántos de los que votaron a ZP no disfrutan de maravillosos «contratos basura» (invento del PSOE) y salarios paupérrimos?, ¿cuántos no engrosan ya las listas del INEM y son incapaces de afrontar determinados pagos? Ese tipo de asuntos debe hundirse con el cañón: disparos discretos, si los comparamos con el detonación de un torpedo; pero constantes y dirigidos a las partes vitales del navío. Enrolar a un segundo— Pizarro— cuyos meritos y valía política estaban por demostrar, y que además, al primer golpe de mar, desea abandonar el U-Boot…En fin, sólo nos dejó dos cosas claras: es de Teruel, lo dijo hasta la saciedad; y en el debate demostró que las cargas de profundidad le acobardan: conviene licenciarle. Me temo que Herr Kaleun lo tiene complicado, aunque yo apuesto por él.
Los prismáticos con los que se dotaba a las tripulaciones de los U-Boote disponían de una óptica especial que les confería una gran luminosidad: Herr Kaleun debería utilizarlos, centrarse en el cuadrante de patrulla, distinguir qué presas merece la pena cobrar y cuáles dejar pasar de largo, y tener siempre los torpedos bien engrasados para introducirlos en los tubos; ya llegará el momento de gritar Eins Los!
No creo que Herr Kaleun necesite mis sugerencias, meine Damen und Herren, porque si de algo está sobrado el PP es de submarinos. ¿Bajo que pabellón navegarán?


APOSTILLA: Mi tío Werner se sumergió para siempre en 1985. Ocho de sus antiguos camaradas en armas asistieron al sepelio, que se celebró durante un día desapacible. Mientras que los demás nos resguardamos del frío, el viento y lluvia con los paraguas o los abrigos, ellos se mostraron insensibles a las inclemencias; es más, creo que les agradaba: no me resultó difícil imaginármelos apoyados en el quitavientos de la torreta; como a mi tío Werner.

Foto: Otto Kretschmer (1912-1998).

DAS BOOT / 1

SUBMARINO: 4. m. Esp. infiltrado.

Mi tío Werner sirvió en un U-Boot (submarino) durante la II Guerra Mundial. Cuando yo era un crío, me fascinaba escuchar las historias que me relataba: las guardias apoyado en el quitavientos de la torreta; la detención de buques en teoría neutrales para comprobar la documentación y los manifiestos de carga, que si eran incorrectos significaban el hundimiento del barco; el acecho a un convoy durante días hasta lograr una aproximación que garantizase algún hundimiento; el lanzamiento de torpedos y los ojos ansiosos con los que miraban el cronómetro para saber si los cálculos trigonométricos había sido correctos; el miedo que siente un hombre sometido a un ataque con cargas de profundidad durante horas; y la alegría al emerger y respirar aire puro, aunque todos creían que era una sádica prórroga que el destino les entregaba: el fatalismo resignado también formaba parte de la tripulación.
Parece que Mariano Rajoy es el comandante de un U-Boot; le aplicaremos el tratamiento adecuado: Herr Kaleun; sin embargo en esta singladura seré yo el que imparta las órdenes, meine Damen und Herren, porque gracias a las experiencias de mi tío Werner me siento capaz: Sehrohr Tiefe!, Langsame Fahrt voraus!
Algo pasa en los depósitos de lastre de Herr Kaleun, es difícil mantener la profundidad deseada. Quizás se deba a algún desperfecto en los timones de profundidad, pero en ésas condiciones no es conveniente hacerse a la mar: que asome la torreta en el momento inoportuno implica graves riesgos. Herr Kaleun debería corregir dicha avería (clarificar la postura de Aguirre o bien luchar contra ella) porque peligra la integridad del submarino, no sólo la de su capitán. Guardo muchas reservas sobre la figura de la Evita mesetaria, estimados parroquianos: creo que le atribuyen más valor del que tiene y dificulta el gobierno del U-Boot. Asimismo, los elementos que la apoyan deben tratarse con la misma prevención que un torpedo que se lanza armado: las espoletas pueden jugar malas pasadas o los cálculos del oficial ser precipitados (El Mundo, COPE, elecciones gallegas o europeas). En este asunto mencionaré algo: la entrevista que realizó FJL a la portavoz parlamentaria del PP. Para éso (displicencia, desprecio envuelto en ironía y otros camelos) lo mejor es no ir. El U-Boot de FJL tiene menos autonomía, ya que él conoce que es imposible motivar con las mismas estrategias cuatro años más: la tensión provoca desfallecimiento, lo saben todas las tripulaciones de submarinos; Carlos Herrera se lo agradecerá desde su puente de mando.
Ahora, meine Damen und Herren, nos infiltraremos en un convoy enemigo: Schleichfahrt!, Sehrohr hoch!
Herr Kaleun tiene un problema con el lanzamiento de torpedos: el ángulo es inadecuado; la profundidad de impacto bajo la quilla, incorrecta; la elección de la espoleta —magnética, acústica, impacto—, difícil; o posiblemente no sabe manejar la regla de cálculo. Un ejemplo de lo anterior lo tuvimos en el debate de investidura y durante la campaña electoral. Si Herr Kaleun tiene mensajes y propuestas claras que realizar a los votantes, no debe esperar a la quincena del «todo vale»; sino que debe repetirlos durante toda la legislatura: se trata de socializar la propuesta, que la gente considere que es suya y que el PP simplemente la recoge. De lo contrario, ofertas que interesan— política inmigratoria o endurecimiento del Código Penal, por ejemplo— se desvanecerán en la niebla del oportunismo. Asimismo, aceptar pactos de ZP, un mentiroso prodigio y que dice mentiras prodigiosas, nos indica que la óptica del periscopio de Herr Kaleun no está bien calibrada. ZP viaja en un barco pesado y rápido, un trasatlántico adaptado para el transporte de tropas, y según el manual de la Kriegsmarine, el primer lanzamiento debe de ser, como mínimo, con cuatro torpedos; uno, si es posible, dirigido al timón o las hélices para que el navío reduzca la velocidad o quede ingobernable y pueda ser atacado a conciencia, al tiempo que se evita el rescate de las tropas. Un torpedo único sólo tiene éxito si está aliado con la suerte, algo que en pocas ocasiones ocurre. Herr Kaleun debe navegar a profundidad de periscopio y emerger cuando otro submarino de la manada de lobos ha disparado al enemigo. El PP necesita a alguien (mejor si no es un parlamentario) duro, correoso, sin sospecha alguna sobre sus actuaciones pasadas, habilidoso con el lenguaje, que comprenda que la ironía es la mejor forma de desprecio y que sólo se dedique a castigar al adversario en todas las ocasiones: ruedas de prensa, medios, entrevistas, etc.; ocuparía el puesto de jefe de máquinas. No obstante, debe hacerlo como prólogo antes de colocar, de nuevo, el mensaje a transmitir. Ocurre lo mismo con un torpedo: una muerte que se oculta bajo las aguas plácidas, casi aceitosas.

Foto: Günther Prien (1908-1941).

Mittwoch, April 09, 2008

METE Y SACA


CUNNILINGUS: 1. m. Práctica sexual consistente en aplicar la boca a la vulva.

Creo que existen tres cuestiones fundamentales a la hora de realizar una felación o un cunnilingus: higiene, convencimiento y tener feeling con el órgano en cuestión. Sí, meine Damen und Herren, es algo parecido a lo que le ocurre a un saxofonista con su instrumento: entra en comunión. Asimismo y después de culminar el acto, se presentarán dos nuevas opciones: tragar o escupir, en el caso de una felación; y finalizar sin más o relamerse, como un gato goloso, en el sabor ligeramente salado y hasta en ocasiones ferruginoso de la vulva si se trata de un cunnilingus. Todo es una cuestión de gustos, estimados parroquianos, ya saben que lo respeto todo.
La primera jornada del debate de investidura ha mostrado escenas memorables para la filmografía del «mete y saca», tan es así que varias erecciones consecutivas acabaron por deformar el tiro de mi pantalón y posteriormente desencajaron los dientes de la cremallera. Quizá el culpable sea yo, queridos lectores, porque decidí quitar el sonido y observar la gesticulación de la mujer que traducía para los sordos — la mayoría de los españoles— cuando José Luis Rodríguez, el Puma, tomó la palabra.
Además, los diferentes planos de la transmisión proporcionaron un repertorio sin igual de los subgéneros del cine pornográfico: zoofilia (Bermejo); necrofilia (Clos); mature (De la Vega); embarazadas y lactantes (Chacón), considero poco recomendables tantos espasmos uterinos y orgasmos políticos; gonzo (Rubalcaba); y mi favorito: Vixens, Supervixens y Megavixens, trilogía ésta protagonizada por Cristina Narbona. ¡Qué desparrame de lorzas de carne fláccida, meine Damen und Herren!: lástima que Fellini falleciera, sería memorable una nueva versión de la estanquera.
De ZP destacaré su arte con la felación, hizo un buen trabajo con Durán i Lleida. Estoy convencido de que Roberto Malone y Rocco Sifredi sintieron envidia del feeling que demostró el insigne estadista con el miembro del catalán, y la prueba fue la cantidad de saliva con la que humedeció el escroto y el glande: «usted sabe a lo que me refiero» (¿al resto no le interesa?); «no pude, no pude…»(incumplimientos Estatut); «seremos serios, rigurosos, y haremos una estimación objetiva» (balanzas fiscales); «ganar la batalla contra la sequía»; además ZP no utilizó las manos para estimular el pene — el viejo truco—, sino que se dedicó a acariciar los testículos: «me encanta la Sagrada Familia». Con todo y eso no percibí muy predispuesto al líder de Unió, quizá sea porque él ya actuaba en las películas de Ron Jeremy y lo ha visto casi todo. Asimismo, Durán sabe que esas extrañas palabras, en las que los acentos prosódicos, ortográficos y diacríticos bailan con un ritmo propio, son pronunciadas por un sujeto que considera que los compromisos son una máquina de churrería que escupe grumos de mentiras y el engrudo de la falsedad. No obstante, intuyo que la sombra del gatillazo rondó a ZP cuando éste prometió estudiar el trasvase de agua del Ródano. Sí, algo pasó, meine Damen und Herren, porque unos meses antes ZP hubiera prometido llevar a un tiempo el agua del Ródano, Amazonas, Rin y Mississippi hasta Barcelona, para convertirla en la Venecia del Mediterráneo (supuse que Montilla trabajaría de gondolero); pero no: se limitó al Ródano.
Sin ser algo especialmente valorado en una película pornográfica, la música también juega su papel. En el caso que nos ocupa, la melodía fue interpretada por la voz aguardentosa, áspera y presta al esputo, como si algún pelo púbico estuviera adherido a la laringe, de Herr Bono: lo deslució todo; no hemos de olvidar que estamos ante una producción de bajo presupuesto, meine Damen und Herren.
Mariano Rajoy, ante la dureza de la escena propuesta (anal profundo), pidió los análisis médicos del partenaire: «Le tomo la palabra». Yo me sorprendí de la candidez, estimados parroquianos, porque ZP es como un diccionario: tiene muchas palabras. ¿Cuál de ellas desea Herr Rajoy? Alguien debería explicarle que en el cine porno los preservativos son un aditamento que desluce la acción, a pesar de que ZP mostró uno cuya talla corresponde al patrón oriental y que sólo puede enfundarse un pollicorto: «seremos legales a la legalidad». No obstante, sospecho que Rajoy teme una doble penetración: ZP y Aguirre, y eso…no sé…tiene otra tarifa.
Si no hubiera sido por la presencia de la gesticuladora me habría aburrido, meine Damen und Herren, ya que las películas porno protagonizadas por ZP son repetitivas: postura del misionero (hablar mucho para no decir nada); erecciones muy justitas (todo queda en promesas que difícilmente se cumplirán); eyaculación precoz (vanagloriarse de éxitos inexistentes); y algo peor, estimados parroquianos: ¡RUEDA LAS ESCENAS CON LOS CALCETINES PUESTOS! (todas sus mentiras al descubierto y el uso de chascarrillos para disimularlo). ¡Por favor, qué poco charme!
De todo lo que vi destacaría un detalle: la expresión de Durán i Lleida cuando el Puma le espetó un «¡qué le vamos a hacer!». La faz cariacontecida se trocó en rictus porque intuyó cuáles eran las opciones: tragar o escupir. No sé muy bien el porqué, pero creo que el catalán no tendrá el detalle de avisar un segundo antes; ustedes ya me entienden.
Si no fuera por la muda…
Foto: Te lo has ganado.

Montag, April 07, 2008

¡CORRE, FORREST, CORRE!



TOCÓN: 1. m. Parte del tronco de un árbol que queda unida a la raíz cuando lo cortan por el pie.

Forrest Gump (1994) me parece una película ridícula, meine Damen und Herren. No negaré la ternura que rezuma el idiotizado protagonista, papel interpretado por Tom Hanks, ni la facilidad con la que la película puede ser disfrutada. Algunos creyeron que Herr Gump era el paradigma del sentido común; yo, por el contrario, creo que estamos ante un sandio redomado que es incapaz de enterarse de lo que sucede a su alrededor y de las consecuencias que comporta. Ese pellejo intelectual no siente ni padece, y si lo hace, es con una emoción amortiguada por su propia incapacidad. La escena final, con la música de Alan Silvestri de fondo, lo dice todo: Forrest se sienta sobre un tocón para esperar que su hijo regrese de la escuela; es decir: no tiene nada más que hacer ni comprende que el hijo regresará aunque él no esté allí, o que puede salir a recibirle diez minutos antes de que el retoño llegue.
Hasta hace pocos días, pensaba que la imagen del bobo sentado en el tocón era irrepetible; pero estaba equivocado, estimados parroquianos, ya que José Luis Rodríguez, el Puma, se ha manifestado como un amante del séptimo arte: primero fue la utilización del «buenas noches, y buena suerte»; y ahora un refrito del final de Forrest Gump, que ha repetido a la perfección en la cumbre de la OTAN en Bucarest.
En ocasiones, meine Damen und Herren, la frontera entre los excelso y lo grotesco es apenas visible; pero el Puma logra señalar los lindes con el mojón o empalizada de su incapacidad e ineptitud. Sin embargo lo peor no es éso, sino que al igual que el cretino de Greenbow (Alabama), a ZP todo le resulta incomprensible. A pesar de que me considero un hombre poco dado a la piedad, o al menos muy selectivo a la hora de sentirla, me entristeció observar a José Luis Rodríguez, el Puma, sentado en soledad. Sin embargo la compasión fue breve, casi un chispazo, ya que recordé que veía al hombre que devolvería a España al corazón de Europa y que presume de la octava potencia mundial. Bien, no tengo nada que objetar; aunque otros mandatarios de países de chicha y nabo sí departían y formaban parte del grupo de los que construyen un nuevo proyecto común. Seguramente éstos nunca alcanzarán el octavo lugar del escalafón, pero a pesar de su inferioridad, demostraron dignidad e interés por lo que también es su futuro.
Es evidente que Frau Merkel y Herr Sarkozy pretenden modernizar las estructuras de sus respectivas naciones— y también las de la UE— para que éstas puedan acometer en condiciones favorables los retos que supone una globalización económica; para algo son los motores de Europa. Con todo y con eso, ZP hizo de gala de una «discreción» que nos deslumbra, y nos demostró, una vez más, que lo suyo no es la política; es el humor. De todas formas, meine Damen und Herren, ver que ZP significa algo en el escenario internacional es tan improbable como observar la aparición de Cristo con un esmoquin de Hugo Boss; de Armani posiblemente sí, ya que ambos tienen la central en Italia. Sea como sea, la hechura peripatética de ZP en Bucarest también significa que el resto de países desconfía de un individuo que juega al billar con los compromisos adquiridos; algo que en política es imperdonable. Así pues, a ZP sólo le queda continuar con su viaje hacia el interior e intentar comprender— una empresa ardua— que la velocidad no tiene el mismo significado para un galgo que para un caracol. Yo no pienso respetar los cien días de gracia que conceden a ZP porque éste ha comenzado, o continuado, según se mire, con sus gracias. Sin embargo, dejaremos que disfrute de solaces horas sobre el tocón; la lástima es que no sea en Greenbow (Alabama).

Foto: Dos cafés, tres cortados, un carajillo, cuatro descafeinados…

Samstag, April 05, 2008

LONDRES, PARÍS, REUS.

REUSENSE: 1. adj. Natural de Reus. U. t. c. s.

Los habitantes de Reus (Tarragona) están tan orgullosos de su ciudad que acuñaron una expresión para demostrarlo: «Londres, París, Reus». Posiblemente ustedes, meine Damen und Herren, se pregunten qué relación guardan esas tres ciudades entre sí, o si todo se debe a los delirios de grandeza de los reusenses. La tríada obedece a un motivo que no deja de mostrar una cierta añoranza por las antiguas glorias: Londres, París y Reus eran los tres mercados en los que a mediados del siglo XIX se fijaban las cotizaciones del aguardiente y de los frutos secos.
Esta mañana, en el barrio berlinés de Mitte, pude observar una mezcla de delirios de grandeza, añoranza y quizá algo de aguardiente: la inauguración de la «embajada» de Cataluña; y yo con el frac en la tintorería, ¡qué desliz! La pompa y las circunstancias de tan egregio momento se alteraron cuando Pepe el Risas, también conocido por José Montilla, no dignificó el lugar con su augusta estampa. De todas formas no supuso ningún problema porque ése hombre es etéreo, es algo así como una presencia: «no le verá, no le oirá; pero ahí está…la presencia». Asimismo, el hecho de que una fotografía del Honorable colgase en una de las salas ya cumplía el mismo objetivo, se trata de un individuo que tanto en retrato como en persona transmite lo mismo: agonía; alguien debería aplicarle un desfibrilador, a lo mejor se llevan una sorpresa.
Ante la ausencia del sumo sacerdote, el hisopo inaugural corrió a cargo del inefable Carod Rovira, que ejerció de nuevo Otto von Bismarck de los catalanes. ¡Qué emoción, estimados parroquianos!, las lágrimas pugnaban por salir de mis ojos y la turbación esmaltó mi mirada. Sin embargo no pude dejar de sentirme ofendido por considerar que mi país no ejercía de buen anfitrión: Angela Merkel seguía enfrascada en una reunión fútil en Bucarest; el alcalde de Berlín «tenía otro compromiso»; y el homólogo del Honorable en el land de Berlín estaba dedicado a la siega del pepino. No obstante, acudió una funcionaria de medio pelo del ministerio de Asuntos Exteriores alemán (Außenministerium), encargada de las relaciones con Andorra y Bulgaria; que como ustedes saben son las potencias que marcan el pulso mundial.
El acto en sí fue más de lo mismo: la alegría de un gaudeamus a gastos pagados; los enchufados contentos por la bicoca; un brindis con cava; una lóbrega interpretación de Els segadors a cargo de una violonchelista que no pude evitar imaginarme desnuda, será por la apertura de las piernas; foto de rigor de la nueva kermés; y las ínfulas insustanciales de Herr Carod. Las ideas de ése extraño hombrecillo basculan entre la fe y la psicosis, y nos demuestran, además, que existe el oro puro y las baratijas. Sólo así puedo entender que el objetivo de la nueva «embajada» sea «establecer contactos al más alto nivel»; aunque no explicó para qué. Yo, sin embargo, creo que lo intuí: se trata de ayudar a José Luis Rodríguez, el Puma, ante el alud de mandatarios importantes que desean tratar con él; es un noble interés, meine Damen und Herren.
En vista de que presenciaría la misma falta de sentido del ridículo que observé en Frankfurt, decidí moverme entre los corrillos: es conveniente remover la basura. Allí encontré la excusa para la deserción del Honorable Pepe el Risas: ante las disputas intestinas en ERC y el temor a que sean los adversarios de Carod Rovira los que consigan la victoria —con la dosis de beligerancia contra el PSC que ello representaría—, se decidió conceder todo el protagonismo a Carod Rovira para que éste pareciera un hombre importante dentro del ejecutivo catalán y robustecer su mermada figura. ¡Las pantomimas nos persiguen, queridos lectores! Sin embargo, un individuo terció para recordar que la ausencia de Herr Montilla se debía a la sequía; yo supuse que a la de ideas, pero no: es la otra; cuando se trata con políticos catalanes siempre aparece «la otra» o «los otros».
En realidad la patochada no dio para mucho más: derroche de impuestos en una oficina de los barrios más caros de Berlín, llegar tarde adónde nunca pasa nada, la nació engrandecida, el som i serem renovado, y yo, al igual que Baudelarie, me enamoré de una mujer criolla camino de Calcuta: la violonchelista.
«Londres, París y Reus»; éso es cierto, pero fue en el siglo XIX. Para algunos el tiempo no transcurre o lo hace con una especial cadencia, la misma con la que el arco rasgaba las cuerdas del violonchelo: ¡qué bien tocaba!

Foto: Estatua del Gral. Prim en Reus.

Donnerstag, April 03, 2008

OASIS Y MEDIOS / 2

El primero utilizaba los poderes que la toga le confería para chantajear a los empresarios catalanes, los cuales, si no pagaban al socio del prevaricador y amante del cohecho, ingresaban en prisión acusados de delitos monetarios. Acepto que un rumor, por sí, nunca debe ser noticia; ahora bien, puede ser el inicio de la misma y debe investigarse. ¿Por qué ningún medio catalán explicó qué se cocía en el juzgado de Estevill y en el despacho de su ayudante, el abogado Piqué Vidal? ¿Estaba relacionado con la circunstancia de que Estevill fuera vocal del CGPJ a propuesta de CiU? Mucho nos tememos que sí. Al final, y en cumplimiento de aquello de «la avaricia rompe el saco», la mierda, como es habitual en ella, demostró sus capacidades de flotabilidad; entonces sí: todos informaron. En realidad los oropeles de la toga y las puñetas y los lujos del despacho de un abogado reputado (más tarde cambió la «p» por «f») escondían las tramoyas de dos trincones. Por el contrario, el conseller Alavedra lo hizo todo con más clase: se rodeó del mundo del arte. ¡Precioso, meine Damen und Herren!: los pinceles, la trementina, el óleo y la acuarela al servicio del trinque. La esposa de Herr Alavedra— Doris Malfeito— pintaba con un estilo…particular, podríamos denominarlo así. Sin embargo, sus cuadros se cotizaban en millones de pesetas, en concreto entre cinco y diez. Era divertido, yo lo hice, asistir a una de sus «famosas exposiciones» y observar como muchos industriales catalanes compraban cualquier cuadro para después, a la hora de formalizar el pago, preocuparse sólo de que la tarjeta que entregaban al propietario de la galería llegara a poder de…«la artista». Sería interesante que alguien explicase el porqué J.A.Samaranch compró tantos cuadros de Frau Malfeito para la sede del COI y de La Caixa, o por qué la inmobiliaria Kepro adornaba las paredes de su sede con tan magna muestra pictórica. Asimismo, el Banco Vitalicio también invirtió dinero en esos cromos de mala muerte para agradecer una mediación que realizó Herr Alavedra. ¿Saben ustedes ante quién? Nunca lo dirían: el juez Estevill y su ayudante; «los extremeños se tocan», que decía el dramaturgo. Resulta llamativo que una vez que Herr Alavedra cesó en su puesto los cuadros de su esposa pasaron a cotizarse a precio de rebaja, saldo y liquidación.
Con todo y con eso, los medios catalanes no se enteraban de nada: preferían la astronomía. El rosario de actos de «mecenazgo» sería interminable: la empresa de jardinería de la esposa de Herr Pujol, el 10% de cualquier promoción inmobiliaria, mamandurrias para los hijos de los notables en consejos de administración, determinados «éxitos literarios» escritos en catalán, etc. Por todo ello no pude dejar de sorprenderme cuando Joan Oliver, exdirector de TV3, dijo lo siguiente: «Els espanyols són xoriços pel fet de ser espanyols».
La memoria, meine Damen und Herren, necesita luz para fluir, por eso los medios catalanes generalizan la oscuridad aunque reparten unos pocos candiles; no desean que nadie pueda replicar o señalar la basura del fondo del oasis.
Con semejantes malas artes entre la clase política, que en la actualidad se perpetúan, y un amor tan desenfrenado por la astronomía entre los periodistas catalanes, es lógico que Pepe el Risas sea generoso a la hora de repartir subvenciones entre los medios de comunicación, ya que a él le gusta nadar, pero quiere que la ropa — sucia en este caso— la guarden otros: un hombre con visión de futuro, qué duda cabe.
Y ya que escribí sobre catalanes, oasis y pececillos, mañana podré observar a unos cuantos de cerca, ya que un poco antes del mediodía, Pepe el Risas y su inefable Carod Rovira inaugurarán la Delegació del Govern de la Generalitat en Berlín. Pasearé un rato por el nº 18 de la Charlottenstraße para observar, ustedes ya saben que soy un cotilla. Además podré ir tranquilo porque la bebida está asegurada, no tengo que comprar ningún cuadro y chapurreo algo de catalán. Observaré a ésos dos portentos con ánimo lúdico y presto a la carcajada, porque cuando el nivel entre los políticos es tan bajo, es la única manera de pensar que no existen políticos malos: mediante la risa.
Foto: Hubo un tiempo en el que éramos algo; ahora somos papel.