Sonntag, Januar 21, 2007

DE CAMINO A CASA


Sin que fuera mi intención, meine Damen und Herren, les he descubierto algunos de mis defectos, o quizá sean virtudes: mi afición al gin-tonic; mi necesidad de la tensión que supone una partida de póquer en un garito; retazos de mi infancia; mi excesiva afición al Lucky Strike y ese sabor que transmite de pasto ahumado; y mi amor infinito por José Luís Rodríguez Zapatero, El Meteysaca. Sin embargo, les he ocultado la espina dorsal de mi carácter: la maldad. Sí, queridos lectores, Nicholas van Orton es un ser abyecto que desconoce la compasión y no siente el dolor ajeno.
Esta noche la partida de cartas ha terminado con un balance semejante al que hago de mi vida: tantos éxitos como fracasos. No obstante, la hora tardía provoca que las ideas comiencen a amarillear, como un periódico viejo, y uno descubra facetas de su carácter que no dejan de sorprender: un resquicio de bondad. De regreso a casa, he parado en un cibercafé, cerca del Hotel Kempinski y regentado por un turco — Mehmet, no podía ser de otra manera — para escribir algo en Josephsplatz y tomar el último café del día, o, según se mire, el primero de la madrugada. Mi innata maldad me impulsa a escribir sobre ZP, pero yo quiero ser bondadoso. Le imagino durmiendo plácidamente en el Palacio de la Moncloa: el pijama a rayas abotonado hasta el cuello; la sonrisa de bobo cincelada entre los dos carrillos; y las zapatillas de fino tafilete a los pies de la mesita de noche. Junto a ellas, unos calcetines desparramados rompen la onírica imagen; pero ya sabemos que ZP siempre deja algo fuera de lugar. Permitamos, pues, que duerma el sueño de los bobos; dicen que es el mejor.
Hoy les hablaré de Barcelona, ciudad donde transcurrió mi infancia y que puedo recorrer con los ojos cerrados, cuando quiero huir del invierno berlinés, sin tropezar con ninguno de sus bancos o árboles: me la conozco de memoria. La metrópoli catalana siempre ha tenido vocación de capital europea, aunque nunca lo será. Me temo que, una vez más, se quedará a medio camino. Despojada por los políticos de su genuina identidad, la Ciudad Condal se ha convertido en un decorado para turistas; de frugal nivel adquisitivo, todo hay que decirlo. Una vez que el escalpelo de los diferentes burgomaestres arrasó Barcelona, éstos se percataron de que debían llenarla con algo, por ficticio que fuera, y acudieron a la tienda de «Todo a 100» donde compran las ideas los próceres barceloneses: la obras del arquitecto Gaudí, repudiado hasta la saciedad por la burguesía catalana y algunas de cuyas construcciones fueron derribadas; el diseño, palabra que eleva lo inútil y poco práctico a los altares de la memez; y la cultura, con la que los políticos garrulos se llenan la boca. ¡Qué sabrá Montilla, el pobre gañán, de cultura! Les pondré un ejemplo: el presupuesto de cultura de la ciudad de Berlín dobla al de toda Cataluña. Pero hoy no hablaremos del Presidente de la Generalitat — catalán de pura cepa, de cepa cordobesa, claro está —, que exige a los barrenderos un nivel de catalán que ni siquiera él posee. Por el contrario, hoy traeremos a colación a una pareja que son la viva imagen del porn bizarre: Joan Saura e Inma Mayol; conseller de Interior de la Generalitat y tercera teniente de alcalde del ayuntamiento barcelonés, respectivamente.
La perpetua astenia del Sr.Saura le libra hoy de mis opiniones, que, en contraste, centraremos en su manceba. Esa pobre mujer, que forma parte del gobierno de la ciudad que más esquilma el bolsillo de sus ciudadanos, defiende a los miembros del movimiento «okupa». En román paladino, esa cofradía de gandules, parásitos y vividores a costa del trabajo de los demás. Semejante individua debería comprender que el sabroso salario que percibe por transmitir sus iluminaciones proviene de los impuestos de los barceloneses. Si éstos decidieran imitar el malsano ejemplo de los «okupas», la Sra.Mayol debería buscarse un trabajo con el que mantener sus tres, sí, meine Damen und Herren, ¡tres!, viviendas. Le auguro que se enfrentaría a una ardua labor, aunque supongo que en ese cementerio de vagos, que son las ONGs, encontraría algún puesto laboral. Con unos jueces inanes, bandas de salteadores que atemorizan a la población, unos tributos desproporcionados con el servicio que se recibe y con una ciudad convertida en un urinario a cielo abierto, la Sra.Mayol considera que lo progre, lo moderno y lo europeo es preocuparse por la defensa de la «okupación» de viviendas. El argumento que proporciona es de lo más divertido: «existen serios problemas para acceder a una vivienda digna». Si el consistorio barcelonés no fuera uno de los que más especula con el suelo urbano, seguramente podrían construirse más viviendas de protección oficial, aunque entonces la Sra.Mayol vería disminuir sus emolumentos; ¿verdad, querida?
Si ya lo sabemos: en unos es el 3%, y en otros pues…lo que fija la ley de la oferta y la demanda. Sin embargo, mientras la Sra.Mayol pregona las bondades de la «okupación», su mancebo, el Sr.Saura, debe reprimirlos en cumplimiento de las tareas inherentes a su cargo: ¿Se imaginan qué conversaciones de cama mantendrán todas las noches? Ya lo he dicho: porn bizarre.

APOSTILLA: Nunca se fíen de alguien que primero les advierte de su malignidad y después anuncia sus deseos de bondad; suele ser un mentiroso. Ya he cometido mi fechoría, ahora sigo mi camino.

Donnerstag, Januar 18, 2007

DER BRAND / EL INCENDIO


PARLAMENTO.- 1. m. Cámara o asamblea legislativa, nacional o provincial.

Durante las primeras horas de la noche del 27 de febrero de 1933 se inició un incendio en el Reichstag de Berlín, sede del parlamento alemán de la época. Las primeras investigaciones apuntaron a un acto criminal, cuyos responsables — según los nazis— habían sido los comunistas. Éstos, a su vez, culparon a los nacionalsocialistas por considerar que buscaban con ello la eliminación de sus adversarios políticos y enemigos. A lo largo de muchas décadas, la autoría del suceso se atribuyó a los seguidores del NSDAP (Nationalsozialistiche Deutsche Arbeiterpartei). Una vez que el limo de la historia se aposentó, ulteriores investigaciones y el acceso a nuevos documentos señalaron que el pirómano parlamentario fue Marinus Van Lubbe, un errante comunista holandés, que lo hizo en cumplimiento de las instrucciones de los dirigentes del KPD ( Kommunistische Partei Deutschlands). Entre los partidos que cruzaron sus acusaciones — nazis y comunistas — no cundió el desespero, ya que ambos albergaban la secreta intención de aniquilar la vida parlamentaria alemana y a su adversario. Los comunistas, sin embargo, calcularon mal el alcance del hecho y dieron pie a una feroz represión por parte de los nazis, que, con la aquiescencia de la sociedad ante lo sucedido, los barrieron de la vida política.
La última marrullería de ZP, La Dolorosa, persigue el mismo objetivo: anular la discusión parlamentaria. Con ello, el «egregio» estadista español demuestra varias cosas: todavía le duelen los latigazos del líder de la oposición, es un mamarracho que rehuye el enfrentamiento como el moroso al acreedor y es, una vez más, un mentiroso redomado.
En cuanto a los golpes del flagrum de Rajoy, no entiendo el revuelo ocasionado ni el rictus doliente de ZP, El tulipán negro: Debates más duros se desarrollan en otros parlamentos, y en otras democracias, y no tiemblan los cimientos. Por el contrario, Rodríguez está acostumbrado a los cortesanos que le ríen las gracias y le protegen de sí mismo, ya que los principales riesgos que corre un bobo los crea él. El pánico que demuestra ZP, el Asustadizo, a salir al ruedo es lógico: lo suyo es repartir bobadas a granel que carecen de los mínimos fundamentos para sostenerse. Por ese motivo, cada vez más se producen ruedas de prensa sin derecho a la pregunta, comparecencias sin admitir comentario alguno y en cualquier rincón improvisado, y los célebres corrillos de tasca de bar. ZP es un pobre hombre sin fuste alguno para dar la cara y huérfano del sentido de la dignidad; siempre son otros los que realizan la brega: manifestaciones de actores y mercenarios, miembros del PSOE, otros partidos políticos, figuras políticas en declive — Blair, Chirac, Annan, — etc.
Ese mentiroso de ZP, disculpen el pleonasmo, persiste en su actitud embustera porque no tiene nada más. Descartada la amnesia, aunque no un cierto retraso mental, estoy convencido de que Rodríguez es un patrañero nato: «Haré del Parlamento el centro de la vida nacional». ¿Cómo conjugar semejante perogrullada, que pronunció al inicio de su mandato, con la actitud implantada en la actualidad? Además, y un artero ejercicio de auto convencimiento, ZP se inviste de imaginadas «mayorías de los españoles». Alguien debería explicarle al bobo de Coria mesetario la diferencia entre la legitimidad de origen y la legitimidad de ejercicio. Creo que es Pepino Blanco, el Derecho personificado, el mentor adecuado para hacerlo. La confianza en las urnas no es un cheque en blanco, al menos en el resto de Europa. Aunque me temo que Rodríguez lo que desearía no es un Congreso de los Diputados, sino que todo volviera a ser como antes: un hemiciclo lleno de diputados a Cortes. ¿Implantaría de nuevo la obligación de lucir chaqué en las sesiones? La herencia de ZP no podrá aceptarse ni a beneficio de inventario: un país sin dignidad, una sociedad rota, un Gobierno encumbrado y sustentado por terroristas, y lo peor: un parlamento inservible. Curioso concepto de la democracia.
En el frontispicio del Reichstag se esculpió la siguiente frase: «Dem Deutschen Volke» (Al pueblo alemán). Tres palabras que, bien aplicadas, lo dicen todo. Supongo que debido al mesianismo de ZP también éste querrá esculpir algo en la fachada del palacio de la Carrera de San Jerónimo. Mientras él sea Presidente de Gobierno, la mejor frase sería esta: «Aquí se caga, aquí se mea, y el que tiene tiempo se la menea. Por el pueblo, claro».
Es un lema chusco, pero digno del que rige el destino de los españoles.
Ustedes, meine Damen und Herren, están completando su particular sudoku, lo tienen casi todo: Führer, «cordones sanitarios», el incendio y una clase política que mira hacia otro lado; ya saben, los que luego dicen que no sabían nada. Espero que no lleguen a los KZ (Konzentrationslager). Aunque si así fuera, todavía vive algún sujeto que podría asumir la dirección, experiencia no le falta: Santiago Carrillo.
Photo: Der Reichstag in Flammen.

Dienstag, Januar 16, 2007

EL COBRADOR DEL CHAQUÉ

CHAQUÉ .- 1. m. Prenda exterior de hombre a modo de chaqueta, que a partir de la cintura se abre hacia atrás formando dos faldones. Se usa como traje de etiqueta con pantalón rayado.

Ayer, ya avanzada la noche, un alma caritativa me hizo llegar el debate celebrado en el Congreso de los Diputados. Por lo inusitado del momento — ZP en el hemiciclo—, me dispuse a presenciar tan solemne instante: mi paquete de Lucky Strike, el mechero Ronson y un gin-tonic. Eché de menos a un amigo por aquello del comentario, pero la ocasión merecía afrontar el trámite en soledad. Una vez acomodado, ejercí de abañador para separar los mejores granos de la cosecha. Al comprobar que sería ZP, el Balbuceante, el primero en tomar la palabra, me preparé para vivir emociones fuertes y conmociones duras. Al verle allí, aferrado al atril con la vehemencia de un navegante mareado, sentí una cierta pena. Fue breve, un chispazo compasivo; pero luego mis ojos comenzaron a observar la escena con mi característico sarcasmo. No me lo tengan en cuenta, meine Damen und Herren, ya que determinadas personas sólo podemos acercarnos a sentimientos más profundos a través de la ironía.
No entraré en detalles sobre el intercambio dialéctico, ya lo harán los periódicos. Por el contrario, sí les comentaré mis impresiones. ZP, con sus habituales medias tintas, zafia ambigüedad y huero lenguaje, no dijo nada. Así y todo nos dejó comprender una cosa: seguirá caminando por la trocha del error. No quiso explicar nada porque nada tiene, y fue evidente que seguirá agarrado al clavo ardiente de la negociación. Volvió a demostrar que es la ETA la que le marca el ritmo. Llegado este punto, me fijé para comprobar si se veía algún hilo cogido a su brazo, o bien una abertura detrás de su americana por la que alguien hablaba por boca de ganso. La publicación en el periódico Gara de los acuerdos — les hago notar que prescindo del «presuntos» — que asumió el Gobierno y la amenaza de que lo siguiente sería el epistolario entre los negociadores, confirmó mis temores: ETA quiere cobrar. Es lógico, alguien le prometió un pago. Si yo fuera ZP — toco madera, cruzo los dedos y me santiguo tres veces — sería prudente, ya que con determinados acreedores no es conveniente mostrarse moroso. Aunque supongo que ZP debe pensar que mientras queden terminales aeroportuarias hay margen para renegociar la…deuda. Al escuchar la contumacia con la ZP rechazaba el Pacto Antiterrorista e invitaba al PP a participar en un nuevo esperpento, donde tendrían cabida algunos de los que comparten el mismo objetivo con los terroristas ( PNV – ERC), entendí cuál sería el papel de ZP: el de cobrador. Pero no será él quien pague a los terroristas, no, sino todos los españoles. Rodríguez es un simple recaudador que ejerce de matarife de naciones y de la convivencia.
Situado en la tribuna, ZP se revolcó en su lodazal de mentiras, medias mentiras, deslealtades descubiertas, tramoyas y marrullerías. Ni rechazó entablar una nueva negociación con los asesinos ni quiso abrazar el Pacto Antiterrorista, ya que él sabe que algo así provocaría que sus socios nacionalistas — esos sosias del judío Shylock— le abandonasen en el desierto de su legislatura. ZP porfiará en su desesperado intento de arrodillarse ante los terroristas, no tiene nada más.
Cuando terminé de escuchar sus balbuceos me dolía la cabeza, pero mereció la pena. Fui testigo de la fisión de la bobería, de la combustión de la deslealtad ejercida contra el anterior Gobierno, de la oxidación de ese membrillo que es ZP, de la reducción a la nada de la palabrería barata y de la precipitación de la verdad. ¡Qué momento!
Estoy convencido de que ZP persistirá en sus disfraces; pero no olviden que alguien pagará los destrozos, y serán ustedes. Llegado ése momento, no crean que podrán escaparse: les perseguirá el cobrador del chaqué.

Montag, Januar 15, 2007

EL GÓTICO


LUNFARDO .- 1. m. Habla que originariamente empleaba, en la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, la gente de clase baja. Parte de sus vocablos y locuciones se introdujeron posteriormente en la lengua popular y se difundieron en el español de la Argentina y el Uruguay.

Este fin de semana, meine Damen und Herren, he dormido poco: Me costaba conciliar el sueño, giré bajo el edredón y me dediqué a mirar las manecillas luminescentes de mi reloj, que actuaron de metrónomo para mis pensamientos. Es cierto que bebí café, pero ésa no fue la causa de mi desvelo persistente. Lo fueron dos sencillas palabras con las que Federico Luppi , realquilado con derecho a cocina, se refirió a los votantes y simpatizantes del Partido Popular: «[…]casi gótica».
Si algo han demostrado los argentinos, al margen de la contumacia para hundir su país, es una innata capacidad para adulterar el significado de las palabras. Por la oleosa pronunciación, el voseo, el «entendés», el «ché» y la disentería verbal que les caracteriza, escuchar a un argentino nos asegura una terrible migraña. Durante ese pertinaz insomnio no pude dejar de preguntarme el porqué de la utilización del adjetivo «gótico».
Después de protagonizar una escaramuza con la pereza, logré levantarme para consultar el DRAE y encontré dos acepciones, entre otras, para la palabra en cuestión: 5.adj. Noble, ilustre; 6.adj.coloq. Dicho de una persona: cursi.
Mis dudas no se despejaron y decidí no darle mayor importancia. Supongo que la palabrería del mameluco mamado no era más que el macanas de un chicato y tránfuga que estuvo en la borda por ser un enyetado que corrió la coneja.¿Entendés? El pobre Luppi tuvo que bancar, después de yugar, que su propio Gobierno le rompiera el chanchito y le dejara como un repasador.
Dejaré de utilizar el lunfardo; no quiero que ustedes, queridos lectores, padezcan una jaqueca.
Siempre despiertan en mí una sonrisa burlona las palabras de aquellos que pretenden dar lecciones que no han querido aplicar en su casa. En fin, deben ser cosas de la farándula. El espectáculo que dieron los denominados intelectuales fue una de sus mejores actuaciones. No debemos ofendernos, ya que siempre han existido diferentes maneras de pedir limosna — «es triste pedir pero más triste es robar», «dame argo pa’comé» —, y en épocas socialistas se emplea otra para conseguir la dádiva: «digo lo que quieras pero subvencióname».
El mismo Luppi, ideólogo de todo a 100, lo reconocía: «nos jugamos el pan…». Si es que oculto tras el barniz de la solidaridad y la progresía se esconde lo de siempre: una mezcla de caradura, enjuto talento y hambre de dinero fácil. Por eso el mundo de la cultura española va como va, con honrosas excepciones; pero cada vez echo más de menos a Madariaga, Plá y Marañón. Sin embargo, debo reconocer que me encanta ver a los bufones oficiales del Gobierno parapetados tras el burladero de la pancarta de rigor. Me recuerdan a las muñecas de Famosa, tanto por su caminar como por la repetición de los mensajes; ya saben de qué hablo: tiras del hilo y repiten siempre lo mismo; resultan unos pelmas. Me han informado, aunque no he podido contrastarlo, que alguno de ellos gritó contra el Prestige. Imagino que la subvención debía cobrarse en cómodos plazos y él reclamaba el último. Si Lee Strasberg viviera, observaría con envidia no disimulada a ese elenco de estrellas: le hubiera gustado que estuvieran en el Actors Studio. Estoy convencido de que la historia de la cinematografía mundial no sería lo mismo sin las valiosísimas aportaciones de muchos de ellos. Es más, no entiendo cómo el cine ocupa el séptimo lugar de las artes, ya que después de los papeles de Pilar Bardem debería haber ascendido hasta el primer puesto: ¡no seamos modestos!
Por cierto, mientras el señor Luppi se erigía en voz de la conciencia colectiva, los extras de la película, Pasos, en la cual él actuó, produjo en parte y su nueva mujer escribió el guión, todavía no han cobrado los salarios prometidos. No sé si eso será «gótico», aunque supongo que antes del Renacimiento también existían los caraduras. ¿Será Luppi un godo?

Freitag, Januar 12, 2007

COMPARACIONES / 3


El proceso de paz irlandés nació de la disposición del IRA para abandonar las armas ante la inutilidad de su «guerra»; así lo anunció. Ello provocó el inicio de unas conversaciones que culminaron con la firma del Acuerdo de Viernes Santo en el Castillo de Stormont.
Antes de llegar a esa situación, el IRA y el Sinn Féin toparon con la determinación de unos políticos valientes que no cedieron nunca al chantaje y de una sociedad británica que comprendía la necesidad de someter a los asesinos: un bloque.
En España una situación semejante resulta quimérica. En la actualidad, ETA se ha encontrado con un gobernante cobarde, menguado e incapaz, que le ha dado alas para que siga subsistiendo. Todos los logros conseguidos durante el gobierno del presidente Aznar se esfumaron con desmoralizadora rapidez. De igual manera que los políticos recogen los laureles por su responsabilidad en los éxitos también deberían aceptarla cuando se trata de fracasos; lo sé, otra utopía. Pero creo que es una certeza señalar que ZP es el responsable de que ETA se haya armado, reestructurado y financiado. En definitiva y por extensión, de los futuros atentados que cometerá. José Luis Rodríguez Zapatero debería recordar la frase que Tony Blair utilizó como particular brújula en la lucha contra el IRA: «Un terrorista siempre es un terrorista».
Por el contrario, ZP tiene una curiosa forma de luchar contra el terrorismo: Ante la extorsión, disculpas; oportunos chivatazos a la cúpula de ETA para malograr la intervención de la policía francesa; rocambolescas filtraciones— no aclaradas todavía— para evitar la detención de los cobradores del impuesto revolucionario; verificaciones eternas para no reconocer el rearme de los asesinos y el robo de pistolas; concesión del título de «hombres de paz» a defensores del asesinato como argumento político; con misteriosos acuerdos, establecidos bajo cuerda, y tantas y tantas tramoyas que el Gobierno socialista ha utilizado para mantener un ficticio «proceso de paz». Así no se consigue terminar con los terroristas pero sí pasar a los anales de lo bufo y del esperpento.
ZP debería saber que cuando alguien solicita establecer negociaciones — como creo que él hizo— automáticamente se sitúa en un plano inferior; ETA lo interpretó como una muestra de debilidad. La actitud pusilánime de ZP les ha otorgado la razón; no se equivocaron.
Como todos saben, una cadena está formada por eslabones; nos falta el último: las sociedades, y dentro de ellas las víctimas. En Irlanda, ambas comunidades — católicos y protestantes — han ejercido el asesinato con la misma pauta: acción-represalia. Ello ha provocado una fluctuación del sufrimiento que ha inducido a los dos grupos a desarrollar su empatía para comprender el padecimiento del otro; creo que es un paso primordial. A causa de esto, los contendientes son receptivos a la disculpa, que no perdón, de los crímenes perpetrados y de los sufridos. Precisamente por haber conocido de primera mano el resultado de la violencia no desean que otros miembros de la sociedad la conozcan. Ello explicaría la tolerancia que la sociedad irlandesa ha demostrado con la excarcelación de los presos republicanos y unionistas. Un trago amargo, puedo imaginarlo, pero es una señal de grandeza de espíritu. Por el contrario, en el País Vasco las víctimas lo han sido doblemente: asesinados e ignorados. La mayoría de la sociedad vasca y de sus políticos ha ejercido una fétida banalización del mal sobre los crímenes de ETA, o peor aún: los disculpó o ha preferido ignorarlos sin rubor alguno. Pueden indignar mis apreciaciones, pero es difícil conjugar un rechazo al terrorismo, como el que pregona el PNV, con determinadas actuaciones. Para muestra un botón: ¿Cuántas subvenciones reciben las diferentes gestoras y organizaciones que apoyan a los presos?, ¿controla alguien la correcta aplicación de las mismas?, ¿cuántos terroristas que cumplen condena han conseguido ficticios títulos universitarios con la apreciada colaboración de las autoridades universitarias vascas? Creo que tan hipócrita actitud es llevar demasiado lejos el principio de reinserción: Han caído en lo que Hanna Arendt denominó «la banalización del mal».
En cuanto al resto de la sociedad española debería abandonar su histórico sectarismo y comprender que, por encima de partidismos, existe un interés general que debe preservarse por encima de todo. Si el objetivo es terminar con el terrorismo, el gobernante debe concentrarse en él y no aprovechar para aislar al adversario, confundir a los votantes o mantenerse en el poder con jactanciosas promesas de difícil cumplimiento. Fue John Mayor, conservador, quien inició el cambio mediante la declaración de Downing St. en 1993; pero ha sido Tony Blair, laborista, el que le dio continuidad y lo concluyó. ¿Sería posible algo parecido en España? No, el ejemplo lo hemos presenciado con la actitud de ZP: él derrumba lo que otros construyeron.
El ideario de ZP, que no es más que una muestra de su ignorancia, ha creado una sociedad dividida, rota, débil, maniatada y cuyo pulso lo marcan los violentos. En un observador ajeno, como puedo ser yo, fácilmente surge la siguiente reflexión: Los terroristas consiguieron que ZP llegara al poder, y son ellos, cuando lo deseen, los que le pueden derrocar. ¿Qué grado de solidez tiene una sociedad que consiente y se presta a ello?
En el momento en el que los asesinos entiendan que sus crímenes no modificarán sustancialmente la actitud de los políticos, estén o no en el gobierno, y de a quienes representan, estarán vencidos. Todo lo que soslaye la firmeza obligatoria para enfrentarse a ETA resultará inútil y, a corto plazo, perjudicial para los intereses de la nación. Con ZP todo es posible, pero nada es conveniente. Cuando una vicepresidenta se refiere al plan que mejor resultados ha dado en la lucha contra el terrorismo como un «papelito» y el presidente denomina a los asesinatos con el eufemismo «trágicos accidentes mortales», creo que no debo añadir nada más.
Para Tony Blair «un terrorista siempre es un terrorista». Así y todo, el estadista británico supo conjugar firmeza con flexibilidad mediante un plan sincero de terminar con el conflicto del Ulster, que no incluía mentiras, intereses propios, manipulaciones, silencios, ocultaciones y despistes. A los desplantes del IRA, el primer ministro opuso una férrea determinación, que demostró al suspender en varias ocasiones la autonomía irlandesa. Blair no es ningún pelele, y si lo es, en la medida en la que todos lo podemos ser por las circunstancias, tiene un relleno compacto. ¿Son capaces de imaginar reacciones parecidas en ZP? Yo, aunque me esfuerzo, no puedo: será que existen diferentes tipos de peleles.


APOSTILLA: Este es el último escrito de la serie que he titulado COMPARACIONES. Como habrán podido comprobar, meine Damen und Herren, siempre son odiosas.

COMPARACIONES / 2

El IRA y el Sinn Féin siempre tuvieron enfrente a gobiernos británicos y a una clase política que compartían una misma postura para combatirles, con independencia de sus ideales. Margaret Thatcher marcó una pauta que fue respetada por John Major y después por Tony Blair. Además, y en una señal de madurez democrática, la sociedad británica les apoya sin fisuras: sabe quién es el enemigo que amenaza su sistema de libertades.
De la misma forma, a ningún sujeto que quisiera labrarse un porvenir en la carrera política se le ocurriría plantear una negociación con los terroristas irlandeses sin que éstos hubieran manifestado, en primer lugar y sin condiciones, su intención de entregar las armas. No menciono, por evidente, que ninguno se plantearía obtener un rédito político personal mediante una negociación viciada de origen y que pusiera en peligro el orden constitucional y social vigente en Gran Bretaña.
A comienzo de la década de los setenta, el gobierno irlandés aplicó la legislación vigente y prohibió a todos los medios de comunicación la emisión de entrevistas y mensajes de personas vinculadas a organizaciones criminales. En 1988, las autoridades británicas siguieron el ejemplo y extendieron dichas prohibiciones a todo el territorio: los terroristas y sus representantes quedaron todavía más aislados de la sociedad; Daniel Morrison, Responsable de Prensa del Sinn Féin, así lo reconoció. Es cierto que se elevaron protestas por lo que se consideró una limitación a la libertad de expresión, pero al final se aceptó que la protección de la democracia requería la aplicación de medidas severas.
De nuevo más comparaciones con el País Vasco. Los diferentes gobiernos españoles se han enfrentado a ETA mediante heterogéneas estrategias: negociación y guerra sucia (PSOE- F.Gléz.); conversaciones, Pacto Antiterrorista y firmeza (PP- Aznar); genuflexión, disculpa y cesión (PSOE - ZP). En mi opinión es irrefutable que los mejores resultados se obtuvieron con la política férrea y sin fisuras que desarrolló el gobierno Aznar; la situación de los terroristas vascos en el año 2004 así lo atestigua. Otra diferencia respecto a Irlanda es la actitud de los otros partidos políticos. También me parece categórico si digo que en varios casos — PNV y ERC — se han concedido oportunas ayudas a ETA y a su entorno, llegando, incluso, a la obtención de beneficios políticos — nueces y árbol — o a una abierta colaboración: ¿Cuántas víctimas ha sufrido el PNV?, ¿qué instrucciones ha recibido la Ertzaintza respecto a la lucha contra el terrorismo?, ¿ha colaborado sin ambages la policía autonómica vasca con otros cuerpos policiales?, ¿por qué aparece alguien del PNV vinculado a las redes de extorsión de ETA?, ¿por qué se entorpece la aplicación de la ley?...¿de qué lado están? Si las cuestiones son turbadoras, las respuestas lo son aún más; pero un gobernante no debe ejercer su labor con la imprecisión por bandera y el doble juego por norma. Una «actitud decidida» no debe resumirse en declaraciones de condena estereotipadas o formar parte de los que sujetan la pancarta en las gastadas — por uso, abuso, inutilidad e hipocresía — manifestaciones de repulsa. Aunque es incómodo, conviene recordar cuál fue la actitud de algunos de esos tibios cuando el PP, en una hábil tenaza sobre ETA y sus compinches, atacó las fuentes de financiación de la organización terrorista y clausuró sus medios de comunicación. No sé ustedes, meine Damen und Herren, pero a mí me hubiera gustado escuchar voces resueltas por parte de algunos y el silencio de aquellos que abiertamente criticaron esas decisiones, que se aplicaban en cumplimiento de resoluciones judiciales. Supongo que esa dosificada y arbitraria tibieza obedece a la preocupación por conseguir un nicho electoral más amplio y mantener el que se posee. En resumen, perseguían la consecución de réditos electorales y partidistas.
En cuanto a la actitud de los medios de comunicación debo decir que sirve de altavoz para las actuaciones de los terroristas y de sus representantes. Sería conveniente, aunque es impensable su aplicación en España, limitar la posibilidad de que los terroristas hagan llegar sus mensajes de forma constante a la sociedad. Aún en la actualidad, podemos observar el tratamiento que otorga la B.B.C., por ejemplo, a cualquier noticia relacionada con temas de terrorismo que afecten a Gran Bretaña, ya que son conscientes de que también se libra una batalla por la comunicación, algo que forma parte de las denominadas guerras de cuarta generación.
Resulta increíble que Arnaldo Otegui todavía se pasee libremente después de los atentados del día 30; acuse al gobierno; desprestigie a otros estamentos; justifique lo injustificable; amenace y se conduzca como el representante de un poder fáctico que puede tratar en igualdad de condiciones a toda una nación y a las instituciones que la personifican. En cada ocasión que el mencionado sujeto reclama el cumplimiento de los compromisos adquiridos por ZP y el PSOE, la credibilidad de ambos — inexistente en mi opinión pero no así para otras personas — se cuartea. No es conveniente que el gobierno de un país dé la imagen de estar siendo extorsionado por una panda de criminales. La razón es obvia: es fácil que algunos se planteen el porqué son chantajeados. De nuevo, inquietud ante la respuesta.
ZP es un claro ejemplo de lo que la profesora Elisabeth Noelle-Neumman define como «espirales de silencio». Dicho fenómeno provoca que las opiniones que reciben un apoyo claro y pueden comunicarse sin problemas tomen la apariencia de que son más fuertes de lo que en realidad son al compararse con otras que se mantienen en silencio o no se expresan con claridad. Las consecuencias de la «espiral de silencio» son fatales: incredulidad, inhibición y marginación. Alguien debería reflexionar en el PP.

Donnerstag, Januar 11, 2007

COMPARACIONES / 1


Algunos, con un ignorante y sesgado interés, establecen comparaciones entre el conflicto del Ulster y el País Vasco, entre el IRA y la ETA, o entre Herri Batasuna y el Sinn Féin. Sin ir más lejos, ZP, el Diletante, se ha referido a él en diferentes ocasiones. Trazar paralelismos entre ambas situaciones se nos antoja el esfuerzo de un iletrado, ya que ni el inicio, el desarrollo o el fin de la actividad terrorista en Irlanda, admiten comparación con lo que sucede en el País Vasco.
ETA asesina por un ansia de independencia. Por el contrario, la actividad del IRA nace de la mezcla de un conflicto político y otro socio-religioso, que llevó a dos comunidades — católicos y protestantes — a defender sus postulados mediante las armas. Buscar otras motivaciones resulta estéril, y con un simple ejemplo se puede comprender: el grado de autogobierno que disfruta el País Vasco es superior a la autonomía del Ulster, que no alcanza ni el 15% de las competencias vascas.
Gerry Adams ha tardado 30 años en comprender que con la violencia no conseguiría nada. El 22 de noviembre de 1986 concedió una entrevista al Andersonstown News y declaró lo siguiente: «Si en algún momento el Sinn Féin decide repudiar la lucha armada no me tendrá entre sus miembros».
A tenor de sus actuaciones posteriores, es evidente que se ha producido un cambio de pensamiento. No voy a caer en el error de esperar que un individuo con tantos dobleces se haya arrepentido de los más de 1.700 muertos que produjo la actividad del IRA. Máxime, cuando durante las huelgas de hambre de los presos en el año 1981 en la prisión de Maze, que costó diez vidas, actuó taimadamente para que los activistas — sus compañeros — no conocieran las concesiones que el gobierno británico ofreció, y que no estaban muy alejadas de las que pidieron al inicio del ayuno voluntario. Es decir, Adams entendió la oportunidad propagandística que se le ofrecía ante el mundo para mostrar diez cadáveres y esperaba obtener algún rédito de ello: se equivocó. El IRA ,a lo largo de todos esos años de muertes, asesinatos, represalias y férreo control sobre sus huestes, basó toda su actuación en la lucha armada. Los magros resultados les indicaron que debían abordar una nueva forma de conseguir sus fines: Armalite and ballot box. Con ése binomio — armas y urnas — esperaban fortalecer su brazo político, el Sinn Féin. Cometieron un nuevo error, ya que muchos católicos no votaron al partido porque despreciaban la violencia indiscriminada y salvaje que ejercía el IRA, cuya jefatura la ostentaban Gerry Adams y Martin McGuiness con el fin de actuar al unísono y con pleno control sobre las actividades de ambas organizaciones. Creo también importante resaltar que el IRA no tuvo jamás el apoyo de la Iglesia Católica de Irlanda. Cierto es, por eso, que algunos sacerdotes han decidido significarse de forma clara; pero han sido casos aislados y minoritarios.
Llegados a este punto, estableceremos nuevas comparaciones con el País Vasco. ETA nunca ha tenido la voluntad de participar en un debate político sin que éste estuviera condicionado por las armas. El ejemplo más claro son las diferentes treguas, que obedecían a un fin estratégico — rearme y nueva organización — y no a una disposición para negociar nada. Asimismo, Herri Batasuna siempre actúa subordinada a los asesinos y con una capacidad de decisión, y hasta de simple discrepancia, nula. Otegui, sin ir más lejos, sólo ejerce de vocero y debe acatar las instrucciones que emanan de la cúpula terrorista: es un ordenanza. Si las ideas de los republicanos irlandeses se modificaron las de ETA son monolíticas, y se limitan a repetir hasta la saciedad el mismo discurso. Otra diferencia estriba en los votantes abertzales, que mantienen su fidelidad con independencia de los asesinatos y víctimas inocentes que ocasionan. Me atrevería a decir, incluso, que se cometen determinadas actuaciones terroristas para alimentar la moral de los votantes para que ésta no decaiga. El papel de la iglesia vasca — desde el capellán al obispo— frente al terrorismo siempre ha sido de claro apoyo y disculpa, llegando, incluso, a una evidente colaboración y complicidad. Determinadas actuaciones, como negarse a celebrar responsos públicos por algunos de los asesinados e impertinentes intromisiones en la política mediante pastorales, creo que son una muestra más de connivencia y una curiosa manera de interpretar el Evangelio.

Mittwoch, Januar 10, 2007

LA VOZ DE SU AMO


GRAMÓFONO.- 1. m. Instrumento que reproduce las vibraciones de la voz humana o de otro cualquier sonido, inscritas previamente en un disco giratorio.

No concibo la vida sin música, por ése motivo siempre me acompaña en distintas situaciones: en mis ratos de ocio, en mis viajes o durante el trabajo. En función del momento y de mi estado de ánimo, escojo las melodías que deseo escuchar, que pueden variar desde el funky de The Band New Heavies hasta las suites de Bach para viola de gamba. Mi colección musical está compuesta — entre discos de vinilo y CDs— por más de cuatro mil ejemplares, que forman un curioso pero escogido grupo heterogéneo.
Por el contrario, ZP, el hombre que susurra a los bobos, me recuerda a un tipo que pretende organizar una fiesta y dispone de cuatro discos; singles, además. Las piezas siempre serán las mismas y sólo puede variar el orden de las mismas. En un principio creí que Rodríguez era sordo y que no escuchaba la música del acompañamiento, pero ahora lo he comprendido todo: sólo tiene cuatro discos. Le resulta indiferente lo que la gente quiere bailar, él pone sus cuatro tristes discos. En los últimos días incluso lo hace con la misma alegría que un moribundo: curiosa fiesta.
Sin ser otorrinolaringólogo, me atrevería a decir que ZP y los egregios miembros de su gobierno tienen un problema de sordera severa. Dicha limitación les impide oír lo que sus propios compañeros dicen. De la misma manera, también me atrevo a diagnosticar un serio problema para expresarse. A los hechos me remito: unos aclaran las palabras de los otros; la incoherencia entre los mensajes resulta jocosa; de un día para otro explican cosas diferentes; y los lapsus son una norma, cuando deberían ser una excepción. Ahora que la sociedad se mueve por modas, posiblemente todo obedezca al intento de implantar una nueva forma de expresión: la tartamudez. El primero que se lanzó al ruedo del esperpento fue el inefable Pepino Blanco, conviene recordar sus palabras: «hay mucha gente que no sabe de lo que habla, y los que sabemos no hablamos». ¡Cómo te has de ver, rapaz! Ese barbecho intelectual, que es el Sr.Blanco, hablar, hablará; pero lo que es saber… Después, y en un alarde que roza lo temerario, su compañero Rubalcaba se une a la cofradía de los lerdos: «tenía la convicción de que no pasaría nada». Que tenía la convicción se lo acepto, pero que estuviera bien informado… Resulta inquietante algo así, meine Damen und Herren, ya que él es el responsable de la policía española y debe manejar información privilegiada. Le auguro un gran porvenir como adivino. Más tarde, y como no hay dos sin tres, hasta en el mundo de los memos en su tinta, la vicepresidenta adereza esa particular ensalada de desvirgados por los terroristas con una profecía: «se equivocará una vez más si no acepta la oferta de diálogo de Zapatero». Esa frase, dirigida a Mariano Rajoy, trasluce el miedo y la vergüenza que sienten los socialistas: miedo por las consecuencias del descrédito que sufren y vergüenza — la poca que tienen — porque se ha descubierto la mentira constante de la que hacen gala y sobre la que han fundamentado su proyecto político. El error sería aceptar la mercancía averiada que vende Rodríguez. En román paladino, nos quiere casar con la puta más tronada del prostíbulo y pretende convencernos de que no ha conocido varón. Intuyo que la vicepresidenta no entendería nada de lo que escribo. Es ella la que camina errada — también podría escribirlo con «h» —, ya que el PP no ha variado ni un ápice su postura respecto a negociar con terroristas y no ha perdido votos, al contrario que el PSOE.
Creo que los «compañeros socialistas» deberían hablar más y mejor entre ellos. Afortunadamente interviene ZP, el Delirante, que pone orden en esa orquesta desafinada con su gramófono y sus cuatro tristes discos. Todos, al escuchar las primeras notas, se acercan para atender al profeta de la paz. ¿Será porque la música amansa a las fieras?
APOSTILLA: El título del presente escrito también serviría como definición de lo que ZP sabe que es el último comunicado de ETA.

Montag, Januar 08, 2007

DALTONISMO


DALTONISMO.- 1. m. Defecto de la vista, que consiste en no percibir determinados colores o en confundir algunos de los que se perciben.

Hace ya varios años que aprendí lo que es el daltonismo. Sin embargo, durante la presente semana he aprendido algo más sobre dicha enfermedad: la existencia de dos tipos de daltónicos: los oculares y los mentales. Me alegro, no de la existencia de daltónicos mentales pero sí de haber ampliado mis conocimientos. Creo que hoy ha quedado clara cuál será la estrategia del PSOE para marginar al PP: la eliminación de su líder, Mariano Rajoy. No será mediante un asesino a sueldo, ni montando un escándalo urbanístico o un vídeo erótico festivo, no; será…¡por agotamiento! Sí, meine Damen und Herren, ¡de extenuación!: «Ven a la Moncloa, Mariano»; «vuelve a la Moncloa Mariano»; «te espero en la Moncloa, Mariano»; etc. Que ZP, el Derribos, es un daltónico mental ya lo ha demostrado; pero el líder de la oposición debería tener mejor vista y más agudeza para captar los diferentes colores. El espantoso ridículo que hizo ZP, el Derrumbes, y la flojera que sintió entre sus glúteos, le impelieron a tomar la decisión de aceptar una comparecencia en el Congreso de los Diputados para explicar el bochorno protagonizado. Imagino que después de entrar en trance y de la pertinente aparición o abducción, ZP, el Demoliciones, ha encontrado un atajo para librarse del trago amargo y volver a timar a los españoles de la única manera que él conoce: la comandita chanchullera, que algunos denominan ya «la táctica del confesionario». Se entrevistará con todos los partidos para decir cuatro frases pomposas, memas, inoportunas y llenas de su magnética personalidad — es decir, grotescas — e intentará pactar que todos le aplaudan si debe subir a la tribuna. Después alegará que ya dio todas las explicaciones a los líderes políticos, y a los españoles les hablará de su energía, su abuelo, el talante y la vida sexual de las gaviotas de Cape Cod. Lo único que persigue ese crisol de juicio, cuya mente guarda en matemática proporción inteligencia y verbo para expresarla, es la foto con Rajoy. Nada más. Sigo pensando que la postura del PP debe ser la de considerar a ZP, el Ruinas, un interlocutor no válido y sin legitimidad alguna. Ése es el mejor favor que pueden hacer por España.
A los terroristas de ETA lo que les interesa es que Rodríguez siga en el Gobierno: podrán seguir chantajeándole a discreción. Seguro que en el PSOE también hay alguien que lo entiende así. Ese páramo intelectual, que es ZP, rompió y marcó la baraja de juego. ¿Le interesa al PP jugar con semejantes naipes? El PP no puede aceptar esa partida: nuevas cartas y otro jugador. Todo lo que no cumpla esas dos condiciones será una pérdida de tiempo. Realizar llamamientos para mantener el diálogo con los terroristas sólo demuestra la podredumbre moral de aquellos que lo hacen.
En el hit-parade de la hipocresía, el PNV ha escalado varios puestos. Antes la Ertzaintza se mostraba indolente para luchar con el terrorismo, ahora, por el contrario, todo son descubrimientos e investigaciones contra reloj. Es lógico, ya que un acuerdo de paz supone conseguir todo lo que Ibarretxe quería con su particular esperpento político: el Pacto de Estella. Sin embargo, Ibarretxe también sufre de daltonismo mental: El día que se encuentre en la oposición porque el gobierno del País Vasco lo ostenta el PSE con apoyo de otros nacionalistas, lo entenderá. Confiar a estas alturas en el Derribos es un síntoma de daltonismo mental, que roza la ceguera. Algún político que no sufra dicha alteración debería comprender que el primer paso para terminar con ETA es forzar la salida de ZP.
Si alguno de ustedes, queridos lectores, no percibe con claridad la cifra que encierra el círculo de la fotografía, deben acudir al oftalmólogo. Puede ser que padezcan daltonismo; pero será ocular, ya que el mental creo que sólo lo sufren los políticos.
APOSTILLA: La cifra del círculo es el número 28, ¿estoy en lo cierto?

Sonntag, Januar 07, 2007

GIN-TONIC


GIN-TONIC.- 1. m. Combinación de tónica con ginebra.

Aunque no era mi intención, ustedes descubren otras facetas de mí. El perfil les muestra mi música preferida, mis lecturas y algún que otro dato irrelevante, pero lo esencial es desconocido. No hace muchos días les confesé mi afición por los naipes — el póquer en concreto — y los desvelos, morbosamente satisfactorios, que me produce «jugarme los cuartos» en garitos. De igual manera que una ducha sin jabón no es lo mismo y que follar sin besar es algo insípido, quemar las horas ante un tapete verde sin beber alcohol sería una versión light del jugador empedernido; para que me entiendan: un metrosexual de los naipes. Cuando estoy en mi calvario particular — la mesa de juego— no me flanquean Dimas y Gestas, sino un paquete de Lucky Strike y un gin-tonic; mi bebida favorita. El agua tónica siempre ha de ser Schweppes, y la ginebra, Bombay Sapphire. Ni el mejor alquimista hubiera creado una mezcla tan perfecta como es el gin-tonic: amargo, refrescante y con un regusto prometedor de que siempre existe otro día.
ZP es otro tipo de gin-tonic: ginebra peleona, digna de un borracho indigente; más amargura que frescor; aguado; y corto, muy corto. Pero es que ése pobre hombre no deja de ser una mezcla de curiosos ingredientes: imbecilidad, mesianismo, impostada dignidad y mentira. Al tiempo que las ruinas humean, un cadáver cruza el Atlántico, otro es velado y los españoles están a la expectativa, ZP reflexiona; todo lo que él puede reflexionar, claro está. Es lógico que algunos pidan elecciones anticipadas, pero no es lo conveniente. Tal y como he manifestado en otros escritos, lo que ZP debe hacer es dimitir; algo impensable: su esposa debería aprender buceo en la bañera de casa; él regresar al limbo gris de los mediocres, y las hijas a Berlitz si quieren aprender inglés. Librar a España de esa plaga humana sólo está en manos del PSOE, no del PP. Los españoles son, desde el punto de vista democrático, una sociedad inmadura. Si las elecciones se anticipasen, el panorama no sería halagüeño, ya que no descarto que las volviera a ganar el bobo de Coria. El porqué sólo ustedes lo saben, aunque algo puede intuirse dado su carpetovetónico carácter. Si eso ocurriera, ya me imagino a Otegui sentado en el sillón del Presidente del Congreso de los Diputados. ZP, en buena lógica, pensaría (¡) que los españoles apoyan su insensatez innata: ¡qué Dios les coja confesados! Otra opción sería que las ganase el Partido Popular pero sin conseguir la mayoría absoluta, con lo que ustedes, meine Damen und Herren, tendrían un esperpento político en el gobierno español, ya que algo así significaría que los que de verdad gobiernan son los nacionalistas; es decir, los principales enemigos de España. Queda otra opción: que el PP ganase con mayoría absoluta. Entonces comprobarían la pasta de la que están hechos los socialistas españoles y sus compinches. Éstos, sin dudarlo, volverían al acoso y derribo del Gobierno; ya me entienden: Prestige, Irak, Aznar, la paz, etc. Llegado ese punto y por prudencia, yo estaría una temporada sin utilizar la red de cercanías de RENFE.
Aunque muchos opinan que la pelota está en el tejado del Gobierno, yo creo que está en el de la oposición.
No tengan compasión por Rodríguez, los tontos tienen una percepción diferente del dolor, que suele estar alejada de la del resto de los mortales. Por el contrario compadézcanse de Mariano Rajoy; el órdago lo tiene él. Ya veremos su manera de afrontar el envite.
Yo, desafortunado jugador y compulsivo bebedor, sigo pensando lo mismo: El PP debe considerar a ZP un interlocutor no válido y sin legitimidad. Es el PSOE, y no el PP, quién debe demostrar el significado del término «sentido de Estado». Aunque esperar algo así es lo mismo que me ocurre a mí: me descarto de cuatro naipes y espero formar una escalera de color con el cuarteto que me entra. Lo mejor es pedir otro gin-tonic; de Bombay Sapphire, por supuesto.

APOSTILLA: La tónica fue inventada por un alemán que residía en Ginebra: Jakob Schweppe. No comprendo cómo todavía no le han dado el premio Nobel; ¡imperdonable!

Freitag, Januar 05, 2007

LA ESTAMPITA


GANCHO .- 7. m. coloq. Persona que con maña o arte solicita a otra para algún fin.

En esa zona de mi memoria que funciona como un cajón de sastre — o de zulo, que diría Rubalcaba, ya saben: « se guardan cosas…» — almaceno aprendizajes que, resultándome inútiles, me satisface recordar de vez en cuando. En mi ignoto paraje cerebral, que imagino formado por estantes, hay un apartado que siempre me ha divertido: los timos. De entre todos ellos, el que siempre me ha fascinado es el de la estampita. Les imagino al tanto de su funcionamiento y no entraré al detalle. Sólo señalaré a los protagonistas: la víctima; el timador, que finge ser subnormal; y el gancho, pieza importante para la culminación de la estafa. Desde un punto de vista moral, nos resultará fácil de aceptar que la víctima, cuando entra en el juego, también se convierte en timador. Quizá ahí radique mi fascinación por el asunto, que se incrementa al saber que todavía se practica y que los incautos siguen picando…en el gancho.
Si les digo que ZP es un timador no creo que les descubra nada. Hace ya tiempo que se le vio merodeando a la puerta de una estación de tren, Atocha por ejemplo, a la caza de cándidos a los que ofrecerles su montón de estampitas. Del trío de protagonistas ya tenemos a dos situados — españoles (víctimas) y ZP (embaucador) — y sólo nos falta el tercero: el gancho. Ése papel lo ha ejercido a la perfección los periodistas afines al bobo de Coria mesetario. Algunos, supongo que con la nariz tapada, escribieron al dictado aquello que les indicaban con el fin de promocionarse o sacar la tajada correspondiente. El papel ejercido por varios periódicos, emisoras de radio y cadenas de televisión, ha sido el pedestal sobre el que se ha erigido uno de los mayores timadores que la historia española ha generado. Han sido, en definitiva, traidores a los principios que deberían regir su trabajo: informar con veracidad. De igual manera, también les considero cómplices y responsables de los desmanes que ZP comete con un fin partidista e individual, aunque ninguno de ellos reconocerá su miopía interesada.
Tal y como he dicho al principio, la estampita todavía funciona. El timador sigue con los mismos gestos — sonrisa alelada y cara de bobo—, pero las palabras son otras: « Para el fin de la violencia y la paz voy a poner lo mejor de mí mismo. Y puedo asegurarles que no me va a faltar energía ni determinación para lograrlo».
Al escuchar las palabras del Demóstenes español debo felicitarle de nuevo: uno de los objetivos lo ha cumplido: el fin de la paz. Debería instruirse en expresarse mejor; en fin, cosas del hampa. Ese estafador de medio pelo también ha cambiado de gancho; pero éste es fácilmente reconocible por sus expresiones: « Tenemos dos posibles plenos, dos posibles: se puede hacer un pleno para pelearnos o se puede hacer un pleno para unirnos».
Parecer ser que el dúo se ha vuelto ambicioso y quiere timar a dos víctimas a la vez: los españoles y el PP. ¿En qué tipo de unión pretenden involucrar Rubalcaba al PP? Veamos cuáles podrían las novias para tan feliz enlace: El PNV persigue los mismos objetivos de ETA, no debemos olvidarlo, y su representante— Ibarretxe — quiere reactivar el otro timo: el tocomocho de paz. Es lógico, quiere seguir sorbiendo del plato, ya que el PNV sabe que con una BATASUNA legalizada y sin terrorismo — es decir, una ETA pulida, limpia y con esplendor— una parte de su electorado se decantaría en las urnas hacia posiciones más radicales para conseguir mayor autodeterminación: terminaría el monopolio de los seminaristas. Una unión con ERC sería como una versión de zoofilia política. Su máximo dirigente — Carod Rovira — se entrevistó en Perpiñán con la cúpula de los asesinos. Ni los motivos ni los acuerdos están todavía aclarados. Las últimas declaraciones de otro de sus miembros — Agustí Cerdà, ¡qué fácil sería hacer un chiste eliminando un acento! — resultan elocuentes. En ellas, y sin recato alguno, disculpó a ETA del atentando con dos muertos y acusó al gobierno de no haber hecho lo suficiente para alcanzar un acuerdo.
El próximo martes saldremos de dudas. Confío en que Rajoy conozca algo del mundo de los timadores y no caiga en el timo de la estampita. Más que nada porque es uno de las pocas estafas donde la víctima pasa, también, a ser embustero, y en este caso los timados serían los votantes del PP.

Mittwoch, Januar 03, 2007

LA PUERTA


GANZÚA.- 1. f. Alambre fuerte y doblado por una punta, a modo de garfio, con que, a falta de llave, pueden correrse los pestillos de las cerraduras.

Una puerta cerrada siempre genera curiosidad, y más cuando alguien nos dice que no se abra bajo ningún concepto. Si el aviso se produce, nuestra curiosidad se convertirá en un péndulo que nos incitará a realizar lo contrario de lo que la prudencia indica. Yo, por costumbre y a pesar de mi innata predisposición al merodeo, nunca abro una puerta sin saber qué es lo que esconde. A lo sumo, miro por la cerradura antes de ir más allá.
ZP, por el contrario, es un buscador tenaz de puertas cerradas: las abre sin mirar, no las cierra después, fisgonea y no le importa si la llave no corresponde con la cerradura. El bobo de Coria mesetario descubrió una puerta por cuyo quicio se filtraban unas llamativas luces. Sin meditarlo mucho y con la temeridad que concede la idiotez decidió abrirla. El resultado era previsible: no sólo se ha cerrado de golpe sino que también le atrapó los dedos entre las bisagras. Transcurrido un día más sin nuevos atentados — ¡felicidades, Rodríguez! — todos nos preguntamos ¿qué pasará?
De momento es evidente que ZP, el Illuminatti, quiere ganar tiempo. Está buscando otra puerta para abrirla y despistarnos con lo que esconde. Estos socialistas mentirosos — disculpen el pleonasmo — lucen sus mejores galas; PSOE en estado puro: un Presidente de Gobierno incapaz de dar la cara, un destilado de cobardía para connoiseurs; un ministro que escatima la información, cuando no la mutila, tergiversa o esconde; y el inefable Pepino Blanco que, iso fato, ha comenzado con su batería de ladridos. Sin embargo, alabo su sinceridad: «El proceso, porque así lo ha querido ETA, está roto». El Perogrullo gallego no ha dicho nada que ignorásemos: si por ZP y su cuadrilla fuera, todavía seguirían con el tocomocho de paz; su única baza política. Para nosotros, los pescadores de perlas, este mar revuelto nos proporciona una suculenta cosecha. Conde Pumpido, el Derecho moldeado en carne, nos retrotrae a los tiempos de Martín Villa, el Sastre, así denominado porque siempre tomaba medidas después de cada atentado. El fiscal general nos predice el final de los terroristas. ¿Volveremos a escuchar lo de los últimos coletazos?
Dentro de esa brisa patética de imbecilidad que rodea a ZP, destaco los esfuerzos que hizo para contactar con Josu Ternera. ¡Increíble!, meine Damen und Herren: un Presidente de Gobierno que recaba información de los delincuentes en lugar de hacerlo de la policía. ¿Y Rubalcaba?, ¡impagable! Él, que a las pocas horas del 11-M lo sabía todo, ahora no sabe nada.¿Nos hablará de un nuevo «proyecto de zulo»? Asimismo, y entre toda la caterva de… los habituales, echo en falta a otros: ¿está de vacaciones el juez Garzón?, ¿podrá resolverse este caso sin su actuación?, ¿ha encontrado Iñaki Gabilondo terroristas suicidas?, ¿emitirá el comisario Santano otro docto dictamen?, ¿volverá a utilizar el Tippex?
En mi modesto entender, creo que gobierna en España una miríada de individuos sin credibilidad alguna. Llegado ese punto alguien debería tomar una medida. ZP, el lince de Doñana, no moverá ficha, pero el PP no puede permanecer impasible y representar el papel de Tancredo elegante: nadie se lo agradecerá. A estas alturas y con semejantes individuos en el Gobierno, pedir el retorno al Pacto Antiterrorista me parece tan pueril como los pensamientos de ZP. Rodríguez ya traicionó una vez el compromiso, ¿cree el PP que no lo hará de nuevo? Me temo que la bobería se ha convertido en endémica entre la clase política española. Rajoy debe considerar a Zapatero un interlocutor no válido y sin legitimidad. Rodríguez no es el autor del atentado pero sí el responsable. Gracias a él, ETA se ha rearmado; ha creado nuevos comandos; ha modificado sus pautas de actuación; ha saneado sus maltrechas cuentas. Gracias a él, la labor policial de los años anteriores se ha difuminado en el aire. Todo eso se traducirá en muertos y atentados, y el responsable sólo es uno: José Luis Rodríguez Zapatero.
ZP no ha comprendido que para abrir una puerta se necesita una llave, pero él siempre quiere utilizar la ganzúa: debería cruzar el quicio de la dimisión.

APOSTILLA: La patochada no ha terminado, no sean tan ilusos de creérselo. En los próximos días todos jugarán al despiste para que las responsabilidades de esa nauseabunda simbiosis — ZP y ETA — se diluyan. La puerta no se ha cerrado, no; sólo la han entornado para que ustedes no se enteren de lo que ocurre dentro.

Dienstag, Januar 02, 2007

EL SONADO


COLGADO.- 3. adj. coloq. Dicho de una persona: Burlada o frustrada en sus esperanzas o deseos. Dejar, quedar colgado.

El año 2006 se despidió con la oscilante imagen de dos colgados: Saddam Hussein y José Luis Rodríguez Zapatero, el Iluminatti. El primero pendía de una siniestra soga y el segundo, de unos bobalicones pensamientos y de sus bastardos intereses.
La acción de ETA fue previsible; y la de ZP, mugrienta. Ni de uno ni de otro se esperaba algo diferente. Sin embargo, Rodríguez hizo algo bien: refugiarse en Doñana, que, como todos sabemos, es tierra de…linces.
El pasado día 30 de diciembre no sólo se desplomó el aparcamiento de la terminal T-4 del aeropuerto de Barajas, sino que también lo hizo el armazón de mentiras, distracciones, disimulos y nauseas que sustenta la política de ZP — el Chamberlain español — y su apreciado tocomocho de paz. Con un quintal de explosivos, las vergüenzas del gobierno han quedado al descubierto. Según éste, ETA no se rearmaba; no existían comandos; la voluntad de los asesinos para pactar era óptima y el terrorismo había cesado, aunque nada de ello era cierto. ZP es uno de los mejores valedores de los que ha dispuesto ETA. El bobo de Coria nacido en la meseta castellana ha procurado ocultar la extorsión a los empresarios, los destrozos provocados por la guerrilla urbana, ha suavizado a los maleables fiscales de la Audiencia Nacional, silenció las dos bombas que la policía vasca desactivó y ha otorgado un estatus especial a los asesinos y sus voceros. A su vez, y como toda respuesta a los numerosos avisos, los ministros — de turno y cuota — se limitaban a verificar; sólo a verificar. Bien, pues de tantas verificaciones ahora contemplamos los resultados.
La imagen ofrecida por el Presidente del Gobierno español en su rueda de prensa posterior a los atentados me recordó a la de un púgil sonado, castigado por la cadena de golpes que el adversario le ha propinado. Sin embargo, no me lo creo del todo. Quizá sea porque si algo nos ha demostrado ZP es su particular querencia a la mentira y a los embustes: en el próximo escrito hablaremos sobre ello.
Ahora toca lamerse las heridas, y algunos, en el colmo de una amnesia hipócrita, solicitarán cerrar filas en torno al bobo para apoyarle en su cruzada. ¿Quieren tanto apoyo como recibió el PP después de los atentados del 11-M en Madrid?, ¿desean los socialistas la misma dosis de acoso y derribo que propinaron al presidente Aznar?, ¿acusarán a la oposición de intentar desgastar al Gobierno por la actuación de unos terroristas?, ¿no quieren ahora conocer la verdad? Ay, meine Damen und Herren, ¡el doble rasero del PSOE! Sobre un menguado nunca se cierran filas. Lo lógico y natural es abrirlas para que todavía quede más evidencia y sirva de escarnio público la actuación de un mediocre que sólo persigue perpetuarse en el poder. No, queridos lectores: ni piedad ni contemplaciones.
En cuanto a las dos víctimas, poco se puede hacer por ellas. Así y todo, también vemos que las costumbres del PSOE se han modificado: antes, a los desaparecidos, los enterraban bajo paletadas de cal viva, ahora, por el contrario, los sepultan con toneladas de hormigón. Nos esforzaremos en aceptar que todo se debió a un «trágico accidente mortal»; pero será difícil, ya que la autoría de unos y la responsabilidad del otro son claras.
Lo más curioso es que en todo este torbellino los medios de comunicación hablan de la «zona cero» cuando deberían saber que dicho lugar ya hace tiempo que existe. Está situado en el Palacio de la Moncloa, en concreto en la inteligencia de su egregio (¡) morador. Para no terminar este escrito con el sabor acre del reproche, sí quiero felicitar a ZP por uno de sus grandes logros: enhorabuena, Rodríguez, España disfruta de un nuevo período de paz. Desde hace 72 horas no se ha producido ningún atentado. La nobleza obliga al reconocimiento de los éxitos del otro.

SONADO.- 3. adj. Dicho de un boxeador: Que ha perdido facultades mentales como consecuencia de los golpes recibidos en los combates.
Photo: AP. Daniel Ochoa de Olza