Montag, Januar 08, 2007

DALTONISMO


DALTONISMO.- 1. m. Defecto de la vista, que consiste en no percibir determinados colores o en confundir algunos de los que se perciben.

Hace ya varios años que aprendí lo que es el daltonismo. Sin embargo, durante la presente semana he aprendido algo más sobre dicha enfermedad: la existencia de dos tipos de daltónicos: los oculares y los mentales. Me alegro, no de la existencia de daltónicos mentales pero sí de haber ampliado mis conocimientos. Creo que hoy ha quedado clara cuál será la estrategia del PSOE para marginar al PP: la eliminación de su líder, Mariano Rajoy. No será mediante un asesino a sueldo, ni montando un escándalo urbanístico o un vídeo erótico festivo, no; será…¡por agotamiento! Sí, meine Damen und Herren, ¡de extenuación!: «Ven a la Moncloa, Mariano»; «vuelve a la Moncloa Mariano»; «te espero en la Moncloa, Mariano»; etc. Que ZP, el Derribos, es un daltónico mental ya lo ha demostrado; pero el líder de la oposición debería tener mejor vista y más agudeza para captar los diferentes colores. El espantoso ridículo que hizo ZP, el Derrumbes, y la flojera que sintió entre sus glúteos, le impelieron a tomar la decisión de aceptar una comparecencia en el Congreso de los Diputados para explicar el bochorno protagonizado. Imagino que después de entrar en trance y de la pertinente aparición o abducción, ZP, el Demoliciones, ha encontrado un atajo para librarse del trago amargo y volver a timar a los españoles de la única manera que él conoce: la comandita chanchullera, que algunos denominan ya «la táctica del confesionario». Se entrevistará con todos los partidos para decir cuatro frases pomposas, memas, inoportunas y llenas de su magnética personalidad — es decir, grotescas — e intentará pactar que todos le aplaudan si debe subir a la tribuna. Después alegará que ya dio todas las explicaciones a los líderes políticos, y a los españoles les hablará de su energía, su abuelo, el talante y la vida sexual de las gaviotas de Cape Cod. Lo único que persigue ese crisol de juicio, cuya mente guarda en matemática proporción inteligencia y verbo para expresarla, es la foto con Rajoy. Nada más. Sigo pensando que la postura del PP debe ser la de considerar a ZP, el Ruinas, un interlocutor no válido y sin legitimidad alguna. Ése es el mejor favor que pueden hacer por España.
A los terroristas de ETA lo que les interesa es que Rodríguez siga en el Gobierno: podrán seguir chantajeándole a discreción. Seguro que en el PSOE también hay alguien que lo entiende así. Ese páramo intelectual, que es ZP, rompió y marcó la baraja de juego. ¿Le interesa al PP jugar con semejantes naipes? El PP no puede aceptar esa partida: nuevas cartas y otro jugador. Todo lo que no cumpla esas dos condiciones será una pérdida de tiempo. Realizar llamamientos para mantener el diálogo con los terroristas sólo demuestra la podredumbre moral de aquellos que lo hacen.
En el hit-parade de la hipocresía, el PNV ha escalado varios puestos. Antes la Ertzaintza se mostraba indolente para luchar con el terrorismo, ahora, por el contrario, todo son descubrimientos e investigaciones contra reloj. Es lógico, ya que un acuerdo de paz supone conseguir todo lo que Ibarretxe quería con su particular esperpento político: el Pacto de Estella. Sin embargo, Ibarretxe también sufre de daltonismo mental: El día que se encuentre en la oposición porque el gobierno del País Vasco lo ostenta el PSE con apoyo de otros nacionalistas, lo entenderá. Confiar a estas alturas en el Derribos es un síntoma de daltonismo mental, que roza la ceguera. Algún político que no sufra dicha alteración debería comprender que el primer paso para terminar con ETA es forzar la salida de ZP.
Si alguno de ustedes, queridos lectores, no percibe con claridad la cifra que encierra el círculo de la fotografía, deben acudir al oftalmólogo. Puede ser que padezcan daltonismo; pero será ocular, ya que el mental creo que sólo lo sufren los políticos.
APOSTILLA: La cifra del círculo es el número 28, ¿estoy en lo cierto?