DER BRAND / EL INCENDIO
Durante las primeras horas de la noche del 27 de febrero de 1933 se inició un incendio en el Reichstag de Berlín, sede del parlamento alemán de la época. Las primeras investigaciones apuntaron a un acto criminal, cuyos responsables — según los nazis— habían sido los comunistas. Éstos, a su vez, culparon a los nacionalsocialistas por considerar que buscaban con ello la eliminación de sus adversarios políticos y enemigos. A lo largo de muchas décadas, la autoría del suceso se atribuyó a los seguidores del NSDAP (Nationalsozialistiche Deutsche Arbeiterpartei). Una vez que el limo de la historia se aposentó, ulteriores investigaciones y el acceso a nuevos documentos señalaron que el pirómano parlamentario fue Marinus Van Lubbe, un errante comunista holandés, que lo hizo en cumplimiento de las instrucciones de los dirigentes del KPD ( Kommunistische Partei Deutschlands). Entre los partidos que cruzaron sus acusaciones — nazis y comunistas — no cundió el desespero, ya que ambos albergaban la secreta intención de aniquilar la vida parlamentaria alemana y a su adversario. Los comunistas, sin embargo, calcularon mal el alcance del hecho y dieron pie a una feroz represión por parte de los nazis, que, con la aquiescencia de la sociedad ante lo sucedido, los barrieron de la vida política.
La última marrullería de ZP, La Dolorosa, persigue el mismo objetivo: anular la discusión parlamentaria. Con ello, el «egregio» estadista español demuestra varias cosas: todavía le duelen los latigazos del líder de la oposición, es un mamarracho que rehuye el enfrentamiento como el moroso al acreedor y es, una vez más, un mentiroso redomado.
En cuanto a los golpes del flagrum de Rajoy, no entiendo el revuelo ocasionado ni el rictus doliente de ZP, El tulipán negro: Debates más duros se desarrollan en otros parlamentos, y en otras democracias, y no tiemblan los cimientos. Por el contrario, Rodríguez está acostumbrado a los cortesanos que le ríen las gracias y le protegen de sí mismo, ya que los principales riesgos que corre un bobo los crea él. El pánico que demuestra ZP, el Asustadizo, a salir al ruedo es lógico: lo suyo es repartir bobadas a granel que carecen de los mínimos fundamentos para sostenerse. Por ese motivo, cada vez más se producen ruedas de prensa sin derecho a la pregunta, comparecencias sin admitir comentario alguno y en cualquier rincón improvisado, y los célebres corrillos de tasca de bar. ZP es un pobre hombre sin fuste alguno para dar la cara y huérfano del sentido de la dignidad; siempre son otros los que realizan la brega: manifestaciones de actores y mercenarios, miembros del PSOE, otros partidos políticos, figuras políticas en declive — Blair, Chirac, Annan, — etc.
Ese mentiroso de ZP, disculpen el pleonasmo, persiste en su actitud embustera porque no tiene nada más. Descartada la amnesia, aunque no un cierto retraso mental, estoy convencido de que Rodríguez es un patrañero nato: «Haré del Parlamento el centro de la vida nacional». ¿Cómo conjugar semejante perogrullada, que pronunció al inicio de su mandato, con la actitud implantada en la actualidad? Además, y un artero ejercicio de auto convencimiento, ZP se inviste de imaginadas «mayorías de los españoles». Alguien debería explicarle al bobo de Coria mesetario la diferencia entre la legitimidad de origen y la legitimidad de ejercicio. Creo que es Pepino Blanco, el Derecho personificado, el mentor adecuado para hacerlo. La confianza en las urnas no es un cheque en blanco, al menos en el resto de Europa. Aunque me temo que Rodríguez lo que desearía no es un Congreso de los Diputados, sino que todo volviera a ser como antes: un hemiciclo lleno de diputados a Cortes. ¿Implantaría de nuevo la obligación de lucir chaqué en las sesiones? La herencia de ZP no podrá aceptarse ni a beneficio de inventario: un país sin dignidad, una sociedad rota, un Gobierno encumbrado y sustentado por terroristas, y lo peor: un parlamento inservible. Curioso concepto de la democracia.
En el frontispicio del Reichstag se esculpió la siguiente frase: «Dem Deutschen Volke» (Al pueblo alemán). Tres palabras que, bien aplicadas, lo dicen todo. Supongo que debido al mesianismo de ZP también éste querrá esculpir algo en la fachada del palacio de la Carrera de San Jerónimo. Mientras él sea Presidente de Gobierno, la mejor frase sería esta: «Aquí se caga, aquí se mea, y el que tiene tiempo se la menea. Por el pueblo, claro».
Ese mentiroso de ZP, disculpen el pleonasmo, persiste en su actitud embustera porque no tiene nada más. Descartada la amnesia, aunque no un cierto retraso mental, estoy convencido de que Rodríguez es un patrañero nato: «Haré del Parlamento el centro de la vida nacional». ¿Cómo conjugar semejante perogrullada, que pronunció al inicio de su mandato, con la actitud implantada en la actualidad? Además, y un artero ejercicio de auto convencimiento, ZP se inviste de imaginadas «mayorías de los españoles». Alguien debería explicarle al bobo de Coria mesetario la diferencia entre la legitimidad de origen y la legitimidad de ejercicio. Creo que es Pepino Blanco, el Derecho personificado, el mentor adecuado para hacerlo. La confianza en las urnas no es un cheque en blanco, al menos en el resto de Europa. Aunque me temo que Rodríguez lo que desearía no es un Congreso de los Diputados, sino que todo volviera a ser como antes: un hemiciclo lleno de diputados a Cortes. ¿Implantaría de nuevo la obligación de lucir chaqué en las sesiones? La herencia de ZP no podrá aceptarse ni a beneficio de inventario: un país sin dignidad, una sociedad rota, un Gobierno encumbrado y sustentado por terroristas, y lo peor: un parlamento inservible. Curioso concepto de la democracia.
En el frontispicio del Reichstag se esculpió la siguiente frase: «Dem Deutschen Volke» (Al pueblo alemán). Tres palabras que, bien aplicadas, lo dicen todo. Supongo que debido al mesianismo de ZP también éste querrá esculpir algo en la fachada del palacio de la Carrera de San Jerónimo. Mientras él sea Presidente de Gobierno, la mejor frase sería esta: «Aquí se caga, aquí se mea, y el que tiene tiempo se la menea. Por el pueblo, claro».
Es un lema chusco, pero digno del que rige el destino de los españoles.
Ustedes, meine Damen und Herren, están completando su particular sudoku, lo tienen casi todo: Führer, «cordones sanitarios», el incendio y una clase política que mira hacia otro lado; ya saben, los que luego dicen que no sabían nada. Espero que no lleguen a los KZ (Konzentrationslager). Aunque si así fuera, todavía vive algún sujeto que podría asumir la dirección, experiencia no le falta: Santiago Carrillo.
Photo: Der Reichstag in Flammen.
3 Comments:
[aplausos]
Sólo una sociedad infantilizada y algo enferma como la nuestra soporta tener a un individuo como Rodríguez el Traidor en la Presidencia del Gobierno, que se dice pronto.
AHORA LO ENTIENDO CABRON BORRACHO ERES UN NAZI
CERRAJERO:
Enfermas lo están todas las sociedades europeas: cada una sufre una dolencia particular. Lo que le ocurre a la sociedad española es la consecuencia de la tremenda manipulación que ejercen los medios periodisticos sobre ella.
Gracias por los aplausos, hombre de las llaves.
Cuídate.
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