Sonntag, März 30, 2008

BARRANCOS

BARRANCO: 1. m. Despeñadero, precipicio.

«Desde el fondo de un barranco, canta un negro con afán: “¡Ay, madre, quien fuera blanco, aunque fuera catalán!”».
Políticamente incorrecto, meine Damen und Herren, además por partida doble; pero yo disfruto con estas ximpleries como si fuera un italiano con cuatro brazos: ¡qué orgía de gesticulación! Sin embargo, estimados parroquianos, no debemos permitir que lo gracioso solape al dramatismo y nos impida percibir el auténtico melodrama catalán: se quedan sin agua; así es, el oasis se ha secado y nos permite observar unos terrones resecos en los que las grietas delimitan un mosaico de idiotez e ineptitud. De igual manera que la edad de un poeta no se mide por sus años sino por la madurez de sus versos, la estulticia de un pueblo puede mesurarse por la cantidad de veces en la que repite un error. Pero es que la memoria sapientísima de los catalanes fluye por un río que desemboca en el mar de la ignorancia y el nacionalismo paleto (disculpen el pleonasmo). Esa extraña horda que gobierna en Cataluña y que responde al nombre de Tripartit cada día se esfuerza en demostrarnos que se trata de un compendio subnormalizado de la política. No se sorprendan, meine Damen und Herren, ya que ellos fueron los que no deseaban el trasvase, y el motivo sólo era uno: era un proyecto del PP. Ahora, por el contrario, claman por un trasvase que el Gobierno español les niega, y la responsable de tan augusta misión ha sido Teresa Fdez. de la Vega: me temo que al Govern catalán le ha tocado bailar con la más fea. La negativa ha servido para que los politicastros catalanes se envuelvan en las cuatro barras de Guifré el Pilós y clamen de nuevo contra la pérfida España, que les roba el pan y les niega el agua. ¡Triste, meine Damen und Herren, muy triste! De todas formas yo no me preocuparía ya que siempre podrán ducharse con cava, y el cosquilleo de las burbujas en las partes donde más espuma crea el jabón promete grandes momentos de excitación y posterior desfogue sexual; en plan nacionalista, ya saben: «només la punteta, amor meu». Si la «pertinaz sequía» continúa cebándose sobre Cataluña, el Govern del Honorable xarnego, o él mismo aunque esto es difícil, intentará despistar para ocultar sus deficiencias y nula gestión. No me extrañaría, pues, que adujeren problemas con el nuevo Estatut; sí, queridos lectores: porque nadie previó señalar el derecho de Cataluña a recibir más lluvia que otras regiones españolas. Con todo y con eso, la realidad es otra: una clase política sobreprotegida por los medios de comunicación catalanes— que no dudan en mentir si es necesario— y que carece de la mínima responsabilidad hacia los ciudadanos.
Resulta curioso que los políticos que hicieron campaña bajo el lema «No al transvasament» ahora se rasguen las vestiduras al observar los resultados de su imbecilidad; imbecilidad, por otro lado, que sin riego se muestra fértil como una sabana. Que se pierdan al día 21,9 millones de litros de agua por no acometer las obras necesarias de mantenimiento es una cuestión baladí; que los tributos que gravan el consumo de agua para uso doméstico supongan el doble del propio consumo no tiene importancia; que las infraestructuras necesarias no se construyan es culpa de Madrid; que la solución pase por imponer multas y recaudar es lo habitual; y que Cataluña esté más cerca del tercer mundo, una realidad. Mientras que otros países han comprendido que las cuencas hidrográficas deben estar conectadas, como si de una red eléctrica se tratase, para equilibrar las necesidades con los recursos, Cataluña elabora una nueva versión del «yo me lo guiso y yo me lo como»; cuando les interesa, claro está. Supongo que Artur Mas (CiU), en las negociaciones con José Luis Rodríguez, el Puma, incluirá el asunto del agua, aunque yo no lo haría ya que ZP es capaz de ofrecer el envío de miles de botijos— fabricados en La Bisbal d’Empordà, per suposat— para librar a los catalanes de la sed. ¡Pobres!, ellos, que tienen las lenguas estragadas por la falta de agua, deben escuchar que Dña. Teresa les sugiere no ajo y agua, sino ajo y cava. Yo, que soy un observador ajeno, no puedo dejar de extrañarme ante las tragaderas que tienen los catalanes, ¡lo engullen todo, hasta el cava!, además lo hacen de un trago y sin respirar, será para no percibir el mal olor. A mí me agrada el Bollinger o el Moët, es una cuestión de costumbre y también de paladar, cuestión ésta en la que algunos manifiestan una atrofia preocupante. ¡Pobres catalanes!, sus políticos siempre les colocan al borde del barranco y ellos no dudan en dar un paso al frente. Quizá actúen así porque ser catalán no es una herencia sino una vocación. Yo lo dijo Josep Pla: «El nacionalismo es como un pedo: beneficia a quien lo suelta». Mientras los catalanes no lo entiendan, sólo pueden mirar desde el fondo del barranco y cantar: «¡Ay, madre, quien fuera blanco, aunque fuera catalán!».

Foto: Encajada de cabeza.

Sonntag, März 16, 2008

SALZBURGO

MINISTRABLE: 1. adj. Que tiene posibilidades de ser ministro de un departamento. U. t. c. s.

Salzburgo nunca ha sido una ciudad de mi agrado, meine Damen und Herren; es más: la detesto. Quizá sea por el ambiente opresivo que transmite, la austeridad de su arquitectura, la arrogancia de sus pobladores o las avalanchas de japoneses que ocupan sus calles a la búsqueda de cualquier retazo de Mozart: todavía no se han enterado de su muerte y deberán conformarse con los bombones empalagosos que llevan el nombre del músico. ¡Qué triste, estimados parroquianos, la genialidad reducida a una bola de chocolate! De todas formas no debemos ofendernos porque ése es un síntoma de nuestra época: la reducción, aunque en ocasiones traspasa la frontera y se convierte en sucedáneo.
Podemos encontrar un ejemplo de lo anterior en nuestro querido Pepiño Blanco, el Ceñudo, cuya inteligencia fue reducida con la crueldad de un jíbaro. Sólo así podemos entender que semejante individuo se considere ministrable, aunque él oculte su arrogancia y pretensiones detrás de su mirada porcina y entone la cantata de la falsa modestia o ejercite la política limosna. Durante estos días en Salzburgo he reflexionado sobre él, y posiblemente me esté precipitando en mis conclusiones; conviene glosar sus virtudes por si mi juicio fuera temerario.
La cultura del Ceñudo no puede ahogarse como una piedra en el río, ¡no!; más bien al contrario: flota con un peripatetismo feroz. Sus palabras, que son un compendio de estética, razón y equilibrio, nos muestran una inteligencia fragmentaria, deshilachada y llena de moratones, y que su propietario posee una visión propia del mundo. Yo siempre le escucho con alegría, meine Damen und Herren, aunque sin esfuerzo. Asimismo, a través de los escritos del blo heterodoso, se erige en un articulista de la idiotez; pero sin embargo actúa como un poeta: se guarda alguna estupidez para escribirla más adelante y convertir la majadería en vida. Con todo y con eso, es mediante su imbecilidad polifónica— podemos denominarla prosodia— que nos transmite las mejores tonterías del siglo XXI y de la degeneración de la política. Yo le agradezco semejante ejercicio de sinceridad, queridos lectores, porque Pepiño nos demuestra que la idiotez humana puede superarse hasta convertirse en divina. De igual manera, el Ceñudo es la constatación de que el tonto es una obra maestra, es un milagro capaz de conseguir que miles le escuchen.
Yo comprendo las pretensiones del Ceñudo, porque él se encuentra nel mezzo del camin y ansía redondear la fulgurante carrera del mediocre incapaz; de ahí que esté dispuesto para abandonar la política y quiera abrazar el espectáculo: ¡El actor ha muerto, viva el dramaturgo!
Al releer lo escrito, creo que me precipité: Pepiño debe ocupar una cartera ministerial, la vulgaridad que ZP ha impuesto en la política española es el abono perfecto para que sujetos como Pepiño florezcan. No me resulta difícil imaginar las conversaciones que ambos estadistas mantendrían: una mezcla exótica de oídos necios y palabras sordas.
Meine Damen und Herren, Pepiño debe ser ministro, y además de una cartera importante: Economía, Justicia o Interior. ¿Se imaginan el estímulo que supondría para los millones de bobos que habitan el planeta? No obstante no deben preocuparse por mi atrevimiento, estimados parroquianos, porque el conocimiento, con el paso del tiempo, se convierte en sabiduría, y a pesar de que Pepiño tiene el reloj averiado, no les defraudará. Sin embargo me gustaría pedirle que no abandone su blo heterodoso, ya que es una tierra sagrada donde cualquier memo encontrará refugio.
El Ceñudo se ha convertido en un habitante de mi memoria y siempre le recordaré por una sencilla razón: no fui capaz de entenderle. A lo mejor me ocurre lo mismo con Salzburgo, prometo meditarlo.

Foto: Nativo de Salzburgo con el aura de Mozart.

Dienstag, März 11, 2008

JAPONESES / 2

CONTINENTE: 2. adj. Dicho de una persona: Que posee y practica la virtud de la continencia.

Nao, mi anfitriona, me entregó un regalo al llegar. Tal y como marca el rígido protocolo japonés, solicité su permiso para abrirlo inmediatamente. Era una caja liviana, envuelta en un delicado papel de seda, que contenía un elaborado trabajo de origami (折り紙): varias figuras de diferente significado: Turu (grulla), deseo de suerte; Kabuto, el casco del samurai o la armadura, señal de fuerza; Kame (tortuga), esperanza de una larga vida; etc. Según me explicó, el conjunto era un talismán que me protegería de cualquier peligro. Yo no soy supersticioso— aunque sí maniático cuando estoy sobre un tapete— porque sé que trae mala suerte. De todas formas decidí guardar el surtido de papiroflexia…por si acaso; quizá debería enviárselo a Mariano Rajoy.
El líder del PP ha hecho un buen trabajo: elaboración de un programa, cohesión del partido y aumento de votos: ¡qué más quieren! ¡Ah, claro!, ganar. La victoria, meine Damen und Herren, en muchas ocasiones pasa por el sacrificio y el esfuerzo, no lo olviden. Sin embargo, para vencer, Rajoy debe reemplazar a figuras que ya están amortizadas y que no aportan nada al partido: Acebes y Zaplana, sobre todo; y desligarse de José Mª Aznar, cuya época fue buena pero ya forma parte de la historia: la política española es como la caldera de un barco: siempre debe alimentarse con combustible. Asimismo, no debe intentar giros hacia políticas nacionalistas (PP catalán) porque éso implicaría la pérdida de votos a favor de UPyD u otros chiringuitos políticos. El PP no lo hizo mal en Cataluña, pero es difícil luchar contra poderosos medios de comunicación que no dejan de insuflar un falso mensaje de anticatalanismo.
De igual manera, el PP debe desligarse de simulados aliados que son más escurridizos que una serpiente de cascabel en un baño de vaselina: Pedro José Ramírez y Federico Jiménez Losantos. Ambos han sido polizones en un barco para el que no tenían pasajes, semejante rémora también pasa factura. No olviden, estimados parroquianos, que muchos utilizan la política para beneficio propio, en una nueva versión del «a río revuelto…» Esos dos personajes persiguen lo que nunca tendrán: la misma influencia que PRISA tuvo en el PSOE; pero en este caso con el PP. No caigan en la trampa, meine Damen und Herren, determinados apoyos son nefastos. Puede ser que mis palabras les ofendan, pero alguien en el PP pensará lo mismo cuando en los últimos meses se detectó un claro distanciamiento de según qué postulados. No olviden lo que ya escribí: «lo que para unos es política para otros es economía». Entiendo, sin embargo, que un partido político sometido a un aislamiento mediático debe transigir con determinadas posturas; aunque debería ser más cuidadoso: proporcionar armas al enemigo no es una buena idea.
De igual manera, desconfíen de los Mesías: éstos sólo existen en la Biblia. Rodrigo Rato no es la solución a nada, ya que tuvo la oportunidad de reintegrarse en el PP, pero…¿qué precio pidió? Ahora se trata de continuar con un trabajo de zapa y brega, sin lugar para la prima donna oportunista — exigez l’excellence— y sí para el que resiste en la brecha varios sitios. Asimismo, el PP debe mejorar su capacidad de comunicación, ya que una gran parte del electorado no ha entendido en qué se basaba la oposición realizada.
Herr Rajoy es un buen líder y debe quedarse por una sencilla razón: alguien deberá recoger los escombros que dejará José Luis Rodríguez, el Puma, y edificar un nuevo proyecto con ellos.
No obstante nos queda algo pendiente: ¿quién le enseñará a bailar la sardana? Déjenme que piense, meine Damen und Herren, tampoco es tan difícil; me refiero a bailar la sardana, claro está.
El regalo que me entregó Nao era un conjunto de partes que superaba al todo: el papel lo había confeccionado ella, así como la caja y las figuras. De eso se trata, de escoger tanto el contenido como el continente. Ahora no es tiempo de kaizen.

Foto: Kyokujitsu-Ki (旭日旗). Bandera del ejército japonés.

JAPONESES / 1

SAKE: 1. m. Bebida alcohólica obtenida por fermentación del arroz.

En una ocasión un matrimonio de colegas japoneses me invitó a comer a su casa. Me sentí complacido, meine Damen und Herren, ya que es infrecuente que un japonés abra las puertas de su hogar a un extraño, y más al tratarse de un gaijin (外人 «extranjero», y según cómo «bárbaro»). Al llegar a la casa de mis anfitriones, el comienzo no presagió nada bueno: tuve que descalzarme y sustituir mi par de Ludwig Reiter por unas pantuflas que me hicieron sentir ridículo. El resto se lo pueden imaginar, estimados parroquianos: platos minimalistas; un asqueroso brebaje, sake; hambre canina y una lumbalgia causada por tanta inclinación. No obstante hubo algo positivo: ella me inició en el kaizen [kai (cambio) zen (mejorar): mejora continua]. Básicamente consiste en eliminar lo que estorba (muda) para que nuestro esfuerzo no se distraiga con algo inútil.
Parece que algunos en el PP han decidido eliminar el muda y abrazar el kaizen. No me parece mal, estimados parroquianos, siempre que el objetivo sea regresar a los tiempos de aquel extraño hombrecillo que atendía por el nombre de Antonio Hernández Mancha, otro individuo-cerilla: era todo cabeza.
Es cierto que Mariano Rajoy ha perdido dos elecciones, pero…¿y qué? ¿Acaso no perdieron también dos veces Felipe González y José Mª Aznar?; creo que debemos ser consecuentes, queridos lectores. Antes de acometer el kaizen tengamos presentes varias cuestiones. Una de ellas es que Herr Rajoy nunca pensó que perdería unas elecciones, sobre todo las del año 2004. Con todo y con eso siguió al frente del PP y ha obtenido unos resultados nada desdeñables. Es cierto que debería haber soltado lastre, aunque entiendo que hacerlo hubiera significado dar la razón a los que acusaban al PP de mentiroso. Desde el punto de vista táctico me parece correcto, aunque no desde el estratégico. Tal y como les dije en mi anterior escrito, el derrotismo nunca fue un buen consejero. Conviene recordar que sobre el campo de batalla Herr Rajoy sólo pudo contar con sus huestes mientras otros recibían todo tipo de refuerzos, ayudas y suministros. Ese tan ansiado «centro»— en mi opinión una nueva versión del Santo Grial ya que el centro político no existe— ha comprendido el mensaje de Rajoy, de ahí obtuvo los nuevos votos. Por el contrario, ZP se ha nutrido de los votantes de la izquierda radical: ¿quién está, pues, más cerca del «centro»? Sin embargo, éso también es una desventaja, porque el crecimiento del PP sólo puede provenir del centro mientras que el de ZP se nutre de todo el abanico de la izquierda. Es cierto que el PP tiene unos votantes fieles, pero muchos cambiarían su postura si Herr Rajoy realizara peligrosos, y también frívolos, acercamientos a otras posturas. En román paladino: lo que ganaría por un sitio lo perdería por el otro. En semejante tesitura lo mejor es mantener un mensaje sólido y coherente, también con una cierta flexibilidad, aunque sin mucho margen para las veleidades; nadar y guardar la ropa es patrimonio de catalanes, meine Damen und Herren. Además, no deben olvidar que el proyecto del PP es nacional; el de ZP, por el contrario, es algo así como un potaje autonómico-nacionalista: son conceptos diferentes, ya saben: «discutido y discutible».
El principal error cometido por Herr Rajoy es no haber extirpado los tumores antes de que provocaran metástasis. Semejante dejación ha provocado la falsa idea de que Gallardón es el progresismo y que Frau Aguirre es el futuro de la derecha moderna; la realidad es otra: ellos son los caballos por los que diferentes corporaciones de comunicación apuestan. Confiar en Herr Gallardón equivaldría a la apertura de un cisma dentro del PP; y hacerlo por la Evita Perón mesetaria, una concentración de votos en determinadas zonas pero también pérdida de otros: que alguien baile bien el chotis no implica que sepa ejecutar los pasos de una sardana; porque de eso se trata: de bailar la sardana.

Foto: Nisshōki (日章旗) o Hinomaru (日の丸の旗). El disco solar.

Montag, März 10, 2008

LOS DERROTADOS


DERROTAR: 3. tr. Vencer o ganar en enfrentamientos cotidianos.

Las derrotas siempre son amargas, meine Damen und Herren; lo escribe alguien que ha sufrido varias y que todavía paladea el regusto acre. Durante una jornada electoral, un país se convierte en el paraíso de las expresiones vacías: madurez democrática; ha ganado la democracia; todavía es pronto…; los españoles han demostrado…; etc. De igual manera, y más en España, es lógico que el vencido abrace al derrotismo: no lo hagan, estimados parroquianos.
José Luis Rodríguez, el Puma, ha ganado las elecciones: no tengo nada que objetar; es más, me alegro de que en esta ocasión sólo haya habido un muerto y no dos centenares: en algo han mejorado ustedes. Tampoco jugaré con esas extrañas interpretaciones de las estadísticas que nunca conducen a ningún lugar; ahora bien, creo que algunas reflexiones podemos obtener. En una democracia parlamentaria lo importante son los escaños, y el PP ha subido; además gracias a sus propios méritos y esfuerzos, ya que luchaba él solo contra el resto. Ello demuestra que el discurso de Herr Rajoy ha sido potente, fuerte, creíble, interesante y que puede movilizar a más electores. Con todo y con eso, es comprensible que el líder del PP se muestre algo decepcionado, porque la decepción es patrimonio de los inteligentes; los tontos, por el contrario, padecen los reveses de la vida con…la simpleza habitual. Mientras que Herr Rajoy hizo lo más difícil—crear nuevos electores—, ZP recoge el despojo de otros; como corresponde a un carroñero. Parco bagaje me parece para el que es el nuevo guía de Occidente y que representa la fe, la ira y la verdad. Asimismo, es el primer presidente de Gobierno español que no consigue mayoría absoluta en sus segundas elecciones. Curioso, estimados lectores, le apuntalan con vigas carcomidas: una señal de cómo será la próxima legislatura. Sospecho que los que antes eran incondicionales pueden trocarse en beligerantes, ya que esos partidos, si quieren recuperar el terreno perdido, deberán ejercer también de oposición y no de gorrones que ríen los chistes del «caballo blanco» para conseguir una ronda de balde. No obstante, ustedes deben sentirse satisfechos, meine Damen und Herren, porque el tan reclamado bipartidismo está más cerca. Conviene que guardemos unos segundos de silencio a la memoria de Herr Llamazares (E.P.D.) y de los reyes del esperpento (E.P.D.), Esquerra Republicana, que En Pedazos Descansan; en tres y cinco, respectivamente: que tengan tanta paz como ridículo hicieron; echaremos de menos sus exaltaciones de la imbecilidad congénita. Respecto a los que han creído las mentiras del trilero no debemos reprocharles nada; muchos tendrán ocasión de recapacitar mientras aguardan su turno en la cola del INEM, un buen lugar para reflexionar sobre el pasado, y sobretodo el futuro, de una persona.
Y el Puma, ¿qué pensará? Lo ignoro, meine Damen und Herren, porque ése hombre, cuya inteligencia le permite resolver el misterio de la mente y del universo y crear una teoría del todo, es difícil de predecir. Por lo pronto ya comenzó con una de sus mentiras: «gobernaré para todos los españoles»; ¿al igual que en el último cuatrienio? En fin, esperemos que ZP deje de mostrarse como un resistente cultural ante la idiotez y comprenda que la política no es fomentar el acoso y derribo contra media España.
De todas formas, estimados parroquianos, algo positivo ha tenido la victoria de ZP: Josephsplatz, Das berliner Feuilleton, continuará su andadura; no podía ser de otra manera. Estoy seguro de que José Luis Rodríguez, el Puma, un individuo adicto al dislate, nos proporcionará gratos momentos; y si no lo hace él, lo hará alguno de los que le rodean. ¿Les he explicado alguna vez que a Bernat Soria y a mí nos concedieron, ex aequo, el premio Nobel?, ¿tampoco les expliqué que ambos nos doctoramos, summa cum laude, en la universidad de Osuna? Imperdonable, meine Damen und Herren, les pido disculpas.
Las derrotas son amargas, cierto; pero el resabio del derrotismo todavía es peor.
APOSTILLA: Escuchen la música de Josephsplatz y rieguen el coleto. En lo primero puedo ayudarles, lo segundo depende de ustedes. Buenas noches, y punto.

Foto: La rendición de Bailén. Casado del Alisal (1864).

Sonntag, März 09, 2008

CORPORE INSEPULTO


INSEPULTO: 1. adj. Dicho de un cadáver: No sepultado aún.

Un sepelio suele ser una atalaya perfecta para observar cuál fue el pasado del difunto. Para ello lo conveniente es fijarse en los actores que intervienen y en los detalles: los amigos; los deudos; la calidad del féretro; la cantidad de flores; las formas de expresar el dolor; y lo más significativo: el libro de pésames; que se erigirá en una improvisada enciclopedia para conocer la cultura, imaginación y sinceridad de los sentimientos de los que acuden a dar el último adiós. Si ayer escribí que «la víspera de una batalla el cielo siempre está encapotado», hoy completaré la frase: y durante la contienda llueve. Es lógico, meine Damen und Herren, ya que son momentos épicos que requieren de la parafernalia adecuada para dotar del dramatismo necesario a la ocasión; hasta el sufrimiento tiene una estética propia.
En el día de hoy he podido ver algunas imágenes del entierro del concejal asesinado por los muchachos traviesos a los que José Luis Rodríguez, el Puma, denominó «hombres de paz». Tal y como les anuncié al comienzo, yo me fijo en los detalles, sé que me ayudarán a formar una idea del conjunto. Lo primero que llamó mi atención ha sido, de nuevo, el doble rasero del PSOE: asesinan a dos guardias civiles y todo se desarrolla lejos de la ciudadanía y bajo el rígido protocolo militar. Supongo que consintieron la presencia de los familiares porque impedírselo hubiera quedado feo, muy feo. En Mondragón, sin embargo, el PSOE necesitaba un amplificador del dramatismo que les permitiría interpretar su papel de víctima; y para ello nada mejor que una muchedumbre cariacontecida que fácilmente se puede manipular: la masa enardece los ánimos y diluye la culpabilidad; allí había muchos culpables.
De entre los asistentes me he fijado en varios: José Montilla supuso que no habría monaguillos y por éso fue; Pepiño Blanco todavía no ha entendido que con un quiebro de solapa tan alto parece un hombre-cerilla: todo cabeza; Manuel Chaves, ¡qué grima, estimados parroquianos!, me recordaba a uno de esos que ofrecen caramelos a los niños para que suban en el coche a…«dar una vuelta»; y por encima de todos ellos, el papelón de Patxi López como porteador del féretro. No creo que lo encontrara pesado, meine Damen und Herren, ya que parece un individuo que lava su conciencia con el detergente adecuado; además, no le hubiera importado utilizarlo de atril para improvisar alguna escena o mitin ad hoc. Él, que inclinaba la cabeza ante el señor feudal de Otegui, la levanta cuando alguien quiere dar su pésame: hasta la miseria moral tiene categorías.
Por otro lado no deja de sorprenderme que siempre se resalte la condición de «trabajador» de la víctima: ¿Acaso un ocioso merece menos dolor?, ¿un empresario despierta menos pena?, ¿estar apuntado al INEM condena al muerto a un entierro incógnito y una caja de cartón? No sé, queridos lectores, supongo que todo se debe a las extrañas categorías con las que el PSOE divide a la sociedad o manosea el dolor de los españoles. No se solivianten por mis palabras, meine Damen und Herren, porque los socialistas son los que manipulan, algo lógico por otro lado: ellos crearon las condiciones para que un asesinato se produjera y por lo tanto es su cadáver; están en su derecho. Ellos son los que han dividido a los demócratas con su pamema de negociación y han inculcado la idea del «vale todo»; y los hombres de paz de Patxi López fueron discípulos aplicados, siempre lo son. Todos querían evitar manipulaciones, pero el discurso de la huérfana— sin duda alguna redactado y pulido— resultó…cómo decirlo…una extraña maniobra. Yo lo comprendo casi todo en esta vida, estimados parroquianos, por lo tanto ni me sorprende ni me escandaliza: es su cadáver y pueden hacer con él lo que les plazca. Ahora bien, sí puedo plantearme una cuestión: si tratan así a sus muertos, ¿qué no harán con los vivos ajenos?
Asimismo, entonar La Internacional me pareció algo más anticuado que el corte de pelo a navaja o la virtud del ahorro.¡Qué muchachos!, viven otras épocas y desean despertar las emociones con trucos ya muy viejos: ¡Si muchos desconocen hasta la letra!
Eché de menos la presencia de José Luis Rodríguez, el Puma; es más: me pareció extraño que un artista como él no quisiera presenciar el resultado de sus esfuerzos. Quizá la ausencia del gran estadista se debe al miedo que le embarga y su pusilanimidad característica. También lo comprendo: saber que sus dobles juegos, triples barajas marcadas y reuniones en extraños garitos pueden salir a la luz, le incomoda. No obstante no quiso privar a los anales de la oratoria de una de sus perlas: «ETA está definitivamente derrotada». No lo dudo, meine Damen und Herren, pero es difícil de creer cuando sabemos quién gobierna en Mondragón, el dinero que reciben de todos los españoles y que el Puma no desea la revocación del permiso para negociar con los hombres de paz.
Por fortuna llovía, y éso siempre limpia las conciencias, aunque sea en un funeral corpore insepulto.

Foto: Cuando termine el escrutinio, entraremos a visitarle: nos espera.

Freitag, März 07, 2008

QUO VADIS, ZP?



MEDIDA: 5. f. Proporción o correspondencia de algo con otra cosa. Se paga el jornal a medida del trabajo.

La víspera de una gran batalla el cielo siempre está encapotado, quizá sea porque la sangre resalta más con una luz tamizada que homogeniza al resto de los colores. Después del asesinato toca lo de siempre: la lectura de un parte médico con la voz átona que se reserva para ésas ocasiones; condenas, muchas condenas; un rosario de apoyos que el tiempo diluirá hasta que sólo quede el hilo deshilachado sobre el que fueron ensartados; y la eterna hipocresía de los recolectores de nueces y los jardineros que podan el nogal.
ETA, de nuevo, ha demostrado lo mejor que sabe hacer: controlar los tiempos. De igual manera, José Luis Rodríguez, el Puma, también ha demostrado su excelencia: ineptitud, mentira, cobardía, interés y mediocridad. Existen varias cuestiones que han llamado mi atención, meine Damen und Herren. Una de ellas es la diferente medida que siempre aplica el PSOE, ya que con 192 muertos sobre el asfalto hicieron lo posible para que la campaña electoral no parase. Ahora, por el contrario, basta un solo muerto para que todo se paralice y los socialistas pidan apoyo y unidad. Me temo, estimados parroquianos, que algo así es una muestra de la nauseabunda categoría moral del socialismo español. De igual manera, resulta curioso que aquellos que se han negado a retirar su apoyo a la negociación de ZP con ETA se reúnan en el Congreso.¿Para qué?, ¿para merendar juntos, posar en la foto de rigor o prestar su apoyo al político más nefasto de la historia española?
Todos se esforzarán en recordar que «los únicos culpables son los asesinos»; cierto, pero los responsables son muchos, y el principal es José Luis Rodríguez, el Puma: sostén, avalista y justificador de los asesinos. Soy consciente de que mis palabras pueden herir sus delicadas sensibilidades, queridos lectores, pero nunca he sido amante de los paños calientes, el disimulo o la hipocresía. Y ya que he comenzado el descenso al pozo negro donde anidan los valores morales de ZP, es conveniente remover el detritus depositado en el fondo. ¿A quién beneficia el atentado? Conviene recordar que ZP necesitaba dramatismo y tensión, ¿le parece adecuada la dosis o necesita más? Es triste que en una democracia el asesinato se utilice para influir en el voto— dice mucho de su calidad—, aunque el PSOE ha demostrado conocer bien la elección ¿o no? No olviden que estamos ante un político que no dudó en poner en la balanza durante el debate los cadáveres para inclinar su platillo: ¿uno más? El PSOE también mide muy bien los tiempos, y sabe que nadie asaltará sus sedes, increpará a sus candidatos y esparcirá mentiras por doquier; éso es patrimonio de los «demócratas» que conspiran contra la democracia para obtener el triunfo, y ZP debería comprender que es mejor perder a ganar sin ética: ¡qué extraña unión!: ZP y ética.
Las últimas encuestas que maneja el PSOE reflejaban la desconfianza que generaba en los ciudadanos la política antiterrorista — supongo que puedo denominarla así— que ZP capitaneó. Sólo existe una forma rápida de cambiar dicha impresión: mostrarse como una víctima para rebañar la escudilla de los votos. No olviden que vincular a ETA con el 11-M beneficiaba al PP, entonces ¿por qué ahora las cosas deben ser diferentes? ¡Qué incómodo es tener memoria, meine Damen und Herren!, en ocasiones preferiría ser amnésico; viviría más tranquilo.
Supongo que durante los próximos días escucharán esa frase tan manida: «vamos a derrotar a ETA»; y estoy convencido de ello, pero no será con ZP, él es uno de los jardineros que poda el nogal: algunas ramas le molestan.

Foto: El podador.

BÜCHERVERBRENNUNG

MEME: La palabra meme no está en el Diccionario.

El 10 de mayo de 1933, en la Opernplatz berlinesa, la multitud quemó miles de libros cuyos autores eran judíos, homosexuales o considerados antigermanos o degenerados. Bibliotecas públicas y privadas fueron esquilmadas para alimentar la pira que ardió durante horas en el centro de la plaza. En ocasiones paso por ése lugar— ahora denominado Bebelplatz y que se encuentra cerca de Unter den Linden—, y a pesar de que el viento de la historia ha dispersado el humo y las cenizas, no me resulta difícil sentir el calor del papel, escuchar el crepitar de las llamas y observar los saltos caprichosos de las pavesas.
Dhavar me ha pasado un meme en el que debo indicar los libros que yo quemaría. No se preocupen, meine Damen und Herren, yo no soy de esos que sienten el peso de la historia y cumplen durante toda su vida una condena ajena. Sin embargo, considero que quemar un libro es algo…cómo decirlo…cruel— sí, ésa es la expresión— ya que la responsabilidad debe recaer sobre el autor: él debe arder en la hoguera. Antes de que nos traslademos a la Opernplatz de la blogosfera para repetir la Bücherverbrennung, me gustaría hacer alguna puntualización que enlaza con mi escrito de ayer. Muchos de los considerados «grandes autores españoles», y por ende «intelectuales», son un auténtico timo literario, que en cualquier otro país no pasarían de ganar el premio de redacción de una escuela nocturna de adultos. La tan cacareada Transición fue un coladero para qué individuos de magro talento se encumbrarán a las cimas de la cultura española sin tener mérito alguno para ello. No obstante es lógico, estimados parroquianos, porque el sectarismo carpetovetónico ha ejercido una fuerza centrífuga que condenó al olvido a hombres de reconocida valía intelectual: «Josep Pla era un fatxe y un botifler»; «Ridruejo un falangista de mierda»; «Marañón un rojo aunque anticomunista»; «Ortega un republicano arrepentido; pero republicano». Además, y en un rasgo de mezquindad, se atacó a la obra para desprestigiar al autor; cuando son— y así debe ser— terrenos diferentes, aunque en ocasiones colindantes. Semejante dislate provocó un vacío cultural en la España post-franquista y una discontinuidad en el acervo, que hubo de llenarse con lo primero que se encontró; huelga decir que en el vertedero donde se agazapan los mediocres a la espera de la época de incertidumbre que sirve para medrar. Asimismo, también quiero señalar que el fuego no tiene, al menos en el tema que nos ocupa, connotaciones destructivas sino purificadoras. Sea como sea, ha llegado el momento de encender la pira.

Lucía Echeverría: Una escritora sólo apta para leer en el metro mientras se descabeza una siesta. Crea unos personajes de una simpleza que los inhabilita hasta para un cuento infantil. Novelas tópicas, desenlaces previsibles y la incoherencia por libro de estilo. Sus novelas pueden permanecer junto al inodoro, pero no para leerlas. Su virtud es el manejo de la fotocopiadora.

Almudena Grandes: Una mujer que no ha comprendido que escribir novelas es algo más que contar cosas. Demuestra una prosa pedestre, un costumbrismo obsoleto que provoca un pungente olor a migas con tocino y ajo al abrir una de sus novelas, adolece de falta de recursos expresivos, y hasta incluye laísmos en su prosa; sin duda alguna para dar credibilidad: nunca pensaremos que son errores.

Rosa Regás: Confunde la escritura con hacer el ridículo, Frau Regás es a la literatura lo que los hermanos Calatrava a la Filosofía. Demuestra un léxico misérrimo y desconocimiento de su propio idioma (me refiero al castellano); tan es así, que pensé que la amanuense escribía en esperanto.

Javier Marías: Es el escritor de cabecera de cualquier analfabeto y la demostración de que el talento no se hereda. Torpe con los adjetivos y pobre en sus ideas, su obra semeja un amasijo de divagaciones indigestas en el que las generalizaciones majaderas rezuman por todas las páginas. Sus pestiños literarios deben afrontarse junto a una buena provisión de Alka Seltzer.

He condenado a las llamas de la crítica sólo a los escritores españoles cuyas obras tuve la desgracia de leer. De todas formas, meine Damen und Herren, comprobar la combustión de un libro tiene mala fama; de ahí que yo opte por la venta a las librerías de lance. No sé, me siento incómodo al contemplar los rescoldos. Quizá sea al recordar las palabras de Heinrich Heine: «Dort, wo man Bücher verbrennt, verbrennt man am Ende auch Menschen. (Allí donde queman libros, finalmente también se queman personas)». Lo hecho, hecho está, queridos lectores; y nos consolaremos con la frase que pronunció Sigmund Freud cuando se enteró de que sus libros habían ardido: «Welch Fortschritte hat die Menschheit gemacht: Im Mittelalter hätten sie mich verbrannt. (Cómo ha avanzado la humanidad: en la Edad Media me hubieran quemado a mí)».
Ha sido la constatación: soy un hombre del medievo.

APOSTILLA: Traspaso el meme a Espantapájaros y Violeta. ¡Que Dios reparta suerte y a mí me lo perdone!

Foto: ¡Ahí van cuatro de Suso!

Donnerstag, März 06, 2008

DE INTELECTUALES

IRIDISCENTE: 2. adj. Que brilla o produce destellos.

Yo nunca enfoco la vida como un juego de ganadores y perdedores, meine Damen und Herren, porque en ése juego la particularidad no es ganar o perder, sino jugar. Además, creo que cuando llegue el momento de «la gran cita», y no me refiero a las urnas, lo importante será comprobar si sólo hemos recogido detalles o lo primordial: la esencia. Sin embargo, nosotros no podemos averiguarlo, los encargados de hacerlo son otras personas: las que se quedan; ya que sólo ellas pueden valorar si a lo largo de nuestro devenir hemos hecho algo más que arrastrarnos por el mundo. Ya saben que yo soy un ignorante, estimados parroquianos, por ése motivo sé que no se sorprenderán cuando reconozca que nunca entendí el significado de la palabra «madurar»; aplicada a una persona, en las frutas no me costó comprenderlo. ¿En qué maduramos?, ¿en las ideas, las percepciones, el carácter? No sé, me temo que la palabra equivale a tener más recuerdos que ilusiones: no me seduce.
José Luis Rodríguez, El Puma, creo que es un melón inmaduro e insípido; alcanza la categoría de pepino. Continúo leyendo las declaraciones del gran estadista y sus colosales proyectos de futuro, observo las reacciones de aquellos que le apuntalan, y la fingida alegría que demuestran; pero mi percepción es otra: creer a ZP es una cuestión de fe, y en ocasiones un milagro. Creo que todos ellos se mueven al son de un extraño tamtan mientras observan al posturista de billar o torero de salón que es ZP. Muchos se ilusionaron para después comprender que los tontos son como siempre nos enseñaron: determinadas cosas nunca cambian. Con todo y con eso persisten en su apoyo, y lo hacen revestidos con el manto de la cultura y la intelectualidad. ¡Qué palabras más desprestigiadas!
Contemplar el patetismo de un político siempre es triste, pero más pena me causa observar el de un artista o el de alguien que alguna vez fue algo. Quizá es que alguno de esos «intelectuales» más que madurar se ha podrido; fétido, muy fétido, queridos lectores. Supongo que todo obedece al afán de forjar una cadena proclive, porque ésta no tiene alma al estar formada de eslabones que con la misma rapidez se desprenden. ¡Vanidad de vanidades!, incluso en la putrefacción.
De todas formas hemos de ser comprensivos, meine Damen und Herren, ¿quién no aplaudiría ante la grandilocuencia y el rostro iridiscente de El Puma? A ellos, sin embargo, no les importa que la pose existencial de ZP sea la de un embustero, frívolo e incapaz. Posiblemente se deba a que saben que ZP es el monarca de la imbecilidad, y ellos, pobres plebeyos, aspiran a conseguir un título nobiliario: marqués de la bobada; duque de la idiocia; barón de la gansada; etc.
Al contemplar semejantes espectáculos me veo envuelto en una orgía de carcajadas y entiendo el porqué actúan así: lo importante es etiquetar a las personas porque después se ayudarán entre ellos, y cuando el talento ya no dé más de sí, buscarán una apoyadura (en algún caso con «ll») para continuar con el momio de la intelectualidad y la cultura.
Piensen que provengo de un país frío, con inviernos rigurosos y un Sol tacaño a la hora de mostrar sus beneficios, donde los intelectuales —los de verdad, no esa pamema que siempre está dispuesta a disfrutar de la cercanía al poder— pagaron con sus vidas la disidencia y la oposición. Es imposible leer un libro de determinados autores sin comprender que nuestras manos sujetan algo más que páginas impresas y una tapa dura. Pero así es el juego, meine Damen und Herren: unos viven de los detalles mientras otros conservan la esencia; y algo mejor: nos la dejaron.

Foto: Sólo así soporto su iridiscencia.

Dienstag, März 04, 2008

LIBROS BLANCOS


BLANCO: 9. adj. germ. Se decía del jugador que por su candidez e impericia se le despojaba fácilmente de su dinero mediante trampas. Era u. t. c. s.

Ayer, nada más comenzar el debate, el corazón me dio un vuelco, meine Damen und Herren; lo cierto es que tuve miedo, un pánico cerval que contrajo mis pupilas, erizó mi vello y heló mi sangre. Después, reconfortado con un sorbo de Jack Daniel’s, entendí que no era para tanto y logré recomponer mis ideas. El motivo de mi desasosiego temporal fue uno: ¡el libro blanco de ZP! Al principio no escuché bien lo que José Luis Rodríguez, El Puma, había dicho: «traigo un libro blanco» o «traigo un libro de Blanco». Ambas opciones, sin embargo, tienen su razón de ser. «Un libro blanco» es la descripción perfecta para denominar la legislatura y capacidad de ZP: nada de nada. De igual manera, «un libro de Blanco» demostraría que el rucio gallego ha logrado realizar su primera incursión— en realidad sería una excursión— en el mundillo literario, y que ZP, ávido lector como todos sabemos, había encontrado un nuevo autor de cabecera. Ambas opciones me resultaron grotescas. La prosodia de El Puma nos demuestra algo: no domina las preposiciones— tampoco las proposiciones, ya que siempre las realiza a la persona equivocada— o las ignora. Asimismo, depositar sobre la mesa un libro como garante de la sinceridad de alguien es equivocado, ya que todos sabemos que los escritores, al igual que ZP, se nutren de mentiras que adornan con despojos de su alma. No obstante, consideraremos el gesto del insigne estadista como un apoyo firme a la literatura.
En debate en sí fue aburrido, estimados parroquianos. Con todo y con eso, ZP logró tranquilizarme, porque ahora sabemos que él solventará todos los problemas de España. El inconveniente es que será en el año 2020; pero no se impacienten, queridos lectores: ZP es un hombre pausado y necesita tiempo; confíen en él, tiene imaginación. Tan es así, que los parados de la construcción se dedicarán a la investigación de las células madres. ¡Qué afortunados son los españoles!, dispondrán de millones de albañiles y peones que en lugar de hablar de cemento, ladrillos y plomadas, dominarán las células hematopoyéticas o mesenquimales. Una propuesta muy sensata; debemos reconocerlo.
Su insistencia sobre la guerra de Irak estuvo mal enfocada, ZP debería ir más allá: enviar un nuevo contingente de soldados españoles y después de tres días volver a retirarlo; éso sería lo adecuado, ya puestos, mejor hacerlo a lo grande. El Puma, con sus mentiras y embustes, pretende llegar más lejos que Jack London, y nosotros, al igual que el escritor estadounidense, sentimos la llamada de esos territorios inhóspitos y desangelados, donde nada es lo que parece y ZP encuentra las palabras tan bellas que las reinventa.¡Qué portento!
Sus planes para el suministro de agua también me sosegaron, ya que yo me había hecho la idea de que debería prescindir del hielo en mi gin-tónic, me alegré al entender que no sería así.
Lo cierto es que el debate que presencié me pareció una repetición a cámara lenta de las mejores jugadas del anterior encuentro: una moviola política. Pocas propuestas, choque de personalidades, ninguna sensatez, repetición de reproches, frivolidad del bombero torero de la Moncloa y la demostración de que ZP todavía no ha comprendido que la política no es el arte de engañar, sino de saber; y me temo que él carece del nivel intelectual necesario. Es lo que hay, meine Damen und Herren: malo, escaso y caro. El Puma, mediante sus mentiras, intenta establecer un pacto con las masas, y éstas, ya lo sabemos, prefieren utilizar la cabeza—siempre para embestir— y no el cerebro. La despedida de ZP, sonrisa alelada incluida, semejó el último rayo del Sol reflejado sobre el agua de un arroyo cristalino: brillos efímeros.
No pude evitar clavar mis ojos a lo largo del debate sobre el testigo mudo: el libro blanco. No hay nada más triste que un libro sin título y un político sin credibilidad; intentaré solventarlo: Los goces inmensos. En cuanto a la credibilidad…me temo que es algo más complicado, meine Damen und Herren, es la de un blanco.

Foto: Prohibido orinar sobre el debate.

Sonntag, März 02, 2008

COMME D'HABITUDE



NEGRERO: 1. adj. Dedicado a la trata de negros. Apl. a pers., u. t. c. s.

Aunque las guerras finalizan sus consecuencias perduran; en algún caso a lo largo de los siglos: ayer fui testigo de ello. En vista de que mi cerveza favorita— LöwenWeisse (cerveza de trigo elaborada por Löwenbräu)— estaba rebajada de precio, decidí ir al supermercado para comprar una caja. En la cola, a la hora de pagar, me precedían dos mujeres cuyo físico e idioma me indicaron que eran serbias. La cajera, al escucharlas, torció el gesto: es croata. La compra que ellas realizaron era escasa, seis o siete artículos a lo sumo; ahora bien, la habían repartido entre las dos. El pitido del lector óptico estaba aderezado con murmullos de la dependienta y comentarios en voz queda de las clientas. Cuando en la pantalla de la caja apareció el importe, la primera mujer extrajo del bolsillo un pañuelo mugriento que envolvía monedas de bajo importe y lo puso sobre el mostrador para que la cajera cogiera el dinero. Los susurros dieron paso a un lenguaje bronco, que aumentó de volumen cuando la segunda mujer actuó de la misma manera. Al llegar mi turno, observé que el importe no era el correcto y se lo indiqué a la croata. Su reacción fue previsible: quiso pagar conmigo historias que me resultaban ajenas. «Emigrantes», pensé para mí; pero… ¿qué podía hacer yo, meine Damen und Herren? Sólo reclamé, y fui abroncado en mi país por alguien que ni siquiera hablaba mi idioma correctamente.
José Luis Rodríguez, El Puma, guarda una similitud con mi cerveza: anuncia rebajas pero en realidad el precio es alto; sobre todo en temas relacionados con la inmigración: si alguien intenta obtener un rédito electoral de esos miles de desdichados que buscan un porvenir mejor es él. Sí, estimados parroquianos, ZP es un negrero del siglo XXI en versión metrosexual; versión barata lógicamente. Ahora ya no se trata de algodón o ingenios azucareros, no; es algo peor: desgraciados que sirven de abono para que la imagen del humanista fructifique en el barbecho. Al Puma le resulta indiferente que las doradas del banco sahariano luzcan unas formas rollizas y un nadar ahorrativo, lo importante es «enviar un saludo a todos los inmigrantes que me estarán viendo»; y después, comme d’habitude, acusar de racistas y xenófobos a los que no comulgan con sus postulados de «bobo con el paso cambiado». Supongo que ésos epítetos también afectan a Brown, Sarkozy, Merkel y otros políticos europeos que sí tienen la valentía para acometer un problema que afecta a toda Europa, y a España de manera especial. No debemos sorprendernos, meine Damen und Herren, porque ZP es un artista plástico mostrenco, y éstos siempre necesitan el complemento de la palabra para ocultar su impostura. A él le resulta indiferente que sus soflamas del «aquí caben todos» ocasionen miles de muertos, incrementen el número de prostitutas baratas y llenen las cárceles españolas; ya que lo importante es reforzar los cimientos podridos del justiciero moderno. Entiendo, sin embargo, que ZP es un sujeto de una extraña ingeniería emocional que le impele a lo de siempre: «el vale todo»; pero revestido de tolerancia, bondad, solidaridad y alianzas chifladas, comme d’habitude.
Defender una inmigración descontrolada es patrimonio de imbéciles, o de sinvergüenzas: en ambas categorías encaja nuestro querido Puma, comme d’habitude.
No señalaré estadísticas ni datos abstractos porque la mejor estadística y concreción se encuentra en la calle y en el sentido común. ZP explica muchas mentiras sobre los inmigrantes, pero…¿qué sabrá él?, un pobre hombre que emigra a diario de un embuste a otro.
Mientras que Europa afronta una crisis con medidas sensatas y también sociales para salvaguardar el futuro de aquellos que de verdad quieren labrarse un porvenir, ZP moja el dedo y lo levanta al viento; pero no lo hace para averiguar si los cayucos o pateras tendrán brisa favorable, sino para comprobar si los resultados electorales acompañan a su demagogia de paleto revenido: se comporta como un negrero, comme d’habitude.
La inexistente política inmigratoria de ZP ha creado un cementerio sin cruces o lápidas, pero igualmente triste y lóbrego. Muertos de nadie, sin mortaja y olvidados— o algo peor: convertidos en una estadística silenciada—, que dieron crédito al «aquí caben todos». Su final no fue feliz, fue de esos que simplemente se acaba; como le ocurrirá al Puma, un terrateniente que necesita esclavos para recoger la cosecha de votos, comme d’habitude.

APOSTILLA: No quise replicar a la cajera croata, existía otra alternativa: abrí el monedero y un montón de calderilla me lanzó un guiño cobrizo.
Foto: Marchad en paz, hermanos.