Sonntag, März 16, 2008

SALZBURGO

MINISTRABLE: 1. adj. Que tiene posibilidades de ser ministro de un departamento. U. t. c. s.

Salzburgo nunca ha sido una ciudad de mi agrado, meine Damen und Herren; es más: la detesto. Quizá sea por el ambiente opresivo que transmite, la austeridad de su arquitectura, la arrogancia de sus pobladores o las avalanchas de japoneses que ocupan sus calles a la búsqueda de cualquier retazo de Mozart: todavía no se han enterado de su muerte y deberán conformarse con los bombones empalagosos que llevan el nombre del músico. ¡Qué triste, estimados parroquianos, la genialidad reducida a una bola de chocolate! De todas formas no debemos ofendernos porque ése es un síntoma de nuestra época: la reducción, aunque en ocasiones traspasa la frontera y se convierte en sucedáneo.
Podemos encontrar un ejemplo de lo anterior en nuestro querido Pepiño Blanco, el Ceñudo, cuya inteligencia fue reducida con la crueldad de un jíbaro. Sólo así podemos entender que semejante individuo se considere ministrable, aunque él oculte su arrogancia y pretensiones detrás de su mirada porcina y entone la cantata de la falsa modestia o ejercite la política limosna. Durante estos días en Salzburgo he reflexionado sobre él, y posiblemente me esté precipitando en mis conclusiones; conviene glosar sus virtudes por si mi juicio fuera temerario.
La cultura del Ceñudo no puede ahogarse como una piedra en el río, ¡no!; más bien al contrario: flota con un peripatetismo feroz. Sus palabras, que son un compendio de estética, razón y equilibrio, nos muestran una inteligencia fragmentaria, deshilachada y llena de moratones, y que su propietario posee una visión propia del mundo. Yo siempre le escucho con alegría, meine Damen und Herren, aunque sin esfuerzo. Asimismo, a través de los escritos del blo heterodoso, se erige en un articulista de la idiotez; pero sin embargo actúa como un poeta: se guarda alguna estupidez para escribirla más adelante y convertir la majadería en vida. Con todo y con eso, es mediante su imbecilidad polifónica— podemos denominarla prosodia— que nos transmite las mejores tonterías del siglo XXI y de la degeneración de la política. Yo le agradezco semejante ejercicio de sinceridad, queridos lectores, porque Pepiño nos demuestra que la idiotez humana puede superarse hasta convertirse en divina. De igual manera, el Ceñudo es la constatación de que el tonto es una obra maestra, es un milagro capaz de conseguir que miles le escuchen.
Yo comprendo las pretensiones del Ceñudo, porque él se encuentra nel mezzo del camin y ansía redondear la fulgurante carrera del mediocre incapaz; de ahí que esté dispuesto para abandonar la política y quiera abrazar el espectáculo: ¡El actor ha muerto, viva el dramaturgo!
Al releer lo escrito, creo que me precipité: Pepiño debe ocupar una cartera ministerial, la vulgaridad que ZP ha impuesto en la política española es el abono perfecto para que sujetos como Pepiño florezcan. No me resulta difícil imaginar las conversaciones que ambos estadistas mantendrían: una mezcla exótica de oídos necios y palabras sordas.
Meine Damen und Herren, Pepiño debe ser ministro, y además de una cartera importante: Economía, Justicia o Interior. ¿Se imaginan el estímulo que supondría para los millones de bobos que habitan el planeta? No obstante no deben preocuparse por mi atrevimiento, estimados parroquianos, porque el conocimiento, con el paso del tiempo, se convierte en sabiduría, y a pesar de que Pepiño tiene el reloj averiado, no les defraudará. Sin embargo me gustaría pedirle que no abandone su blo heterodoso, ya que es una tierra sagrada donde cualquier memo encontrará refugio.
El Ceñudo se ha convertido en un habitante de mi memoria y siempre le recordaré por una sencilla razón: no fui capaz de entenderle. A lo mejor me ocurre lo mismo con Salzburgo, prometo meditarlo.

Foto: Nativo de Salzburgo con el aura de Mozart.

22 Comments:

Anonymous Anonym said...

Fomento.

11:24 PM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

H:

¿Fomento?, será Fomento de la Imbecilidad.
Saludos.

12:24 AM  
Anonymous Anonym said...

Es imaginarme a Pepino Blando de ministro y no paro de reírme, así, todo en uno.

5:04 AM  
Blogger Samuel J. said...

Yo creo que teniendo en cuenta su mente preclara y amplísimos conocimientos debería quedarse con la cartera de Educación. Los estudiantes necesitan un modelo admirable, ilustrado e inteligente al que poder imitar. Hay que poner freno a las subversivas ansias de aprender que han infectado las aulas en los últimos años a consecuencia de la escasa propaganda partidista en los pupitres y la insana libertad de acción de la que gozan los niños del PP.

Además, habría que crear un Ministerio de Propaganda que atizase día y noche a los ciudadanos con mensajes publicitarios, subliminales o explícitos, de modo que queden tan hipnotizados que ya sólo puedan votar al PSOE. Lo ideal sería que lo encabezase Blanco, aunque seguro que hay algún otro en el PSOE con sus mismas luces.

Y también haría falta, para mayor gloria del régimen, un Ministerio de la Ética; un puesto notable para hombres de experiencia, de carácter vitalicio, donde Rubalcaba iría que ni pintado.

Un saludo.

12:02 PM  
Blogger AlejandroAlmau said...

El Eclesiastés dice: "El número de tontos es infinito"

Pero lo cierto es que el bueno de Pepiño sobrepasa los límites de la estulticia que se le presupone incluso a un lider socialista en estos tiempos.

1:06 PM  
Blogger El Espantapájaros said...

Sí, el Ministerio de Propaganda y de la Verdad, de nueva creación, le vendría como un guante a nuestro querido Blanco. No obstante, antes debería aprender a manejarse mejor con las papeletas del Congreso y del Senado, si es que el pobre sabe distinguir las dos Cámaras.

Y es que lo dice Samuel no es descabellado. Junto con rimbombantes leyes de cartón, la gran estrategia de Zapatero estriba en crear también ministerios de cartón. Tiene la creencia de que todo se soluciona con gestiones de ese tipo: varitas mágicas y quedar bien. Es preocupante y muy grave. Al parecer, Zapatero quiere crear un ministerio "ad hoc" para su amigo y secuaz Sebastián, el gran fracasado de las municipales en Madrid, y eso es una decisión muy dañosa en general: más gastos inútiles, más políticas que no van a ningún lado, más sueldos abultados y reformas de pisos oficiales, más absurda propaganda institucional; en suma, un nuevo Ministerio de la Vivienda. Ya vamos a empezar a comprender el "aún queda mucho por hacer" de los lemas socialistas.

8:55 PM  
Blogger Violeta said...

Nicholas, ¿qué te "gusta" más: Salzburgo o Pepiño?

Hay un factor común entre los ricos souvenirs y el ministrable: "la genialidad está hecha una bola"... jejejeje

Feliz semana!!!! Bss

11:55 AM  
Anonymous Anonym said...

El desdén, la prepotencia, el creerse superior al otro y la mofa son adjetivos que creo que abundan en exceso en esta última publicación, en detrimiento de una crítica a sus políticas o ideas.
Mucho me temo que andamos flojos de recuerrencias y temáticas cuando se ataca al eslabón débil del PSOE.
A ver cuando hacemos astillas del árbol caído de Zaplana o Acebes, el dúo humorístico por excelencia del PP.
¿Si Blanco no es elegido ministro, rectificarás?

12:07 PM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

CERRAJERO DE GUARDIA:

Es lo único que puede hacerse: reír. A mí me gustaría, amo de las ganzúas, sería algo impagable ver a nuestro querido Pepiño con su maleta negra, sentado en los bancos azules y proporcionando unas explicaciones que él mismo no entendería. Abogo por él.
Saludos.

5:09 PM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

SAMUEL:

¡Buena idea, Sr.director!: ¡Ministro de Educación y Ciencia! Sin embargo, mezclar palabras como «educación» y «cultura» con Pepiño resulta algo…cómo decirlo…bizarro. En realidad ZP debería crear un ministerio nuevo para Herr Blanco: Ministerio de Tunas. No se sorprenda, no; es más: Pepiño debería comparecer siempre en el atril del congreso con el porte indumentario acorde a un tuno. Ahora bien, la pandereta podría dejarla sobre el escaño. ¡Qué escena más tierna! Sin embargo, en el extraño mundo en el que moran los pensamientos del gran estadista, que un sujeto como Pepiño alcanzase el grado de ministro no es algo descabellado. Encuentro acertada su propuesta de creación de un ministerio de Propaganda. Sin grandes esfuerzos puedo imaginarme la inauguración de la cátedra Joseph Goebbels.
¡Qué le vamos a hacer!, son tiempos en los que la gente traga con todo, será una cuestión de paladar.
Saludos.

5:10 PM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

ALEJANDROALMAU:

Desconocía la cita del Eclesiastés, que en realidad me ha parecido una profecía. Una de las cualidades que me agrada de Pepiño es la ausencia de sentido del ridículo. Creo que en la vida es conveniente conocer las propias limitaciones, y Pepiño o desconoce las suyas o le resulta indiferente y sólo pretende morder su trozo de carne. Al margen de discrepancias o afinidades políticas, Pepiño realiza bien su trabajo actual, entonces…¿por qué cambiar? Me gustaría que fuera ministro ya que nosotros pasaríamos de observar su idiotez en una televisión a verla en Cinemascope y con sonido Sensorround. Yo ya he reservado un abono para todas las sesiones, no me lo perdería.
Saludos.

5:12 PM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

ESPANTAPÁJAROS:

Pero ¿tú crees que ese hombre entiende algo? Supongo que todo lo que exceda del partido y de las instrucciones que le imparte el amo queda muy lejos de la comprensión del perruno. Añadiría algo más a lo que tú denominas leyes de cartón, y lo completaría con la palabra «piedra»: leyes de cartón-piedra, porque éso reflejaría a la perfección la estrategia de ZP: crear un decorado cinematográfico para que la gente crea que vive en un mundo perfecto. Creo que debería actuarse de otra manera, y lo escribo pensando en el bolsillo de los españoles. Sería mejor dar un montón de dinero a los que ZP quiere recolocar y olvidarse de montar el decorado: saldría más barato. Las dimensiones que adquirió la administración española provocan que cada ayuda que se concede al ciudadano tenga el doble de coste para la administración. De seguir así, vais a dejar a Italia como un ejemplo de optimización de recursos administrativos. Seguro que ZP considera que éso forma parte del sorpasso español, de él me lo creo todo.
Saludos.

5:15 PM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

VIOLETA:

¡Me quedo con Salzburgo!, por lo menos la gastronomía es magnífica. Lo que tú insinúas de Pepiño es algo que me maravilla de los políticos socialistas que llegan al Gobierno o logran encumbrarse a puestos importantes: en un cuatrienio se ponen orondos. Ahora bien, en ZP ha ocurrido otra cosa: bolsas bajo los ojos. De seguir así, deberá someterse a una blefaroplastia antes de las próximas elecciones: todo sea por el mantenimiento del decorado.
También te deseo una feliz semana.
Besos, bella flor.

5:16 PM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

FRANZ:

Me temo que te equivocas, querido amigo, y no lo digo porque «desdén», «prepotencia» y «mofa» sean sustantivos. Me gustaría criticar las ideas de Pepiño, pero antes de hacerlo debería producirse un milagro: que él tuviera alguna. Hasta la fecha, nuestro querido Pepiño se ha limitado a la descalificación sistemática del PP; es decir: se ha comportado como el perro guardián de ZP, que sólo ladra cuando el amo lo indica. Por ello me gustaría, y soy sincero, que Pepiño tuviera su ministerio, ya que entonces podríamos vislumbrar algo de la inteligencia contenida que alberga su cabeza. De todas formas, Fran, creo que de una manera implícita reconoces la incapacidad de Pepiño, de ahí que le califiques como «eslabón débil del PSOE». En fin, tú sabrás, pero no debes olvidar que se trata del secretario de organización del partido.
Respecto a Zaplana y Aceves eres tú el que puede hacer todas las astillas que consideres oportunas, yo tengo un cariño especial por ZP y la miríada de inútiles que le rodea: es algo fantástico, créeme; es un destilado de ineptitud sólo apto para paladares no muy exigentes, para auténticos coinesseurs de la idiocia.
No entiendo qué debería rectificar. Pepiño ansía ser ministro, aunque lo disimula porque sabe que el triunfo de los socialistas catalanes obligará a que ZP les tenga presentes a la hora del reparto, y si él manifestase abiertamente sus ganas de ocupar un sillón azúl, sufriría un menoscabo de su imagen en el partido si el gran estadista prescinde de sus acrisoladas virtudes; por ello ha optado por pedir entre bambalinas. Asimismo, el dislate ministerial que supuso la primera legislatura de ZP le obligará a ser más cuidadoso a la hora de nombrar nuevos cargos. Ahora bien, si lo que pretendes es que rectifique la opinión que tengo formada sobre Pepiño…
Saludos.

5:20 PM  
Anonymous Anonym said...

Yo me uno con entusiasmo a la candidatura de Pepiño como ministro de educación. Además me permito proponer a Zerolo como ministro de la familia y a Montilla, después de haber entregado la Gene a Ciu, como ministro de hacienda.

5:27 PM  
Anonymous Anonym said...

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11:43 PM  
Blogger Claudio said...

Salzburg...war aber die Stadt von Stefan Zweig. Die Welt von Gestern: du must dieses Buch lesen. Da wirst du sehen, was Salzburg für Zweig war.

Frohe Ostern

1:45 AM  
Blogger Caco said...

Donde daría mucho juego es en el que quieren crear para Sebastían. Tecnológico con algo de científico. No pararía de llorar de risa con sus expresiones.
Como dijo Santiago Amón: "En España es que no cabe ni un tonto más". Si un mediocre que lleva cobrando del partido desde los 26b años como ZP ha llegado a presidente... hay estímulos para tres constelaciones de memos. Sin contar con casos especialmente sangrantes como Moratinos en Exteriores, Maleni en fomento...
En Salzburgo estuvieron a punto de ejecutarme públicamente por tirar una colilla a suelo en el bar del hotel. La cosa es que no había ceniceros, olvidaron ponerlos otra vez después de limpiarlos.... mejor ni lo cuento... Odio Salzburgo

6:37 AM  
Blogger Caco said...

Nicholas: olvidé decirte que tienes un premio en mi blog

www.cacoreguera-blog.blogspot.com/

10:46 PM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

SINBLANCAPORELMUNDO:

¡Menuda tríada has mencionado! Montilla al frente del ministerio de Hacienda sería algo increíble ya que el honorable posee un particular sentido del dinero público.

2:27 AM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

CLAUDIO:

Das Ende von Stefan Zweig war eine Tragödie.Obwohl er in Salzburg einen Großteil seines Werkes verfasste, hat man den Schriftsteller dort vergessen und es ist schwierig, in Salzburg Spuren seines mehrjährigen Aufenthalts zu finden. Ich bin davon überzeugt, das Zweig’s Salzburg nichts mehr mit der heutigen Stadt gemein hat, er könnte dort nicht mehr schreiben. Mozart, Touristen und Festspiele, aber niemand erinnert sich mehr daran, daß damals die kulturelle und intellektuelle Elite seiner Zeit nach Salzburg reiste, nur um ihn zu treffen.Meine Eltern leben am Ufer der Salzach, deshalb reise ich manchmal dorthin.
Der Osterhase war sehr spendabel und hat mir viele Ostereier gebracht, ich habe sie außerdem alle gefunden.
Liebe Grüße.

2:30 AM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

CACO:

Siempre deben pagarse los servicios prestados, sea mediante mamandurria, sinecura o cualquier otra bagatela que a ZP se le ocurra. Los españoles son poco exigentes con sus políticos y esas cuestiones las aceptan como el pan nuestro de cada día. Estoy convencido de que si alguno de los ministros que mencionas repitiera legislatura nadie diría nada.
Supongo que la condición de turista te libró del patíbulo, pero no tientes a la suerte de nuevo: los ángeles de la guarda también hacen vacaciones. De todas formas, y sin que me erija en abogado defensor, piensa que las avalanchas de turistas son insufribles. Con todo y con eso, el servicio es correcto y la gente educada.
Gracias por el premio, Caco, y por las palabras que me dedicas en tu blog. Saludos.

2:32 AM  

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