Mittwoch, Juli 30, 2008

SEMOVIENTES.

SEMOVIENTE: 2. m. Animal de granja. Entre los semovientes, había mulas, vacas y ovejas.

Hace ya tiempo que una duda— diría que existencial— me atormenta: ¿Qué testículo me pesa más: el izquierdo o el derecho? Ustedes ya saben que la reflexión necesita dos elementos: soledad y tiempo. Del primero tuve que prescindir porque un amigo español vino a visitarme, pero el segundo decidí robárselo a mi trabajo y me dediqué a resolver la cuestión. Para que ustedes me entiendan y en román paladino: me he tocado los huevos durante cuatro días, meine Damen und Herren. La incertidumbre, sin embargo, persiste; algo que me obliga a realizar otro intento en el futuro. Ayer, en vista de que el clima acompañaba y nuestros recuerdos borboteaban, decidimos pasar el día en el Spreewald, una zona boscosa en el sur de Berlín y atravesada por canales navegables; algo así como una Venecia entre el verdor. Para asegurar nuestro disfrute preparamos una cesta de picnic (incluía tres botellas de Viña Esmeralda, un vino que me encanta), descapotamos el coche y recopilamos la prensa del día. La hora escasa de trayecto estuvo aderezada con los comentarios de mi amigo sobre la situación española. Debo reconocerles que mantuve una distraída concentración a las explicaciones, estimados parroquianos, porque mi atención estaba centrada en el retrovisor izquierdo de mi coche. Él se percató del detalle y quiso saber el motivo, y yo, atrincherado detrás de mis Wayfarer, se lo proporcioné: «No quiero perderme el momento en el que España adelante por la izquierda a Alemania; por cierto: ¿falta mucho para eso?». Un lacónico «eres un marica» fue todo la argumentación que mi amigo pudo proporcionar.
Ya que escribo sobre hombres sin argumentos, no puedo dejar de referirme a nuestro querido y siempre admirado José Luis Rodríguez, el Puma. Sí, meine Damen und Herren, ése hombre que todavía no ha entendido la diferencia entre «ser» y «parecer»; quizá con un ejemplo lo entendería: No es lo mismo ser tonto que parecerlo. Me temo que ambos verbos confluyen en él; nunca le podremos acusar de malicia. No obstante, reconozco que el Puma es un individuo coherente con sus ideas, en concreto las referidas al ahorro energético, porque sólo así podemos entender que haya decidido rodearse de gente con tan «pocas luces»; algunos de los cuales, además, tienen el intelecto iluminado por bombillas de bajo consumo.
Uno de los últimos ejemplos nos lo proporcionó el inefable Miguel Sebastián, el Huelebraguetas. ¡Qué portento, queridos lectores, hasta siento envidia! Si Herr Sebastián se muestra tan aplicado en otras cuestiones como a la hora de parir proyectos de ahorro energético, supongo que en su espalda— en la zona lumbar en concreto— se habrá tatuado una flecha que apunta a su tafanario y corona el siguiente lema: «Hoyo 19. Hazme un doble bogey». Recónditas profundidades son ésas, meine Damen und Herren. Aun así, Herr Sebastián es un hombre temerario, valiente, y el hecho de prescindir de la corbata nos indica que están ustedes ante un sujeto que dejaría como cobardes a los defensores de Numancia, Zaragoza, Gerona y el Alcázar de Toledo: ¡loa al Siete Machos!
Con todo y con eso, las ideas del Huelebraguetas son una demostración de la calidad que rodea al Puma: híbridos, bajo consumo y pocas luces; semovientes en definitiva. De seguir por ese camino, me temo que ustedes redescubrirán el gasógeno, los placeres de un viaje colectivo en un coche de caballos o gozarán de «un recorrido por España a lomos de un pollino» (así se describirán las legislaturas de ZP). Resulta grotesca y contradictoria la trayectoria de los ministros de ZP, que no oculta su naturaleza vacua y monda tras el maquillaje de lo moderno y necesario, sino que la acentúa. Del mismo modo, a esa caseta de feria denominada Gobierno de España se le funden las bombillas: Solbes sigue tuerto; Chacón todavía sufre contracciones uterinas; De la Vega ha descubierto que los baños en salmuera retardan la putrefacción; Bernat Soria ha ocupado el puesto de Joan Clos en el respirador asistido; Bermejo deambula de un lado al otro de la jaula y hace sus monerías, aunque menos; Moratinos le cogió el gusto a intervenir de extra en las películas; Bibiana Aído renovó el contrato con la ETT; Molina escribe su siguiente novela; Elena Espinosa nos enseña mediante su cara los peligros de una picadura de medusa; Celestino Corbacho ejerce su papel de vecino simpático de barriada que siempre invita a un carajillo; Magdalena Álvarez nos descubre la polivalencia del castellano; y el resto…pues…mira el hoyo 19 de Sebastián por si algo aparece por él. De todas formas es un Gobierno a la medida de ZP, un individuo que se empecina en navegar sobre el magma de la incapacidad; en realidad es el relato de un superviviente, meine Damen und Herren. De cualquier modo, todos ellos causan la impresión de que ayudan a barrer a Jaime de Marichalar el limbo donde moran los ociosos. Yo lo agradezco, estimados parroquianos, ya no tengo tan mala conciencia: no soy el único que se toca los huevos.

Foto: Coche oficial del Gobierno de España. Idea de M.Sebastián, el Huelebraguetas.

Donnerstag, Juli 24, 2008

PICHILATE, CHICHONES Y KUBALA.

PASO: 22. m. Efigie o grupo que representa un suceso de la Pasión de Cristo, y se saca en procesión por la Semana Santa.

Hace algunos años, viajé a Murcia durante la Semana Santa para conocer la obra del imaginero Francisco Salzillo (1707-1783). Al margen del magnífico trabajo del escultor, observé cosas que me sorprendieron, estimados parroquianos: procesiones; nazarenos; tronos barrocos transportados a hombros; luto, peineta y mantilla; y penitentes que cargaban cruces pesadas al creer que a través de la halterofilia o una lumbalgia redimirían sus pecados. Sin embargo, meine Damen und Herren, lo más llamativo que contemplé fue una terna de perturbados que pululaba en todas las procesiones alrededor del grupo de soldados o policías que cerraba el cortejo. Los dementes se dedicaban a marcar el paso, saludar a los espectadores, gesticular grotescamente o a interpretar la música de la banda con imaginarios instrumentos. Al observar que la escena se repetía, al día siguiente formulé algunas preguntas, y un alma caritativa me sacó de dudas: «Son el Pichilate, el Chichones y el Kubala: ¡toda una institución!». No consideré oportuno preguntar el porqué de los motes ni solicitar más aclaraciones, meine Damen und Herren: todos disfrutaban con lo que hacían o veían y yo no percibí ni un ápice de burla o crueldad.
Aunque puede parecerles un alarde de imaginación, José Luis Rodríguez, el Puma, guarda similitudes con la imaginería y el trío de trastornados. Para celebrar los 100 días al frente del Gobierno, la maquinaria socialista saca en procesión a su imagen más venerada: El Cristo de los bobos. Los fieles, presos del paroxismo religioso, se acercan al paso que dirige el mayordomo de la cofradía— Pepiño Blanco— para tocar las flores o las vestiduras que cubren a la talla. Sin embargo, la efigie también habla, y en cada ocasión en la que lo hace nos demuestra que ZP es un hombre que se asoma con agrado al abismo de su vacuidad y majadería. Además, con sus frases repetitivas, mensajes ficticios e ideas peripatéticas, provoca el mismo efecto que una inyección de estrictinina: nos deja inmóviles, agarrotados. Es cierto que habla mucho para no decir nada, aunque lo peor es que hablará más. Quizás se deba a que en su día decidió viajar a la sandez para verla de cerca, y tanto le gustó que decidió instalarse en ella. Con todo y con eso, ZP tiene una ventaja. Sí, meine Damen und Herren, porque si hemos de esperar a la Navidad para que lleguen los turrones, al mes de enero para las rebajas y al verano para bañarnos en el mar sin que una pulmonía nos amenace, la bobería de ZP siempre nos acompaña: es intemporal.
El Puma desprecia la objetividad de los datos económicos y la situación real de las personas; para él sólo existe la gente. Ése enterrador de la inteligencia confía en que las referencias económicas de otros países le permitan cocinar uno de sus famosos potajes, que las «oportunas» detenciones de terroristas distraigan al público durante el entreacto y que una foto con el líder de la oposición demuestre alguna actividad en esa estepa de ideas que es el Gobierno de ZP.
Es innegable que el pesimismo no crea puestos de trabajo, pero tampoco el optimismo ayuda a pagar hipotecas, préstamos, salarios y facturas o genera beneficios empresariales. Creo que él es un personaje que nos explica cómo le gustaría ser, aunque después, el tamiz de la objetividad nos enseña la realidad: una imagen para devotos de la estulticia. Siempre que leo o escucho sus declaraciones soy feliz, meine Damen und Herren, porque sé que a mayor optimismo más sobresaliente será el disparate; hasta el momento nunca me defraudó. La procesión— de hecho un vía crucis— continúa para ustedes, estimados parroquianos, aunque ZP hace lo de siempre: invita a rondas para después, a la hora de abonar la cuenta, pretextar que se olvidó la cartera sobre el piano. No se lo tengan en cuenta, ustedes están ante una imagen que desde lo alto del paso lo ve todo diferente; y es así porque si nosotros tenemos los ojos para ver, el los tiene para vigilar. El problema es que ZP siempre mira al final de la procesión, algo lógico por otro lado: sabe junto a quiénes debería estar: El Pichilate, el Chichones y el Kubala.

Foto: El prendimiento (Fco. Salzillo, 1765).

Mittwoch, Juli 16, 2008

EL HOMBRE BOBO EN PARÍS.

FIESTA: 1. f. Día en que se celebra alguna solemnidad y en el que, por lo común, están cerradas las oficinas y determinados establecimientos.

París era una fiesta, meine Damen und Herren, eso dicen las crónicas: entorchados, flamear de banderas, corazas relucientes y la grandeur renovada; el escenario perfecto para Herr Sarkozy. En tan magno acontecimiento no podía faltar José Luis Rodríguez, el Puma; es decir: el hombre bobo en París, ¡auuuuuuuuuuuuh!
Después de ver las imágenes y escuchar las declaraciones del gran estadista español, tuve una extraña percepción: de él emana la misma alegría que impera en un orfanato el día de la Madre. ¡Auuuuuuuuuuuuuh!
Por lo pronto, ese peregrino de la estulticia quiso entrevistarse con Ingrid Betancourt, supongo que por aquello de la foto y poco más. A pesar de que ya lo propuse en alguna otra ocasión, creo que ZP debe viajar al museo de Madame Tussauds y así podrá fotografiarse con todos los personajes históricos que desee. Del encuentro con Frau Betancourt destaco la promesa que hizo el Puma: «Haré lo posible para liberar al resto de secuestrados por las FARC». Estimados parroquianos, espero que dicha declaración no llegue a las selvas colombianas, porque si así fuera, los secuestrados entenderían que ha caído sobre ellos una losa de mármol barato y que el hierro de sus grilletes ha sido forjado de nuevo para ganar dureza. ¿Qué puede hacer ése pobre hombre para resolver algo? Él, que es incapaz de solucionar y reconocer los problemas de su propio país, se postula para arreglar los de otros. Yo creo que todos nacemos genios y morimos tontos; pero en el caso de ZP es evidente que morirá como nació: hecho un tonto a las tres. ¡Auuuuuuuuuuuuh!
Puedo imaginarme sin mucho esfuerzo lo que dijo al contemplar la torre Eiffel: No está tan inclinada como pensaba. Meine Damen und Herren, sujetos como él nunca nos sacarán de la rutina. No obstante debemos ser compasivos, no olviden que ZP venía de una entrevista con el monarca marroquí; supongo que para renovar «las tradicionales e históricas relaciones de buena vecindad». Asimismo, alabo el buen gusto de ese dúo humorístico— ZP-Moratinos—, que considera que la diplomacia se ejerce con los pantalones en los tobillos, el culo limpio por un enema y tan engrasado como el cerrojo de un cañón, y la boca abierta por si es necesario entablar nuevas relaciones al mismo tiempo; ¡poética imagen, estimados parroquianos! A partir de ése momento considero a la palabra «sodomía» un sinónimo del vocablo «talante». ¡Auuuuuuuuuuh!
En París, sin embargo, las cosas no le fueron mejor. Herr Sarkozy desmontó el castillo de naipes de la Alianza de las Civilizaciones mediante la Unión por el Mediterráneo, proyecto éste en el que España obtendrá el papel secundario que Francia siempre desea para ustedes. De igual forma, quedó patente que el liderazgo de la UE estaría a cargo de mi tocayo y que a ZP sólo le resta ocupar el puesto que le ordenen a la hora de posar para la foto. Con todo y con eso, ustedes no deben preocuparse, lo hará bien: es la especialidad de ZP, posar con ese aire que nos demuestra que es un individuo que se emborracha con zumo de tomate; con unas gotas de Tabasco, eso sí. La superchería de ZP está al descubierto, es un tipo que llegó a la política para hacer turismo y pasar el verano; es cierto que con gracia, soltura y salero, pero es un excursionista de sí mismo que representa un drama estático en un solo acto. Aun así, debemos reconocerle una virtud: siempre sabremos dónde encontrar la idiotez del hombre bobo en París: Au même endroit, à la même heure.
¡Auuuuuuuuuh!

Foto: Torre de Pisa. Es cierto: está poco inclinada.


Dienstag, Juli 15, 2008

¿CONOCES A JOE BLACK? / 5

Durante la fiesta de cumpleaños de William Parrish se produce el desenlace de la historia y también su final, ya que ése era el límite que Joe Black concedió al magnate: la celebración de su sexagésimo quinto aniversario. En esa magnífica velada, Herr Parrish logra desenmascarar al tramposo, salva a Susan y percibe que no hizo las cosas tan mal como creía a lo largo de su vida. Un espectáculo pirotécnico es el colofón al tiempo que distrae a los invitados de otras cuestiones.
Si de algo adolece el 11-M es de un exceso de fuegos artificiales, meine Damen und Herren, algo que resulta lógico: todos elevan la vista para disfrutarlos y no se percatan de lo que sucede bajo sus pies. ¿Por qué saben ustedes que explotaron mochilas? Sencillamente porque alguien les enseñó una. ¿Por qué conocen a los autores? Les mostraron fotografías. De todas formas no adelantemos acontecimientos, estimados parroquianos. En el 11-M hemos de clasificar a los implicados: estrategas, autores y administradores. Sí, meine Damen und Herren, porque un atentado de esas características necesita que alguien gestione o administre sus consecuencias, nada garantiza a priori que el atentado por sí solo obtuviera el objetivo previsto.
Justificar el 11-M con la explicación de que los autores deseaban castigar al Gobierno por su intervención en Irak es una forma muy grosera de simplificar. Si ésa hubiera sido la intención, podrían haber castigado a Herr Aznar un 12 de mayo, un 18 de febrero, etc.; es evidente que el propósito era otro: cambiar al Gobierno. Recuerden que para la celebración de unas elecciones generales la policía organiza un plan específico de seguridad; es ilógico, por lo tanto, que unos aficionados escojan uno de los tres días en los que más vigilancia existe.
Lo que ustedes vivieron durante esas jornadas es un ejemplo de manual de lo que se denomina guerra de IV generación. Les señalo algunos puntos para que comparen con lo que presenciaron: predisponer a la sociedad contra sus gobernantes; la totalidad de la sociedad agredida es el campo de batalla; la propaganda es el arma operacional, y los mensajes que difundan los medios de comunicación son básicos para influir en la opinión pública (nacional e internacional); provocar el colapso del adversario en su retaguardia mediante la combinación de ideas, sospechas y mentiras para inutilizar su poder de respuesta y crear el efecto denominado «espiral de silencio», algo que se consigue con el dominio de los medios y la aplicación de tecnología vinculada a las redes de comunicación flexibles. Meine Damen und Herren, ¿les resulta familiar? Todo ello nos conduce al administrador del 11-M: el PSOE. Con todo y con eso les pido que no sean malpensados, ya que ésa es toda la implicación de ZP y su caterva en el 11-M; en cierta manera actuaron de la misma forma que USA: pescaron en río revuelto.
Ahora bien, ¿por qué tuvimos la sensación de que a partir de un cierto momento los socialistas caminaban un par de pasos por delante del Gobierno? Sencillo: los autores intelectuales traspasaron a algún personaje cercano al PSOE un plan operativo de desinformación basado en la concatenación de sucesos que se produciría, ellos mejor que nadie lo sabían porque diseñaron todo el plan. Recuerden la deriva que tomaron las declaraciones de ZP, que dispuso de la misma información que Herr Aznar ya que habló en varias ocasiones con el director del CNI (Jorge Dezcallar), el cual le transmitió la seguridad de que el responsable del atentado era ETA. Sin embargo, horas más tarde, despreció toda la información recibida de fuentes fiables para expandir lo que no eran más que rumores. Me sorprende que todavía nadie haya aclarado el porqué ZP varió su discurso, telefoneó a los medios de comunicación para explicar mentiras y alentó a la sociedad a rebelarse. En fin: guerras de IV generación, dudas sembradas y el Gobierno atrapado en «la espiral de silencio».
Esa llamada que alertó a los socialistas provino de Francia, y la interlocutora era una persona de máxima credibilidad. No olviden, queridos lectores, que durante la época del GAL se forjaron «sólidas amistades» en el país vecino y que la generosidad que demostraron algunos miembros del gobierno de Felipez González con los fondos reservados todavía se recuerda, incluso añora, en París. Hasta que llega la llamada salvadora, ZP estaba agarrotado porque sabía que si el PP lograba demostrar que era ETA la autora del atentado, o al menos era capaz de mantener la duda entre los españoles, las elecciones estaban perdidas. Después, con el manual de instrucciones sobre la mesa, todo cambió: ¡queremos saber en 48 horas! Lo lamento, meine Damen und Herren, pero eso es todo lo que hizo el PSOE. Por otro lado, sería un contrasentido por mi parte considerar que ZP estaba al tanto de un plan que es un auténtico trabajo de orfebrería cuando ustedes conocen la hondura intelectual que le presupongo.
Intuyo que les corroen las mismas dudas que a mí: ¿Por qué el PP calla y demuestra el mismo interés que el PSOE en dar carpetazo al 11-M?, ¿por qué Aznar habla para no decir nada y nos remite a desiertos cercanos? La impresión que nos genera es que ambos tienen cosas que ocultar al respecto, ¿qué puede ocultar el PP, meine Damen und Herren? Conjeturemos, es gratis y no duele. Es sabido que todos los implicados estaban vigilados y que ejercían actividades delictivas, sin embargo no se detuvo a ninguno. ¿Pretendía el Gobierno de Herr Aznar detenerlos el día 12 ó 13 de marzo para demostrar a la población que existía un peligro islamista y contrarrestar así la campaña del «No a la guerra»? Resulta inquietante, estimados parroquianos, pero nunca tendremos una respuesta. Herr Aznar estaba confiado, todo estaba bajo control: Francia le avisaba de «las caravanas de la muerte» y Marruecos le proporcionó la información para vigilar a los peligrosos islamistas, cuyos movimientos eran seguidos por el CNI, la policía y la Guardia Civil; ¿de qué preocuparse? Creo que nada desconcierta tanto como que te muestren una cosa y te oculten otra, y a Herr Aznar le enseñaron dos tramas que solapaban a la auténtica, un viejo truco.
Respecto a los autores materiales lamento desilusionarles, meine Damen und Herren, son de esos que nunca se atrapan. De cualquier modo les explico mi opinión. Un equipo de mercenarios (países del Este, ex-terroristas, etc.) contratado a través de Siria llevó a cabo la parte más sucia del plan. La noche anterior colocaron en las mamparas de los vagones los explosivos, que fueron detonados mediante control remoto y no con un temporizador. Quizá les parezca un detalle baladí pero no lo es, porque los autores del 11-M necesitaban golpear a una sociedad hasta el extremo de que perdiera la capacidad de discernir, y para ello nada mejor que mostrar los vagones reventados, los cadáveres, los heridos, el llanto de los supervivientes y el dolor de los familiares. Ello les obligó a controlar el lugar exacto de las explosiones, recuerden que en el 11-M la propaganda es cardinal para lograr el objetivo. Comparen el tratamiento informativo que se hizo en los atentados de Londres el 7-J: ¿qué vieron ustedes?: lo que el Gobierno británico permitió que vieran, meine Damen und Herren. Al utilizar mandos a distancia, los terroristas se aseguraron de que ustedes disfrutaran del espectáculo, es la tierra en la que fructifica la manipulación. En la elección de los explosivos, el diseñador del 11-M impartió otra lección de genialidad: cargas de explosivo plástico y alguna de Titadyne. Ello permitió que los autores intelectuales controlasen que nadie improvisara en el guión escrito: si el PSOE no lo sigue a pies juntillas, el PP recibirá la información y ganará las elecciones. La clave del 11-M estaba en los trenes, meine Damen und Herren, pero...
Con el presente escrito finalizo esta serie, sé que dejo temas en el teclado (en mi opinión accesorios en esta historia; sí, no se sorprendan, Leganés es uno de ellos), aunque confío en que si alguno de ustedes quiere saber algo más lo preguntará en los comentarios. Quizá pasar página sea lo conveniente, meine Damen und Herren. Piensen en William Parrish, ¿alguien le creería si hubiera explicado quién es Joe Black?

Foto: William Parrish y Susan abren el baile.




Montag, Juli 14, 2008

¿CONOCES A JOE BLACK? / 4

Al final de la película y con la ayuda de Joe Black, William Parrish descubre que ha sido traicionado por una persona de su confianza: Drew (Jake Weber), su futuro yerno, el novio de Susan. Mediante maniobras ladinas y la manipulación del consejo de administración de la Parrish Corporation, el muchacho persigue controlar la compañía matriz del consorcio y fusionarse con un competidor. Huelga decir que en la empresa resultante de la fusión el mancebo ocuparía un cargo importante y obtendría cuantiosas plusvalías.
Francia siempre persiguió intervenir en la política española. Tengan presente que su vecino fiscaliza y dosifica dos de los problemas que afligen a España: ETA y Marruecos. Me temo que ustedes se encuentran en el centro de una tenaza, meine Damen und Herren. El famoso «santuario» todavía se mantiene en pie. Durante la mejor política antiterrorista que España ejerció contra ETA (Aznar), Francia temió que los resultados y la presión internacional le obligaran a clausurar tan magnífico monumento. No obstante, y en uno de esos ejercicios que alcanza la categoría de nauseabundo, el Gobierno francés realizó gestiones ante Marruecos para que éste acogiera a la infraestructura de los terroristas si fuera necesario. ¿Qué sería la vida sin sorpresas, meine Damen und Herren? Marruecos sopesó la posibilidad, pero llegó a la conclusión de que con el grifo de la inmigración, Ceuta, Melilla, los acuerdos pesqueros y algún otro abalorio podía desestabilizar a España sin mayor esfuerzo.
En septiembre de 1983 se produjeron las primeras reuniones de alto nivel entre el Gobierno español y el francés para tratar de aumentar la colaboración francesa en la lucha contra ETA. De eso ya hace mucho, estimados parroquianos, pero les explicaré dos de las condiciones que España tuvo que aceptar a cambio de unas migajas: Desarrollar el Estatuto de Autonomía de Euskadi y entablar negociaciones con ETA. ¡Qué ejemplo de filantropía, meine Damen und Herren! Asimismo, se inició una extraña política de alejamiento de algunos miembros de ETA, que fueron confinados en varios países, con un precio considerable para el Gobierno español. No olviden, estimados lectores, que hasta 1986 Francia otorgaba la carta de refugiado a los asesinos. Ése mismo año, Jacques Chirac gana las elecciones, y gracias a Charles Pasqua, a la sazón ministro del Interior, rescata un decreto ley que databa de 1945 y que permitía expulsar a los enemigos del Estado sin que los jueces pudieran intervenir en el proceso. Sin embargo, cuando Mitterrand es reelegido, el grifo se cierra y ETA vuelve a campar a sus anchas. ¡Qué gran político, Mitterrand! Durante esos años, la tan cacareada colaboración francesa se sostuvo gracias al río de dinero que fluía desde los fondos reservados del ministerio del Interior español hacia los jueces, policías, periodistas y algún que otro cargo del país vecino. Permítanme que haga una salvedad: me sorprende que nadie haya investigado qué oculta el entramado de abogados que defiende los intereses de ETA en Francia o el destino de los millones de pesetas que obtuvieron los terroristas al vincularse con el contrabando gallego de tabaco.
Entre otros factores, la existencia de ETA en la actualidad es posible porque Francia nunca tuvo la voluntad de terminar con ella. Desde que ETA situó su central en territorio galo siempre estuvo controlada (incluso dirigida) por los servicios de información franceses; y es más: infiltrada. Es divertido crear un monstruo de Frankenstein, pero es conveniente conocer los remiendos que lo forman por si algún día tiene la tentación de volverse contra su creador. Cualquier decisión que toman los dirigentes de ETA y sus movimientos son conocidos de forma inmediata por los responsables de la seguridad francesa, que deciden, en función de intereses políticos, si la información se transmite a España o no. Los ejemplos son muchos y variados, permítanme que señale algunos: la entrevista de Carod Rovira con los dirigentes terroristas nos demuestra que alguien les vigilaba (por cierto: ése tema no tiene nada que ver con el 11-M); de igual manera, es curioso que largas y laboriosas investigaciones— en ocasiones duran años— de la policía española para detener a un terrorista se salden con la detención del mismo en «un control rutinario de carretera». ¿Ustedes creen en la casualidad, meine Damen und Herren? Yo, en determinadas cuestiones, tampoco.
Vinculemos lo anterior al 11-M. ¿Qué papel jugó ETA en los atentados? Ninguno, estimados parroquianos, y la razón es muy simple: no se lo puede permitir. Cuando la mañana del 11-M escuché las declaraciones del ministro Ángel Acebes (y las del resto de políticos que también culpaban al otrora «movimiento de liberación vasco»), me sorprendí por la seguridad que demostraba al imputar a ETA. Cualquier persona con unos conocimientos rudimentarios sobre terrorismo sabe que ETA nunca puede cometer una salvajada semejante porque necesita el apoyo social para subsistir; el terrorismo islamista, por el contrario, puede prescindir de él. Ahora bien, sin que los dirigentes etarras lo supieran, la organización terrorista sí formó parte de una de las maniobras de despiste que conforman el 11-M: las llamadas caravanas de la muerte. Sí, meine Damen und Herren, dos furgonetas cargadas de explosivos para cometer una masacre. Ambos vehículos nunca hubieran llegado a su destino porque Francia comunicó a España la salida, el itinerario y su cargamento: eran carne de cañón; o de distracción. ¿Me creerían si les explico que existen infelices que creen militar en ETA y no pertenecen a la banda?
Sus estimados vecinos franceses nunca hicieron nada por ustedes excepto perjudicarles. Ya desde 1906 (incluso antes), en la conferencia de Algeciras, Francia ha deseado una España subordinada a los intereses galos, una especie de obrero explotado que vive en la colonia industrial que el patrono francés construyó. José María Aznar abrió varios frentes que incomodaron al Gobierno francés: Guinea Ecuatorial, Sahara Occidental y oponerse al reparto de poder que dentro de la UE y gracias a la Constitución europea ostentarían Francia y Alemania; recuerden la tenacidad española en las negociaciones del Tratado de Niza. Esos son los puntos importantes; y los otros, accesorios pero que repercuten a Francia, son el cambio de actitud ante Marruecos y el exterminio de ETA. Si ustedes se percatan, meine Damen und Herren, si el PP hubiera mantenido el gobierno de España, Francia se encontraría sin poder de decisión sobre los temas con los que tejieron el dogal que siempre aprieta el cuello hispano. ¿Cuál fue la postura francesa durante el esperpento del islote Perejil?: apoyar a Marruecos. Francia vetó una resolución de condena en el Consejo de Asuntos Exteriores de la UE, y Chirac, en las conversaciones que mantuvo con José María Aznar, le recomendó que hiciera concesiones territoriales a Marruecos y retirara los barcos de la marina española. ¡Inaudito, meine Damen und Herren! En la actualidad, España se encuentra como a Francia le interesa: subordinación energética al país vecino, si de alguno dependiera hasta hídrica; mantiene con Marruecos las «tradicionales e históricas relaciones de buena amistad»; ignorados en la toma de decisiones de la UE; subsiste el problema del terrorismo; están a la espera de que Francia decida qué posición ocupará España en la novedosa Unión Euromediterránea, aunque supongo que si ZP lame lo suficiente conseguirá que la sede se sitúe en Barcelona. Cuando Moratinos, ése genio de la diplomacia que rebaja a Metternich a la categoría de peón caminero, se entrevistó con Giscard D’Estaing, un tipo que les odia aun más que Mitterrand (¡ya es decir!), recibió un claro mensaje: «Francia y Alemania tomarán las decisiones de la UE, Italia podrá decir algo de vez en cuando y España siempre posará sonriente en la fotografía». El sueño de Niza no volverá a repetirse, queridos lectores: fue bonito mientras duró.
Detrás de la expresión «autores intelectuales» se encuentra Francia, meine Damen und Herren. Tres de las cuatro tramas que conforman el 11-M las controla Francia, y la cuarta, a pesar de estar bajo «supervisión» española, fue utilizada también para despistar. Es algo parecido a lo que hace Joe Black: toma un cuerpo prestado para no despertar recelos. De todas formas, si alguien sospechara se vería obligado a callar porque a nadie le gusta convertirse en el hazmerreír.

Foto: Joe Black en la mesa de Herr Parrish.

Samstag, Juli 12, 2008

¿CONOCES A JOE BLACK? / 3

Herr Parrish (A. Hopkins) es un hombre poderoso que está acostumbrado a controlar todas las facetas de su vida. Sin embargo, la llegada de Joe Black le enseña que determinadas cuestiones (vida / muerte) no dependen de él y que no puede hacer nada por variar el destino. No obstante, cuando Joe Black se enamora de la hija de Herr Parrish y pretende llevársela, el magnate se opone a ello y discute con La Muerte: él logra salvar a su hija, pero su devenir está marcado.
Desde el siglo XIX, una parte de la política exterior de USA se sustenta sobre una agresión previa, o amenaza, que les obliga a intervenir (activa o preventivamente) para defenderse. Si existe un país que aplica la idea de que los intereses son permanentes, y los amigos o enemigos, circunstanciales, ése es Estados Unidos. Con todo y con eso, los americanos obtuvieron una lección de sus numerosas intervenciones: no pueden afrontarlas sin el respaldo de la opinión pública; el mejor ejemplo es la guerra de Vietnam, muchas de cuyas enseñanzas— no me refiero al ámbito militar— todavía aplican. De todas formas, meine Damen und Herren, la opinión de la masa no es ningún inconveniente porque está hecha de plastilina y puede moldearse a conveniencia.
Desde marzo de 2003, USA entendió la «necesidad» de que Europa sufriera un atentado de las características del 11-S para que los gobiernos europeos colaborasen en la política exterior de USA respecto a Afganistán e Irak, que en un segundo paso afectará a Irán y Sudamérica. No se sorprendan de la última zona mencionada, estimados parroquianos. Les señalaré un ejemplo: con un precio alto del crudo, las reservas venezolanas de petróleo situadas en el Orinoco son rentables para explotarlas, y si dichas reservas se suman a las declaradas por la OPEC respecto a Venezuela, supondría sobrepasar a las de Arabia Saudita. No olviden que en los últimos dos años USA intenta demostrar que Al Qaeda atenta en todo el mundo mediante la contratación de terroristas locales; es decir, diluye la diferencia entre terrorismo local y externo. Retomemos el hilo del 11-M, meine Damen und Herren. Cuando Bush reclutó para su causa a Herr Aznar perseguía dos objetivos: un país integrado en la EU que podría arrastrar a otras naciones y rompería el eje franco-alemán; manipular la opinión de la población de origen hispano en USA así como la de algunos de los países de Sudamérica mediante el ascendente que España posee sobre ellos. A cambio, Herr Aznar vislumbró una relevancia internacional que nunca soñó y la posibilidad de que empresas españolas obtuvieran sustanciosos beneficios de la «reconstrucción democrática» de Irak. ¡Quimeras, meine Damen und Herren!, porque los sustanciosos beneficios están copados por las empresas y lobbys americanos que apoyaron a Bush. El interés del presidente americano por el apoyo español era estético, ya que ni el ejército español ni la economía, y mucho menos la opinión pública, podrían soportar una guerra de esas características. Ahora les formulo una pregunta: ¿Está capacitada la sociedad española para asumir las responsabilidades que comporta el erigirse en una nación que marca la pauta internacional? Es evidente que no, queridos lectores, a tenor de cómo se comportaron los españoles (clase política incluida) entre el 11- M y el día de la elecciones generales. George W.Bush también lo sabía, y por eso se limitó a utilizar a Herr Aznar a su antojo para satisfacer…sus intereses; o los de USA. El día del 11-M, mientras Aznar y todo su Gobierno se empecinaron en señalar a ETA como la responsable de los atentados, desde el entorno gubernamental de Washington se lanzaron mensajes muy claros que atribuían la autoría del atentado a Al Qaeda. El porqué es muy sencillo, meine Damen und Herren: Bush necesitaba unos autores islamistas a los que culpar para recuperar la credibilidad y reconquistar, de paso, las posiciones que había perdido en su carrera hacia la reelección presidencial. Dos semanas antes del 11-M — faltaban ocho meses para las elecciones presidenciales—, John Kerry superaba a Bush en intención de voto en 9,7 puntos. Sin embargo, entre el período del 14 de marzo y el anuncio de la retirada de las tropas españolas de Irak, George W.Bush logró recuperar lo perdido y llegó a sobrepasar al candidato de los Demócratas en 7,12 puntos. Es cierto que los servicios de información norteamericanos observaron «cosas extrañas», pero en ése momento lo primordial era obtener el máximo beneficio de una situación que afectaba a un país extranjero: se denomina pragmatismo, meine Damen und Herren. Lejos quedaron para Herr Aznar las tertulias entre el humo de los vegueros y con los pies encima de la mesa en un rancho tejano (un estadista nunca consentiría en la publicación de esas fotos), las ridículas ruedas de prensa en las que parecía un cipayo huérfano de opinión propia, la filtración desde la orilla americana de los «esfuerzos» que Herr Aznar realizó para conseguir una condecoración del Congreso y otros dislates semejantes: fue manipulado y engañado. Existen luces que resultan llamativas, pero acercarse a ellas comporta el riesgo de quemarse: es algo que los políticos españoles no han comprendido. Sé que muchos consideran que el 11-M buscaba un cambio de régimen; pero no es así, estimados parroquianos, porque el auténtico «enemigo del pueblo», el que pretendía un nuevo régimen, era José María Aznar: por ése motivo comencé esta serie sobre el 11-M con la mención a la Transición. Les formulo nuevas preguntas: ¿qué planes tenía el PP respecto a los nacionalistas y el régimen de autonomías?, ¿qué modificaciones pretendía acometer sobre las atribuciones de la Casa Real y la figura del monarca?, ¿creen ustedes que le hubieran permitido exterminar a ETA? Esos temas forman parte del acuerdo aceptado, no pueden alterarse de forma unilateral; ni siquiera cuando alguien entabla una «sólida amistad» con George W.Bush.
El papel de USA en el 11-M se limita al de un pescador en aguas revueltas; de todas formas no olviden que USA también tiene intereses en Guinea Ecuatorial y que la frustrada aventura africana de Herr Aznar levantó ciertas suspicacias en Washington. No se sorprendan de que mencione de nuevo a ése país, meine Damen und Herren, porque él es el catalizador del 11-M. José María Aznar nunca reconocerá los errores cometidos: él sólo hurgaba en una pirámide de naranjas. Por cierto: ¿Sabían ustedes que la variedad de naranja denominada sanguina es la que más se cultiva en Francia?

Foto: Susan Parrish y Joe Black.

Freitag, Juli 11, 2008

¿CONOCES A JOE BLACK? / 2

En la película ¿Conoces a Joe Black? resulta enternecedor observar cómo La Muerte— implacable a la hora de segar nuestras vidas— se relame ante la crema de cacahuete, que resulta todo un descubrimiento para ella, me atrevería a decir que roza la obsesión. Sin embargo, el deleite por tan nauseabundo producto le impide disfrutar de otros manjares que la mesa de Herr Parrish, siempre bien surtida, pone a su disposición. En el caso del 11-M, ustedes sufren otra obsesión: Marruecos. El país del Magreb forma parte del engaño, es una finta: no tuvo nada que ver en la parte final de la actuación. Intuyo que muchos de ustedes creen que Ceuta y Melilla son un tema primordial para su vecino sureño; pero no es así, ya que ambas ciudades españolas caerán por su propio peso, y con la dejadez habitual de los políticos españoles, en manos de Marruecos. Lo que de verdad le preocupa al Gobierno marroquí es el Sahara Occidental, ésa es su zona natural de influencia. Ceuta y Melilla sólo son utilizadas por el Gobierno marroquí — entiéndase monarca— para exaltar los ánimos patrióticos y cohesionar a una sociedad cada vez más empobrecida, sin reformas políticas, proclive al radicalismo islámico y que está sojuzgada por una monarquía corrupta que nombra a dedo al Gobierno en pleno. Para que ustedes se hagan una idea, les diré que la familia de Mohamed VI posee casi el 65% de la bolsa marroquí y está vinculada, incluso, con los beneficios obtenidos del tráfico de droga. Marruecos siempre vendió a Europa y USA su «papel fundamental» para frenar el islamismo, no obstante algo no funcionaba, ya que la mitad de sus habitantes se declara partidaria de Al-Qaeda y un 40% considera que los cristianos deben ser exterminados. Asimismo, otros países que alimentan el terrorismo islámico — Siria, Irán, Arabia Saudita— no ven con buenos ojos a Marruecos, aunque ninguno de ellos llega al extremo de Qatar, que se declara anti-marroquí. Por todo ello, Marruecos siempre se cobijó bajo el paraguas protector de USA, pero en los últimos tiempos los americanos prestaban más atención al odiado vecino argelino; es lógico: el gas y el petróleo son un buen acicate para ejercer la caridad.
Es cierto que Marruecos es su enemigo, meine Damen und Herren, porque a pesar de que Aznar le prestó el pañuelo a Mohamed VI para que enjugara las lágrimas durante el funeral de Hassan II y Juan Carlos I entable extraños vínculos familiares con la dinastía alauí, los servicios secretos marroquíes disponen de sus principales redes de espionaje en las islas Canarias para «controlar» — fíjense que está entrecomillado— cualquier tipo de apoyo al Frente Polisario o los movimientos a favor del pueblo saharaui. De la misma forma, han logrado infiltrarse entre los soldados de origen marroquí — el 34% aprox.— que guarnecen Ceuta y Melilla. Eso provocó que el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CIFAS) elevara un informe al Gobierno de ZP en el que recomendaba el traslado de tropas a la península.
Regresemos al pasado, estimados parroquianos. En julio de 2002 se produce el esperpento del islote Perejil, que algunos relacionan con el 11-M. Olvídenlo, meine Damen und Herren, ése episodio forma parte de la cortina de humo. Cuando Marruecos entiende que ha perdido el favor de USA se entrega en brazos de su antigua metrópoli: Francia. Nada mejor para escenificar la ruptura que prescindir del suministrador histórico de armamento (USA) y comprar armas a Francia, el otro proveedor. No obstante, también adquirió un importante lote de armamento a Bielorrusia para enviar un mensaje a sus dos «aliados»: en según qué cuestiones ya no os necesito.
Marruecos nunca se involucraría en una masacre de las características del 11-M porque necesita las inversiones que las empresas españolas realizan; asimismo, los acuerdos comerciales con España son muy beneficiosos. Les señalo un ejemplo: Durante la crisis del islote Perejil, los intercambios comerciales se mantuvieron al mismo ritmo, y a ninguno de los implicados se le ocurrió modificarlos. Es cierto que los servicios secretos de Marruecos realizaron algunas operaciones en el extranjero — varias en España—, pero siempre contra ciudadanos marroquíes y con el beneplácito o disimulo del Gobierno extranjero.
Después del 11-M y con un nuevo Gobierno en España, Marruecos recupera su protagonismo en el Magreb ante USA y Francia, que le apoyan incondicionalmente hasta el extremo de nombrarlo «aliado privilegiado» de la OTAN; es decir: ambas potencias protegerán al corrupto monarca marroquí tanto de los peligros internos (conspiraciones militares islamistas) como externos (Argelia— que apoya al Frente Polisario— y países árabes). A cambio, ambas naciones obtienen concesiones petrolíferas en aguas cuya jurisdicción Marruecos se arroga.
¿Cuál fue el papel de Marruecos en el 11-M y qué beneficios obtuvo?, se preguntarán ustedes. La parte del guión que Marruecos representó se limitó a crear cortinas de humo antes del atentado; y después, en los tres días posteriores, favorecer la maniobra de desinformación. El islote Perejil, Ceuta, Melilla y desacuerdos comerciales forman parte de la estrategia basada en la tensión que Marruecos siempre impuso en sus relaciones con España: el humo. Por el contrario, la desinformación fue algo más elaborado. ¿Por qué el CNI controlaba a varios de los implicados en el 11-M? Porque el servicio secreto marroquí traspasó la información a sus homólogos españoles de que «posiblemente» esas personas estaban vinculadas a movimientos radicales: marcaron una presa para distraer al sabueso. Por el contrario, la madrugada del 12 de marzo esos mismos servicios presentaron pruebas concluyentes — el «posiblemente» desapareció— que demostraban la vinculación de los sujetos con el radicalismo islámico. ¿Por qué no lo hicieron antes, meine Damen und Herren? Seguramente porque la mentira, al igual que una partitura, siempre está sujeta al tempo; de él depende que la melodía suene bien o resulte sincopada. Los beneficios, por otro lado, resultan evidentes: aliado privilegiado, el régimen marroquí a salvo, un político español (Aznar) que tenía intención de modificar las relaciones con Marruecos eliminado y libertad absoluta para desplegar en el Sahara Occidental el grueso del ejército para descartar el riesgo de que el Frente Polisario lo ocupe y proclame un estado independiente: la preocupación cardinal de Marruecos. Creo que algunos de ustedes piensan que Jorge Dezcallar— director del CNI durante el 11-M— mintió al Gobierno de Herr Aznar, pero no fue así. Él aplicó la lógica: yo controlo a los islamistas que me ha dicho Marruecos, y ellos no hicieron nada; por lo tanto…han sido los de siempre (ETA). En un próximo escrito volveremos a ése punto: recuérdenlo, meine Damen und Herren.
Cuando el Gobierno de Herr Aznar votó en octubre de 2001 en la ONU a favor de la autodeterminación del Sahara Occidental, las alarmas se encendieron; pero no sólo en Rabat, sino también en París. De la misma manera, ésas alarmas parisinas se desgañitaron ocho meses antes del 11-M cuando los servicios de información del presidente Teodoro Obiang Nguema, el sátrapa de Guinea Ecuatorial, alertaron a París de que Herr Aznar patrocinaba un golpe de Estado cuya finalidad era derrocar al tío Teodoro y promover a la presidencia de la ex -colonia española a Severo Moto. Ése es el punto de no retorno de los autores intelectuales del 11-M (los desvelaré más adelante), que entienden que la única solución es eliminar del escenario a Herr Aznar o a cualquier político que asuma como propia la nefasta política exterior ejercida por José María Aznar; es decir: el PP.
Aznar, sin embargo, rebuscaba en el montón de naranjas: debería de haberse fijado en la cara del frutero (USA).

Foto: William Parrish y Joe Black.

Donnerstag, Juli 10, 2008

¿CONOCES A JOE BLACK? / 1

Siempre me resulta grata de ver la película ¿Conoces a Joe Black? (1998). Quizá sea por la belleza etérea y frágil de la protagonista — Claire Forlani—, el trabajo siempre sólido de Anthony Hopkins o porque es fácil sentirse reflejado en algunas situaciones. El argumento es simple, meine Damen und Herren: La Muerte (Brad Pitt) ofrece un pacto al magnate William Parrish (A.Hopkins): le concede más tiempo de vida a cambio de que consienta en convivir con la parca para que ella entienda algunas de las aflicciones, gustos y sentimientos que los humanos disfrutamos. Suceden muchas cosas durante las casi tres horas de duración de la película— un metraje largo para la trama—, pero destacaré una frase del largometraje: «No puedes rehacer los huevos de una tortilla». Estimados parroquianos, ¿en cuántas ocasiones nos hubiera gustado recomponer los huevos rotos?
Supongo que a ustedes les ha ocurrido lo mismo que a mí: me como una tortilla insípida, callo porque soy un invitado y pienso en los huevos y en otros usos que yo les hubiera dado. Estoy seguro de que José María Aznar todavía piensa en la tortilla más indigesta que tuvo que tragar: el 11-M. Ya sé que ése es un tema sobre el que la doctrina en boga recomienda pasar página, pero creo conveniente explicarles algunas cuestiones. Antes de hacerlo, sin embargo, debo avisarles de que se trata de una tortilla gorda, recalentada, grasienta y con la cebolla quemada. Sea como sea, comenzaremos a desgranar unos hechos que Herr Aznar conoce a la perfección, aunque él prefiera salir por la tangente mediante una frase tan enigmática como solemne: «Los autores no están en desiertos lejanos». No obstante es cierto, queridos lectores, y Aznar puede decirlo porque varios de los responsables del 11-M— con diferentes implicaciones— estuvieron junto a él.
Antes de comenzar les hago una petición: olviden los sentimientos, el patriotismo, las ideologías, la rabia y la compasión, y utilicen solamente la lógica; pero háganlo hasta el extremo de que el número 192 sólo les parezca una cifra; nada más.
Siempre, sin excepción, el pasado de un país recae sobre su presente para marcar el futuro. Es por ello por lo que para entender el 11-M debemos remontarnos al año 1976; ya saben: la famosa Transición. El cambio español de un régimen autoritario a uno democrático fue diseñado y tutelado por tres países durante 1973: Francia, Alemania y USA. Si ustedes se percatan, meine Damen und Herren, cada uno de esos países tenía— y tiene— intereses de diversa índole en España: económicos, políticos, militares y geoestratégicos. De ahí la importancia que dieron al tutelaje sobre una situación que fácilmente podía encontrar muchas dificultades y desestabilizar el Sur de Europa. Asimismo, altos cargos del régimen del general Franco (necesarios por otro lado en el nuevo marco democrático) y el entonces Príncipe de España (apoyado y aconsejado por Henry Kissinger) estaban al tanto de los planes trazados. De igual manera, los poderes económicos españoles también se mostraron de acuerdo, ya que necesitaban el barniz de un régimen democrático para expandir sus negocios en diferentes zonas y requerían con urgencia entrar en la Comunidad Económica Europea. Sea como sea, y aunque los intereses eran divergentes, lograron establecer un statu quo para la España post-franquista cuyas líneas básicas eran las siguientes — entre paréntesis les señalo el tutor beneficiado—: la pérdida del Marruecos español (Francia); mantener el trato preferente hacia USA en cuestiones militares, e integrarse, obligatoriamente, en la OTAN (USA); eliminar el riesgo de que los comunistas ostentaran parcelas importantes del poder político ( USA-Alemania); y la ascensión del PSOE al gobierno antes de una década (Francia-Alemania). El último punto es interesante, porque mientras que Francia perseguía el control político de España, Alemania primó sus intereses económicos. Ambos, no obstante, consideraron que podrían alcanzar sus metas con los socialistas en el poder. Los franceses confiaban en el histórico seguidismo de la izquierda española— siempre acomplejada por otro lado—; y los alemanes, en la devolución del favor que el SPD (Sozialdemokratische Partei Deutschlands), a través de la fundación Friedrich Ebert, realizó al PSOE dotándole de fondos (algunos de oscura procedencia) y apoyos políticos europeos; aunque lo importante fueron los millones de dólares que entregaron a los socialistas españoles. Asimismo, también diseñaron lo que sería el terreno de juego español, del que mencionaré dos puntos interesantes: un soberano intocable que no debe rendir cuenta de sus actos, «garantiza» la estabilidad política y aglutina (¡) a los españoles bajo el símbolo de la monarquía; y la creación de varias autonomías, punto éste en el que Francia demostró un gran interés. ¿Por qué, meine Damen und Herren? Muy sencillo: sabía que algo semejante dificultaría la gobernabilidad de España: es preferible un vecino con problemas internos— uno de los cuales siempre ha controlado Francia (ETA) — en lugar de un colindante sólido y cohesionado. El acuerdo tácito fue aceptado por todas las partes implicadas y puesto en práctica, hasta que un político español— José María Aznar — decidió cambiar algunas de las piezas del tablero, o incluso el tablero mismo, sin entender que en la geopolítica ocurre lo mismo que en una frutería: si de una pirámide de naranjas extraes una de abajo, las de arriba caen sobre ti: siempre ha sido así.

Foto: Cartel de la película ¿Conoces a Joe Black? (1998)

Donnerstag, Juli 03, 2008

RECORDEMOS





WIENER CHRONIKEN / FIAKER



ARRE: 1. interj. U. para estimular a las bestias.

Esta mañana me encontraba en la terraza de un café mientras quemaba el tiempo y los cigarrillos al mismo ritmo. Había quedado con una amiga para comer en Fabios, un restaurante que me permito sugerirles, meine Damen und Herren, y que está situado en el nº 6 de la calle Tuchlauben. Los minutos transcurrían y mi amiga se retrasaba; ¡algo que detesto!, aunque no tanto como recibir una llamada para avisar del retraso cuando éste ya se ha producido. Sea como sea, decidí pedir otra cerveza y disfrutar del paso de los fiaker, esos coches de caballos — el término también se refiere al cochero— que circulan por el centro de Viena. Para hacer llevadera la espera, me entretuve con la lectura de El País, una de cuyas noticias anunciaba el debate de esta tarde en el Congreso de los Diputados. Les reconozco, estimados parroquianos, que mi leer era apático y desinteresado; como el que se realiza en la sala de espera del dentista. El sonido de los cascos de los caballos ejercía de metrónomo para la extraña asociación que se gestaba en mi cabeza: fiaker y José Luis Rodríguez, el Puma. Ya lo sé, meine Damen und Herren: las obsesiones son insanas. De todas formas, intuí que alguna relación guardaban esos dos elementos y permití que mi mente divagara, hasta que la eufonía de unos tacones femeninos anunció la llegada de mi amiga. Estaba exultante porque había conseguido unos zapatos de Christian Louboutin — eran los responsables del retraso— y quería estrenarlos ese mismo día. Ella interpretó que mi gesto contrariado obedecía a la demora; pero no era así, meine Damen und Herren, yo pensaba en otra cosa: ¿Qué relación existe entre los fiaker y José Luis Rodríguez, el Puma?
Cuando mi amiga me pellizcó la barbilla, tatuó su carmín en mis mejillas y me llamó «tesoro» (¡cómo lo odio!), yo ya había disculpado el retraso; tan era así que le propuse dirigirnos al restaurante en un fiaker. Durante el trayecto me enfrenté a una explicación frívola e insustancial sobre la moda, los zapatos y las mujeres. Sin embargo, cuando el carruaje embocó una calle, un detalle me sacó del ensimismamiento: la cochera arreó a los caballos para imponer el trote. Mi intuición me indicaba que ése gesto estaba relacionado con ZP, y así lo confirmó la cochera: «los adoquines de la calle son muy desiguales, y si pasamos rápido, para ustedes será más confortable». ¡Era eso, meine Damen und Herren! No podrán negarme que ésa es la actitud de nuestro estimado Puma, un inepto que, al igual que aquellos desgraciados que debían ganarse su salario del miedo al atravesar la tôle ondulée a una determinada velocidad para que la nitroglicerina no explotase, considera que al incrementar la viveza de sus mentiras podrá sortear los socavones del camino. ¡Qué astuto, queridos lectores, estoy vivamente impresionado!
Respecto a ZP podemos utilizar muchos términos, excepto uno: originalidad. Mientras que las cifras económicas señalan otro diagnóstico, el Puma continúa sobre el escenario del teatrillo de la idiotez sin comprender la diferencia entre autor, personaje y narrador. Asimismo, y ante la imposibilidad de enfrentarse a verdades excesivamente tristes y deslucidas, prefiere construir la memoria de los españoles — la suya sobre todo— a base de filfa y humo. Hace ya tiempo que sospecho que el gran estadista es de esos que se salta las páginas de política internacional de los periódicos y que utiliza las de economía para envolver el bocadillo de chistorra que devora en el almuerzo: ¡qué poco charme, meine Damen und Herren! No obstante, reconozco que estamos ante un alma sensible cuyo pasatiempo es escribir obras de ficción que por desgracia no se convertirán en realidad. Ustedes intuyen que mi bondad innata me impide ser malvado, y es por ello por lo que reconozco la sólida formación económica de ZP, que hoy mismo nos hizo partícipes de su nueva teoría financiera para afrontar épocas de crisis: Si no hay dinero, que haya sonrisas. Él es el encargado de proporcionarlas. La próxima ocasión en la suba en un fiaker comprobaré si ZP es el cochero, aunque quizá lo conveniente sería observar quién tira del carruaje, ¿pueden imaginárselo, meine Damen und Herren?: ¡Arre, arre, Dos Tardes!

Foto: Fiaker (NvO 2008)