Freitag, September 28, 2007

EL TEOREMA

TEOREMA: 1. m. Proposición demostrable lógicamente partiendo de axiomas o de otros teoremas ya demostrados, mediante reglas de inferencia aceptadas.

«En un triangulo rectángulo, la suma del cuadrado de los catetos es igual al cuadrado de la hipotenusa» ( a2 + b2 = c2 ); ése es el enunciado del Teorema de Pitágoras. No dudo de que sea útil en el análisis geométrico u otras áreas del conocimiento; sin embargo, meine Damen und Herren, para la vida cotidiana de alguien como yo no sirve de mucho. Reconozco que soy un hombre poco ducho en matemáticas, aunque sé, eso sí, que hay tres tipos de personas: las que saben contar y las que no.
No obstante, esta mañana he podido comprobar la utilidad del razonamiento del matemático de Samos. Sí, estimados parroquianos; ¡y nunca dirían para qué!: ¡Para comprender la política de ZP! Es posible que ustedes duden, pero realicemos la comprobación. Tomemos los dos catetos [ a (Pepiño Blanco) + b ( Moratinos) ]. Uno por su vigorosa simplicidad y el otro por su atlética figura, merecen ser elevados al cuadrado. El resultado no puede ser más claro: un sujeto, ZP, agarrado a su propia majadería, que también está elevada al cuadrado. Es decir: son equivalentes y Pitágoras tenía razón.
Que el gran estadista leonés tiene un problema con las actas hace ya tiempo que lo sabemos. La filtración al periódico El País de las actas— aunque en realidad son notas— de una de las reuniones mantenidas entre Aznar y Bush sólo nos demuestra una cosa: el PSOE sabe que se encuentra siete puntos por debajo del PP. A ZP, que siempre quiere nadar y guardar la ropa, el intento de congraciarse con PRISA no le ha salido bien, ya que de la lectura de los mencionados documentos solamente se adivina un perjudicado: él mismo. Ustedes no deben preocuparse, estimados lectores, por la erosión que ello supone para su país; no lo hagan: hace ya tiempo que nadie confía en ZP y Moratinos; no pueden perder una credibilidad que nunca tuvieron. Que otras naciones sospechen que cualquier conversación que mantengan con diplomáticos españoles puede ser filtrada a la prensa, ha sido el último clavo en el ataúd donde reposa el respeto hacia ZP, el Matices.Ya que hoy mi escrito versa sobre cuestiones matemáticas, aplicaremos la combinatoria. Les propongo un juego de números. Imagínense que un sector del PSOE y con fuertes vínculos con PRISA ha llegado a un acuerdo con el PP, ya que ambos conocen la desesperada situación en la que se cuece nuestro querido Rodríguez. Podemos complicar más la ecuación: una de las incógnitas a despejar — los nacionalistas— no le interesa a ninguno de los dos grandes partidos. Por lo tanto, esa operación para librarse de ZP incluiría otra cuestión: un pacto para reformar la Ley Electoral y, transcurridos unos meses, la Constitución. No olviden, meine Damen und Herren, que el soberano molesta a muchos; a más de los que ustedes creen, ya que cuando dos personas juegan no desean mirones cenizos y entrometidos. En el momento en que ZP pierda las elecciones, la jauría de «nuevos patriotas» se lanzará a mordisquear el despojo, y la rapidez con la que sean capaces de devorar semejante comistrajo marcará la facilidad o dificultad del PP para gobernar. Todos están al corriente de semejante operación; por ése motivo, los nacionalistas buscan crear un grupo compacto, ZP poseer su propio medio de comunicación para controlar a su propio partido y no ser defenestrado, y Rajoy no le hace ascos al embajador de PRISA en el PP. Si ustedes se percatan, los dos grandes partidos saldrían fortalecidos, el mangoneo proseguiría, la calma sería reinstaurada y ZP, el Ensaladillas, volvería a su vida anterior. Aunque quizá los grandes grupos empresariales se lo rifarían; o mejor dicho: lo rifarían. Cuando eso ocurra compraré números, todos los que pueda, ya que mis posibilidades aumentarían. Y eso que yo no entiendo de matemáticas, aunque sé que existen tres tipos de personas: los que saben contar y los que no.
Foto: Uno de los catetos; falta el otro.

Donnerstag, September 27, 2007

EL MICRORRELATO



MICRO: 1. elem. compos. Significa 'muy pequeño'. Microelectrónica, microscopio.

Entiendo que en las diferentes manifestaciones del arte subyace un componente subjetivo: el artista crea bajo su mirada, y el espectador valora bajo la suya. Esa subjetividad, junto con el papanatismo de muchos, es la que permite que se considere arte algo que es ridículo. En el terreno literario y en los últimos tiempos, han cobrado auge los denominados microrrelatos. Con el fin de ahorrarles farragosas explicaciones, transcribiré una de esas pavadas, que se titula El dinosaurio, y cuyo autor es Augusto Monterroso: «Y cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí».
¡Impagable, meine Damen und Herren!, debemos olvidarnos de tramas, desarrollo, nudos, desenlaces, historias y personajes. ¡Nada, hombre, nada!, Dostoyevski era una junta letras, Roth un pobre analfabeto y Waugh un gañán entre los folios. Pero si a una construcción literaria narrativa cuya característica es la brevedad se le denomina microrrelato, a un político corto deberíamos llamarle micropolítico. Supongo, estimados lectores, que ya saben a quien me refiero: ZP, el a todo riesgo y sin franquicia.
Intuyo que a ZP le interesan los microrrelatos, ya que sólo así podemos comprender que con una «reunión» de cuatro segundos con George W. Bush haya solventado los dislates de un trienio. ¡Qué capacidad de síntesis, estimados parroquianos!, ¡eso es diplomacia de altos vuelos! La actitud de ZP, el Letal, no tuvo desperdicio en cuanto a la forma de hacer el ridículo; parecía un monaguillo a punto de comulgar. ¡Pobre Rodríguez!, cuya inteligencia se pierde en la periferia de todo y sus deseos siempre estarán alejados de la realidad; pero es que ése pobre hombre y sus ideas forman parte del ámbito más universal de la ficción. No contento con eso, pretende crear un mundo que no existe— al menos en las personas que están en sus cabales— y no ha comprendido que todo universo gira sobre sí mismo. Por el contrario, él desea que todo ruede a su alrededor. Puedo suponer y hasta sentir el pavor que atenazaba al micropolítico leonés antes del encuentro. Le imagino memorizando el microrrelato en inglés para saludar y las dudas que le asaltarían; como un niño que ha aprendido la lista de la compra.
Me consta que sabe leer, aunque no creo que siempre entienda lo que lee. Sabemos de él que tiene una visión agosteña de la Literatura, ya que sólo dedica ése mes al placer de leer; y un solo libro: es un hombre pausado. Sin embargo, esa única lectura la utiliza como un argumento de realce personal y demuestra su necesidad de aparentar opulencia intelectual. No debemos esforzarnos, estimados parroquianos, en que tan magra afición a los libros varíe: nunca hay que arar en un barbecho. Dejemos, pues, al micropolítico con sus microrrelatos, que son como él: de libre interpretación. No obstante, alguien debería explicar a ZP, el Multiforme, que la lectura ya es, en ella misma, una forma de vida, y que vivir es una constante relectura.
Sé que no lo comprendería, lo suyo son los microrrelatos.

Foto: Microrrelato visual.

Mittwoch, September 26, 2007

EL RESULTÓN



RESULTÓN: 1. adj. coloq. Que gusta por su aspecto agradable.

Yo me considero un hombre normal, sin grandes virtudes o insalvables defectos. Mis gustos son sencillos y nada aparatosos, y demuestro un gran apego a mis «cosas»: ideas, libros, discos, recuerdos, equipo de música, moto o vestuario. Ellas, por el contrario, me encuentran atractivo, interesante, y en algún caso, seductor. En fin, meine Damen und Herren, será cuestión de la subjetividad o de la agudeza visual. De todas formas, si tuviera que describirme, utilizaría un término del castellano que me encanta: resultón.
Cuando alguien esta ungido por el óleo de la «resultabilidad» puede obtener ciertos beneficios si aprovecha bien la baza. El truco más habitual es sonreír con calidez y cara de no haber roto nunca un plato; después, si la estratagema rinde sus frutos, puede completarse con un cuidadoso acercamiento, una sonrisa rebosante de inocencia y una mirada esmaltada por la ingenuidad. Lo habitual, si se han seguido los pasos anteriores, es que los errores sean perdonados y las aguas regresen al cauce conveniente; conveniente para el ungido, claro está.
ZP, el Desembragado, también pretende obtener beneficios de la «resultabilidad». La diferencia, meine Damen und Herren, es que él no está ungido con óleos sino con aceite requemado de churrería. Con todo y con eso, reconocemos que es su ambiente favorito: humo, refrito, churros, viscosidad y papel aceitoso que pringa los dedos. El particular vía crucis que España recorre desde que ZP, el Poliedro, llegó al gobierno ha sido duro, muy duro. Pero es que el hombre que aburre hasta a su sombra ha demostrado una membruda afición a la majadería; ha destrozado la convivencia de los españoles y el orden de una nación; ha dejado que sean los partidos nacionalistas— todos ellos radicales con piel de cordero— los que rijan los destinos de un país; se ha mostrado como un insuficiente, frívolo, confuso y pernicioso gobernante; ha impulsado proyectos desquiciantes como los estatutos de autonomía y una extraña empresa confederal, donde todo puede ser cuestionable y cuestionado; ha trabado una nauseabunda asociación con los terroristas para que éstos le mantengan en el poder. No contento con todo eso y además ejerciendo de pacificador mundial, oculta a los españoles que sus soldados libran combates con unas precarias condiciones materiales, mientras que los caídos por Dios y por España regresan a su patria, o a la quisieran que fuera, con nocturnidad, alevosía y la amnesia por mortaja.
En ocasiones, meine Damen und Herren, me arrepiento de ridiculizar a ZP, el Complicado, porque creo que es una labor baldía: él ya se encarga de ponerse en ridículo. Pero no olviden, estimados parroquianos, que estamos ante un hombre que ha hecho de su sandez la herramienta para saber hacia donde va y de donde viene, y que pretende, incluso, convertir sus mentiras en una verdad científica. Sin embargo, ahora que las elecciones se acercan y el PP aventaja al PSOE en siete puntos (entiendo el porqué lo oculta Rajoy), ZP pretende que todo se le perdone o disculpe, y para ello utiliza la táctica de los resultones; pero no le será útil, ya que para ello debería estar ungido por el óleo de la «resultabilidad». El problema de ZP, al margen de su recia torpeza, es que no entiende de geología. Sí, meine Damen und Herren, han leído bien. Él se mira en el espejo y percibe un brillo en su rostro, por lo que se considera un diamante; pero ignora que el carbón, antes de transformarse en piedra preciosa, también luce un fulgor especial. Presión y tiempo, en eso se basa la geología; y ZP ni soporta la presión ni tiene tiempo. Ahora bien, se cree muy resultón: ¿le perdonamos?
Foto: ¿Perciben el brillo, meine Damen und Herren?

Mittwoch, September 19, 2007

DE HUEVOS Y GALLINAS.

POLLO: (2). 1. m. coloq. Escupitajo, esputo.

Cuando se le pide a alguien que se identifique con un animal, las respuestas suelen contemplar tres características: brío, hermosura o nobleza. Por lo tanto, es habitual que unos se consideren leones, tigres o gacelas; y otros, nobles corceles de pura sangre y estampa distinguida. Será extraño, meine Damen und Herren, que ustedes encuentren a una persona a la que le gustaría ser cerdo, mofeta — aunque de éstas hay unos cuantos en los transportes públicos que ya se han reencarnado y no lo saben—, hiena o perro sarnoso. Sin embargo, en el reproductor de música que este feuilleton incluye, ustedes pueden escuchar una canción: Ich wollt’ ich wär ein Huhn. El protagonista, hombre práctico sin duda alguna, quiere ser una gallina, y para convencernos nos proporciona varios argumentos: «no tendría mucho que hacer», «por la mañana pondría un huevo y por la tarde libraría», «nunca más tendría que ir a la oficina», «cada día estaría en otro sitio», etc.
ZP, el Pompones, creo que busca algo así. Nunca le consideré un amante de doblar el espinazo pero sí un buen ponedor; lo cual le allana el camino para convertirse en un galliforme. Además, el último huevo de ZP, el Candongos, lo ha puesto al alimón; con una gallina clueca, es cierto, pero al alimón: ¡subvenciones para que los jóvenes alquilen pisos!
No se rían, queridos parroquianos, no; la puesta fue complicada y llena de apretones: setenta días con setenta noches necesitaron las gallinas para que el refrito apareciera en el corral. La mise en scène fue enternecedora: sujetos al atril, como de costumbre; en el inicio de una escalera, como una vedette; y vendiendo otro petardo para ilusos, como es habitual en ZP, el Ciruelones. La actitud de la clueca tuvo un cierto aire…cómo decirlo…a lo Lewinsky. ¡Qué miradas, qué gestos, qué caídas de ojos!: parecía una doncella aprisionada por el rubor ante la polla enhiesta y venosa del gallo. En román paladino: méteme de todo menos miedo. A mí estas cosas me interesan, todos tenemos un lado oscuro, pero…¡setenta noches para un plagio! En fin, estimados lectores, cuestión de cuotas, gallos, huevos y cluecas.
En el corral vecino, el otro gallito — Rajoy— también ha decido dedicarse a la puesta: hay que bajar el IRPF. ¡Hombre, meine Damen und Herren!, el viejo truco que el PP domina a la perfección, ya que saben que la economía española se sustenta sobre dos aspectos: consumo interno y construcción. Si el «tocho» se resiente, el único remedio pasa por esquilmar menos dinero de los bolsillos de los contribuyentes, porque saben que éstos se lo gastarán. Si ya lo decía uno de mis profesores: «no se rompan la cabeza, todo está inventado».
La solución para conseguir que los alquileres sean baratos es modificar las leyes, y que un desahucio por impago no tarde más de un mes; como ocurre en Alemania y otros muchos países. Por si ustedes lo desconocen, les diré que en España la media para lograr que el inquilino moroso abandone la vivienda es de 18 meses: entiendo que nadie alquile. Me resulta llamativo que ninguno de los partidos que ostentaron el poder — PSOE y PP— quisiera hacer algo así. Es lógico, sin embargo, ya que gran parte de la financiación de los partidos antes mencionados pasa por la especulación del suelo y otras…bagatelas que los constructores conocen al dedillo: El español, si es un buen patriota, debe hipotecarse: todo por la tapia. Con todo y con eso, la idea de la clueca y ZP, el Maracas, hiede a lo de siempre: ejercer de señoritos del cortijo. En lugar de legislar, prefieren la dádiva, el privilegio que te concedo y luego te quito. ¡Es todo tan socialista! Pero a ZP, el Timbales, le importa un huevo que todo lo que promete coincida con la realidad, lo que le interesa es que coincida con los deseos. No se lo tengan en cuenta, meine Damen und Herren, él cree que la verdad es un valor estadístico y no un concepto filosófico: siempre será un pollo.

APOSTILLA: Todos los apodos para designar a ZP, el Mismísimos, son seudónimos para, de forma coloquial o vulgar, referirse a los testículos; de eso trataba el escrito: de huevos.

FOTO: Los amantes de Teruel: tonta ella y tonto él.

Montag, September 17, 2007

¡ PUTA MISERIA!


REY: 1. m. Monarca o príncipe soberano de un reino.

No soporto a los reyes, meine Damen und Herren; sobre todo cuando aparecen los cuatro seguidos ( picas, diamantes, corazones y tréboles) y derrotan al full que me había entrado de mano ( reinas y sietes). ¡Puta miseria! No obstante debo reconocer que cometí un error de principiante: estar atento a mi juego en lugar de controlar el de los contendientes. A pesar de observar cómo el ganador arramblaba con las fichas, tuve que disimular: sonreí con despreocupación, encendí un Lucky y bebí un largo trago de mi gin-tonic. En mi interior, sin embargo, el fastidio provocó que me bullera la sangre hasta el extremo de pensar que mi cráneo había doblado el diámetro. Con todo y con eso, el culpable fui yo, debí prestar atención al juego de los otros.
También ocurre algo con el soberano en España, y creo que preocupante. Ustedes saben de mis tendencias republicanas por otros escritos en Josephsplatz, no redundaré en ellas. Por el contrario, me permitiré reflexionar «blanco sobre negro». El Rey de España está cometiendo el mismo error que hice yo: juega con la vista clavada en sus propios naipes; aunque también puede ser, estimados parroquianos, que los que le rodean en la mesa de juego sean unos «bribones» redomados. Uno de ellos, no podría ser de otra manera, es ZP, el Guillotinas. Supongo que nadie en sus cabales pensará que todo lo que está ocurriendo alrededor y contra el monarca es fruto de la casualidad; ¿o sí? Resulta evidente que todo obedece a un trabajo de zapa — y también de Zapa…tero— para colocar en el disparadero al soberano, su familia y lo que representan; que ignoro lo que es, pero en España, hasta la fecha, ha sido…muy valorado. El escándalo por unos dibujos satíricos, la quema de retratos del Rey y la posterior reacción de los estamentos oficiales, rumores sobre los que ahora se discute sin pudor alguno y ese eterno tufo del ridículo sobre la regia familia, no persiguen más que un fin: laminar. El intento goza de éxito ya que el debate se ha trasladado a la sociedad; con un resultado dispar, debo reconocerlo: mientras que algunos citan a Blondel, Rousseau o Heiddeger para atacar a «la institución», otros la defenderán con el argumento habitual: «son tan sencillos»; aunque existe otro que tiene más peso: «a mí me caen bien».
La actuación de ZP, el Sentencias, era previsible, ya que, aunque a ustedes les parezca increíble, el PSOE comenzó a trabajar en su «refundación» hace seis años; posiblemente escriba sobre ello. La actitud del soberano, a pesar de que también es previsible, es lo que resulta más preocupante: mutis por el foro. No se engañen, estimados parroquianos; la mudez no obedece a ningún papel constitucional ni a zarandajas de variado calibre y pelaje, sino a cuestiones prosaicas. Su «sencillo» monarca — apliquen varias de las acepciones del adjetivo pero no olviden que está entrecomillado— ha destacado en el dominio de una disciplina: la frivolidad. Ello ha provocado que se prestara a lastimosas representaciones junto a algunos de los dictadores más obscenos de este peculiar mundo; llegando, incluso, a regalar una corbata o un toisón: ¡qué campechano! Algunos, por eso, lo denominan de otra manera: diplomacia. Ése enriquecimiento, tan prematuro como sospechoso, de un monarca que adorna su blasón con la leyenda «salgo barato», hiede. Un profesional debe cobrar por sus servicios; pero tanto amor hacia el mundo árabe, familiaridad y hermanarse con algunos de los enemigos naturales de España ( Marruecos, por ejemplo) no es estético. Un funcionario español no puede aceptar ni un décimo de lotería de regalo, se juega el cargo; pero que un grupo empresarial regale un yate valorado en casi cuatro mil millones— cedido al patrimonio nacional para no tener que correr con los gastos— es algo…¿lógico? Muchas de las grandes cuestiones humanas se han construido sobre el dogmatismo, y la monarquía española es una de ellas. La falsedad del sistema monárquico español resulta evidente a los ciudadanos, que son los pagadores, no lo olviden. ZP, Shylock, se aprovecha de todas esas miserias y de otras muchas: eso es lo preocupante. Cuando alguien guarda silencio ante un chantajista es porque algo tiene que ocultar; aunque, en ocasiones, también el chantajista guarda algún muerto en el armario. ¡Qué partida más interesante! Me temo, sin embargo, que el Rey la perderá, y no será por carecer de sencillez o campechanía, sino porque ha cometido el mismo error que yo: mirar solamente su juego.

Foto: La próxima mano será la última.

Samstag, September 15, 2007

EL FUNERAL


FUNERAL: 2. m. Pompa y solemnidad con que se hace un entierro o unas exequias.

La muerte no se olvida de nadie, meine Damen und Herren; ni siquiera de Herr Breuer, a cuyo entierro asistí ayer. El finado era el propietario de una librería de ejemplares antiguos y raros — Antiquariat Breuer—, así como un experto en tipografía y encuadernación. El sepelio se celebró en el Friedhof Heerstraße, uno de los cementerios más bonitos de Berlín, y transcurrió como suele ser habitual: en paz. No obstante, yo, que soy conocedor de la «trastienda de la librería», me dediqué a observar a los asistentes. Después de unos momentos de silencio, el sacerdote, un enjuto sajón, comenzó el responso con la atonía habitual.
Gelitten unter Pontius Pilatus… gekreuzigt, gestorben und begraben…
La viuda, apergaminada como algunos de los libros que poseía su marido, miraba el féretro con esa expresión del que ya lo ha dicho todo. Yo, por el contrario, observé a una mujer madura que estaba situada algunas filas por detrás: sabía que durante más de veinte años había sido la amante de Herr Breuer; el amor de su vida. Su expresión era otra: tenía cosas por decir.
Wieder auferstanden von den Toten…
Algo apartados del grupo y con una pose relajada aunque no irreverente, los enterradores esperaban para devolver al polvo algo que, por lo visto, le pertenece. Con todo y con eso, se intuía que la historia no iba con ellos y que sólo esperaban.
ZP, el mala muerte, también espera; pero el problema es que no sabe qué. Es lo habitual en alguien que se ha dedicado a destrozar un país y que deja detrás ruinas, enfrentamientos, mentiras y sospechas. Escribir sobre el mayor inútil que ha dado la historia contemporánea española cobra tintes funerarios y de patético responso.
Aufgefahren in den Himmel sitzt zur rechten…
A pocos meses de las elecciones generales, los españoles deben dejar de creer en la baraka y la buena intención, y entender que la imbecilidad, la incompetencia, los embustes y el ridículo más espantoso es lo que describe la actuación de ZP. Encumbrado y sustentado por terroristas, sin proyecto ni ideario, vasallo de nacionalistas, con un gabinete ministerial que parece la cofradía de los menguados y sin credibilidad, ZP decide jugarse el resto para no abandonar un puesto al que nunca debió llegar. A él le resulta indiferente que gracias a su ágil inteligencia haya hundido a España en la sima de lo chusco. Las carcajadas que despierta ZP se escuchan hasta en el extranjero, y otros gobiernos ya no le ven como un iluminado sino como un idiota.
Ich glaube an den Heiligen Geist, die heilige katolische Kirche…
Sin embargo, como buen bobo que no comprende que los demás no lo son, ahora propone fórmulas magistrales: dentaduras a los niños; casa al que no tiene; orgasmos a la frígida; erecciones al impotente; dinero por niño; pajas al manco; pelo al calvo; vagina al transexual; modernidad al paleto; e incultura para todos, ya que sólo un ignorante volvería a confiar en Rodríguez. Las sociedades no tienen a los políticos que se merecen ni siquiera a los que se asemejan a ellas, sino a los que mejor les engañan. Y si alguien sabe mentir y engañar, ese es ZP, el mala muerte.
In Namen des Vater des Sohnes und des Heiligen Geistes. Amen.
APOSTILLA: Cuando el responso concluyó, algunos de los asistentes lanzaron flores en la tumba y después dieron el pésame a la viuda. Creo que nadie se percató de que la amante se acercó hasta el borde de la fosa y dejó caer, junto con un puñado de tierra, un pequeño libro. Después se internó por un sendero que conduce a una de las puertas laterales del cementerio. Caminaba erguida y con el paso firme de los solitarios. Conozco poco de ella, sólo su nombre; aunque lo cierto es, meine Damen und Herren, que no me interesa saber más. Quizá una cosa: el título del libro.
Foto: Tumba berlinesa. (NvO)

Mittwoch, September 12, 2007

¡LEVÁNTATE Y ANDA!


NEOLOGISMO: 1. m. Vocablo, acepción o giro nuevo en una lengua.

Creo que uno de los síntomas del envejecimiento es la incapacidad o dificultad para comprender los neologismos; sin embargo éstos son necesarios, ya que los idiomas evolucionan, al igual que las sociedades, y el lenguaje debe ser capaz de describir nuevas situaciones, elementos, actividades, etc. La primera vez que escuché el término «metrosexual» quedé algo perplejo. Aplicando la lógica — pedestre si ustedes quieren, pero lógica al fin y al cabo—, pensé que era la descripción de un hombre con una dotación fálica descomunal (metro-sexo). Más tarde, al observar las fotografías de los que son considerados iconos metrosexuales, mi opinión varió: les gusta que les «encajen» un metro. Después descubrí que todo obedecía a un neologismo acuñado por Mark Simpson en 1994 y que servía para describir al hombre urbano, de clase media- alta, cuidadoso de su imagen y aspecto físico, deportivo y amante de la cosmética. «Bien», pensé; luego acepté el neologismo aunque creo que es innecesario, ya que describe lo que siempre se ha considerado un «hombre pulido».
ZP no puede considerarse ni una cosa ni la otra. Ahora bien, ha llegado el momento de que lo vendan como tal. Ustedes no deben sorprenderse, meine Damen und Herren, vivimos tiempos en los que el envoltorio se valora más que el regalo. El problema es que con ZP tanto lo exterior como lo interior comparten el mismo nivel: paupérrimo. No me ofende que alguien venda su producto, es la esencia de un mercader; sin embargo la imaginación a la hora de acometer el reto es cutre, de baja estofa, chusca y escasa.
En vista de que los políticos importantes queman sus energías mediante el deporte ( Putin, Sarkozy, Bush, Aznar), alguien consideró que ZP, el Galgo de León, tenía que legar una fotografía para la posteridad en semejante trance. La instantánea, ridícula donde las haya, nos dice más de lo que percibimos a simple vista: un hombre que no deja huellas, señal de la levedad de sus ideas y compromisos; una sombra alargada al tiempo que incompleta; y un fondo que le queda como anillo al dedo: horizonte plano y soledad. En el aspecto físico todo resulta más grotesco: cuello bovino; gemelos atrofiados y sin desarrollo; torso rectangular en el que se adivina la flaccidez de los abdominales; tobillos de bailarina tetrapléjica; y el mismo estilo de carrera que empleó Lázaro cuando Cristo le ordenó que se levantara y anduviera. Asimismo, la cuadratura de la mandíbula nos indica que estamos ante un hombre contemplativo, como si el ejercicio físico animase a tal condición. En definitiva, meine Damen und Herren, hemos de observar la fotografía con condescendencia, ya que sólo un imbécil puede imaginar que mejorará su imagen con semejante pamema. Por el bien de todos, y el de la inteligencia en primer lugar, espero que las próximas maniobras para vender de nuevo el producto ZP, el que los deja bien muertos, resulten más imaginativas. De todas formas no soy optimista al respecto, y otro de los bodegones en los que sale representado Rodríguez fue la causa: desayuno con Botín ( aunque también podríamos escribirlo en minúscula). En ésa imagen la impresión era otra: el monaguillo frente al mismo padre Ripalda, que se esmera en explicar su catecismo. Al margen de otros detalles chocarreros, destacaría algo increíble: la fotografía huele. Sí, queridos parroquianos; de ella emana la agonía pestilente y viscosa del político inepto que se resiste a marchar y que ya sólo se limita a residir en la cárcel de su realidad; del todo deformada, por supuesto. Desconozco a quién se le ocurrieron semejantes patochadas para vender la imagen de un político metrosexual. Sea quien sea, nos ha demostrado una robusta afición a la idiotez. Yo, con el único afán de prestar ayuda, propongo que las fotografías de ZP las tinten de color sepia, las rodeen de niebla y aire friolento y desolado; ya que asistimos al final de una época sin saber que época estrenaremos.
Con todo y con eso, las fotografías de ZP no muestran al hombre como es, sino como querría ser. Aun así, los rostros más repulsivos no dejar de ser la imagen del individuo; incluso de alguien como Rodríguez. La ventaja es que con él no debemos inventar un neologismo, existen muchos términos que le definen a la perfección.
ZP, ¡levántate y anda!; aunque sea por una vez en tu vida.

Foto: Altius, citius, fortius.

Sonntag, September 09, 2007

WALK ON THE WILD SIDE


Ayer, como cada sábado, celebré una cena en casa con mis mejores amigos. Todo transcurrió a la perfección: buen cocinero, vinos correctos, charla amena y grata compañía. Sin embargo ocurrió algo que demuestra lo que todos sabemos pero no queremos aceptar: nunca conocemos a las personas del todo. Uno de mis amigos, al que denominaremos M. para que ustedes no sepan que se llama Mirek, se descolgó con una petición algo…inusual: quiso que la cena estuviera amenizada con música de Lou Reed. Posiblemente ustedes, meine Damen und Herren, se pregunten dónde radica lo inusual. Él es un sacerdote polaco que viste con clergyman y logra que los agnósticos nos planteemos nuestra condición. Es, sin duda alguna, un buen pastor de almas. Deberán reconocer, estimados parroquianos, que choca que alguien así disfrute de Lou Reed. Una vez concluido el modesto ágape, nos sentamos para tomar café y fumar unos vegueros. Cuando Lou Reed comenzó a cantar Walk on the wild side, miré a M.: su mano derecha sostenía un Macanudo Gold Label mientras que la izquierda sujetaba una copa con vodka polaco Zubrowka. Sus labios, tan finos como la forma de expresar sus opiniones, oscilaban al ritmo de la letra. Algo pasaba por su cabeza, ignoto para mí y que no me atreví a preguntar; pero después pidió si podía dejar que el equipo de música repitiera la canción: cumplí su deseo; y sin percatarme, también tarareé la melodía.
Esta mañana, sin embargo, no he podido dejar de vincular la canción del neoyorquino con ZP: qué extrañas asociaciones genera la mente humana.
Shaved her legs and then he was a she. [ Se afeitó las piernas y entonces él se hizo ella].
Es evidente que ZP también se ha travestido. No anunció ninguna de sus intenciones durante la campaña electoral ni mencionó las bastardas intenciones que albergaba en su retorcida mente. Existen muchas formas de mentir, pero ocultar algo es una de ellas. Ya saben: no hay medias verdades sino medias mentiras.
Hey, babe, take a walk on the wild side. [ Hola, nena, date una vuelta por el lado salvaje].
ZP conoce a los españoles y sabe que las emociones no son instrumentos de cognición. Por ése motivo, gobierna apelando a ellas para nublar el sentido común y lograr sus propósitos. No tiene proyecto alguno y hace de la improvisación su brújula. Le resulta indiferente rebrotar enfrentamientos o crear nuevos; lo importante es evitar la reflexión. Todos caminan por el lado equivocado.
Everybody hat to pay. A hustle here a hustle there. [Todos tienen que pagar. Un polvo aquí un polvo allá].
Muchas explicaciones deberían dar los medios de comunicación y grupos empresariales que han favorecido el apagón informativo que sufren los españoles. Engatusados por ZP, muchos periodistas empeñaron su credibilidad para servir de cómplices de uno de los políticos más pernicioso de la historia española. Algunos ya han cobrado y otros están en la lista de espera; pero saben que cobrarán: ese tipo de polvos siempre se paga.
You should have seen him go go go. [ Deberías haberle visto bailar]
Durante tres años, tres, hemos observado cómo se dilapida una herencia. De un país que comenzó a ser observado de otra manera, ZP les ha devuelto a la charanga y pandereta, al burro y al botijo, al camarero y al sol, al Spain is different y la paella very good, a los diplomáticos que han estudiado en la Tócame Roque School, y a que España sea mirada como hacen los taxistas: por encima del hombro o través del retrovisor.
Valium would have helped that dash. [Creo que el Valium le habría ayudado a bajar].
ZP entró en un laberinto del que no se puede salir. Todos sus actos y decisiones son una huída hacia delante con un único propósito: perpetuar su idiotez. Nada ni nadie le harán entender su estulticia, es un pobre hombre que nunca en su grisácea vida hubiera imaginado las cimas a las que se ha encumbrado. Como buen inepto, ni siquiera es capaz de entender el alcance y consecuencias de sus decisiones. Es, sin duda alguna, una inteligencia fragmentada.
Lo triste es que, cuando las consecuencias de tener a un menguado al frente del Gobierno ya no tengan solución, los responsables y cómplices harán lo de siempre: And the coloured girls say do, do, do. [Y las chicas de color decían du, du, du].

APOSTILLA: Cuando mis amigos parten, siempre me asomo a la terraza para observar su marcha y despedirles. M. tomó otra dirección, decidió caminar solo. Nunca podré constatarlo, pero juraría que sus labios repetían la misma frase: Hey, honey, take a walk on the wild side. Hasta el mejor pastor tiene dudas: somos libres.

Foto: La tertulia del café Pombo. (1927). Gutiérrez Solana.

Mittwoch, September 05, 2007

LOS GASES


GAS: 5. m. pl. por antonom. gases que se producen en el aparato digestivo.

En febrero de 1921, el periódico Neue Berliner Zeitung publicó la noticia de que Heinz Furzer actuaba en un tugurio berlinés denominado Reese. Herr Furzer era un cómico al que Dios no había llamado por el camino del humor y que demostraba que vocación y talento no siempre marchan unidos. Sus chistes eran patéticos, y sus imitaciones debían considerarse arte expresionista. Tan era así, que cuando al final de cada imitación preguntaba al público a quién había imitado, lo habitual eran siete u ocho respuestas diferentes. Sin embargo, noche tras noche, el Reese se llenaba, y no sólo por la calidad de las putas, sino por el número magistral de Herr Furzer: interpretaba el himno alemán — Deutschland, Deutschland, über alles— a fuerza de pedos. Es innegable que era una manera de darse aires, no de grandeza precisamente; pero aires al fin y al cabo. Cuando la atmósfera política cambió en Berlín, Heinz Furzer continuó con su interpretación flatulenta — no sabía hacer nada mejor—, hasta que una noche, al concluir la función, desapareció para siempre: se perdió entre la noche y la niebla. Nunca más se supo de él, aunque hay quien dice, y nunca mejor expresado, que se desvaneció como un pedo en el viento. Creo, meine Damen und Herren, que la triste experiencia de Heinz Furzer es la demostración de que los gases son peligrosos; más de lo que pensamos.
ZP, el Gaseosas, lo intuye aunque no lo comprende, ya que todo su proyecto e ideario es una inmensa nebulosa gaseosa que, al margen de tufo, no aporta nada. Mientras las potencias europeas— y no me refiero a Chipre, Grecia y Portugal, que es lo que ZP debe considerar una «potencia»— entienden que el talón de Aquiles de Europa es la dependencia energética e intentan desprenderse del dogal que las ciñe, ZP cree que las calefacciones y cocinas funcionan a base de pedos. Las eructos mentales del gran estadista leonés colocarán a España es una situación compleja, cuya factura pagarán los sufridos españoles. Las empresas energéticas, desde hace ocho años, han comprendido que sus planes de expansión deben basarse en criterios geográficos y no en la explotación o expansión de mercados. Les pongo un ejemplo: ¿qué pinta REPSOL en Argentina o en Bolivia?, ¿han sido buenos los resultados?, ¿ha influido en el valor bursátil de la primera petrolera española la aventura sudamericana?, ¿la hace vulnerable a una opa? Estas insignificantes reflexiones que ustedes comprenden sin problemas, a ZP, el Talentos, le resultan el crucigrama dominical del periódico The Times.
Después de la fusión entre Gaz de France y Suez, que dio lugar a la cuarta compañía energética mundial en términos de capitalización bursátil (90.000 millones de euros), era evidente que la nueva empresa necesitaría las reservas de gas argelinas y que intentaría una expansión hacia lo que es su mercado natural: España. No olviden que la primera petrolera francesa — TOTAL, que intercambió acciones con Gaz de France— controla a la segunda española— CEPSA—, y que podría utilizarla como forma de aumentar su cuota de mercado en el suministro de gas. La «negociación» con Argelia ha sido una demostración de estulticia ya que, gracias a las guerra de Irak y con el barril de crudo en 70 dólares, Argelia aumentó sus ganancias hasta extremos impensables. Ello nos indicaba que la negociación tomaría un derrotero más político, o diplomático si ustedes quieren, que económico. Pero, claro, qué puede entender una lumbrera como ZP de todo ello.
Across. Prime Minister, nicknamed ZP (5).
El pobre Rodríguez, desde su nube de pedos, no ha sido capaz de obtener conclusiones. Alguien debería indicarle la importancia de un ranking para dilucidar junto a quién conviene sentarse: GAZPROM (Rusia); ELECTRICITÉ DE FRANCE/ EDF (Francia); EON (Alemania).
Down. In Spanish, acronym of moron (2).
Que España ha perdido todo peso específico en Europa es evidente y patético. Pero todavía lo es más el futuro que les espera a sus empresas: comparsas de las alemanas, francesas o italianas (¡que ya es decir!). En el manual del buen socialista — español, lógicamente—, consta la idea de que los países poderosos codician las riquezas de las naciones pobres. Es triste, queridos parroquianos, pero a eso les ha reducido ZP; aunque en su día el iluminado prometió un «campeón energético nacional». Me temo, sin embargo, que no se refería al gas sino a los gases; que como Heinz Furzer podría constatar, tienen mucho peligro y son otra cosa.
¡Brruuummmmm!, perdón: se me ha escapado.

SOLUCIÓN AL CRUCIGRAMA: (5) silly. (2) ZP

Foto: El eructo. Edvard Munch (1893)

Montag, September 03, 2007

PROFESIONALES DEL SUFRIMIENTO

PROFESIONAL: 3. adj. Dicho de una persona: Que practica habitualmente una actividad, incluso delictiva, de la cual vive. Es un relojero profesional. U. t. c. s. Es un profesional del sablazo.

Los conceptos de pasado y futuro son patrimonio exclusivo del ser humano. Ello, unido a nuestra inteligencia, nos permite fantasear sobre el futuro y hacer algo más divertido: inventar un pasado. Enric Marco debe pensar lo mismo que yo. Supongo que ahora, meine Damen und Herren, se estarán preguntando quién es el fulano en cuestión; pero no se preocupen, lo desvelaremos acto seguido. Ese teñido y peripatético sosias de Von Münchhausen fue el presidente de la Amical Mauthausen (disculpen la cacofonía), una asociación con sede en Barcelona, cuyos miembros son los deportados del campo de concentración situado en las cercanías de Linz. Durante años, Herr Marco se paseó por colegios, universidades, emisoras de radio y hasta por el mismo Congreso de los Diputados, para explicar las atrocidades, sevicias y humillaciones que le infligieron en el Konzentrationslager Mauthausen, y que, sin duda alguna, marcaron su vida de una forma indeleble. Tan dramático resultaba su relato — yo fui testigo en una ocasión de la pamema— que la Generalitat de Catalunya decidió concederle la más alta distinción: La Creu de Sant Jordi. Herr Marco, agradecido con la breva, se mostró contumaz para explicar sus «tristes experiencias»; se había convertido en un profesional del sufrimiento. Sin embargo, en el año 2005 se destapó la superchería, y también modus vivendi, de Herr Marco: nunca había estado en Mauthausen.
Por obsceno que les pueda parecer, estimados parroquianos, el sufrimiento, con una adecuada gestión, reporta beneficios, nimba con el óleo de la dignidad y frena las críticas. Dos miembros destacados de la cofradía de los sufridores profesionales son Fernando Savater y Rosa Díez, aunque en el País Vasco son muchos los que se esfuerzan en ser admitidos en la «institución». En el caso que nos ocupa — la política y el filósofo—, ambos han porfiado en conseguir lo que anhelaban: protagonismo. En Savater, tan retorcido y taimado como siempre, no es ninguna novedad, ya que la necesidad exacerbada que tiene por medrar la ha demostrado con diferentes artimañas. En su momento abandonó la revuelta cívica contra ETA por una sinecura en RTVE; después, al observar que los medios de comunicación apoyaban a ZP sin reservas y que el podía quedarse sin botín, se subió al carro con la siguiente dictamen sobre Rodríguez: «inteligente, honesto, moderado y con sentido de Estado»; extravagante opinión donde las haya, que deja patente que el filósofo padece dos tipos de estrabismo: ocular y mental. Una vez integrado en la comparsa del gran estadista leonés, no dudó en servir de vocero de ZP para dotar de credibilidad a la farsa de la negociación. Ahora, sin embargo, que el castillo de naipes y mentiras se desmorona, Savater abandona el carro zapaterino y se sube en otro.
Por el contrario, Rosa Díez supo jugar con más habilidad: se mostró crítica y ganó respeto; pero después…¡más de lo mismo!: soy socialista de por vida. En su momento, Frau Díez calentó sus posaderas al amor del fuego del poder, ya que junto a Redondo Terreros y las extrañas alianzas con el PNV pudo ocupar puestos privilegiados en la administración vasca. Transcurridos los años dorados y cuando el fuego se convirtió en rescoldos, descubrió que Estraburgo es una ciudad tan sosa como inútil. Sin posibilidad de incrementar su cuota de poder en el PSE, Frau Díez ha decidido dejar de ser cola de león para convertirse en cabeza de ratón; o eso cree. Ambos individuos, a pesar de que sus ideas se asemejan a las del PP, siempre que tienen ocasión manifiestan que jamás votarán a dicho partido.
No se engañen, meine Damen und Herren, lo único que persiguen es dar una alternativa razonable y piadosa a los que podrían abstenerse de votar al PSOE. Es otra forma del cinturón sanitario, más refinada y elegante, eso sí; pero con el mismo objetivo: impedir que el PP gane las elecciones. Si lo que les preocupa a Savater y Díez es España y su sistema político, lo prioritario debería ser desplazar a ZP del poder para después reconducir la situación. Y eso, les guste o no, sólo puede hacerse desde el PSOE.
El dúo no puede ofrecer un programa claro y se limita a las vaguedades, pero si alguien duda sobre sus intenciones, siempre aducirán lo mismo; no olviden que son profesionales del sufrimiento y que entremezclan vanidad y debilidad moral. No obstante, su actitud nos sirve para conocer nuestros propios límites y duplicidades morales. Los de cada cual, y los de la sociedad de ZP; ya saben, otro profesional del sufrimiento: mataron a su abuelo.
Foto: Crédulos nacimos e incrédulos nos marcharemos.