Montag, September 17, 2007

¡ PUTA MISERIA!


REY: 1. m. Monarca o príncipe soberano de un reino.

No soporto a los reyes, meine Damen und Herren; sobre todo cuando aparecen los cuatro seguidos ( picas, diamantes, corazones y tréboles) y derrotan al full que me había entrado de mano ( reinas y sietes). ¡Puta miseria! No obstante debo reconocer que cometí un error de principiante: estar atento a mi juego en lugar de controlar el de los contendientes. A pesar de observar cómo el ganador arramblaba con las fichas, tuve que disimular: sonreí con despreocupación, encendí un Lucky y bebí un largo trago de mi gin-tonic. En mi interior, sin embargo, el fastidio provocó que me bullera la sangre hasta el extremo de pensar que mi cráneo había doblado el diámetro. Con todo y con eso, el culpable fui yo, debí prestar atención al juego de los otros.
También ocurre algo con el soberano en España, y creo que preocupante. Ustedes saben de mis tendencias republicanas por otros escritos en Josephsplatz, no redundaré en ellas. Por el contrario, me permitiré reflexionar «blanco sobre negro». El Rey de España está cometiendo el mismo error que hice yo: juega con la vista clavada en sus propios naipes; aunque también puede ser, estimados parroquianos, que los que le rodean en la mesa de juego sean unos «bribones» redomados. Uno de ellos, no podría ser de otra manera, es ZP, el Guillotinas. Supongo que nadie en sus cabales pensará que todo lo que está ocurriendo alrededor y contra el monarca es fruto de la casualidad; ¿o sí? Resulta evidente que todo obedece a un trabajo de zapa — y también de Zapa…tero— para colocar en el disparadero al soberano, su familia y lo que representan; que ignoro lo que es, pero en España, hasta la fecha, ha sido…muy valorado. El escándalo por unos dibujos satíricos, la quema de retratos del Rey y la posterior reacción de los estamentos oficiales, rumores sobre los que ahora se discute sin pudor alguno y ese eterno tufo del ridículo sobre la regia familia, no persiguen más que un fin: laminar. El intento goza de éxito ya que el debate se ha trasladado a la sociedad; con un resultado dispar, debo reconocerlo: mientras que algunos citan a Blondel, Rousseau o Heiddeger para atacar a «la institución», otros la defenderán con el argumento habitual: «son tan sencillos»; aunque existe otro que tiene más peso: «a mí me caen bien».
La actuación de ZP, el Sentencias, era previsible, ya que, aunque a ustedes les parezca increíble, el PSOE comenzó a trabajar en su «refundación» hace seis años; posiblemente escriba sobre ello. La actitud del soberano, a pesar de que también es previsible, es lo que resulta más preocupante: mutis por el foro. No se engañen, estimados parroquianos; la mudez no obedece a ningún papel constitucional ni a zarandajas de variado calibre y pelaje, sino a cuestiones prosaicas. Su «sencillo» monarca — apliquen varias de las acepciones del adjetivo pero no olviden que está entrecomillado— ha destacado en el dominio de una disciplina: la frivolidad. Ello ha provocado que se prestara a lastimosas representaciones junto a algunos de los dictadores más obscenos de este peculiar mundo; llegando, incluso, a regalar una corbata o un toisón: ¡qué campechano! Algunos, por eso, lo denominan de otra manera: diplomacia. Ése enriquecimiento, tan prematuro como sospechoso, de un monarca que adorna su blasón con la leyenda «salgo barato», hiede. Un profesional debe cobrar por sus servicios; pero tanto amor hacia el mundo árabe, familiaridad y hermanarse con algunos de los enemigos naturales de España ( Marruecos, por ejemplo) no es estético. Un funcionario español no puede aceptar ni un décimo de lotería de regalo, se juega el cargo; pero que un grupo empresarial regale un yate valorado en casi cuatro mil millones— cedido al patrimonio nacional para no tener que correr con los gastos— es algo…¿lógico? Muchas de las grandes cuestiones humanas se han construido sobre el dogmatismo, y la monarquía española es una de ellas. La falsedad del sistema monárquico español resulta evidente a los ciudadanos, que son los pagadores, no lo olviden. ZP, Shylock, se aprovecha de todas esas miserias y de otras muchas: eso es lo preocupante. Cuando alguien guarda silencio ante un chantajista es porque algo tiene que ocultar; aunque, en ocasiones, también el chantajista guarda algún muerto en el armario. ¡Qué partida más interesante! Me temo, sin embargo, que el Rey la perderá, y no será por carecer de sencillez o campechanía, sino porque ha cometido el mismo error que yo: mirar solamente su juego.

Foto: La próxima mano será la última.

10 Comments:

Blogger Ignacio said...

es que son deprimentes de puro patetico todos, hasta los mayordomos me temo

11:04 PM  
Blogger El Espantapájaros said...

Aunque se roza, el tema del artículo no es Monarquía y República, creo, sino más bien esta reciente ola cuasi antimonárquica, empezando por lo de "El Jueves". Eso ya fue sospechoso en su día, y ahora con la quema de los retratos también van a tener material en que hincar el diente, y alguno de Jueces contra la Democracia ya ha hablado de que entra en la "libertad de expresión". Me pregunto qué diría si hubieran quemado uno de Zapatero o, mejor, uno suyo.

Opino que lo del secuestro de la revistucha fue un error garrafal (¿cometido a propósito?), pero en el caso de los radicales hay que dar un escarmiento. Hoy el PSOE casi decide no acudir, junto con otros revoltosos, a la apertura del Año Judicial, un acto que preside el Rey. Las faltas de respeto son continuadas, alguien debería romper una lanza a favor del Rey y su familia.

Por último, lo que menos interesa a España es entrar ahora en el debate sobre la Monarquía. Sería como lo del Estatuto pero cien veces peor.

Un saludo

P.S.: Intrigado estoy con lo que has mencionado del PSOE. Es cierto que algo está cambiando, pero, además de lo que vemos, ¿el qué?

11:57 PM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

IGNACIO:

Nunca hubo uno bueno; pero...es lo que hay.

2:02 AM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

ESPANTAPÁJAROS:

Puedes ahorrarte el adverbio, querido amigo. Los socialistas españoles saben que existen dos sacos de arena a los que puedes golpear sin miedo a que te devuelvan el golpe: la Iglesia Católica y la Corona. No obstante, con ambos siempre traban acuerdos y negocian. ¿Cuál es la diferencia? El golpe es público y la negociación privada. Ello permite que los socialistas obtengan rédito electoral de semejantes pamemas. La historia de la revista El Jueves es de lo más burdo que se ha contemplado desde que Simplicissimus ridiculizó al káiser. ZP, como buen tonto, siempre crea conflictos, pero luego no es capaz de encontrar una solución y prefiere crear otro para que el populacho olvide el anterior. Es como los bomberos forestales americanos: crean un incendio para que extinga al principal. El debate sobre la monarquía en la sociedad española es algo pendiente, aunque subyace en los españoles y un día u otro debe acometerse. Vuestro cambio de régimen político fue modélico, pero no gracias a los políticos y demás vividores; sino a los propios españoles. Yo no puedo decirte si la Transición se hizo bien o mal; creo que se hizo…lo que se pudo. Con todo y con eso, muchas cuestiones quedaron…cómo decírtelo…pendientes, o se sujetaron con un pespunte; y la monarquía es una de ellas. De todas formas, lo que le ocurre a vuestro monarca se lo tiene bien merecido, ya que nunca comprendió con quien se jugaba los cuartos. El pobre hombre vive de viejas glorias, si es que alguna vez las tuvo, y se dedica a mostrarse zalamero con la izquierda porque piensa que ellos son sus enemigos, y la derecha sus…¿amigos? Comete el mismo error que su nefasto abuelo, que no entendió que los tiempos cambiaban, y con ellos las personas. Estoy convencido de que un votante del PP puede ser republicano, ateo y homosexual. ¿Monárquicos? Yo creo que en España sólo quedan Ansón, Ussía, Luis del Olmo y algún que otro despistado, o interesado; que de esos también hay muchos. En España, el concepto «libertad de expresión» me huele tan a cuerno quemado como las partidas que acepto jugar con dos comodines. En una ocasión, ZP llamó a Lara para que éste le dijera a Carlos Herrera que dejara de llamarle Rodríguez. Historias de este tipo, podría explicarte de todos los políticos. ¿Libertad de expresión? Sí, pero siempre que ridiculices a la Iglesia, a la Corona o la oposición. Creo que nuestro añorado Urdaci podría explicar muchas cosas sobre estos temas.
Nadie romperá una lanza a favor del Rey porque algo así no está bien visto. El PP, además, tiene viejas cuentas que saldar con la Casa Real, y lo hace mediante una réplica muy pautada. «Las faltas de respeto son continuadas»; cierto, látigo de gorriones hambrientos, pero no olvides que la deferencia es obligada mientras que el respeto debe ganarse: ¿se lo ha ganado vuestro monarca? Permíteme ir más allá: ¿alguna monarquía se lo gana? Si ZP va desahogado no habrá debate sobre la monarquía, pero en el momento en que la cuerda le apriete…
Aunque ahora que lo pienso: ese bobo es capaz de explicar, o Rubalcaba si es preciso, que en Atapuerca han encontrado el ordenador personal de Cristo y que en él…
De eso depende la monarquía en España: de un bobo, y de sus secuaces, lógicamente. De todas formas también cabe otra pregunta: ¿por qué la monarquía en España depende de un bobo?, ¿por el bobo o por las actuaciones del monarca? Si eres sincero contigo mismo, obtendrás la respuesta. Perdona la extensión. Saludos.

P.D.- Déjame pensarlo; pero el escrito se titulará del rosa al amarillo.

3:03 AM  
Blogger Violeta said...

Espantapájaros: ya has visto lo que ha pasado con la publicidad de Ryanair

10:59 AM  
Blogger Samuel J. said...

A mí que haya monarquía o república me tiene sin cuidado. La monarquía importa por aquello de la historia, la tradición y la gloria ornamental que representa ante otros países de Europa que conservan sus tronos: una manera de demostrar al mundo que no hemos degollado monarcas en beneficio de un progreso incierto. A mí estas cosas no me quitan el sueño, pero hay a quien le gusta y yo lo respeto.

El rey no hace más daño que con la diplomacia y el presupuesto. Claro que son asignaturas pendientes; pero ¿es que hemos aprobado alguna? A mí financiar la monarquía no me preocupa tanto como que subvencionemos a vociferantes actorzuelos al servicio del gobierno y la decadente cultura progre. Todo es dinero, al cabo, y aunque hay cosas que tocan el bolsillo, hay otras que tocan la moral, como que Zapatero siga en el poder.

Los gobernantes están utilizando el derecho al honor para librarse de la propaganda que les perjudica. Zapatero lo hace, la Fiscalía lo hace por el rey y al cabo la nación se convierte en un mundo de personajillos quisquillosos. Como los nacionalistas, que se sienten agredidos cuando un estornudo español les pega el catarro.

La izquierda quiere centrar el debate en monarquía y república, cuando todavía no tiene claro si hay nación o no-nación. Son ganas de empezar la casa por el tejado. Típica manera de maniobrar de los procesos revolucionarios. Resulta sencillamente patético.

Un saludo,

Samuel.

2:53 PM  
Blogger El Cerrajero said...

Hablando de cartas ¿has visto esto?

7:20 PM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

VIOLETA:

Un buen ejemplo, bella flor. Pensé que con la campaña publicitaria todos se troncharían, pero no fue así.

3:10 AM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

SAMUEL:

En el tema de la financiación de la monarquía ocurre algo curioso: los que más reclaman son los que salen más caros. Uno de los problemas de España es la cultura de subvención que impera en todos los ámbitos, aunque los subvencionados siempre resultan más baratos que la caterva de políticos, sindicalistas, mamones y demás. Precisamente, Samuel, porque «todo es dinero», ZP no seguirá en el poder.
Saludos.

P.D.- Los nacionalistas no pueden contraer ningún catarro: ya nacen resfriados.

3:11 AM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

CERRAJERO:

No me tientes, no me tientes…

3:11 AM  

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