Samstag, Dezember 30, 2006

HAGAN JUEGO, SEÑORES.


NAIPE.- 1. m. Cada una de las cartulinas rectangulares, de aproximadamente un decímetro de alto y seis a siete centímetros de ancho, cubiertas de un dibujo uniforme por una cara y que llevan pintados en la otra cierto número de objetos, de uno a nueve en la baraja española, y de uno a diez en la francesa, o una de las tres figuras correspondientes a cada uno de los cuatro palos de la baraja.

Cuando llega el final de un año y el comienzo de otro, todos nos hacemos buenos propósitos: librarse del tabaco; ser mejor persona, aunque a veces es difícil; dejar de ser un putañero redomado; no ser tan egoísta; etc. Yo, fiel a mi mortificación «salsilvestrense», también guardo mi aspiración de cambio: no acercarme a una mesa de póquer. Sí, meine Damen und Herren, disfruto con el juego; soy un ludópata. Nicholas Van Orton es de aquellos que templa sus nervios ante un tapete verde; enjuaga su sudor entre el tintineo de las fichas de apuestas y el oleoso humo de los tugurios; y siempre confía en que la siguiente mano de cartas le traerá los triunfos necesarios para ligar una buena jugada. ¡Mea culpa!, queridos lectores. Si quieran que les sea sincero, debo decirles que yo soy de los que piensa que nunca ganará; como suele ocurrir. Pero las horas de incertidumbre ante los naipes, la ilusión de presentir que ésa será la noche mágica, la adrenalina, la tensión contenida y el disimulo forzoso, son, sin duda alguna, el mejor acicate para regresar una y otra vez a mi arcadia de poca fortuna.
Aun siendo un amante del azar, nunca apostaría en juegos en los que intervienen seres humanos: ¡son tan imprevisibles! Sin embargo, hay un grupo que nunca defraudará sus expectativas: los bobos. Son una apuesta segura ya que siempre entran en batalla con el mismo estandarte: el de la imbecilidad.
Si pudiera apostarse por ZP no duden que yo lo haría a doble o nada; a ojos cerrados y con la certeza del fullero. Antes de seguir, debemos recordar la última perla que ha legado a la Galería de los Sandios — mejor que la de los Uficci — el «egregio» estadista español que atiende por el insecticida nombre de ZP; y cito: «se está mejor que hace cuatro o cinco años cuando, además, teníamos…trágicos accidentes mortales: sin duda. Es de sentido común».
Más que de sentido común yo me atrevería a decir que semejante fórmula para definir los asesinatos de los terroristas es de alguien que se conduce sin sentido o que hace de la podredumbre de alma su particular dogma de vida. «Trágicos»…«accidentes»…«mortales». Tres simples palabras que muestran a los ojos de los españoles el resultado de la disentería mental que padecieron en las tristes jornadas del mes de marzo de 2004. Y con el agravante de que no se puede tirar de la cadena para perderlo de vista. «Trágicos»…«accidentes»…«mortales». Con semejante expresión, ZP ha logrado bajar a la sentina de la miseria, a la pocilga donde fermentan las ideas de una mente abyecta y al pudridero donde ni la necrobia rufipes podría sobrevivir debido al hedor que desprende la carroña. De seguir a este paso, ZP será estudiado en los cursos de entomología forense en lugar de en las clases de historia.
Intuía que Rodríguez despediría el año con su particular allegro andante con motto. Lástima que no haya podido apostar por él; me hubiera hecho rico. De todas formas, creo que el mensaje está claro: cuando ETA rompa la tregua, todos los que viven amenazados deben prescindir de sus escoltas. Sólo con llevar el cinturón de seguridad podrán evitar «trágicos»…«accidentes»…«mortales». Yo, mientras tanto, volveré a la mesa de juego a la espera de que me entre un as, o cuatro a poder ser. Aunque lo mejor sería que pudiera apostar por ZP: un bobo nunca defrauda.

PÓQUER.- 1. m. Juego de naipes en que cada jugador recibe cinco. Es juego de envite, y gana quien reúne la combinación superior entre las varias establecidas.

Dienstag, Dezember 26, 2006

BUENOS DESEOS,


CORNADA.- 3. f. Taurom. Herida penetrante de cierta importancia causada por el asta de una res vacuna al cornear.

Ya pasó la Navidad, esos entrañables días en los cuales se echa de menos a los muertos, se sobrelleva a los vivos y hacemos de la hipocresía — también llamada «buenos modales» — nuestra norma de actuación. Descartada la opción de sentar un pobre a nuestra mesa, aunque algunos familiares o amigos casi logran tan «gloriosa» categoría, sólo nos queda demostrar nuestra bondad y caridad para con el prójimo deseando a todo el mundo buenos deseos; ¡misericordiosos hipócritas!
Yo, por el contrario, no añado a mi lista de amados destinatarios de buenos deseos a ZP; no se lo merece. De todas maneras algo le deseo: cornadas, ¡y muchas!: En la safena externa, en la interna, en la femoral, puntazos abdominales, etc.
A priori comprendo que ustedes, queridos lectores, se escandalicen por mi forma de expresarme; pero no debemos permitir que el espíritu navideño alcance a individuos que no se merecen otra cosa que el mayor de los desprecios. Desde la II República Española no creo que el destino les haya proporcionado un político de semejante poder destructivo, magra inteligencia, inexistente credibilidad, querencia al ridículo y frugal sentido de la decencia.
Como el torpe ventajista que es, ZP queda cada vez más en evidencia con su tocomocho de paz. Si a lo largo de los últimos meses el pungente hedor de la podredumbre «zapaterina» hirió nuestros olfatos, los últimos sucesos me dan a entender que el fétido intento, denominado proceso de paz, esconde algo más asqueroso: ambos bandos quieren engañar a sus huestes. ETA amaga pero no golpea y ZP miente para no explicar; ninguno, por eso, convence. Es lógico: persisten en la simbiosis.
En otro orden de cosas, los cándidos o despistados esperaban el mensaje navideño de S.M.Juan Carlos I para salir de dudas. Ocurrió lo de siempre: monserga de compromiso, léxico motorizado y pronunciación esponjosa. Mal comunicador es alguien cuando el mensaje a transmitir queda sujeto a tantas y tan interesadas interpretaciones. Este hombre, por lo menos, no se molesta ni en amagar, reflexionar o indicar: lee; el cómo dejo que lo cataloguen ustedes mismos. Seguramente por eso yo sólo me fío de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente a pesar de que en mi patria no es tradición implantada; cosas del mesticismo. Pero es que los mágicos soberanos nunca me fallan y me traen lo que les pido. Después, una vez cumplidas mis peticiones epistolares, regresarán a su morada a lomos de sus camellos. Por el contrario, algún que otro soberano no ha entendido que de Cartagena no se sale en camello sino en barco. No creo que haya transcurrido tanto tiempo para haberlo olvidado.
Sin saber el porqué, regreso a mis peticiones a Melchor, Gaspar y Baltasar. Les explico: nunca les pido algo inútil, ya que para poseer alguna cosa que no me sirve para nada lo mejor es no tenerla. Para adornos bonitos y cromos multicolores ya existen los museos, y la entrada suele ser más barata.
Queda claro que las cornadas que deseo para el bobo de Coria son metafóricas, ya que si de algo estoy seguro es de que ZP nunca se pondría delante de un toro: sólo lo hacen los valientes y los desesperados. Aunque quizá sí lo haga, pero no será por valentía.

VENA SAFENA.- 1. f. Anat. Cada una de dos principales que van a lo largo de la pierna, una por la parte interior y otra por la exterior.

Montag, Dezember 18, 2006

GEORGIE DANN


VAMPIRO .- 3. m. Persona codiciosa que abusa o se aprovecha de los demás.

Las estaciones del año están vinculadas a determinados fenómenos y sensaciones: ¿Qué sería del otoño sin la caída de las hojas? ¿Qué sería de la primavera sin el florecer de las plantas? ¿Sería lo mismo el invierno con temperaturas superiores a los 40ºC? o…¿qué sería del verano sin Georgie Dann y sus canciones?
El célebre cantante nació el 14 de enero de 1940 en Francia, en el seno de una familia de músicos. Su sólida formación musical, con estudios cursados en el Conservatorio de París, le ha convertido en un aceptable intérprete de varios instrumentos: piano, violín y trompeta. Sin embargo, y después de crear su propio grupo — Les Touistitis de Paris — Georgie optó por un estilo propio; que , sin duda alguna, le ha convertido en el perpetuo ocupante del trono de la canción del verano. Cuando se habla de Georgie Dann surgen varias dudas:¿ es un hortera?, ¿es un músico capaz que simplemente hace lo que le gusta?, o…¿es un vampiro? La fecha de su nacimiento y la lozanía que siempre muestra nos permite plantearnos semejante cuestión. Me temo que no podré despejarles las dudas.
De la misma manera, ZP también nos genera muchas incertidumbres: ¿Es tan bobo como parece?, ¿su ambición ha traslapado a su idiotez?, ¿nos encontramos ante un individuo cuyas facultades mentales le abandonaron a una temprana edad?, ¿es un manipulador manipulado, sordo, ciego e imbuido de un mezquino concepto de la política?
Yo creo que no debemos darle muchas vueltas: es un ambicioso mediocre sin escrúpulos que sólo pretende mantenerse en el poder. Los extremos abyectos a los que está llegando ese desheredado mental resultan increíbles en una sociedad moderna y avanzada; como los españoles se creen que son.
Después de los avisos que los terroristas le han enviado, ZP persiste en su obsceno intento de «conseguir la paz». Intrínsecamente algo así no es malo, pero sí lo es que se intente conseguir a cualquier precio y por encima de todas las opiniones. Además, y en una evidencia de la desesperación «zapaterina», tampoco es aceptable que se intente desprestigiar y humillar a las personas que fueron víctimas de los asesinos con los que Rodríguez mantiene tan «buenas relaciones». De todas formas…¿qué podemos esperar de un partido político que ya negociaba con los terroristas mientras enterraba a sus propios compañeros asesinados? Si alguien no entendía el significado del término «carne de cañón», contemplando la actuación del P.S.O.E. y de sus miembros, lo comprenderá. ZP, con su comportamiento, no sólo está destrozando a España; es algo peor. El idiota pasará, como otros muchos, pero sus consecuencias se prolongarán en el tiempo. No es conveniente que un político base su ideario en el enfrentamiento, la mentira, la siembra de la discordia, la humillación, la bobería perpetua y la aniquilación del adversario; y mucho menos en España. Cuando Rodríguez desaparezca, ¿quién volverá a confiar en los medios de comunicación que tanto le han apoyado?, ¿quién tendrá la insensatez de creer en una justicia que levanta la venda cuando le interesa al idiota de la Moncloa?, ¿quién será el memo que pensará que la policía está para proteger a los ciudadanos?, ¿quién actuará de incauto y continuará creyendo que «lo importante es servir a la nación»?, ¿qué cándido votará con la creencia de que el escogido velará por los intereses de los españoles? Lamentablemente, ZP no es un sarampión que sanará en unos cuantos días; es un auténtico cáncer con múltiples metástasis. ¡Ay, España!, mi querida España, jamás aprenderás.
La naturaleza de Georgie Dann nunca la sabremos, pero la ZP sí. Él mismo se encarga de demostrarla cada vez que hace o dice algo: un bobo solemne sin inteligencia para hablar y sin oficio para callar. Y es que, en ocasiones, los vampiros y los horteras no se encuentran en la canción, sino en la política.

HORTERA.- 3. adj. Vulgar y de mal gusto. U. t. c. s.

Dienstag, Dezember 12, 2006

UOMO D'ONORE DI COSA NOSTRA

MATÓN .- 2. m. coloq. Hombre jactancioso y pendenciero, que procura intimidar a los demás.

España y sus habitantes, con sus carpetovetónicos rasgos, me fascinan: alérgicos a la moderación; propensos a un enfrentamiento tan rápido como estéril; carne fácil para el charlatán de turno; monolíticos en su ideología; insensibles al engaño de los políticos; y huérfanos de la virtud de la comparación, que les permitiría comprender que lo que sucede en España no sería consentido en ningún otro país democrático europeo. A lo mejor ésa es la esencia de mi fascinación.
José Luis Rodríguez Ibarra, ese primitivo individuo de sencillo hablar y todavía más sencillo pensar, ha legado para la posteridad otra de sus perlas: «si no le tienen miedo a Pedro.J.Ramírez, que terminen con él de una vez; pero no lo harán…».
Creo que en ninguna democracia europea podría haberse producido una situación semejante: un político que sugiere, con ambiguos y peligrosos términos, la eliminación de un periodista independiente. Sobre el señor P.J.Ramírez se pueden decir muchas cosas; pero hay una que es irrefutable: no da puntada sin hilo. Asimismo, también se pueden decir otras muchas cosas sobre el señor Ibarra. De su gestión al frente del gobierno extremeño, que ha llevado a Extremadura a ser la región puntera de España, faro económico de Europa y tierra de promisión para la juventud española, no hablaremos. Pero de ese socialista mafioso — perdonen el pleonasmo—, largo y tendido. Ibarra y ZP, en sandunguera comandita, representan a ese socialismo español que se considera siempre en posesión de la verdad y con la moral legítima. Ambos son la demostración de que el P.S.O.E. utiliza los recursos democráticos y legales para llegar al poder; pero luego, al entender que las leyes son arcilla que ellos pueden moldear, manipularán y distorsionarán el marco jurídico para mantenerse en la poltrona a cualquier precio, sin reparar en actuaciones ilegales o cualquier tipo de estratagema que les sirva a sus bastardos fines.
El Sr.Ibarra, hombre de sensibilidad sólo comparable con la lija de grano grueso, se ha sentido «indefenso» ante las revelaciones de El Mundo. No entiendo dónde está la presunta indefensión, ya que los artículos 205 y 208 del Código Penal Español contemplan, respectivamente, los delitos vinculados con las calumnias y las injurias.
Además, y al tratarse de una autoridad, no es necesario que presente una querella criminal sino que una simple denuncia bastaría. ¿Acaso no confía el Sr.Ibarra en los tribunales? Sin embargo, y sin saber el motivo exacto, creo que los socialistas demuestran una cierta pereza a la hora de interponer las prometidas querellas. Sin ir más lejos, Rubalcaba, semanas atrás, también mencionó algo sobre «querellarse». Supongo que sus numerosas obligaciones no le han permitido hacerlo todavía; bien, seguiremos a la espera.
Volviendo al Sr.Ibarra, y ya que éste ha sugerido algo respecto a lo que debería ocurrir con un periodista, creo que nadie mejor que él para aleccionar sobre la forma de acometer tal empresa: ¿cal viva?, ¿tiro en la nuca?,¿tortura previa?, o ya que los tiempos cambian…¿polonio o talio?
Ese deseo expresado en voz alta por el Sr.Ibarra dice mucho sobre él y los socialistas españoles. No obstante, la frase debería terminar de otra manera; ya saben: «pero…que parezca un accidente».
Estaría más acorde con el proceder de matón del Sr.Ibarra y resulta más cinematográfica. ¡Ay, Ibarra!, uomo d’onore di cosa nostra.

CARPETOVETÓNICO.- 2. adj. Dicho de una persona, de una costumbre, de una idea, etc.: Que se tienen por españolas a ultranza, y sirven de bandera frente a todo influjo foráneo. U. m. en sent. despect.

Montag, Dezember 11, 2006

SPAM


SALARIO.- 2. m. En especial, cantidad de dinero con que se retribuye a los trabajadores por cuenta ajena.

Si ustedes están leyendo JOSEPHSPLATZ, es evidente que poseen un ordenador. Con toda seguridad, me atrevo a decir que también disponen de una cuenta de correo electrónico y que, por lo tanto, están sujetos a esa octava plaga bíblica que se denomina SPAM. Dicha palabra corresponde a una marca de jamón enlatado, especiado y de baja calidad, que el grupo cómico Monty Python utilizó para una de sus parodias: SPICED HAM. Incorporada al argot informático, designa al correo no solicitado y que sirve para publicitar productos o servicios.
Sin embargo, no es necesario disponer de un ordenador para recibir SPAM, ya que también podríamos colgar tal marchamo a los reiterativos mensajes que ZP y su cuadrilla nos proporciona: correo basura.
Hace unos pocos días escribí sobre los laberintos de Rodríguez y las encrucijadas. Pues bien, nuestro querido bobo de Coria ha llegado a otro cruce de caminos: adelantar las elecciones o esperar. No es difícil de entender que el dilema se haya producido. ZP, crisol de inteligencia, creía que con solamente dos SPAM podría aturdir al pueblo español: tocomocho de paz y bonanza económica. Sin embargo, y a pesar de los triunfalistas datos de Rodríguez, la economía española no camina recta. Las cifras macroeconómicas que ZP recita como un loro están muy alejadas de la realidad cotidiana de las familias españolas, que deben enfrentarse a una situación muy diferente: endeudadas hasta límites insoportables; con una capacidad de ahorro escuálida; con un nivel salarial situado entre los tres más bajos de Europa y que comporta una capacidad de compra equivalente al del año 1997. Todo un éxito del segundo año glorioso «zapaterino».
En cuanto al tocomocho de paz, Rodríguez sabe que está escorado, hace aguas, los timones se han encallado y los motores no funcionan. Por el contrario, ZP pretende hacer creer que todo va bien, y para ello obliga a que la orquesta siga tocando en la cubierta de primera clase. Él, con sus SPAM, creía que los españoles quedarían engatusados, pero no contaba con la oposición de una gran parte de los ciudadanos ni con la que ha encontrado entre sus propias filas. Cuando se derrumbe el tinglado ridículo — cuestión de pocas semanas—, ZP se encontrará sin nada en la chistera; sólo con sus SPAM. Parco bagaje es ése para seguir en el gobierno durante más de un año. La única solución que le queda es vender la rotura de las «negociaciones» como un acto de fortaleza de su gobierno, lo que se llama salvar la cara, y convocar elecciones para la primavera. Así y todo, ZP sabe que le espera una dura ascensión a su particular Gólgota.
¿No les sorprende a ustedes el silencio que ha caído sobre el 11-M y las investigaciones de algún medio al respecto? Es raro escuchar ese mutismo en un campo de batalla; pero me temo que todo se debe a que los cañones se están engrasando, se eliminan los calapines de los proyectiles y se afianzan las cureñas: la quietud que precede al bombardeo artillero. Además, presenciaremos una paradoja: no será el oficial de la batería quien dé la orden de abrir el fuego sino que será el mismo ZP el que, con su anuncio, provoque la barrera artillera. Difícil elección para Rodríguez: si aguanta malo y si adelanta peor.
Por increíble que parezca, el sentido común lo aportó Pepino Blanco con sus últimas declaraciones: «hay mucha gente que no sabe de lo que habla». ¡Ya era hora!, un socialista que realiza una descarnada confesión. Los españoles y los europeos ya temían que algo así ocurría con el gobierno — hablar sin saber —, pero cada vez es más palmario. Y cuando alguien habla sin saber y sólo pretende despistar o manipular, sólo le queda el SPAM. Atentos, queridos lectores, que en los próximos meses sufrirán una lluvia de correo basura; ya saben: ¡pásalo!, el PP es el culpable, …

CUREÑA.- 1. f. Armazón compuesta de dos gualderas fuertemente unidas por medio de teleras y pasadores, colocadas sobre ruedas o sobre correderas, y en la cual se monta el cañón de artillería.

Freitag, Dezember 08, 2006

TARDE DE TOROS


CUADRILLA.- 7. f. Der. Concurrencia de más de tres malhechores armados para la comisión de un delito, que en algunos ordenamientos se considera circunstancia agravante.

Cualquier torero que se precie necesita de unos buenos subalternos para la brega. Lo habitual es disponer de dos picadores y tres peones para afrontar la temporada con las debidas garantías. Los mejores diestros saben que contar con ayudantes de calidad y confianza les ayudará a desarrollar todo su arte con éxito, triunfos y vueltas al ruedo. Entre el quinteto suelen estar dos banderilleros, aunque algunos matadores prefieren ser ellos los que afrontan el segundo tercio: las banderillas. Todavía son recordados por su vistosidad, elegancia y buen hacer, los pares que colocaban Luis Francisco Esplá — mi torero favorito — y Víctor Mendez. En el caso de que sea el subalterno el que debe colocar los palos sobre el morlaco, el primer espada tiene la obligación de cubrir las espaldas del banderillero.
Si el desarrollo de la lidia está dispuesto con la misma exactitud que las notas musicales sobre un pentagrama, las faenas que realiza ése torero cojo, bizco y miedoso, llamado ZP, nos recuerdan a una música diferente: ratonera, sincopada hasta la extravagancia y magra en imaginación. De igual manera, la cuadrilla que le acompaña, tan numerosa como inútil, ayuda de forma inestimable a demostrar lo que todos sospechaban: ZP es el bombero torero. Todos ellos hacen de sus capotes sayos; ninguno quiere colocar las banderillas; se esconden en el burladero al menor amago del toro; y pretenden ocultar las holguras de sus taleguillas con movimientos de despiste. Entre toda esa cofradía de inútiles han conseguido que algo digno, como debería ser el arte de la política, se convierta en un espectáculo circense. Creo que es pertinente describir con exactitud la cuadrilla de ZP, el bombero torero:
PEPIÑO BLANCO demuestra querencia al burladero; se mantiene cerca de él. Cuando la lidia se complica, el gallego salta al albero para realizar aparatosos movimientos de capote, que resultan tan antiestéticos como inútiles; pero que distraen a una parte de los tendidos. Con esos ojillos de besugo insomne, mira desde las tablas la señal del diestro para que comience su actuación. Después, por eso, regresará con rapidez a su refugio.
M.A.MORATINOS es el peón veterano. Hasta la fecha siempre había toreado en plazas de tercera categoría, y esa frugal experiencia le hace parecer un advenedizo cuando el ruedo es uno de los importantes. Barrigón, paticorto y de mirada esquiva hacia el toro, sólo aspira a realizar un par de buenas temporadas para disfrutar del retiro. No quiere tocar las banderillas ni por receta médica — sabe que siempre es cogido — y se dedica a realizar la rueda cuando el astado agoniza para luego, en un rápido y miedoso movimiento, propinar la puntilla: nunca acierta a la primera. En definitiva, sólo sirve para abanicar a los toros.
A.P.RUBALCABA es el picador suplente y prefiere trabajar desde el lomo del caballo. No tiene fuerza para soportar las embestidas ni sabe medir el castigo con la vara, y por ello se vale de las tretas más utilizadas entre los malos picadores: la barrena, la carioca o el metisaca. Tampoco demuestra tino para la elección de las monturas y su trabajo dependerá en gran medida de los monosabios, que en la plaza de ZP son los policías fieles, los jueces y la prensa afín. Si intuye que el toro puede romanear, no dudará en utilizar la gregoriana para golpearle. Rubalcaba ya fue derribado en corridas anteriores — época Gónzalez — y no quiere repetir el penoso espectáculo.
Mª T. DE LA VEGA alterna con el anterior en el primer tercio: el de varas. Con poco arte y menos conocimientos, basa toda su faena en la estética. Aun así no logra templar la fuerza del animal y deja para el maestro unos toros rebrincados de lidia difícil. Sus puyazos tienen la categoría de inyecciones.
Con semejantes subalternos no me extraña que ZP, El niño de León, se dedique a la cosecha de revolcones: besa más veces el suelo que Juan Pablo II, ¡qué ya es decir!
De todas formas es lógico que Rodríguez prefiera rodearse de mozos chapuceros: trabajar con chambones hace que un mediocre parezca un hábil diestro. ZP no recogerá orejas ni rabos; me temo que saldrá de la plaza entre una lluvia de almohadillas. Pero a él le da igual. Aunque se vista de luces siempre será el bombero torero. Y todo eso con el permiso de la autoridad y sin que el tiempo lo impida.

DIESTRO.- 8. m. Matador de toros.

Dienstag, Dezember 05, 2006

EL SOBRAO

DÉDALO.- 1. m. laberinto. Cosa confusa y enredada.

El laberinto debe su nombre a la construcción diseñada por Dédalo para mantener prisionero al hijo del rey Minos: Minotauro.
La vida, en sí misma, ya es un laberinto del que todos conocemos la entrada pero ignoramos la salida. En una simplista interpretación, podríamos considerar que la salida natural a la vida es la muerte. Sin embargo, yo creo que el fin que se persigue al entrar en el laberinto de la vida, y que constituye su salida, es la evolución y el perfeccionamiento. En nuestro devenir, como en cualquier camino desconocido, se nos presentarán muchas y diferentes opciones, o senderos desconocidos con numerosas bifurcaciones. En función de nuestra inteligencia escogeremos unos, y despreciaremos otros por la dificultad o el riesgo que comportan.
ZP, sobrao entre los sobraos, marcha de espaldas por los laberintos en los que se introduce. Para él lo importante no es el recorrido, ni siquiera el comienzo, sino la forma de realizarlo: camina de cara a la galería y con un impostado paso de confianza; una vez más, vende su ridículo producto. No obstante, hemos de reconocerle a Rodríguez una gran virtud: la facilidad que posee para introducirse en los dédalos más sinuosos. El problema es que el pobre infeliz no sabe salir. El ilustre politico (!) nos ha legado mucho ejemplos; ninguno de ellos a seguir.
En su tocomocho de paz no da pie con bola: Confunde negociación con cesión; conversación con imposición; y «tendrá consecuencias» con que se me aparezca la Vírgen…aunque sea la Vírgen de Sarkozy. Presionado por todos los implicados, directa o indirectamente, ZP ya no sabe cómo salir del atolladero. Con el PNV por un lado, ETA por el otro, Otegui marcando el ritmo de la canción y muchos de los miembros del P.S.O.E. en desacuerdo con la política del gran líder, el ilustre leonés busca una salida airosa. Me temo que antes encontrará el domicilio del Yeti. Además, y con estudiada oportunidad, otros se soliviantan: los terroristas que cumplen condenas en diferentes cárceles han comenzado a dejar oír su voz, y Batasuna anuncia que se presentará a las próximas elecciones municipales. En fin, guardemos un compasivo silencio para el sobrao.
El Ministro de Industria— Joan Clos, el de la sonrisa tatuada — anunció una subida del 10% para las tarifas eléctricas. Al día siguiente, ese abstracto ente que se denomina Gobierno de Zapatero lo desmiente, como es habitual, con su chachachá: dos pasos delante, dos atrás, y contra.
En otros temas de índole social, la tónica es la misma: se promulgan leyes de asistencia sin tener partida presupuestaria mientras se elabora un confuso reglamento; se permite el matrimonio homosexual cuando lo lógico hubiera sido dictar una ley de parejas de hecho, que englobase a todas las tendencias sexuales; se anuncia a bombo y platillo la necesidad de inmigrantes (?) cuando las infraestructuras de la sociedad — sanitarias, laborales, escolares, vivienda, etc.— no podrán soportar semejante presión. Por caridad no mencionaré la política exterior española. En suma, ZP quiere demostrar que camina con garbo y rumboso; pero la realidad es otra.
La forma de actuar de Rodríguez me recuerda a la de alguien que entra en un bar y dice lo siguiente: « no sé que les pasa hoy a mis ojos: no veo más que cabrones». Muchos amigos no se conseguirán, pero demostrar que uno va de sobrao por la vida, seguro que sí. Luego, por eso, llegarán las consecuencias. Por favor, que algún alma caritativa le ayude a encontrar la salida: ZP, por sí solo, es incapaz; camina de espaldas. Recemos para que no encuentre otro laberinto en el que meterse.

SOBRADO.- 2. adj. Atrevido, audaz y licencioso.

Samstag, Dezember 02, 2006

QUIÉN MÁS QUIÉN MENOS


RETINA.- 1. f. Anat. Membrana interior del ojo, constituida por varias capas de células, que recibe imágenes y las envía al cerebro a través del nervio óptico.

Quién más quién menos, en su época estudiantil, ha culpado a otros de sus fracasos en el estudio: profesores, nervios, cansancio, « me tienen manía», etc.
Seguramente, todos hemos tenido en las aulas a un compañero que se tocaba la «pampa» durante todo el curso. Después, cercano el final de las clases y próximos los exámenes, el sujeto en cuestión se arrancaba con un desconocido hambre de aprendizaje: Noches de insomnio, café tras café, y un pelmazo comportamiento hacia los compañeros para que le explicaran todo aquello que no había entendido. Así y todo, el resultado era lógico: un rosario de suspensos y otro de culpables; entre los que, huelga decirlo, no estaba él.
La realidad era otra: meses y meses de indolencia; poco apoyar los codos, excepto en la barra del bar de la facultad; un pasear por la vida muy tranquilo mientras otros acumulaban los conocimientos necesarios; y una ciega confianza en que al final sería capaz de hacer en una semana lo que no quiso hacer en varios meses. Algunos de esos zánganos descubrieron, tras duras cavilaciones, cuál era su auténtico destino: la tuna.
ZP, el sordo más famoso después de Beethoven, ya entona Las cintas de mi capa y Clavelitos. Mal estudiante, parco en aplicación y de magra inteligencia, el Chamberlain español quiere solventar en unos días lo que no ha hecho en meses. Sabe que la arcadia espuria del tocomocho de paz se derrumba y pretende marcarse algunos tantos ante la idiotizada sociedad española. En consecuencia, vende las últimas detenciones de terroristas como un ejemplo de fuerza de su gobierno. De igual modo, y fiel a su estilo de estudiante indigente, culpa a otros de su fracaso con las siguientes palabras: «El P.P. lo único que hace es hacer oposición con la lucha contra el terrorismo; quedará en la retina de los españoles para mucho tiempo». (sic).
El pobre Rodríguez anda equivocado. En la retina, y hasta en la escueta memoria de los españoles, quedarán otras muchas cosas: Permanecerá la imagen de un iluminado que con sus extrañas dotes ha consentido que una banda terrorista se rearme, rehaga sus comandos e inyecte nuevos fondos para perpetuar sus asesinas actividades. Persistirá la imagen chulesca de Otegui y Permach hablando como si fueran interlocutores válidos ante un gobierno democrático, que en un indigno proceder les ha otorgado tal estatus. Subsistirá la certeza de que entre el P.S.O.E. y E.T.A. se ha producido un nauseabundo chalaneo mientras los socialistas enterraban a sus compañeros asesinados. Perdurará la creencia de que ZP sólo perseguía perpetuarse en el poder mediante el suicida juego de vender un oleoso humo de paz. Persistirá la imagen de un Presidente de Gobierno al que una banda de asesinos ha chuleado a discreción y al que se le han meado en la cabeza, mientras éste sonreía con el paraguas cerrado en la mano. Perseverarán los vehementes gestos de un chusco político que pretendía hacer creer a los españoles que un asesino con más de 20 muertos a sus espaldas era un hombre de paz. Se mantendrá el pensamiento de la bastarda simbiosis que se ha establecido entre el Gobierno y los terroristas, que salvaguarda la existencia de ambos. Durará la idea de que han sido gobernados por un incapaz sin programa alguno, que ha sido el rey de la improvisación y cuyo blasón está adornado con una inquietante leyenda: «como sea». En conclusión, en la retina de los españoles se ha grabado la figura de un bobo solemne, imbuido en un afán desmedido de poder, que no ha dudado en utilizar a las instancias que son el pilar fundamental de una sociedad en provecho propio: jueces, parlamento y cuerpos policiales.
No, ZP, no. Sólo tú eres el culpable de tu idiotizado comportamiento y próximo fracaso. Nadie te cree; y eso que quién más quién menos ha culpado a otros de sus fracasos.

SIMBIOSIS.- 1. f. Biol. Asociación de individuos animales o vegetales de diferentes especies, sobre todo si los simbiontes sacan provecho de la vida en común.

Freitag, Dezember 01, 2006

EMILIO EL MORO

GUASA.- 1. f. coloq. Chanza, burla.

Emilio Jiménez ( 1924-1987) fue conocido con el mote de Emilio el Moro por haber nacido en la ciudad española de Melilla. Desde una temprana edad manifestó un gran interés por el cante flamenco y la copla, aunque sus dotes, correctas pero escasas, no le permitirían destacar. Por ese motivo, Emilio el Moro decidió crear un estilo propio más acorde a sus innatas cualidades humorísticas y se dedicó a la composición de canciones burlonas, basadas en la histórica copla española. Las piezas de Quiroga, León y Quintero tomaron una nueva dimensión bajo el socarrón humor de Emilio el Moro, que, aun siendo elegante e ingenioso, escaldaba a los habituales: cornudos, borrachos, tontos, etc.
Dado que en los últimos tiempos está de moda hablar de la violencia de género, destaco el estribillo de una de sus canciones, en la que un marido maltratado sólo se preocupa por disimular ante los vecinos para que éstos no se enteren de su desgracia:

Toíto te lo consiento
menos pegarme en la casa,
que los vecino se enteran
y eso tiene mucha guasa.

A ZP le ocurre algo parecido: maltratado por E.T.A. — no podía ser de otra manera— sólo se preocupa de que los españoles no se enteren del magnífico ridículo que está protagonizando. Para ello, y realizando un auténtico ejercicio malabar del disparate, se vale de mentiras, medias verdades, medias mentiras o de las invenciones más rocambolescas; es decir, las principales armas de un mediocre.
A pesar de las continuas bofetadas que los terroristas le plantifican en cada uno de sus carrillos, Rodríguez persiste en la defensa numantina de un timo en el que sólo él sigue creyendo. ZP, tan aficionado a los trenes, viaja en uno con destino incierto; paradas desconocidas; extraños compañeros de marcha; y sospechoso equipaje.
El robo del arsenal en Francia, la detención de tres terroristas por la policía francesa, las noticias de la prensa afín y las posteriores explicaciones del Gobierno español, son, sin lugar a dudas, uno de los mejores guiones humorísticos que se ha escrito en España. Sin embargo, estoy convencido de que ZP también es un gran aficionado a las coplillas de Emilio el Moro y las utiliza como brújula que guía sus actuaciones. Pueden comprobarlo:
A la sustracción de las pistolas, toíto te lo consiento; a la inoportuna actuación de los gendarmes, menos pegarme en la casa; a la información de los medios franceses, que los vecinos se enteran. ¿Y a las explicaciones del Gobierno español?, pues eso, tienen mucha guasa; como diría Emilio el Moro, una jartá.
No obstante, considero que los españoles son afortunados, ya que una vez fallecido Emilio Jiménez ha aparecido un simpático sosías, sin el fez, eso sí; pero con las mismas dotes humorísticas. Además, es innecesario que ZP acompañe a sus palabras con el rasgar de una guitarra: con su simple voz ya arranca carcajadas. ¡Y cuántas!...una jartá.

FEZ.- 1. m. Gorro de fieltro rojo y de forma de cubilete, usado especialmente por los moros, y hasta 1925 por los turcos.