REFLEXIONEN, REFLEXIONEN.

REFLEXIÓN.- 1.f. Acción y efecto de reflexionar.

Después del bochornoso espectáculo de la campaña electoral catalana ha llegado…¡LA JORNADA DE REFLEXIÓN! Ya que Louis de Funès y los Hermanos Marx fallecieron, los Monty Phyton se separaron, y Andrés Pajares y Fernando Esteso ya no actúan juntos, sólo nos queda presenciar las bufonadas de los políticos catalanes para disfrutar de jocosos momentos. Las expresiones utilizadas, los modos y las actitudes demostradas en los diferentes actos de pastoreo ante sus entusiasmadas mesnadas, han demostrado el escaso nivel de los candidatos a la presidencia de la Generalitat catalana. Montilla, el gris hecho carne; Mas, el repeinado ambicioso; Saura, el hombre que pasaba por allí; Piqué, el mejor Tancredo de la política española; Carod, el cónyuge de la deslenguada; y Albert Rivera, el advenedizo, forman una miríada que exige grandes dotes reflexivas para decantarse por alguno de ellos. Aunque más que meditación lo que se necesita son tragaderas. Excepto el candidato de Ciutadans per Catalunya — Albert Rivera — el resto ya han demostrado, y con creces, su particular concepto de la moral y la honestidad.
Los incautos que mañana depositen su voto en la urna deberán reconocer que no saben a qué votan. Según lo que indican las encuestas, los pactos estarán a la orden del día. Por lo tanto…¿qué sentido tiene confiar en un político que no ha explicado con quién se aliará?, ¿cuál será el programa que aplicará?, ¿defenderá lo prometido o reculará por conseguir el tan ansiado pacto? No obstante, y por no pecar de injusto, debo reconocer que los políticos catalanes han demostrado una gran virtud: la capacidad que tienen para taparse las miserias los unos a los otros. Se han ganado mi admiración hasta la nausea.
De todas las pamemas que los politicastros catalanes nos han hecho testigos, me quedo con una: la pugna entre Mas y Montilla por hacerse una foto con…nunca lo dirían… el Presidente del Fútbol Club Barcelona. Se ha de estar muy desesperado o ser consciente del poco calado del mensaje que intentan transmitir para prestarse a semejante bufonada: mezclar fútbol con política. Todo sea por el juego.
Reflexionen, reflexionen; pero no lo hagan muy en serio, ya que de lo contrario no acudirán a su cita con las urnas.

PAMEMA.- 3.f. coloq. Hecho o dicho fútil de poca entidad, a que se ha querido dar importancia.

DESCANSEN EN PAZ

CANALLA.- 3. com. coloq. Persona despreciable y de malos procederes.

En el pueblo ciudadrealeño de Fontanosas, siete de sus habitantes fueron fusilados el 1 de julio de 1941. Después, y en un ritual de muerte doble, fueron sepultados en una fosa incógnita. Hace unos meses, en el ayuntamiento de dicha población se recibió una carta anónima en la cual uno de los soldados que participaron en la ejecución explicaba la situación de la improvisada tumba. El alcalde, ante el anuncio, inició las gestiones pertinentes para la localización del enterramiento y la exhumación de los cuerpos. Dada la exactitud de los datos que contenía la misiva, la localización fue sencilla y los restos fueron recuperados. El pasado fin de semana, en una sencilla y emotiva ceremonia, los ajusticiados recibieron digna sepultura. Durante el breve pero intenso discurso del alcalde, éste pronunció dos frases que son una sencilla lección de cómo debe acometerse un acto semejante por alguien que tiene un mínimo sentido de la decencia y la dignidad y no un comportamiento de canalla:
« Lo sucedido no debe más que servir como instrumento de paz y reconciliación entre seres humanos y en contra del odio y del rencor que produjo la muerte de nuestros vecinos en 1941».

Posteriormente, y en justo reconocimiento, añadió en referencia al remitente de la carta:

«En su día obedeció como soldado y hace dos años, con esta misiva, cumplió como ser humano». El burgomaestre se llama Emilio Valiente; afiliado al P.S.O.E.
ZP debería aprender de algunos de sus compañeros de partido de cómo se comporta un dirigente que aspira a gobernar algo; por pequeño y sencillo que sea. Mientras el Sr.Valiente pondera sus reacciones y palabras, en una demostración de su buen criterio y amor por su localidad y conciudadanos, Zapatero se dedica a atizar viejos rescoldos para provocar nuevos enfrentamientos que le permitan ocultar su nefasta gestión, su bajeza moral, su huero programa y sus bastardas intenciones.
Mal político es el que necesita utilizar a los muertos del pasado para perpetuarse en el poder en lugar de ilusionar a los vivos con el futuro: Ni para alcalde de una aldea serviría ZP.
Los fusilados aquel verano del año 1941 fueron Julián del Amo Turro, Leoncio del Amo Turro, Félix Polo, Francisco Escribano Mansilla, Ramón Escribano Cardeñosa, Mateo Escribano Cardeñosa y Manuel Escribano Cardeñosa.
Aprende, ZP, aprende; y deja que los muertos descansen en paz.

PONDERAR.- 2. tr. Examinar con cuidado algún asunto.

NADA POR AQUÍ, NADA POR ALLÁ

PRESTIDIGITADOR.- m. Persona que hace juegos de manos y otros trucos.


Muchos han sido los ilusionistas que han elevado el nivel de la magia a lo largo de la historia: Cardini ( Richard V.Pitchford), Dante ( David F. Wingfield), Fu-Manchú ( David Bamberg), etc. Cada uno de ellos demostró una especial habilidad y una diferente puesta en escena. Quizá sea en el mundo de los magos donde más ridículo resulta que los espectadores descubran el truco. Por el contrario, en la política española es moneda corriente y susceptible de ser disculpada con rapidez.
ZP es un nigromante nefasto, un aficionado que se cree el más habilidoso. Sin embargo, cada uno de sus trucos sólo despierta la risa y el sonrojo entre el público. Al tiempo que sigue defendiendo su tocomocho de paz en el País Vasco, baraja entre sus torpes manos la baraja biselada. Un espectador desalmado le ha gritado desde la platea sus malas artes, y ZP, con su sonrisa «mágica», intenta remontar el truco: «tendrá consecuencias».
Cuando los primeros naipes caen al suelo y el sudor perla su frente, el Presidente de Gobierno español tiene que distraer al público: «en su momento».
Mientras recita la fórmula de distracción adecuada — ¡ Hocus y Pocus ¡ — y simula que vierte unos polvos mágicos sobre la baraja, desde el anfiteatro se desternillan por su torpeza: votación en el Parlamento Europeo.
El espectáculo amenaza con irse a pique, y ZP tira los naipes y agarra la chistera: Abracadabra y un ignoto candidato a la alcaldía de Madrid asoma sus orejas desde el interior del sombrero.
La platea se muestra parca en aplausos y Zapatero decide acometer el número fuerte: serrar a una persona.
En vista de su torpeza, ZP no encuentra voluntarios ni nadie dispuesto a pasear sus intestinos en un bolso de mano. No niego que Zapatero tiene dotes artísticas, pero lo suyo no es la magia, sino hacer el payaso. Sólo debe escuchar las carcajadas para percatarse de ello.

ILUSIONISTA.- com. Artista que produce efectos ilusorios mediante juegos de manos, artificios, trucos, etc.

EL TONGO CATALÁN

CONFIDENCIAL.- adj. Que se hace o dice en confianza o con seguridad recíproca entre dos o más personas.

Para el observador desinformado, la campaña electoral en Cataluña se presenta a cara de perro: «el seny» se resquebraja, el oasis se ha secado y el innato talante negociador catalán se ha trocado por los modales navajeros de Sierra Morena. La escaramuza se convirtió en batalla cuando CIU presentó un dvd titulado ConfidencialCat. Durante 60 deleitables minutos, las huestes propagandísticas de Artur Mas reflejan en imágenes los numerosos dislates y miserias del gobierno tripartito catalán.
La puesta en escena recuerda a las mejores películas del cine negro: alternancia de claros y oscuros, sombras que planean sobre la trama, personajes que sabemos quiénes son pero que sólo percibimos de perfil o en detalles, una tensión que aumenta a cada entrega y una clara diferenciación entre los buenos y los malos. Además, utiliza los manidos trucos de la propaganda del Dr.Goebbels: se resalta cualquier imperfección del enemigo, se le filma en actitudes fácilmente tergiversables o se juega con cambios de gris a color. La música, imprescindible en cualquier producción, también ayuda a crear la atmósfera adecuada: percusiones al estilo taiko para el adversario y coros angelicales para CIU.
Podrá gustar o no, ser considerado adecuado o impertinente; pero lo cierto es que recoge las realidades de ese gobierno de payasos que presidió el más cómico: Pascual Maragall. A lo largo de casi una hora, desfilan por la pantalla los ahora presentados como enemigos de Cataluña: Carod Rovira, un aldeano sin talla para gobernar; Joan Saura, un pelele con poco relleno; José Montilla, un charnego ambicioso de escasas luces; y Pascual Maragall, chatarra política sin valor alguno.
Sin embargo, varias cuestiones llaman mi atención. La primera es el título: ¿Por qué ConfidencialCat? Todo lo que en el reportaje se explica es público, notorio y conocido. Lo segundo es la hábil manipulación que se vierte: se presenta a Artur Mas como el salvador de Cataluña, cuando en realidad es otro de los que se prestó para traicionar a sus compañeros de negociación del Estatuto catalán a cambio de presidir la Generalitat. La tercera es que se reprochan actuaciones al Tripartito que CIU ejerció, ejerce y ejercerá: manipulación, nepotismo, malversación, derroche, falsedad, censura, coacción, etc. Quizás sea la cuarta la más llamativa: Se acusa a Maragall de absoluta dependencia del gobierno español, cuando Mas ha cerrado un pacto de legislatura con ZP durante seis años. ¿Acaso eso no restará independencia al Gobierno de la Generalitat? Una vez más, los catalanes y sus dos barajas para repartir en varias mesas de juego.
En cuanto a la campaña electoral es un tongo. Ésa es la contrapartida zapateril al sostén de CIU: « te coloco a un menguado por adversario para el Palau de la Generalitat pero tú no me dejes sólo en las próximas elecciones, que no conseguiré mayoría absoluta y necesitaré apoyos».
Algunos actores se dedican a la política, pero cuando los políticos catalanes se dedican a la actuación, creo que ya está todo dicho: teatro, puro teatro.

TONGO.- m. Trampa realizada en competiciones deportivas, en que uno de los contendientes se dejar ganar por razones ajenas al juego.

APOSTILLA: Si les interesa ver el documental pueden encontrarlo en Youtube. ¡Buen provecho!, les garantizo un 3% de distracción.

ZP, LEVÁNTATE Y...

PLEGAR.- 4. prnl. Doblarse, ceder, someterse.

Para que el inválido Lázaro lograse levantarse sólo tuvo que escuchar la petición de Jesucristo: “Lázaro, levántate y anda”. (Juan, 11,43).
Por el contrario, ZP — invalidado más que inválido — no ha recibido orden alguna, pero nos ha mostrado de nuevo su incoherencia. No debe sorprendernos semejante actitud en el rey del renuncio y la mentira, ya que si algo caracteriza a la trayectoria de tan “egregio estadista” en su querencia al embuste, a la manipulación y a la orfandad absoluta de ligazón entre sus actos. Podemos considerarlo un hombre otoñal, tanto por su recorrido histórico como por la fuerza que rige sus actos: el viento que mueve las hojas. Actuar de cara a la galería tiene riesgos y el principal es quedar como un individuo ridículo. Por otro lado, es lo normal es un sujeto que preside un gobierno sin personalidad, carente de ideas y programa, débil y que hace de la urgencia su norma de actuación. No obstante, ZP sí ha demostrado, en múltiples ocasiones, su capacidad de envainar. Si se tratara de una espada no habría mayor problema, pero cuando se trata de la coherencia de un político y de sus ideales, la cosa cambia.
Seguro que ZP, en lugar de oír las marchas militares de John Philip Sousa (1854-1932), escuchó otro tipo de melodía, que transcribo a continuación.

Americanos,
vienen a España guapos y sanos,
viva el tronío
de ese gran pueblo con poderío,
olé Virginia,
y Michigan
y viva Texas que no está mal,
os recibimos
americanos con alegría
olé mi mare,
olé mi suegra y
olé mi tía.


ENVAINAR.- 2.tr.Ceñir algo con otra cosa a manera de vaina.

BANALIZAR, BANALIZAR

BANALIZAR.- 1.tr. Dar a algo carácter banal. U.t.c.prnl.

Después de asistir como observadora al juicio de Adolf Eichmann, Hanna Arendt escribió uno de sus mejores libros: La banalidad del mal: Eichmann en Jerusalén.
Lo inquietante del texto es la intemporalidad del mismo y la facilidad con la que puede reconocerse determinadas actitudes en él descritas. Al terminar su lectura, comprendemos que un modélico padre de familia, un esposo ejemplar, un hijo fiel o un individuo perfectamente banal pueden ejercer la maldad más abyecta si se encuentran inmersos en el conjunto político y social apropiado.
La hipócrita sociedad vasca se ha mostrado como una alumna aventajada en la banalización del mal. Los asesinatos y actos terroristas siempre se han justificado o consentido de diferentes maneras: silencio cómplice, ignorar a las víctimas o esa frase comodín, que es un monumento a la cobardía: “algo habrá hecho”.
El primer paso para entrar en la banalidad es la justificación, sea ésta por acción u omisión. Asimismo, y en un rizo de crueldad, se entra de lleno en ella cuando se pretende que sean las victimas las que pidan perdón o acepten que su comportamiento no ha sido el adecuado u obedece a un ansia de provocación.
Si la sociedad vasca es el paradigma de lo anteriormente expuesto, la catalana comienza sus titubeantes pasos por la misma senda. El mensaje es claro: todo aquel que no sea nacionalista es el enemigo del pueblo.
Las agresiones a políticos y seguidores del Partido Popular en Martorell abren la puerta a una peligrosa sinrazón. Sabemos el principio, pero desconocemos el final. Esa nueva demostración de fascismo y de anulación del contrario no tiene cabida en una democracia. Como tampoco la tiene las reacciones de los políticos y medios de comunicación. Los líderes socialistas catalanes se han aupado al carro de las condenas, pero en el fondo se alegran. Ellos lo han fomentado y ahora recogen la cosecha; aunque me temo que se trata de una recolección de frutos incomestibles.

BANAL.- 1.adj. Trivial, común, insustancial.

DE TOGAS Y PUÑETAS

PUÑETA.- 1.f. Encaje o vuelillo de algunos puños.

En muchas ocasiones, la imagen de una profesión está ligada al uniforme de la persona que la desempeña. El vestuario laboral atiende a varias razones: comodidad, diferenciación, seguridad o conferir dignidad. Quizás sean los jueces y magistrados un claro ejemplo de la última razón. Sin embargo, no hemos de olvidar que bajo cualquier prenda hay un ser humano, y ello hace que sus decisiones estén sujetas a todos y cada uno de los de los defectos, cuitas y virtudes de los hombres.

La última performance del juez Garzón ha estado a la altura de una vedette de su nivel: no se esperaba menos de él. Los legos solemos contemplar a la Justicia y a sus servidores como seres que viven en un oscuro y sórdido mundo propio y, a menudo, alejado de la realidad social y del sentido común. Pero el juez Baltasar Garzón necesita otro tipo de universo, donde los focos, las portadas y el relumbrón fácil le rodeen a todas horas. No voy a negar que dicho magistrado siempre me ha generado mucha desconfianza, ya que su ambición es tan evidente que estoy convencido de que ha sido el motor de muchas de sus actuaciones. Es conveniente recordar que el “magistrado estrella” se presentó en las listas electorales del PSOE en el año 1993 por la circunscripción de Madrid. ¿Es lógico sospechar que alguien tan significado políticamente no puede ser imparcial? ¿Acaso los jueces están dotados de una dosis extra de moral de la que el resto de los mortales carecemos? El increíble matrimonio González-Garzón terminó cuando el juez comprendió que no seria el próximo Ministro de Justicia. Entonces, con un “extraño” énfasis, arremetió contra el PSOE y algunos de sus miembros destacados. En mi opinión fue una lástima, ya que algo que hubiese quedado como una actuación justa y normal en un país democrático, se envolvió de un maloliente tufo de venganza. Cabe plantearse otra pregunta: Si el juez Garzón hubiera sido nombrado ministro… ¿también se habría mostrado interesado en desenmascarar toda la trama del GAL? La respuesta, al menos la mía, es inquietante.
En el trabajo de Garzón prima el apresuramiento, el afán de acaparar la prensa, el ansia de protagonismo y la irregular instrucción de muchos de sus sumarios más sonados: caso Nécora, sumario Al-Kassar, orden de arresto contra Augusto Pinochet, investigación de Henry Kissinger por el Plan Cóndor, la peregrina orden de captura contra Bin-Laden, el desafuero contra Silvio Berlusconi, etc. Por todo lo expresado, creo que es normal que se cuestione su proceder profesional. Después de instrucciones aparatosas con gran despliegue de medios, tanto policiales como periodísticos, todo suele quedar en agua de borrajas, muchos procesados absueltos o con condenas leves y una mala imagen para la judicatura. Y en España, si de algo anda necesitada la Justicia, es de buena imagen. Pero es que Garzón necesita el escenario y las candilejas como esos actores decrépitos que se empeñan en arrancar tristes aplausos en recuerdo de sus actuaciones gloriosas y ya lejanas en el tiempo. Después de ofrecerse a ZP como mediador entre ETA y el Gobierno y ser rechazado, Garzón no puede dedicarse a algo tan sencillo como terminar la instrucción de algunos de los cientos de sumarios que se pudren de asco en la Audiencia Nacional, no; él necesita algo más, echa de menos los aplausos de la platea enardecida. Su imputación de un delito de falsedad a tres peritos, que actuaron correctamente, tiene la apariencia de un movimiento desesperado de un Gobierno que se ve acorralado, ha vuelto a dañar la imagen de los jueces, ha sembrado más dudas sobre una “versión oficial” que tiene muchos agujeros y ha contribuido a que los ciudadanos pierdan la poca fe que les quedaba en la mujer ciega que sostiene una balanza y blande una espada. Baltasar Garzón, El tigre de papel, ha desprestigiado a la Justicia, al Gobierno y a él mismo; aunque para eso sería necesario tener prestigio, que no debe confundirse con fama.
¿Sabían ustedes que la representación de la Justicia en las cartas del tarot no lleva los ojos vendados? Es lógico, algunos miran primero antes de... opinar.

PREVARICACIÓN.- 1.f. Der, Delito consistente en dictar a sabiendas una resolución injusta una autoridad, un juez o un funcionario.