Donnerstag, April 23, 2009

MOTOS Y VENDEDORES.

VENDER LA MOTO A ALGUIEN: 1. loc. verb. coloq. Esp. vender la burra. 1. loc. verb. coloq. Esp. Tratar de convencerlo de algo con mucha labia, especialmente si es falso o poco creíble.

A pesar de la crisis que nos acecha, meine Damen und Herren, existe un gremio que está satisfecho con los resultados de su actividad. Sí, sí, no se sorprendan; a cada día que pasa sus balances arrojan un saldo positivo y superan al presupuesto elaborado: ¡los vendedores de motos! De entre esa caterva de comerciantes destaco a dos: Barack Obama, el primer presidente judío de EE.UU y a su vez muftí de Washington, y nuestro siempre admirado José Luis Rodríguez, el Puma. Asimismo, ambos se muestran generosos a la hora de demostrarnos la inteligencia a fondo perdido de la que hacen gala; aunque debo reconocer que la estulticia de ZP, tan densa como la brea de calafate, siempre lleva las de ganar. El lunes pasado, sin ir más lejos, leí el siguiente titular en un diario español que antes estuvo a la vanguardia y ahora hurga en los contenedores de basura— periodistas de medio pelo, becarios analfabetos y corresponsales de batín y zapatillas— para encontrar algo que llevarse a la boca: «Un discurso bajo la lluvia de Obama, foto de Pulitzer». Me sorprendí, estimados parroquianos, ya que yo ignoraba que Obama tuviera algún tipo de lluvia en propiedad; a no ser, claro está, que se refiera a la lluvia de millones de dólares que el hombre de las orejas generosas promete verter sobre nosotros. Las comparaciones que algunos intentaron encontrar en la trayectoria de ZP y Obama pueden resumirse en una: son unos bocazas. Sí, meine Damen und Herren, porque mientras Obama representa el papel de un estadista poderoso e inteligente, nosotros vemos que el contrahecho iraní se descojona de él; el sátrapa árabe observa lo bien que el muftí de Washington se inclina; la UE comenzó a entender que el cine en «blanco y negro» sólo está reservado para las obras maestras; Israel marca la pauta de USA en política exterior; y que la economía norteamericana continúa la ascensión al monte Gólgota. Sin embargo, Obama, o cualquier vocero a sueldo, pregona «cambios de tendencia», «recuperaciones» y «signos positivos»: ¡nos venden una moto!
Por otro lado, la sibila leonesa también se llena los carrillos con predicciones optimistas, nuevos ritmos, una nueva decapitación de ETA y cualquier pamema que sirva para distraer a los que ya nacieron distraídos: ¡otra moto en venta! Sea como sea, meine Damen und Herren, nadie nos menciona el importe de la motocicleta, aunque yo intuyo que será en cómodos plazos y durante varias generaciones; es decir, cobrarán el importe de la moto mediante nuestros impuestos. En el caso de España, el sacar la moto del concesionario será divertido, ya que para pagar los réditos de las emisiones de deuda, el Gobierno, o las sucursales dirigidas por otros garduños (CC.AA.), deberá elevar la carga impositiva. ¿Podrán las familias, las pymes y los autónomos soportar un incremento? Por otro lado, aumentar la recaudación mediante los impuestos indirectos implica más inflación, algo que el tierno mancebo pretenderá ocultar con una nueva metodología y criterios para «calcular» el IPC. Aun así, queridos lectores, a estas alturas ya no debemos sorprendernos de la habilidad que algunos demuestran para maquillar las cifras, unos afeites que incluyen los descensos reales del PIB, el importe de las carteras bancarias llenas con «valores tóxicos», las maniobras contables que siguen la filosofía del «nada por aquí, nada por allá» y extraños ratios que permitirán a los bancos escatimar las pérdidas de sus activos inmobiliarios. De cualquier manera, meine Damen und Herren, estoy vivamente interesado en cómo solventará la papeleta Frau Salgado, y más en un país cuyo 26% del PIB se destina a las nóminas de los funcionarios, pensiones y subsidios de desempleo. ¡Muy grande tendrá que ser la moto o muy hábil el vendedor! Ahora bien, nadie mejor para ello que Solbes; sí, ya saben, ése hombre que no hace muchos años impulsaba sanciones contra Alemania porque ésa nación había sobrepasado el límite del 3% de déficit público. ¿Qué pensará ahora que España va camino del 9%? Supongo que lo mismo que ZP: nada. De cualquier modo, estimados parroquianos, al glorioso gobierno de ZP le esperan encrucijadas sugestivas, pero ustedes no deben preocuparse: ¡qué no conseguirá un tipo que se licencia en dos tardes! De esa bifurcación nacen dos ramales: el primero nos conduce a un Estado en quiebra que no podrá pagar los intereses de la deuda pública si no incrementa los impuestos; mientras que el segundo nos adentra en el tenebroso mundo de la subida de tributaciones; situación ésta que comportará un nuevo descenso del consumo, mayor paro con la consiguiente ampliación de subsidios y una nueva vuelta a la rueda de la moto: más impuestos…
Ante ese panorama tan siniestro, no me extraña que algunos apelen a un Gobierno de coalición. No se sorprendan, pero creo que ese consorcio de garduños se producirá después de las elecciones generales que se celebrarán en el 2010: ¡una nueva moto en el escaparate! Ahora bien, espero que Herr Rajoy aprenda de Frau Merkel y obligue a que el manillar del engendro no lo pilote ese doncel de Sinvergüenza de ZP. Disculpen, queridos lectores, me equivoqué de localidad: quise referirme a Sigüenza; ¡en qué estaría yo pensando! Supongo que en motos; sí, eso es. Por cierto, ¿les interesa comprar alguna motocicleta, meine Damen und Herren? Si ésa es su intención, deben esperar, ya que dentro de poco llegarán otros modelos: nuevo cálculo de pensiones, alargar la vida laboral y el tan manido…despido libre. Yo, sin embargo, no compraré ninguna: mi moto funciona bien.

APOSTILLA: Me despido de ustedes, estimados parroquianos; hasta el día 14 de mayo la motocicleta me llevará a otros lugares. ¡Brummm, brummm, brummm!

Foto: Una de las motos de NvO (2009).

Mittwoch, April 15, 2009

EXTRAÑAS EN MI CAMA.

DEFLACIÓN: 1. f. Econ. Descenso del nivel de precios debido, generalmente, a una fase de depresión económica o a otras causas.

Esta mañana me llevé un susto de muerte, meine Damen und Herren; tan es así que mi corazón rozó el colapso. Eran aproximadamente las seis de la mañana, lo recuerdo porque la luz pegajosa e incierta del amanecer se filtraba por las cortinas del dormitorio; gracias a ella pude ver el despertador que guarda mi sueño desde la mesita de limoncillo. Sé que despertarme a ésa hora implica que mi cansancio se torna delicuescente y que mi futuro sobre el lecho se resume a un estado de duermevela que no atempera mi percepción. Con todo, estimados parroquianos, intenté conciliar el sueño de nuevo; hasta que algo me sobresaltó: el roce de una sábana me hizo entender que alguien dormía junto a mí. No me atreví a girarme y clavé mis ojos en el reloj, en el que el tiempo se desleía con la lentitud que procura la angustia. Transcurridos unos segundos, algo se movió de nuevo; la certeza de que mi percepción no se debía al sueño me obligó a girarme, y allí la encontré, meine Damen und Herren: ¡la crisis! Sí, queridos lectores, la crisis dormía junto a mí en el lecho. Yo ignoraba qué debía hacer, es la primera vez que la crisis comparte mi tálamo. Opté por fotografiarla, levantarme, preparar un desayuno para dos y escribir estas líneas. No me preocupa haberme encontrado a la crisis en la cama— desconocer lo que hicimos la noche anterior sí—, ni siquiera el ignorar cuál debía ser mi comportamiento: ¿Por qué debería preocuparme cuando nuestro siempre admirado José Luis Rodríguez, el Puma, sigue mis pasos por la senda de la ignorancia?
Supongo que si alguien le menciona a ZP la palabra «deflación» el pobre hombre tendrá una duda: ¿Cuál es la mejor?: gas, fuel, eléctrica, chimenea… Asimismo, no creo que la avellanada Salgado pueda solventar las carencias de Rodríguez con dos nuevas tardes gloriosas. Sea como sea, meine Damen und Herren, ZP, con la inteligencia pirotécnica que le caracteriza, seguro que hasta se alegra por la bajada del IPC en España, y más cuando cree que la solución a la crisis es un nuevo ritmo; supongo que el de…la noche. ¡Pobrecillo!, me temo que algunos, cuando Dios repartía la dosis de idiotez, hicieron la cola varias veces. No obstante, él se considera a salvo, ya que con la filosofía que rige los nombramientos de nuevos ministros— la historia de la vaca Tontuna, que saltó sobre la Luna— ZP se parapeta detrás del escudo formado por los advenedizos de chicha y nabo: unos critican a Pepiño, otros a González Sinde, muchos cuestionan si la mojama Salgado será la adecuada, etc. Sin embargo, ZP resguarda su gestión y responsabilidad en el burladero. No es mala táctica, meine Damen und Herren.
De cualquier modo a mí me preocupa esa bajada de IPC, ya que la deflación degenera la economía de un país y provoca un ajuste del mercado laboral mediante hostias como templos al tiempo que curte el lomo del consumo y la liquidez, tanto de bancos como de particulares, con patadas en los cojones al ritmo de tres por cuatro. Es cierto que las pamemas funcionan en España, un país que adolece de falta de cultura política, o quizá de cultura de a secas, y que prefiere moverse con otro ritmo: el pasodoble. Ahora bien, a pesar de que el Gobierno oculta y consiente todo tipo de trapisondas contables a los bancos, más tarde o más temprano éstos tendrán que reflejar en sus balances la caída del valor de sus activos: ¿Qué ratios aplicarán para valorar sus activos?, ¿presenciaremos el nacimiento de un nuevo ritmo? Aunque ZP se empecina en mantener la superchería, la sibila leonesa debería ser valiente y proceder a la única solución posible para solventar la crisis española: ¡la creación del Ministerio del Paro! Sí, sí, meine Damen und Herren, no se sorprendan: crear una multitud de parados subvencionados para contentar a la plebe. En realidad, estimados parroquianos, a ustedes les roban la cartera de nuevo: esa bajada de IPC encubre otro intento para abaratar el mercado laboral español, ya que la economía española, ante el desinterés de su clase política, sólo puede ofrecer lo de siempre: Sol, paella y sangría, mano de obra barata, crujir de dientes y «ayes» de dolor; creo que es una extraña manera de «converger» con Europa o un nuevo intento de comenzar la casa por el tejado. De cualquier modo, ZP nos explica la historia de la vaca Tontuna, aunque lo hace a través de Celestino (¡qué nombre tan adecuado!) Corbacho, ése individuo cuyas maneras, formas y prosodia le garantizan un lugar privilegiado detrás de la barra de cualquier freiduría del extrarradio. Sin ir más lejos, el garduño con aroma de refrito nos sirve una nueva ración de calamares al farfullar que sólo son 300.000 los parados que no cobran prestación alguna. Me sorprende, estimados parroquianos, porque el ministerio de Herr Corbacho informó no hace muchos días de que el 64% de los nuevos desempleados correspondía a inmigrantes que llegaron a España hace menos de 5 años: alguien juega con los números y los calamares. Con todo y con eso, el garduño del aceite requemado compone otro ditirambo para Rodríguez, el maestro de los ritmos: la lástima es que todos son ritmos nocturnos.
Supongo que fue el aroma del café el que despertó a la crisis. Apareció en la cocina medio desnuda, a mí me excitó. Le propuse regresar al dormitorio, aunque tuve que tentarla con algo: «verás que buena…”deflación” tengo». Acerté, meine Damen und Herren, ya que antes de alcanzar el orgasmo, ella rodeó mi cintura con sus piernas mientras me susurraba algo al oído: «¡Cómo disfruto con la economía!»

Foto: La crisis duerme en la cama de NvO.

Freitag, April 10, 2009

MANHATTAN TRANSFER Y TRAINSPOTTING.


COLGADO: 3. adj. coloq. Dicho de una persona: Burlada o frustrada en sus esperanzas o deseos. Dejar, quedar colgado.

Durantes los últimos días realicé un pequeño viaje, meine Damen und Herren. A pesar de que yo no soy de esas personas que pueden leer en cualquier lugar y postura, siempre me acompaña un libro para amenizar las horas solitarias en la habitación del hotel. En esta ocasión, Manhattan Transfer, del autor John Dos Passos, fue el libro que me acunó. Una noche, sin embargo, yo esperaba que una amiga pasara a recogerme por el hotel para ir a tomar unas copas. Intenté acortar la espera con varios cigarrillos y la lectura de ese collage literario que es la novela antes mencionada. No obstante, terminé harto de los infortunios de esa galería de personajes que sólo pretenden sobrevivir y obtener dinero de la forma más rápida y fácil, y dejé el libro sobre la cama para después conectar la televisión. Me equivoqué, estimados parroquianos, emitían una película de perdedores: Trainspotting. Cansado de las desventuras de los yonquis de Edimburgo, salí a la terraza para mirar el paisaje y encender un pitillo. A mis pies, las luces de la ciudad titilaban mientras el sonido del tráfico quedaba amortiguado por la altura. Fue un chispazo breve y una concomitancia inesperada, meine Damen und Herren, pero el resplandor de la brasa del cigarrillo y el humo que exhalaban mis labios me ayudaron a comprender que esas dos obras— Manhattan Transfer y Trainspotting— reflejan con milimétrica exactitud la situación de nuestro siempre admirado José Luis Rodríguez, el Puma, y sus nuevos ministros: desesperados, colgados y sin futuro.
La crisis de Gobierno de ZP nos confirma que el insigne estadista continúa con su caminar errático al tiempo que pierde liderazgo y muestra el escaso valor que atesora en esa inteligencia empedrada y artesana que le caracteriza. Una vez más, queridos lectores, el efectismo— o la búsqueda de él— matrimonia con la zafiedad bajo la cúpula del talento de brocha gruesa y sal gorda de ZP; sí, ya saben, ése hombre que es Secretario General del PSOE y que a tiempo parcial ejerce de Presidente del Gobierno. Sólo bajo esa premisa podemos entender el último dislate de ése mamarracho en su tinta cuya estulticia se convierte en polifónica gracias al coro que le acompaña en sus interpretaciones. Por lo pronto, meine Damen und Herren, reconozco en los nuevos miembros del gabinete ministerial una característica común: la fealdad. ¡Menudos escuerzos, un delito de lesa belleza! Sea como sea, ZP persigue lo de siempre: disponer de un grupo de mandaos con maneras de capataz que esté dispuesto a desfilar junto a un simple que ignora las cuestiones elementales de cualquier materia. Al igual que ocurre con los protagonistas de Manhattan Transfer y Trainspotting, ZP y su Gobierno exhiben sin pudor las pocas aspiraciones que tienen en la vida: gobernar con el rabillo del ojo puesto en las encuestas y el marketing, perpetuar el engaño y mantener la moral, estética y estilo que representan la orfandad de talento de ZP: niebla envuelta por el humo durante una noche sin luna. Sin embargo, estimados parroquianos, el «astuto» movimiento del machihembrado de León nos indica su debilidad actual, ya que crea una posición defensiva en la línea férrea que parte de Andalucía, pasa por Madrid y concluye en el País Vasco. Por el contrario, desprecia a los socialistas catalanes, cuyo malestar no podrá contener Pepe Montilla, el Risas. ¿Acaso anida en la mente de ZP un adelanto electoral en Cataluña para evitar el desgaste que supone para el PSC formar parte del Tripartit? No lo descarto, meine Damen und Herren, aunque eso implicaría un acuerdo previo con CiU, que se rubricaría en un banquete de plato único: la cabeza de Montilla. A pesar de que los contactos entre CiU y PSOE son constantes, Artur Mas pide garantías a los socialistas mientras deglute aquel «compromiso notarial» que le «obligaba» a no pactar con el PP, porque sabe que los populares, si ganan las elecciones, pagarán mucho y bien. ¿No les extraña, estimados parroquianos, tanto retraso en la sentencia del recurso de constitucionalidad del Estatut de Catalunya?, ¿quién pretende ganar tiempo: el PP o el PSOE?
De la misma forma, sospecho que ZP teme a sus huestes, e intenta contrarrestar a los díscolos de la vieja guardia con los nombramientos de Manuel Chaves y Trinidad Jiménez, así como evitar la pérdida de votos— entiéndase abstención— de los nostálgicos del felipismo. Respecto a la guionista y el iletrado gallego es conveniente no añadir nada: ambos harán un buen papel; aunque si ZP les considera su mano derecha, nosotros deberemos pensar que estamos ante un manco. En definitiva, meine Damen und Herren, cuento demasiadas bolas en el aire para un malabarista tan torpe: elecciones europeas, crisis económica, legislatura complicada, presupuestos generales del Estado, mapa autonómico convertido en un caos…
Aun así, estimados parroquianos, los recién llegados gozan de una ventaja: los anteriores fueron tan inútiles (algunos ya hace meses que cesaron en su cargo motu proprio) que los actuales, mientras no rompan más vajilla, hasta nos parecerán eficaces. Quizá lo más triste para cualquier amante de las letras hispanas es que el blo heterodoso ceje en su campaña de desmotivación de la lectura debido a las nuevas responsabilidades de uno de los mejores prosistas españoles: Pepiño Blanco. A pesar de las cualidades innatas del rucio gallego, yo prefiero la obra de John Dos Passos, con la que Pepiño guarda alguna similitud: siempre va retrasado; en concreto…dos pasos.

Foto: ¡Pescado fresco, pescado fresco: merluzas, besugos y «boquerones»!

Montag, April 06, 2009

"ME SE" VS. "SE ME".


URINARIO: 2. m. Lugar destinado para orinar y en especial el dispuesto para el público en calles, teatros, etc.

Esta mañana, meine Damen und Herren, y sin que todavía sepa el porqué, he recordado un viejo chiste que explica uno de mis amigos españoles; permítanme: Un pobre tetrapléjico con principio de Alzheimer y postrado en una silla de ruedas percibe que la baba le cae. Angustiado ante la situación, llama a la enfermera: «Enfermera,”,me se” cae la baba», farfulla el infeliz; y la mujer, docta en cuestiones gramaticales, le corrige: «se me, se me». Es evidente que el hombre no entiende algo a tenor de su réplica: «No, no, enfermera: le juro que es baba».
Mientras escribo estas líneas, estimados parroquianos, creo que descubrí cuál fue el estímulo que regurgitó de mi memoria el chiste de marras: nuestro siempre admirado José Luis Rodríguez, el Puma; sí, ya saben, ese hombre que ha logrado cambiar el color a los protagonistas de Porgy and Bess, así como el argumento: ¡Cuánto talento! Con todo, meine Damen und Herren, y en una nueva demostración de mi bonhomía, creo que debo felicitar a ZP por confirmarnos lo que ya sabíamos: es un palurdo. Por una cuestión de caridad cristiana no me referiré al horroroso nudo de corbata ni al hecho de que el botón del cuello de la camisa quedase al descubierto. Por el contrario, señalaré la diferencia sustancial entre las relaciones que Aznar entabló con Bush y las que ZP ha iniciado con el primer presidente judío de los EE.UU. y gran muftí de Washington, Barack Obama: Mientras que Aznar perdía el culo por lucirse junto a G.W. Bush, ZP no sólo lo pierde sino que se esfuerza en ponerlo; algo peligroso si damos crédito a las leyendas urbanas que circulan por ahí. Si en los próximos discursos de ZP percibimos que éste carraspea, deberemos suponer que el otorrinolaringólogo le diagnosticó una afonía producida por unas…hemorroides. ¡Qué horror, meine Damen und Herren, y qué poco charme! Supongo que todo se debe a la nula habilidad para realizar el nudo; sí, ya saben: ZP es el único bobo que se ahorca varias veces al año.
Pretender vender como un éxito de la diplomacia de ZP lo que ha sido un compendio sobre mendicidad resulta chocarrero, queridos lectores: negativa concluyente a una rueda de prensa conjunta; entrega a ZP de una lista que contenía los temas sobre los que podía farfullar; cronometro en marcha y ausencia de medios — excepto los oficiales— durante el meollo del encuentro; regalo a ZP de un briefing con las «conclusiones» con las que el gran estadista leones podía cebar a los medios españoles y divertir a sus nietos; y súplicas hasta la noche anterior para conseguir algún gesto «amistoso» y «espontáneo» del muftí. Si ése era el objetivo, meine Damen und Herren, sólo nos queda felicitar de nuevo al Metternich de la meseta. Ahora bien, esa mirada que luce ZP, similar a la de un pingüino que atraviesa el Sahara en bicicleta, nos indica que el pobre hombre no ha comprendido mucho; excepto el papel de cipayo que le toca representar. Un viejo truco para burlarse de un incapaz es exagerar los halagos sobre él, algo que Sarkozy domina a la perfección, y por lo que hemos visto, también Obama. La complejidad del tablero internacional a la que debe enfrentarse el primer presidente judío de los EE.UU. nos indica que ZP, que tan sólo es un especialista en macramé, no puede jugar ningún papel; descontado el de pantomimo ciego, claro está. Por lo pronto, el esperpento de la Alianza de las Alucinaciones es un invitado incómodo, ya que Francia y Alemania (cabezas visibles aunque hay muchos más) no desean la entrada de Turquía en la UE; Israel, el amo de Obama, vigila con atención la deriva islamista del Gobierno turco; USA desea devolver favores al otomano e introducir su caballo de Troya en la UE para debilitarla; y Gran Bretaña está a lo que dicte la «metrópoli». ¿Dónde encaja ZP en todo eso? Supongo que en el aseo, meine Damen und Herren, para vislumbrar alguna «pollita» cuando alguien se acerca al urinario. De la misma forma, Obama sabe que ahora Europa quiere recobrar su protagonismo y romper ciertas vinculaciones con USA, y tipos tan veletas como ZP no son aceptados entre el resto de Gobiernos europeos. ¿Dónde encaja ZP en todo eso? De nuevo en el urinario, estimados parroquianos, aunque ahora entregará una pastilla de jabón y una toalla de mano. El Gobierno norteamericano intentará tensar al límite las relaciones con Rusia y China, y lo hará a través de Irán; algo que la UE pretende evitar mediante las relaciones franco-sirias. ¿Dónde encaja ZP en todo eso? Una vez más en el urinario, aunque entonces pasará la escobilla por el inodoro para que el siguiente no encuentre un «Picasso» en un lugar insospechado; incluso perfumará el ambiente: será regalo de la casa. La táctica de Obama en la campaña de Afganistán persigue un fin: incrementar las tropas para presionar a Pakistán, la auténtica mano negra del problema; de hecho ya se produjeron varios bombardeos sobre territorio pakistaní (siempre por error, claro está). ¿Dónde encaja ZP en todo eso? No me creerán, meine Damen und Herren: ¡en el urinario! Sin embargo, en esa ocasión es el encargado de la fregona y después reparte diarios por el suelo para que nadie ensucie o resbale. En cuestiones económicas prescindo de ZP, ya que un tipo que disfruta cuando es un voyeur, entrega toallas, pasa la escobilla, maneja la fregona y perfuma el ambiente, lo único a lo que puede aspirar en asuntos monetarios es a extender la mano para recibir una propina. Otras materias en las que ZP tiene difícil encaje en el rompecabezas de Obama sólo las apuntaré: impulso energía nuclear y política USA respecto a Sudamérica.
Sea como sea, estimados parroquianos, cuando el primer presidente judío de EE.UU. posó el brazo sobre el hombro de ZP éste entendió «palurdo, levántate y anda». No puedo asegurarlo, meine Damen und Herren; pero creo que cuando ZP terminó su número de pantomimo balbuceante desapareció del escenario mientras repetía una particular letanía: «me se, me se…».

Foto: ZP está preparado para cumplir con el cometido de Barack Obama.

Samstag, April 04, 2009

DE GARDUÑOS Y GARDUÑAS (2).


GARDUÑA: 1. f. Mamífero carnicero, de unos tres decímetros de largo, cabeza pequeña, orejas redondas, cuello largo, patas cortas, pelo castaño por el lomo, pardo en la cola y blanco en la garganta y pecho. Es nocturno y muy perjudicial, porque destruye las crías de muchos animales útiles.

A ese glosario del esperpento, ZP añadió un nuevo párrafo para describir su impresión al saludar al muftí de Washington: «Hubo química». No es mi intención especular o interpretar, estimados parroquianos, pero supongo que ZP se refería a las feromonas, a tenor de las miradas arreboladas de amor que lanzaba a Obama; en definitiva: ZP estaba tan cachondo como un mono en la jaula del zoo, y al igual que el simio prisionero, tuvo que satisfacerse mediante la socorrida «gallarda» en forma de declaraciones pomposas en los medios periodísticos españoles: otros pajilleros. Por otro lado, meine Damen und Herren, el papel de «mediador» que alguien muy incauto o necesitado explicó que ejercería ZP sólo podemos considerarlo una broma chusca. Aun así, acepto que una historia puede componerse con pocas palabras, sobre todo cuando las palabras se aciertan; pero vincular la palabra «mediador» a ZP no es una historia, sino una historieta; incluso un chiste. Por consiguiente, queridos lectores, debemos obtener varias conclusiones de la magnífica gestión de ZP durante su asistencia a la reunión del G-20: el infantilismo de ZP raya lo patológico; su ausencia de autocrítica le permite el acceso a la arcadia de los mamarrachos; mantuvo con Obama un diálogo «químico» y «fácil» en los aseos; «medió» entre todos, aunque esa noticia no fue publicada en ningún medio europeo; y el que ZP haga de pantomimo en las reuniones internacionales ayudará a que España salga de la crisis y los españoles puedan llegar a fin de mes.
En mi modesta opinión, meine Damen und Herren, esa reunión no sirvió para nada, excepto para demostrar de nuevo que cada uno tira por su lado y que los políticos actuales no tienen ningún contenido: están en manos de los de siempre. Al principio nos explicaron que debían rescatar entidades financieras, ahora ya hablan de rescatar países; la panacea al dislate era la subasta de activos tóxicos, pero…¿quién los comprará?, ¿ustedes se acostarían a sabiendas con una puta sifilítica a pesar de que les ofrecieran un descuento en la tarifa?; si el problema es de solvencia y escasez de dinero, se pone la máquina churrera a pleno funcionamiento, bien, algo que comportará un aumento de la inflación y posiblemente un nuevo colapso monetario; no existe mayor problema en aumentar el déficit púbico, algo que implicará un aumento de impuestos en el futuro para evitar la quiebra de los sistemas financieros de varios países. En realidad, meine Damen und Herren, es el viejo truco, aunque a pesar de su antigüedad no pierde validez: USA y UE inundan el mercado de dinero, el dólar se depreciará, todos rebajarán el nivel de endeudamiento, los salarios no se incrementarán, la economía se reactivará, los intereses serán anormalmente bajos, el ahorrador no obtiene nada por sus ahorros y prefiere comprar bienes, y una nueva vuelta en el tiovivo de la deuda y el consumo. Quizá por todo eso destacaría la calidad del menú que degustaron los mandatarios durante las comidas: pan para hoy y hambre para mañana.
En otro orden de cosas y por aquello del comentario, no puedo dejar de referirme a la reunión paralela del G-20, ¿o quizá debería escribir «para lelas»? Sí, ya saben: las cónyuges de los garduños que disfrutar de los beneficios que sus maridos consiguen con el sudor de nuestra frente. Por lo pronto, el nivel de babeo de los periodistas se manifiesta cuando escriben que las damas acudieron «ataviadas con sus mejores galas». Ya sé que nunca obtendré el perdón de Dios por lo que escribo, meine Damen und Herren; pero la mayoría parecían verduleras o fregonas que alquilaron el porte indumentario: Desparrame de lorzas por doquier, «pistoleras», dobles barrigas, pechos caídos, culos abombados, «piernas dóricas» (mismo diámetro en el muslo que en el tobillo), una crueldad cromática insufrible en el vestuario, pies gordos embuchados en zapatos estrechos, casas sin espejos y sastres que cosen de oído; en definitiva, meine Damen und Herren, elegancia estilo «estacazo y tente tieso». Supongo que esa es la confirmación de que encima de cualquier mujer puede colocarse cualquier idiota. Sin embargo, algunos echaron de menos la presencia de Frau Espinosa y de Frau Bruni. Estimados parroquianos, ¿qué puedo decir?: nunca me gustaron las mujeres cuyos ojos no puedo ver y a la otra pues…¡si ya la hemos visto hasta en cueros! Por el contrario, yo disfrutaría más si el marido de Frau Merkel — Joachim Sauer— y el de Cristina F. Kirchner— Néstor Kirchner— hubieran acompañado a sus cónyuges a la reunión. No me negarán que la imagen es sugerente: ¡los gallos del corral! Sea como sea, meine Damen und Herren, supongo que declinaron la invitación porque saben que un gallo es una presa fácil para una garduña; algo parecido nos ocurre a nosotros con los garduños.

Foto: El portavoz del G-20 explica los acuerdos adoptados.

DE GARDUÑOS Y GARDUÑAS (1).


GARDUÑO: 1. m. y f. coloq. Ratero que hurta con maña y disimulo.

Si yo fuera un líder mundial y tuviera que asistir a una cumbre del G-20 nunca me acompañaría mi esposa— en el caso de que yo fuera casado—; sino que acudiría junto a una puta, meine Damen und Herren. Sí, sí, no se sorprendan: el «éxito» estaría asegurado. Además tendría una para cada ocasión: G-20, G-7, ONU, NATO…Los motivos para escoger a una u otra los ignoro; pero estoy seguro de que algún sistema encontraría para elegir a la afortunada: raza, estilo en el vestir, habilidad para determinadas prácticas sexuales o incluso facilidad de conversación. Afortunadamente no soy un líder mundial, por lo que esa escena es imposible que se produzca. Ahora bien, estimados parroquianos, no me negarán que con tan sólo imaginarlo nuestros labios se contraen en una sonrisa malévola. De la misma forma, sería un truco para que todos hablasen o escribieran sobre «la puta del canciller Van Orton» y prescindieran de prestar atención a mi falta de soluciones o las pocas ganas de proponerlas.
El bodorrio londinense del G-20 nos legó varias imágenes que nos atormentarán durante nuestras pesadillas. La presencia de la Reina de Inglaterra aseguró el tufo a naftalina que caracteriza a esa mujer de pechos caídos, dientes amarillos, brazo agarrotado por el bolso y semblante de haber sido matasellada en muchas ocasiones; creo que de eso se encargó su esposo. Asimismo, el rostro asimétrico de Frau Obama me preocupa, meine Damen und Herren: ¿duerme siempre del mismo lado y sobre una almohada demasiado dura?, ¿las secuelas de una apoplejía?, ¿tienes dos formas de ver el mundo? Respecto a su marido, el gran muftí de Washington y el primer presidente judío de USA, creo que nos ha salido un poco ZP, ya que después de los eslogan, los discursos pomposos y los gestos de cara a la galería, llegó el silencio del que no sabe qué debe decir; en román paladino: flojea de remos. De hecho, estimados parroquianos, esa reunión de garduños multicolores no dejaba de ser un enfrentamiento entre EE.UU y Europa. El papel del palanganero Brown provocó que el libro de Mark Twain— Un yanqui en la corte del rey Arturo— tuviera una secuela: Un brit en las noches negras de Harlem. No se sorprendan, estimados parroquianos, porque tanto el inglés como el americano pretenden continuar con sus rescates encubiertos a costa de todos nosotros: no me negarán que el panorama es…negro; aunque con un cierto aroma de Fortnum&Mason.
Con esa voz de tenor engolada y su palabrería, Obama intenta esquivar un debate que más tarde o más temprano deberá producirse: ¿Llegó el momento de prescindir del dólar y crear una nueva moneda de reserva internacional? Por otro lado, no debemos olvidar que la afonía del tenor divierte a la soprano, y Frau Merkel tiene serias dudas de que USA y el dólar sean capaces de respaldar el actual orden económico; sobre todo después de que el FMI haya demostrado su inutilidad y su obediencia a EE.UU.; una sumisión que le impide, por ejemplo, evaluar los sistemas financieros norteamericanos. El que mejor entendió la utilidad de esa convención de carteristas fue Berlusconi, que con su spontaneità privó a nuestro siempre admirado José Luis Rodríguez, el Puma, de representar su papel estelar: el de bufón sordomudo. No obstante, meine Damen und Herren, un actor consumado como ZP no puede pisar un escenario sin demostrar sus dotes interpretativas, y para ello escogió una nueva obra: la adolescente virgen ansiosa por ser desvirgada por el tranco enhiesto de la black mamba; me temo que fue un coitus interruptus. Con todo, ZP no se privó de demostrarnos con su prosodia la cotidianeidad de un bobo cuyas palabras ya no escandalizan sino que sólo sirven para comprender el alcance de su inteligencia; en definitiva: unas ideas que humedecen y homogenizan el bolo fecal. Tan es así, estimados parroquianos, que es obligado perder—nunca mejor dicho— algo de nuestro valioso tiempo en analizar esas palabras en la que cualquier sandio se encuentra a gusto: «…es “muy fácil” entenderse con el presidente Obama». Yo no lo dudo, meine Damen und Herren, sobre todo cuando se domina el idioma inglés, aunque la dificultad reside en entenderse con un tipo tan veleta como ZP. Asimismo, confío en que alguien le explique al bobo de Coria la inoportunidad de anteponer el adverbio «muy» al adjetivo «fácil»; supongo que se encargará Pepiño de ello, que para algo es un filólogo vocacional y diletante. Después, ZP expresa uno de sus anhelos: «Deseo que la crisis toque fondo». Queridos lectores, estoy convencido de la sinceridad del Puma, ya que así podrá encontrarse cara a cara con ella, porque ZP hace ya tiempo que hurga en el fondo del pozo de estulticia en el que él mismo se introdujo a la búsqueda de algo que llevarse a la boca.

Foto: Reunión del G-20.