LOS DEFRAUDADORES.
Yo soy un evasor fiscal contumaz, meine Damen und Herren, lo confieso: escatimo al fisco hasta el último céntimo, me importa un bledo el erario y me siento orgulloso por ello. Tan es así que llevo un control riguroso de todo lo que he logrado defraudar, y en cada ocasión en la que veo esa cifra mágica, no puedo evitar que una sonrisa astuta recame mi rostro. El año pasado, la «cosecha evasora» fue buena; además «recolecté» en tres países: uno de ellos es España; ¡gracias, ZP! Podría argumentar el porqué de mi actitud con un rosario de motivos, pero creo que puedo resumirlo en uno: es mi dinero y hago con él lo que me sale de los…«caprichos». Puede ser que alguno de ustedes se escandalice por mi desfachatez — si son lectores habituales de Josephsplatz no lo harán—, pero no debemos olvidar que eso es lo que hacen los políticos europeos: jugar con nuestros «caprichos». Por lo tanto, estimados parroquianos, ellos y yo estamos a la par; ¡qué les den!, que diría el clásico.
Sin embargo, meine Damen und Herren, y ya que escribo sobre caprichos, no podemos dejar de referirnos a nuestro siempre admirado José Luis Rodríguez, el Puma, un hombre de inteligencia caprichosa, muy caprichosa, y en la que todo está por hacer. La sibila leonesa nos alegró el domingo con otra de sus gansadas: «debemos [los Gobiernos] erradicar los paraísos fiscales». Todavía no entiendo, queridos lectores, cómo Pepiño no ofrece la posibilidad de descargarse en el móvil un politono con las frases memorables del gran estadista. Si tenemos en cuenta que el 20% de la economía mundial es sumergida y está controlada por mafias— en algún caso sinónimo de «Gobierno»—, me sorprende que algo así sea posible; aunque no tanto como escuchar decir eso al Presidente de Gobierno de uno de los países en los que la economía sumergida forma parte del entramado económico, con todo lo que ello comporta. Supongo que en el rebañar de los Gobiernos europeos de la escudilla del dinero se incluye una amnistía fiscal— no se preocupen, yo no soy de los que pican—, y como el dinero es miedoso, o mejor dicho: el propietario, primero hay que cebar el anzuelo con algo suculento. En el caso de ZP y España, ignoro qué relación existe entre los paraísos fiscales y la reducción del paro; aunque supongo que la frase de marras se debe a un nuevo tañido de uno de los mejores campaneros: el infeliz calienta motores para salvar al cosmos durante el primer semestre del próximo año— presidencia española de la UE—; tenemos la diversión asegurada, meine Damen und Herren. Sé que ZP sueña «con los pies en la tierra», pero alguien debería despertarle ya, tantos ridículos seguidos son inconvenientes.
Tengo la impresión de que los líderes europeos no tienen ni la menor idea de cómo afrontar la crisis (unos más que otros) y pretenden rebuscar en nuestros bolsillos para continuar con el saqueo. Sin embargo, que el botín se utilice para mantener estructuras burocráticas descomunales cuya utilidad ignoramos pero cuyas deficiencias conocemos, me parece obsceno. Asimismo, es llamativo que se destinen fondos a esperpénticas políticas medioambientales que generarán más desempleo al comportar un incremento de costes empresariales o a fondos de cohesión para países como Rumania, cuya valiosísima aportación a la UE aún busco en el contenedor de basura. Afortunadamente, meine Damen und Herren, Nicolás Sarkozy, el Jean Paul Belmondo de la política, ha dejado de moverse por el escenario internacional con el mismo ímpetu con el que un mono se masturba en la jaula del zoo; Gordon Brown espera las instrucciones de Obama; y Durao Barroso…no sé…comprendan que yo no puedo tomar en serio a un tipo que se llama Durao: es una cuestión de principios, estimados parroquianos.
Yo me alegro de que el timo piramidal de la UE se resienta, disfruto con el crujir de sus cuadernas y el rechinar de dientes de los galeotes. Espero que los políticos chamarileros del resto de Europa entiendan que Alemania no puede ser el paraguas en el que se resguardan de la lluvia demagógica tantos y tantos catetos como nuestro estimado José Luis Rodríguez, el Puma. Alemania, incluso con sus propias dificultades, mantiene bien el tipo ante la crisis, algo que no pueden decir Gran Bretaña ni Francia, o incluso una economía digna de la Champions League como la española. La canciller Merkel realiza una gestión metódica y rigurosa de la crisis, a pesar de las dificultades que debe afrontar al encontrarse en un gobierno de coalición (dentro de poco finalizará la pamema). Sin embargo, es cierto que Angie se muestra reticente a determinadas decisiones, aunque creo que ustedes lo entenderán fácilmente: si ustedes fueran alemanes, ¿desearían que el dinero de Alemania lo repartan tipos como ZP, Sarkozy y Barroso? Sí, ya saben, esos sujetos que con su amor por trincar y derrochar nuestro dinero son los responsables de la creación de los países fiscales que ahora desean eliminar. Yo les sugiero a ellos que no se preocupen, con el panorama que se abre ante nosotros el único dinero que acudirá a los paraísos fiscales será el que está vinculado a la delincuencia: políticos corruptos, comisionistas de variado pelaje y estirpe vinculados a los Gobiernos, etc. Con todo y con eso, meine Damen und Herren, lo que más me asusta es que esa caterva de inútiles persiga «intervenir más en los mercados». ¡¿Más?! La próxima reunión es innecesario que se celebre en Berlín, es mejor que la hagan en la barra de un bar; aunque eso sí: yo no abonaré la cuenta; soy un defraudador contumaz.
Foto: Soy tan bondadoso, que le proporciono otra quimera.
2 Comments:
Es extraño que en este post no haya un solo comentario, pero resulta tan completo que haber quien es el valiente que se arriesga a hacer el ridiculo. Ademas es triste, y, ¿a quien le gusta la tristeza?
Con todo, siempre pensamos que es mejor una democracia, para la economia, pero, el campeonato de dominó se celebra en Cuba y detras de los campeones cubanos estan los españoles.
VAN:
El fisco siempre produce miedo, Van, es como mentar a la Santa Inquisición o a la GESTAPO: la sotana de un dominico o una placa ovalada y todos nos quedamos petrificados. Jajajajaja. Yo echo de menos, incluso me ofende, el que los ciudadanos europeos no entiendan el tremendo poder que tienen en sus manos, un arma letal que ningún Gobierno podría contrarrestar. Por el contrario, y cómo bien dices, todos se afanan en colocar la siguiente pieza: pito doble y cierro.
Ignoro si los cubanos juegan mejor al dominó que los españoles. En lo que destacan es en el talento que poseen que para proporcionar buenas putas; ahora, eso sí,"en plan revolusionario, compai, no más dólares".
Saludos.
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