Dienstag, September 02, 2008

CARAMILLOS.

CARAMILLO: 1. m. Flautilla de caña, madera o hueso, con sonido muy agudo. 2. m. Chisme, enredo, embuste. Armar, levantar un caramillo.

Yo nunca me creí esa versión, meine Damen und Herren, estoy seguro de que un asesinato tan brutal obedece a otros motivos. Es cierto que hasta la fecha la investigación no avanzó mucho más: sin nuevos indicios, con el arma del crimen perdida y sin testigos que puedan aportar datos fiables; será difícil resolver el caso. Sin embargo, intuyo que una cuestión económica fue el móvil del crimen; sí, no se sorprendan, estimados parroquianos. Los informes policiales aportaron poco al sumario; es más, diría que se cometieron muchas negligencias y que alguien quiso tapar el asunto rápidamente para no generar alarma social. Asimismo, la versión que nos explicaron no soportaría un análisis riguroso, mucho menos una reconstrucción de los hechos del día de autos: alguien miente, queridos lectores, alguien miente. ¿Quién oculta la trascripción de los interrogatorios?, ¿dispuso el sospechoso de asistencia letrada?, ¿actuó por encargo?, ¿quiso tirar de la manta y se lo impidieron mediante la «oportuna» desaparición? No sé, da que pensar.
Disculpen, meine Damen und Herren, me refería al asesinato de Abel a manos de su hermano Caín. Sí, es un tema que me generó más curiosidad que los crímenes de Whitechapel y la siniestra historia de Jack el Destripador. No obstante, intuyo que mi zozobra llega a su fin, ya que si el jefe de los justicieros galácticos —Baltasar Garzón— decide retrotraerse en el tiempo para ganar notoriedad, alimentar su insaciable afán de protagonismo y vivir al calor de los focos (y de otras cuestiones), deberá iniciar una investigación seria — tan seria como los sumarios que «instruye» y quedan en nada— y explicarnos qué pasó aquella mañana de primavera en el trigal entre Caín y Abel. Dado que estamos ante un magistrado que actúa tan rápido como moldea la justicia a su conveniencia, no me sorprendería que después investigase si Cristóbal Colón malversó los fondos de la Corona de España durante el viaje. ¿Qué pasó a bordo de la Santa María, meine Damen und Herren?, ¿de verdad los hermanos Pinzones eran unos…mari…neros?, ¿era Cristóbal Colón otro…mari…nero? Baltasar Garzón, siempre juez instructor pero nunca magistrado de Sala, lo averiguará; y lo que no sepa…¡pues se lo inventará! Él sólo busca restañar el protagonismo perdido en los medios, mantener el caché y cebar su egolatría.
En realidad, estimados parroquianos, estamos ante más de lo mismo: Al Gobierno le van mal las cosas —no podía ser de otra manera con José Luis Rodríguez, el Puma, al frente— y necesita que alguien distraiga a la plebe; es algo parecido a lo que hacían los antiguos bufones. ¿No perciben el ruido de cascabeles y la música de los caramillos, meine Damen und Herren? Baltasar Garzón todavía no ha entendido, aunque nosotros sí, la diferencia entre impartir justicia y utilizarla para sus propios fines; algo, por otro lado, muy habitual en España. No obstante, él no es el culpable, ya que la culpabilidad radica en aquellos que le consienten el rosario de dislates al que Su Señoría nos tiene acostumbrados. Supongo que a todos ellos les resulta indiferente el daño que actuaciones tan chuscas infieren a la Justicia o la judicatura, la Audiencia Nacional y a la percepción que los españoles tienen de uno de los pilares básicos de la democracia. De la misma forma, resulta llamativo que el Consejo General del Poder Judicial consienta una y otra vez los caramillos de Baltasar Garzón, sus deleznables resoluciones judiciales, sus innumerables errores, desidias y negligencias; aunque es más llamativo todavía que sus compañeros de la Audiencia Nacional cierren filas ante las críticas a Su Señoría. Meine Damen und Herren, creo que ha llegado el momento de cerrar ése «tribunal especial»: creo que nunca un adjetivo dañó tanto a un sustantivo. Creo innecesario mencionar la lentitud histórica de la justicia española, los millones de expedientes atrasados, la carencia de medios, tanto humanos como materiales, o el mangoneo político que siempre acompaña a las togas y las puñetas.
Con todo y con eso, queridos lectores, seguiré con atención la nueva lucha del justiciero galáctico contra los molinos, porque en realidad se trata de eso: de hacer girar las aspas aunque sea a soplidos.

Foto: Imagen tomada por una cámara de seguridad: nunca se incorporó al sumario.

9 Comments:

Blogger El Espantapájaros said...

He leído uno de los libros de Garzón y puedo decirte que su ego no conoce límites. Así quedó probado en el caso Liaño, por ejemplo. Se cree capacitado para impartir su Justicia universal por doquier, aunque en España estemos ayunos de ella. Además, en el libro sus constantes contradicciones eran divertidas. Vitupera a Aznar a más no poder por la invasión de Irak, ya que no hubo mandato de la ONU. Páginas más adelante, critica a la ONU por ser demasiado burocrática y por los casos de corrupción. Será ésa su famosa imparcialidad... Y lo mismo con el terrorismo. Llama a la lucha total contra ETA, pero desprecia al Presidente que más ha hecho por destruirla: Aznar. Se queja del terrorismo de Estado llevado a cabo por el Gobierno de González y por los engaños de éste... para a continuación relatar cómo, sentados juntos en un viaje en avión, se despacharon a gusto contra Aznar. Y así continuamente, por no mencionar ciertos delirios, como el del cuento de la rosa y el desierto, que me parecen ya preocupantes y ridículos.

A mí me gustan algunas personas ambiciosas que buscan protagonismo y saben ganarse al público, pero en este caso el instrumento para ello es algo tan serio como la Justicia, y eso no puede ser.

La Audiencia Nacional corre el riesgo de convertirse en una plataforma de jueces estrella, es decir, sujetos más interesados en lo mediático que en que se haga de verdad Justicia. Y ese tribunal, así, va a quedar más que nunca en entredicho. Pedraz es otro ejemplo muy negativo.

Garzón ha tenido aciertos y errores a lo largo de su carrera, pero desde que inició esa especie de idilio con Zapatero (esas entrevistas, presentaciones de libros) ya no me merece ninguna confianza, y mucho menos con decisiones como la de los desaparecidos a cuestas.

10:52 PM  
Blogger Ignacio said...

Es el mayor genocidio de la historia: mató a la cuarta parte de la humanidad.

11:54 PM  
Blogger Mary White said...

¿Y Carrillo entrará por fin en prisión por lo de Paracuellos?

Mejor que no rastreen mucho,hay mucha porquería oculta,mucha venganza personal y mucha barbaridad bajo la alfombra de la guerra.

8:18 AM  
Blogger Aguador said...

Queridos amigos und meine geehrte Freiherr Van Orton:

A mí me parece que el caso de Garzón es un caso incurable de megalomanía, como afirma el amigo Espantapájaros. A estas alturas de la película, los avisados ya sabemos que Su Señoría es un lacayo del P(SOE). Eso le deshonra como miembro-miembra del Poder Judicial, que debiera ser imparcial, inamovible y, sobre todo, INDEPENDIENTE.

También tiene gracia que en España haya unos dos millones y medio (casi tantos como parados) de casos sin resolver y Su Señoría se dedique a impartir justicia "universal", al modo de un "Iuste Iudex" (no se lo tiene creído ni nada, Su Señoría...)

Pero lo más importante es (y aquí es donde se hace patente su relación de vasallaje) que la "perra" que le ha entrado con lo de la guerra civil coincide plenamente con la Drittes Gesetz de la propaganda de Herr Goebbels (¿los progres, sirviéndose de las reglas de la propaganda nazi? SÍ):

Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. "Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan".

Saludos,
Aguador

9:32 AM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

ESPANTAPÁJAROS:

Por el bien de vuestra Administración de Justicia, látigo de palomas escuálidas, la Audiencia Nacional debería cerrarse. Cualquier tribunal que se describa como “especial” me da un reparo que me tira de espaldas. Mucho más, cuando la AN se ha convertido en una prolongación más de los tejemanejes políticos. Acepto que en su momento tuviera una cierta justificación la creación de la AN, pero ahora no contribuye a nada más que al desprestigio, ¡y es difícil!, de vuestro estamento judicial. Parece un escenario teatral donde los actores que aspiran a la gran producción demuestran sus talentos sobre las tablas para que el productor les contrate.
Respecto a Garzón, espero que de una vez por todas alguien le conceda el ministerio al que aspira y deje de ridiculizar tanto a lo que representa como a sí mismo. ¿Qué credibilidad puede tener un juez que actúa de esa manera? Justicia y arbitrariedad nunca forman un buen matrimonio, al menos en un país serio; porque de ésa unión siempre nacen dos retoños, que son bautizados con los nombre de “prevaricación” y “cohecho”.
Por otro lado, estimado amigo, nunca he comprendido esa frase tan manida: “debemos acatar y respetar las resoluciones judiciales”. ¿Por qué?, yo no encuentro ni un solo motivo que coloque a los jueces y a sus resoluciones por encima del bien y del mal, de hecho son hombres y funcionarios, y como tales están sujetos, o deberían, a todo tipo de críticas: las castas, en la India.
El hecho de vestir sotana, uniforme o toga no concede ningún privilegio especial, al menos en cuanto a los juicios morales que podemos formular; de los otros ya sabemos que sí.
Saludos.

2:12 AM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

IGNACIO:
Entonces…¡allí que acudirá Garzón! Yo no estaba tan desencaminando.
Saludos

2:13 AM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

MARY WHITE:
Todas esas cuestiones ya se cerraron con la Ley de Amnistía. Todas las guerras se “aprovechan” para algo más.
Saludos.

2:13 AM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

AGUADOR:
Es cierta la megalomanía, pero está adobada con algo peor: servilismo. De todas formas, Aguador, cuando el mismo poder Ejecutivo utiliza al Judicial en función de intereses de partido…; fíjate que escribí “de partido”, porque si por lo menos fueran de Gobierno…pero ni eso.
Lo de Garzón es una nueva cortina de humo y poco más, lo triste es que el CGPJ lo consienta de nuevo y nunca pase nada. Estemos de acuerdo o no y nos agrade o desagrade, los principios de Goebbels mantienen su vigencia y son aplicados. Ese esfuerzo por acallar cualquier crítica sobre los jueces o determinadas sentencias que vulneran la libertad de expresión ejercen de “seleccionadores” de las personas; censura en definitiva, y es por tanto, una forma de propaganda. Reitero mi opinión: la AN debería desmantelarse.
Saludos.

2:14 AM  
Anonymous Anonym said...

Ola, what's up amigos? :)
Hope to receive any help from you if I will have some quesitons.
Thanks in advance and good luck! :)

4:33 PM  

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