Dienstag, Februar 26, 2008

BUENAS NOCHES, Y BUENA SUERTE

BUENAS NOCHES: 1. expr. coloq. U. como salutación y como despedida durante la noche o al irse a acostar.

Después de observar el debate tuve una duda: ¿dónde podré encontrar una información que no caiga en la demagogia? Medité un buen rato, el equivalente a dos copas de Jack Daniel’s y cuatro cigarrillos Lucky Strike. Lo cierto es que me costó encontrar la dirección en la que debía encaminar mis pasos, meine Damen und Herren; pero no fue por distracción o incapacidad, sino porque la última frase de José Luis Rodríguez, El Puma, todavía resonaba en mis oídos y bloqueaba mis pensamientos: «Buenas noches, y buena suerte». Tétrica, estimados parroquianos, muy tétrica: creo que era una oración. A ello contribuyó el semblante abotargado del infeliz; la tacaña iluminación del plató, similar a la de un confesionario; y el hecho de que ZP fuera consciente del ridículo realizado: me compadecí de él. Después, con el tercer whiskey en la mano, entendí quién me proporcionaría las explicaciones deseadas: Pepiño Blanco y su blo heterodoso. Lo sé, queridos lectores, he pecado; pero no he podido resistir la tentación de asomarme al mejor escaparate de la pamema: El cuaderno de Pepe Blanco, cuyo autor es un goloso de la ignorancia; tan es así que podemos denominarlo un terrorista literario. Sus valoraciones del debate no son el objeto de este escrito, por el contrario realizaremos una crítica literaria, como corresponde a un feuilleton.
Pepiño Blanco, con su prosa oscura y una sintaxis tenebrosa, nos muestra los diferentes estados de degradación que provoca la incultura. El autor, un personaje pintoresco, luce una madurez narrativa digna de un sujeto que durante años se alimentó de olla podrida o comistrajos flatulentos. Su estructura narrativa obedece a la de un inepto en el que el analfabetismo se asienta con agrado y que luce las cicatrices de la incultura con orgullo. No obstante, Herr Blanco es un prosista de su tiempo, y el tiempo avanza, aunque su talento no. Suponemos, meine Damen und Herren, que la sabiduría del autor se sumió, hace décadas, en la oscuridad, y éste, al entenderlo, dejó de saber. Estamos, pues, ante un autodidacta de mesa camilla y brasero, plaza fija en «la fila de los mancos» de un cine de barriada y lectura de periódicos deportivos sobre el inodoro, y que habla sobre lo que conoce para después lanzarse a la aventura de explicar lo que ignora. Es evidente que la majadería es su libro de estilo y que su talento sólo puede complementarse de una manera: utilizando papel higiénico. La fortaleza de sus figuras retóricas evidencia que el autor sufrió una violenta metamorfosis que le llevó a entender la necedad como práctica de la literatura, y la literatura como una quinta esencia de la idiotez. Con todo y con eso, debemos agradecer el triple esfuerzo en superarse que realiza Herr Blanco, ya que piensa una cosa, escribe otra y habla de una tercera; o al menos es lo que nos parece a tenor de su prosodia. No sería arriesgado considerar a Baudelarie su poeta predilecto; en concreto el libro titulado Las flores del mal (1857), que Herr Blanco cultiva primorosamente en la cabeza; aunque nunca en el cerebro.
Después de leer a Pepiño, estimados parroquianos, supuse que la frase final de ZP la sugirió el rapaz celta; es su estilo: confundir la literatura con el celuloide; rellenar la vacuidad con un impacto teatral; pretender ganar siempre de penalti; acumular mentiras para que éstas solapen la realidad; y mostrar a un inepto confundido como un estadista digno de confianza. Si Herr Blanco deseaba una frase cinematográfica para ZP, yo le hubiera propuesto unas cuantas: «Tonto es el que hace tonterías.» ( Tom Hanks /Forrest Gump); «siempre digo la verdad, incluso cuando miento digo la verdad.» (Al Pacino /El precio del poder); «no estoy loco, ahora lo entiendo: soy mentalmente divergente.» (Bruce Willis / Doce monos). Y para Pepiño, que tan gratos momentos nos proporciona, también existen frases: «¡Qué montón de libros!, ¿son todos diferentes?» (Barbara Stanwyck / Bola de fuego); y otra más: «Yo no sé mucho de casi nada.» (Tom Hanks /Forrest Gump).

APOSTILLA: Espantapájaros tuvo la amabilidad de entrevistarme en su blog, El tonel del cínico. El encuentro fue cordial, sin embargo tuve un problema: en un momento u otro yo quería decir «buenas noches, y buena suerte»; pero no pude: no tuve asesor.

Foto: Cartel de la película Buenas noches, y buena suerte (2005)

10 Comments:

Blogger El Cerrajero said...

Demasiada cultura cinematográfica le supones a Pepino Blando, creo que la inspiración de ese pedorro procede de otras fuentes.

Uno de los muchos programas de esos que tienes que llamar por teléfono y adivinar una palabra o un número, con la promesa de llevarte el premio gordo, que inundan las cadenas de TV en eZPaña --también en Alemania, debe ser por el marcado común xD-- se llama... ¡Buenas noches y buena suerte!

Tanto Pepino Blando como Rodríguez el Traidor saben perfectamente que, con el saco de éxitos vacío y el reloj parado en 2004 --en ese año siguen viviendo los del P$o€-- la única posibilidad de ganar el 9-M es con un golpe de suerte.

En 2004 les salió la jugada con SMS, ahora intentan llamar al plató.

3:30 AM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

CERRAJERO:

No es porque le guste el cine sino por «la fila de los mancos». Aquí también existen esos programas, pero cambia algo (desconozco si en España es así): la chica se desnuda conforme avanza el tiempo. Ahora que lo pienso, amo de las ganzúas: ¿ Pepiño sería capaz de actuar así? Si ocurre no quiero perdérmelo. Sé que sigues mi blog y que recuerdas la predicción que hice sobre la pamema de las hipotecas que Solbes sacó del sombrero. Aunque muchos no lo perciban, ZP juega a la contra y ha perdido toda iniciativa; por lo tanto…¿quiénes son los últimos que no han emitido su opinión en la campaña electoral? Piensa mal y acertarás.
Saludos.

4:45 AM  
Blogger Ignacio said...

Te link

8:01 AM  
Blogger Váitovek said...

Pepiño merece esta paráfrasis de la célebre frase de Nabokov, de acuerdo con la Esquizofrenia triple que señalas : "Pienso como un tarado, escribo como un ágrafo, actúo como un memo".

9:46 AM  
Anonymous Anonym said...

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10:53 AM  
Blogger Bruno Mancha said...

Zapatero tiene la mala costumbre de mostrar sus buenos deseos hacia la audiencia en las horas más lúgubres. Sus consolaciones son una especie de puñalada ("También mataron a mi abuelo"), su "feliz navidad" un augurio de subida de precios y su "dentro de un año estaremos mejor que hoy" una clara muestra de la magia negra que subyace en sus palabras.

La verdad, uno no sabe ya qué pensar, pero aquella noche no pude pegar ojo...

Un saludo,

Samuel.

4:13 PM  
Anonymous Anonym said...

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7:47 PM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

IGNACIO:

Gracias, sonrío igual que el gato de Cheshire. Saludos

3:48 AM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

DHAVAR:

La frase lo dice todo, no puedo añadir nada más. Saludos.

3:49 AM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

SAMUEL:

Creo que en muchas ocasiones actúa como el niño tonto que busca compasión en sus compañeros o profesores y para ello miente. Me permito hacerle una sugerencia, Sr.director: no piense, es un esfuerzo esteril. Si usted lo recuerda, uno de los argumentos — por llamarlo de alguna manera— de ZP sobre política antiterrorista fue «porque me saldría de dentro». Me desagrada la mezcla de política y menudillos, y más cuando se trata de los de ZP. Algo así, sin embargo, nos indica que El Puma es un tipo simpático que razona con las tripas; en concreto con los riñones, cuando lo adecuado es utilizar el cerebro.
Saludos.

3:50 AM  

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