Montag, Januar 28, 2008

GRIPE

GRIPE: f. Pat. Enfermedad epidémica aguda, acompañada de fiebre y con manifestaciones varias, especialmente catarrales.

¡Qué mala es la gripe, meine Damen und Herren! A los pocos días de regresar a Berlín, el pernicioso virus decidió anidar en mi organismo durante una temporada sin privarme de sus atenciones habituales: dolor muscular y en las articulaciones; fiebre alta; y un malestar general que me impelía a pedir el viático al tiempo que robustecía mi propósito de enmienda. Afortunadamente, las atenciones de mi médico de cabecera, Doktor Schönemann (un galeno de la vieja escuela), me ayudaron a restablecerme; o al menos a no considerar inminente la visita de la vieja señora. Debo reconocer, por eso, que la praxis de Herr Doktor Schönemann ayuda a encarar el padecimiento con una cierta dosis de optimismo: pasa varias veces a la semana para asegurarse del estado del paciente y departir con él; observa el termómetro con el mismo interés que demostraría al leer algo tan exótico como un discurso de Pepiño Blanco; ausculta con detenimiento; hace toser e inspirar para luego, con la rotundidad de un médico sabio, recomendar la panacea: «debes guardar cama, no te levantes». Así lo hice, estimados parroquianos, aunque no quise privarme de unos tragos de vodka por aquello de que el alcohol mata a los microbios. A pesar de yacer en el lecho del dolor, pude repasar el montón de prensa atrasada.
Mis ojos, no podía ser de otra manera, buscaron con ahínco cuáles habían sido las últimas fechorías cometidas por José Luis Rodríguez, El Puma. Lo cierto es que me desilusioné, meine Damen und Herren, ya que el insigne estadista sigue dedicado a lo de siempre: un periplo por la idiocia. Sin embargo, me enteré de que había disuelto las Cámaras, convocado elecciones y glosado los grandes logros del cuatrienio mágico español. Al leer las declaraciones de El Puma, no pude dejar de recordar la descripción que hacía Shakespeare de sus obras: «historias terribles contadas por un idiota». ¡Impagable, queridos lectores!, estamos a punto de descubrir una vena literaria en ése barbecho intelectual al que se conoce por el insecticida nombre de ZP. Yo no me hago grandes ilusiones, ya que poco puede esperarse de un hombre que ni con hombreras logra enderezar una figura desgarbada y huérfana de apostura. Asimismo, las fotografías que observé del apóstol de la chirigota traslucían lo de siempre: un florilegio de caspa, boina, cayado y cutrez. No obstante todo ello es lógico, estimados parroquianos, porque al Puma sólo le interesa emocionar o sorprender; pero nunca decir la verdad. Ése mètre à penser se empecina en escribir con tiralíneas y la precisión de un orfebre algunos de los capítulos más chuscos de la política española, incluso europea; descontada la italiana, claro está. Con todo y con eso, El Puma ha demostrado un mérito: ha comprendido que las elecciones las tiene perdidas. No se sorprendan de mi rotundidad, meine Damen und Herren, porque escribimos sobre un mamarracho que ha demostrado no tener ni un mínimo sentido de la verticalidad; ya no me atrevo a escribir junto al acrónimo ZP los términos «ética» o «moral» ya que sería prostituirlos; y si algo no tengo es vocación de proxeneta.
A lo largo del vía crucis que ustedes recorren, El Puma se ha comportado como un profeta iluminado. Sin embargo, el problema de los profetas fulleros es que la verdad siempre les alcanza, y a ZP lo ha hecho de pleno y en toda la frente. ¡Pobre hombre!, él, que lanzaba sus soflamas con la misma excitación que un simio cachondo, ahora se ve reducido a un moribundo sin credibilidad y que es la diana de todas las chanzas.
Ayer por la noche, mediante el canal Euronews, pude ver el último ofrecimiento de El Puma: devolver 400 euros a los contribuyentes. El momento me emocionó, estimados lectores, aunque puede ser que mi ánimo decaído por la gripe también ayudase a ello. Sin embargo, observar a los siervos de la gleba que bramaban por una devolución me enterneció. La plebe siempre será plebe, ustedes lo saben tan bien como yo; pero lo llamativo estaba en la expresión de El Puma: no se lo creía ni él. Propongo que en los próximos mítines ZP hable desde un catafalco, rodeado por cuatro cirios y con los dedos entrelazados sobre la fotografía de su abuelo: resultaría todo más alegre, o cuanto menos no tan chusco. No debemos olvidar que un moribundo siempre impone respeto, casi tanto como un griposo. ¡Qué mala es la gripe!

Foto: Tinción negativa del virus de la gripe.

5 Comments:

Blogger El Espantapájaros said...

Una vez más se produce tu esperado regreso, y en qué momento. Tenías razón en tu anterior respuesta al decir que "por suerte" en Navidad estaría ocupado con el Derecho, pues resulta gustosamente adictivo, más en segundo que en primero, incluso.

Nada que ver con las pobres propuestas de Zapatero, ya totalmente en caída libre desde que se publicó su larga entrevista en "El Mundo", gracias a la cual, ahora que ha podido establecerse una nueva comparación con Rajoy, el Presidente ha vuelto a quedar en franca evidencia. Espero que con muchas ganas el día 22, el día del duelo televisivo. Ya veremos qué sale de ahí.

Y hablando de entrevistas, este año tan fundamental no puedo dejar de ofrecerte una. Por supuesto, mis preguntas se centrarían en la política, conservando el halo de misterio que rodea este espacio. Pero si no te interesa, puedes negarte con total libertad.

Un saludo

2:53 PM  
Blogger Sahndrah said...

Desde hace unos años se sufre en España un terrible outbreak de fiebre aviar, producida sin duda por el pájaro que govierna la península que fue cuna de mecenas y conquistadores y que, ahora, gracias a dicho pajarraco y sus encefaloplanos secuaces, han convertido en refugio de todo tipo de indeseables

7:45 PM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

ESPANTAPÁJAROS:

Claro que es una suerte, querido amigo. El Derecho es algo más que ése conjunto de normas que rigen las relaciones humanas, es la esencia del pensamiento y de los ideales que una sociedad se concede. Creo que la mejor manera para entender la idiosincrasia de una sociedad es estudiar su leyes, no sus costumbres; aunque en muchas ocasiones Derecho y costumbres van cogidos de la mano, o cuanto menos, uno es el reflejo de las otras. En fin, supongo que en la asignatura Filosofía del Derecho todavía se estudian estas cuestiones.
¡Ah, la entrevista de ZP! La he leído durante estos días griposos: ¡impagable! De seguir así, creo que ZP conseguirá que el resto del mundo le tache de beodo, sería la única explicación plausible. Del duelo no esperes grandes cosas: todo está pactado de antemano.
En cuanto a la entrevista no existe ningún problema, aunque considero que mis respuestas no son dignas de semejante atención; sea como sea estoy a tu disposición y te agradezco el ofrecimiento. De todas formas, me ha resultado llamativo lo del «halo de misterio». No era consciente de que cultivase algo así, ni siquiera mi intención; pero si quieres romperlo, una entrevista es el mejor momento: pregunta lo que desees. Sé que tendrás lo que hay que tener: curiosidad.
Saludos, látigo de verdejos insaciables.

9:31 PM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

SAHNDRAH:

Interesante reflexión la que subyace en tu comentario. No olvides, por eso, que al igual que con las enfermedades determinadas sociedades son propensas a padecer algunas afecciones. Existen las vacunas y los antibióticos, pero en España habéis desarrollado cepas resistentes y una inmunidad perniciosa. Mi duda, sin embargo, es otra: es natural o inducida. ¡Qué lástima!

9:37 PM  
Blogger El Cerrajero said...

# Nicholas, que alegría que des señales de vida --a pesar de la gripe-- y que de nuevo nos regales dosis de tu ingenio.

Apunta el nuevo lema de los del P$o€: motivos para creer.

Ya no saben a que agarrarse, mira que recurrir a la Fe ¡ellos!

10:06 PM  

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