COTILLEOS / 2
Llegado ese punto, intuí que obtendría el mismo provecho de «curiosear» en la delegación argentina que arar en el desierto del Sahara. Por ello, quise comprobar qué ambiente reinaba entre el sequito del presidente de Méjico, Vicente Fox. No sirvió de nada, pasé del Sahara al Gobi: el presidente había decido visitar Bratislava. Ya es sorprendente que alguien desee visitar la capital de Eslovaquia, pero todavía lo fue más que lo hiciera en su Boeing 747. Para aquellos de ustedes que lo desconozcan, les diré que Bratislava dista de Viena 60 Km.; es un trayecto que en automóvil puede recorrerse en tres cuartos de hora. Sin embargo, Herr Fox decidió hacerlo en su flamante Jumbo. Según me informaron, el avión presidencial tuvo que volar por encima de toda Hungría para realizar las maniobras de despegue y descenso; además por partida doble. ¿Pecaría de imprudente si dijera que algo así es un derroche? ¡Ándale!
Era evidente, meine Damen und Herren, que yo no estaba de suerte; pero intuí que podía llegar a tiempo de observar la llegada de Evo Morales al encuentro con el presidente Fischer. ¡Impagable, queridos parroquianos! El pobre hombre llegó con ese prêt-à-porter andino que tan bien le sienta. Yo no estuve presente en la batalla de Little Big Horn, pero sospecho que semejante vestimenta guardaba muchas semejanzas con la de los sioux de Tasunka Witko, alias Caballo Loco. Debo reconocerles, estimados lectores, que al observar a ese extraño espécimen hollar los suelos de madera que pisaron el káiser Francisco José y la Kaiserin Sissi dudé de mis sentimientos republicanos; o quizá es que mi sentido de la estética se impuso a ellos. Con todo y con eso, hubo alguien que se ganó el sueldo: la intérprete. Nunca he visto un trabajo tan primoroso, ya que debió lijar, pulir, dar forma y barnizar, a lo que era una sarta de palabras…«impenetrables». Por fortuna, Herr Fischer es un ejemplar axiomático del charme vienés, y supo demostrarlo. En un acto de sentido común, Herr Morales declinó la invitación al banquete de gala que debía celebrarse en el palacio de Schönbrunn: supongo que enfrentarse a tantos cubiertos alineados, y además sin intérprete, hubiera sido algo insalvable; el pobre decidió compartir velada «alternativa» con su querido Chávez. Sin saber el porqué, creo que cuando terminó la cena de gala alguien se dedicó a contar la cubertería. Es lógico, meine Damen und Herren, la categoría de los invitados así lo aconsejaba.
El último día, Frau Kirchner logró levantarse a una hora… ¿adecuada? ¡Qué emoción, estimados parroquianos!, todo el séquito se movía como un enjambre enfrentado al humo del apicultor: la rioplatense había decidido visitar la ópera. Yo estaba exultante de gozo, ansioso por contemplar la veneración de semejante portento intelectual al templo de la música. Además, para engrandecer todavía más el sitio, Herr Kirchner alumbraría el lugar con su augusta presencia: ¡dos por el precio de uno, meine Damen und Herren! Entendí que me enfrentaba a uno de esos momentos que por su sola existencia justifican una vida. ¡Alabado sea Dios, gracias Señor!
Si alguno de ustedes no conoce la ópera de Viena, debo explicarles que su estilo es inconfundible: neorrenacimiento francés; su construcción data de 1867. Destruida por uno de los últimos bombardeos que sufrió la ciudad durante la II Guerra Mundial, se completó su restauración en 1955. Sin embargo, Frau Kirchner percibió otra cosa. Su marido, que para algo es estrábico, goza de un campo de visión más amplio. Ella, por el contrario, es ciega. Y lo demostró con la rotundidad del inculto: «Kirchner, viste, es Art Decó».
¡Más cerca de ti, Señor, más cerca de ti!
Foto: Cartel de la próxima cumbre Iberoamericana.
8 Comments:
Es usted cruel, señor Platz, al revelarnos estos curiosísimos chismes. ¿No teme que le descubran y provocar un incidente diplomático? Me gustaría que un día nos hablara de la última visita a Alemania del rey Abdalá y su humilde séquito, lleno de príncipes y mujeres propias, si ha tenido el honor de presenciar tan exótico espectáculo.
Un cordial saludo.
"goza de un campo de visión más amplio"... Van Orton... Eres crueeeeeelllll
SAMUEL:
Tiene razón, Sr.director: soy cruel. Como atenuante a mi conducta, le diré que no me gusta realizar actos de piedad y compasión con quien no lo merece. No tema por los incidentes diplomáticos, ya que si se produjesen, hablaría con el Gobierno alemán para que llamara a Herr Moratinos, él lo soluciona todo en un santiamén. Lamento no poder complacerle, pero la visita de Abdalá queda fuera de...cómo decirlo...mi ambito.
Saludos.
VIOLETA:
Tienes razón, bella flor: ¿Me aplicarías la agravante de enseñanamiento? De todas, Violeta, ten presente que resulta llamativo que mientras en determinadas provincias de Argentina mueran niños de inanición, o ancianos por falta de asistencia médica, otros no reparen en gastos ni en despilfarros. En mi descargo te diré que he callado otras muchas cosas. Además, la arrogancia y aires que se dieron algunos...pues no sé...
¡Ferias de vanidad!
Saludos.
No, no... nada de agravantes... Al revés, una eximente incompleta por hacerme reir tanto!!!
Bueno, lo del despilfarro de esta gente no tiene nombre.
Beso
El día que a los Kirchner les falle el tocomocho que tienen montado a los argentinos, se meten a telepredicadores en alguna de las cadenas que controlan los $ociata$ en medio mundo --que hablen con Mister X con el Señorito Z-- y a seguir viviendo del cuento.
VIOLETA:
¿Puedo considerar que he sido absulto con todos los pronunciamientos a favor? Diría que sí.
Besos.
CERRAJERO:
Es increíble la desfachatez de los políticos argentinos y las tragaderas de los electores. Ya lo dice el tango: "el que no llora no mama, y el que no afana es un gil".
Saludos.
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