FRANKFURTER CHRONIKEN / 3
M. siempre se ha mostrado remolona a la hora de levantarse; además, expande el tiempo hasta límites insospechados para vestirse y maquillarse. Por ése motivo no la esperé y decidí bajar a desayunar. Con varios asuntos en la cabeza y ningún café en el cuerpo, coincidí con el amanuense putañero, al cual saludé más por cortesía profesional que interés. Él, al reconocerme, me demostró que los escritores siempre encuentran la descripción adecuada: «Estoy reventado, me tocó una contorsionista». Decidí tomar más café de lo habitual.
Los 16 millones de euros que la Generalitat ha invertido en semejante festín dan para mucho: cajas y cajas de cava; vinos de las mejores denominaciones y añadas; viandas a tutti plé; y como si de un circo romano se tratara, espectáculos hasta el hastío. No es extraño, meine Damen und Herren, los políticos, como si fueran modernos ladrones de almas, saben aprovechar la tendencia y la necesidad de divertirse que tienen los humanos; sobre todo cuando éstos saben que la billetera está llena y desean mostrarse como el prototipo de sibarita. Todo ello provocó que muchos, al igual que M., fueran perezosos para abandonar las sábanas. No obstante, los próceres sí habían tomado posesión del terreno y se pavoneaban de un lado al otro. Con varios crucé unas palabras; pero fue uno en especial el que me hizo comprender de qué iba todo aquello. Debo decirles que su bigote reverbera una especie de bondad clerical, pero su risa indiferente certifica la innegable avidez del personaje. Creo, además, que su dogmatismo le hace ser el más peligroso. A determinadas preguntas, el sujeto en cuestión respondía entre balbuceos, como si su cerebro funcionase con una marcha lenta y pariese los pensamientos con vergüenza. Ahora bien, una vez creado el mensaje lo sepulta en una profundidad desconocida y lo rodea de un silencio sólido que no se puede interrumpir con nada. En realidad creo que se trataba de palabras vanas, que la gente entrega a los perezosos como recreo. Él, por el contrario, dijo que detrás de esas frases se esconde el pensamiento de una nació. Deberán aceptar, meine Damen und Herren, que es una manera muy grosera de homogeneizar; tanto como la curvatura que adquiere su corbata sobre el abdomen prominente. No obstante, volví a tener la misma impresión: para los catalanes no existe el fracaso, sino que existen…«los otros».
Por otro lado, la organización de la Frankfurter Buchmesse está insatisfecha y algo molesta. Esa mezcla anómala de nacionalismo, disputas regionales y vanaglorias individuales, no ha sentado bien; ya que en una feria sobre libros debe hablarse sobre literatura y edición, y no de política. Tan es así, que algunos ya se han planteado la conveniencia de repetir experimentos semejantes. Jürgen Boos, director de la feria, se lamentó: «Es una lástima que no tengamos aquí la completa variedad de la cultura catalana». ¡Pobre hombre!, no ha entendido que la fortaleza de la nación catalana no se sustenta sobre su propio acervo, sino sobre la confrontación con…«los otros».
Moviéndome entre las filas de los soldados de la pluma también me percaté de algo más: el intento de ERC por capitalizar el acontecimiento. Les garantizo, queridos lectores, que algo semejante es inaudito por estos lares: navajazos políticos en tapa dura o cartoné. Por más que deseen disimularlo, la exclusión de los autores catalanes que escriben en castellano obedece a un motivo: pretenden que éstos, mediante un falso fundamento histórico, se sientan emigrantes en su tierra natal, o por lo menos, que forman parte de…«los otros».
Es triste comprobar que algunos no quieren ser españoles pero lo son, y no quieren parecer insignificantes pero lo son. ¡Qué más da!, vivimos una época en la que, aunque los chistes sean malos, la gente se muestra alegre. Supongo que por eso el escritor talludo se fue de putas: en ése campo no existen las discrepancias políticas y la crítica nunca es pública.
Los 16 millones de euros que la Generalitat ha invertido en semejante festín dan para mucho: cajas y cajas de cava; vinos de las mejores denominaciones y añadas; viandas a tutti plé; y como si de un circo romano se tratara, espectáculos hasta el hastío. No es extraño, meine Damen und Herren, los políticos, como si fueran modernos ladrones de almas, saben aprovechar la tendencia y la necesidad de divertirse que tienen los humanos; sobre todo cuando éstos saben que la billetera está llena y desean mostrarse como el prototipo de sibarita. Todo ello provocó que muchos, al igual que M., fueran perezosos para abandonar las sábanas. No obstante, los próceres sí habían tomado posesión del terreno y se pavoneaban de un lado al otro. Con varios crucé unas palabras; pero fue uno en especial el que me hizo comprender de qué iba todo aquello. Debo decirles que su bigote reverbera una especie de bondad clerical, pero su risa indiferente certifica la innegable avidez del personaje. Creo, además, que su dogmatismo le hace ser el más peligroso. A determinadas preguntas, el sujeto en cuestión respondía entre balbuceos, como si su cerebro funcionase con una marcha lenta y pariese los pensamientos con vergüenza. Ahora bien, una vez creado el mensaje lo sepulta en una profundidad desconocida y lo rodea de un silencio sólido que no se puede interrumpir con nada. En realidad creo que se trataba de palabras vanas, que la gente entrega a los perezosos como recreo. Él, por el contrario, dijo que detrás de esas frases se esconde el pensamiento de una nació. Deberán aceptar, meine Damen und Herren, que es una manera muy grosera de homogeneizar; tanto como la curvatura que adquiere su corbata sobre el abdomen prominente. No obstante, volví a tener la misma impresión: para los catalanes no existe el fracaso, sino que existen…«los otros».
Por otro lado, la organización de la Frankfurter Buchmesse está insatisfecha y algo molesta. Esa mezcla anómala de nacionalismo, disputas regionales y vanaglorias individuales, no ha sentado bien; ya que en una feria sobre libros debe hablarse sobre literatura y edición, y no de política. Tan es así, que algunos ya se han planteado la conveniencia de repetir experimentos semejantes. Jürgen Boos, director de la feria, se lamentó: «Es una lástima que no tengamos aquí la completa variedad de la cultura catalana». ¡Pobre hombre!, no ha entendido que la fortaleza de la nación catalana no se sustenta sobre su propio acervo, sino sobre la confrontación con…«los otros».
Moviéndome entre las filas de los soldados de la pluma también me percaté de algo más: el intento de ERC por capitalizar el acontecimiento. Les garantizo, queridos lectores, que algo semejante es inaudito por estos lares: navajazos políticos en tapa dura o cartoné. Por más que deseen disimularlo, la exclusión de los autores catalanes que escriben en castellano obedece a un motivo: pretenden que éstos, mediante un falso fundamento histórico, se sientan emigrantes en su tierra natal, o por lo menos, que forman parte de…«los otros».
Es triste comprobar que algunos no quieren ser españoles pero lo son, y no quieren parecer insignificantes pero lo son. ¡Qué más da!, vivimos una época en la que, aunque los chistes sean malos, la gente se muestra alegre. Supongo que por eso el escritor talludo se fue de putas: en ése campo no existen las discrepancias políticas y la crítica nunca es pública.
APOSTILLA: M. se despidió con la fórmula habitual: «Nos llamamos». Sé que nunca telefoneará, y ella sabe que yo no espero la llamada. Quizá en repetir un error radica la posibilidad de acertar más adelante, pero yo prefiero no hacer nada y culpar a los de siempre: a los otros.
19 Comments:
Magníficas crónicas. Te confieso que las he leído de un tirón y con inusitada avidez, pues me interesaba el tema de la feria pero aún no había podido hincarle el diente a una información tan clara y directa como la que nos presentas.
A mi entender, estos catalanes de raza, catalanes auténticos y puros, han logrado trasladar su nacionalismo provinciano a tierras germanas, pervirtiendo de paso la literatura con su podrida política.
Miedo me da la aparición de Montilla. "El gris se hizo carne", lo que me habré podido reír con esa acertada imagen. Pero es obvio que era preceptiva la presencia de Montilla, tan relacionado con las letras (¿será éste su bachillerato?), en semejante acto.
Para acabar, me permito citar una vez más a Arcadi Espada, que también ha escrito sobre el tema:
"Este fracaso que se suma a los últimos fracasos, esta permanente sensación de que el país ha pisado mierda, esta orgía provinciana en Frankfurt destinada al consumo de las ediciones regionales de los periódicos españoles, esta sala completamente vacía de extranjeros mientras habla Pere Gimferrer, como si el Nobel tuviera que dárselo esta mañana un jurado de Hospitalet."
Un saludo
Dicen que sarna con gusto no pica, no?
Gracias por las crónicas!!! Beso
Excelente; para alguien que lee La Vanguardia es muy significativo; bien es cierto que en estando Quim Monzó qué va a decir nuestro espejo de bondades catalistas cómo es ese periódico.
Gracias por tu crónica con tu estilo que nos hace olvidar que efectivamente es una crónica.
Añado: ¿te importa que lo reproduzca en un digital provincial?
Gracias
Ángel
Perdón, Joseph; te he pedido permiso para publicar pero no te he dicho dónde; es en aragondigital.es; sabrás que se pretende que en Aragón se pretende que seamos bilingües: catalán y castellano; algo se parece lo que se habla en La Litera (lindante con Lérida, en el Cinca con Fraga a la cabeza, y el Matarraña (limita con Tarragona) con Valderrobles; naturalmente no se parecen entre sí más que como distintos chapurreados con influencia catalano-castellana.
Gracias otra vez.
Ángel
ESPANTAPÁJAROS:
Gracias, látigo de gorriones hambrientos. Podía haber escrito dos entradas más, pero…¿para qué? Sí, querido amigo, sí: la presencia de Montilla era obligada, así como la del resto de la trouppe: regidores de ayuntamientos recónditos, esposas, amigos y amigas (también podría entrecomillarlo), etc. Parecía que todos los problemas de Cataluña, que son muchos y variados, tendrían solución en Frankfurt. Pero es que los catalanes pretenden arreglar los desaguisados con procedimientos extraños: selección de fútbol-sala o de hockey sobre patines; ferias literarias; cantantes soporíferos, etc. Conozco algo de lo se ha escrito en la prensa española, la catalana incluida, sobre…«el gran éxito». Sin embargo, por aquí todos han quedado hartos de tanto paleto, políticos de medio pelo, escritores desconocidos pero con ínfulas, etc. Ahora bien, no olvides que la Buchmesse es un negocio y la Generalitat ha sido muy generosa a la hora de pagar facturas. La cultura catalana se sustenta a golpe de subvención; bajo cuerda y por diferentes derroteros, eso sí. Muchas editoriales podrían explicar qué esconden determinadas cifras de venta de algunos libros escritos en catalán. A estas alturas de la película, creo que detrás de la expresión «el oasis catalán» existe un lago subterráneo de corruptelas, trapicheos e ineficacias; sin embargo todo se disculpa con el sentimiento nacional catalán y la defensa de la lengua. Después de tantos años han logrado derrotar a las tropas del Duque de Berwick; pero no en las murallas de Barcelona, sino en Frankfurt. ¡Infelices!
VIOLETA:
Claro que les pica, pero…es culpa de los otros. De nada, ha sido un placer, bella flor.
Besos.
SAUMEN:
Monzó siempre fue el protegido del pujolismo; sin embargo, consideraron que era mejor rodearle de un aura de enfant terrible, o un poco…cómo decirlo…trasgresor; pero con una trasgresión controlada y a medida de las necesidades. Ahora Monzó parece el paladín del catalán, cuando el 26 de abril de 2003 pregonaba a los cuatro vientos que el idioma catalán estaba muerto y que había que preparar un funeral. El comentario que ha trascrito Espantapájaros es muy acertado: informaciones falseadas para consumo de paletos. Pero es lógico que los mentirosos lancen una falsedad tras otra ya que saben que la mayoría no tiene ni idea de qué se cuece en Frankfurt. Considerar un gran éxito que 2500 personas hayan asistido a los actos literarios catalanes cuando los visitantes de la feria rozan los 300.000… pues…no sé. De igual manera, explicar que se mantuvieron 30 reuniones para la venta de derechos cuando una empresa de medio nivel sobrepasa sin esfuerzo alguno las 160… pues…no sé. La diferencia está en que a una empresa, editorial o agente literario, montar un stand le cuesta alrededor de 21.000 euros, y a la Generalitat, por el contrario, 16 millones. La responsable del desembarco, Anna Soler Pont, tiene estrechos lazos con la Generalitat a través de su marido, por ése motivo fue ella la encargada de…elaborar la masa. ¡Vanidad de vanidades, Saumen!, pero pagadas por los de siempre. Ahora he comprendido el porqué los catalanes defienden a los toros de lidia: porque ellos también lo son. Es indiferente que el aeropuerto se colapse, la sanidad catalana eche humo, los niños estudien en barracones (aunque los políticos lo denominan aulas no convencionales), Barcelona sufra apagones, no se creen infraestructuras, etc. Lo importante…¡FRANKFURT! ¡Cómo les torean! Los problemas reales no interesan, son mejores…los otros, o los de «los otros». Paletos y vanidad, sabrosa combinación.
Sí, hombre: conozco La Franja. Si no estoy mal informado, creo que el valenciano proviene de los colonos de Aragón con los que se repobló las tierras reconquistadas al moro. Al menos eso me explicó un campechano individuo de un restaurante de Fraga, en el que paré en una ocasión antes de adentrarme en el desierto de los Monegros.
No hace falta que pida permiso: lo que está en Josephsplatz es de libre disposición; ya ve que hasta pongo música. Ahora quiero inventar un sistema para que los visitantes puedan servirse una bebida, pero me temo que la informática, al menos de momento, no da para más. Bienvenido al feuilleton virtual y gracias por su comentario.
# Nicholas, estás que te sales. En todos los sentidos xD
Nicholas, lo que estás es un poco vago.
¡Vuelve!
Opino lo mismo, jeje... Soy una lectora habitual de tu blog desde hace poco tiempo (hasta ahora no sabía de su existencia, la verdad) y ya me tienes impaciente por leer las nuevas entregas. Hombre, ¡que uno tiene que cuidar a su público! :-)
Un saludo muy fuerte, ¡y enhorabuena por tus estupendas crónicas!
Yo también te echo de menos aunque como estoy leyendo tu última novela la espera se hace más corta.
Un cordial saludo.
# Nicholas ¿te ha abducido algún comando cataplino?
Vuelveeee, al blog vuelveeeee, antes de Navidaaaaaaad xD
CERRAJERO:
Gracias. No me han secuestrado, es que he viajado a España y los días se han alargado un poco más de lo previsto. De todas formas, intuyo que si mi ausencia se hubiera debido a un secuestro tú habrías aportado algo para el fondo de rescate: ¿estoy en lo cierto?
Saludos.
KENWAY:
Disculpa, querido Kenway. Los planes se precipitaron y mis intenciones era otras. De todas formas un poco vago si estoy.
Saludos.
ANÓNIMA 10:40
Gracias por tu comentario y bienvenida a Josephsplatz. Siempre cuido a los lectores, pero el viaje a España alteró mis planes. Te pido disculpas. Agradezco tu elogio. Recibe un cordial saludo.
ANÓNIMO 11:05
¿Mi última novela? Bien, sea como sea disfrute de la lectura.
Un saludo.
'si mi ausencia se hubiera debido a un secuestro tú habrías aportado algo para el fondo de rescate: ¿estoy en lo cierto?'
# Nicholas, no hay candado para el que no tenga llave ^_^
CERRAJERO:
Me quedo más tranquilo, amo de las ganzúas.
Soy anónima 10:40 :-)
Encantada de tenerte de vuelta, y ¡por favor! de disculpas nada, faltaría más ;-) Un viajecito a España siempre es un buen motivo para descansar del blog.
¡¡Saludos!!
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