CARAJILLOS / 5
Siempre me ha gustado el color de los taxis de Barcelona: negro y amarillo; en Boston y en Buenos Aires también encontré la misma combinación cromática para los vehículos de servicio público. Debido al colapso en los trenes de cercanías barceloneses, el trayecto al aeropuerto resultó interminable: 65 minutos. La radio del coche emitía un noticiario que explicaba las nuevas amenazas que Al-Qaeda ha vertido contra España. Yo partía hacia Madrid para observar la lectura de «la sentencia de todas las sentencias», y no pude dejar de sorprenderme al pensar que si el atentado del 11-M se debió a la guerra de Irak…¿por qué Al-Qaeda amenazaba de nuevo? De todas formas, un jirón de tranquilidad se abrió en mis reflexiones: gracias a la buena gestión de Montilla, ZP y Álvarez, los catalanes no deben temer un atentado en sus trenes de cercanías. A lo mejor ése es el motivo de que no funcionen: ¡Gracias, ZP!
Ya en el aeropuerto, decidí tomar un carajillo en un establecimiento llamado Pausa. Cometí un error, ya que en un aeropuerto todo es diferente: el ritmo, la vida, la forma de entablar relaciones, la comida y hasta un carajillo; ¡es todo tan aséptico!
Al llegar a Madrid, pude percibir ese nervio castizo del que la ciudad jamás se desprenderá. Creo, incluso, que flotaba sobre ella un punto de mal augurio. Al llegar al lugar donde se leería «la sentencia de todas las sentencias» y observar a los allí expectantes y escuchar sus comentarios, comprendí que en Madrid nunca el embelesamiento derrotaría al realismo. El lugar parecía un hormiguero cuyos habitantes se movían nerviosos; inquietos; a la búsqueda de una salida, un nuevo camino o algo peor: una respuesta. En las caras de algunos la tristeza se había engarzado al alivio y la inquietud traslapaba al sufrimiento. Se acercaron al desamparado lugar como un grupo de enfermos que busca sanarse y peregrina hasta la ermita milagrosa. Sin embargo, algunas conversaciones con varios letrados me indujeron a pensar que, si la vida es teatro, allí estaba el mejor escenario con un magnífico plantel de actores. Tan era así, que la llegada de Frau Manjón me lo confirmó: teatro, puro teatro; luto riguroso, el paso enérgico del que considera al sufrimiento un patrimonio, un ejemplar visible del diario Público, como si fuera el estandarte de batalla, y el obsceno exhibicionismo del dolor por método. Estaba nerviosa, sospecha que las luces del escenario se apagarán, el público abandonará la platea y que después, excepto si media la canonjía o mamandurria de rigor, deberá vivir del viejo recuerdo de una única actuación magistral en el templo de la interpretación: será como el que se denomina escritor habiendo escrito una sola novela. Algunos comentarios salpicaban el lugar con la maledicencia española: «la segunda esposa del juez Bermúdez ha escrito un libro sobre el proceso y su marido»; «hoy nace el verdugo de Garzón»; «otro que nos utilizará [a los periodistas] para encumbrarse»; «esto es un enjuague y todo está pactado»; «como siempre en España, intentará contentar a todos»; «al Gobierno la sentencia no le ha parecido mal». Curioso comentario porque se hizo cuarenta minutos antes de proceder a la lectura; pero es evidente que el juez Bermúdez ha tejido una polivante red de...relaciones públicas.
Sobre la sentencia no voy a escribir nada; además soy lego: obtengan ustedes sus propias conclusiones. Por el contrario me gustaría comentar algunos aspectos de sus consecuencias. Todo sigue donde estaba y nada ha cambiado, pero es al PSOE al que le interesa que el tema del 11-M se mantenga vivo hasta la elecciones. No se encargará ZP de ello, es muy exquisito, pero trasladará el encargo a sus secuaces. No deben ofenderse por ello, meine Damen und Herren, ya que esos 192 asesinados fueron muertos politizados desde que la primera mortaja de plástico les acogió: el PSOE sacó provecho de ellos para alcanzar el poder. Por lo tanto,¿por qué iban a perder la condición de politizados una vez enterrados? Debemos reconocer, por eso, que es una manera nada milagrosa de resucitar a los muertos. Pero ZP les necesita, no tiene nada más que ofrecer y debe sacar partido de las…viejas glorias. Lo único que puede cerrar la herida del 11-M son las próximas elecciones: ése será el dedo ensalivado que pasará la página.
Ya en el aeropuerto, decidí tomar un carajillo en un establecimiento llamado Pausa. Cometí un error, ya que en un aeropuerto todo es diferente: el ritmo, la vida, la forma de entablar relaciones, la comida y hasta un carajillo; ¡es todo tan aséptico!
Al llegar a Madrid, pude percibir ese nervio castizo del que la ciudad jamás se desprenderá. Creo, incluso, que flotaba sobre ella un punto de mal augurio. Al llegar al lugar donde se leería «la sentencia de todas las sentencias» y observar a los allí expectantes y escuchar sus comentarios, comprendí que en Madrid nunca el embelesamiento derrotaría al realismo. El lugar parecía un hormiguero cuyos habitantes se movían nerviosos; inquietos; a la búsqueda de una salida, un nuevo camino o algo peor: una respuesta. En las caras de algunos la tristeza se había engarzado al alivio y la inquietud traslapaba al sufrimiento. Se acercaron al desamparado lugar como un grupo de enfermos que busca sanarse y peregrina hasta la ermita milagrosa. Sin embargo, algunas conversaciones con varios letrados me indujeron a pensar que, si la vida es teatro, allí estaba el mejor escenario con un magnífico plantel de actores. Tan era así, que la llegada de Frau Manjón me lo confirmó: teatro, puro teatro; luto riguroso, el paso enérgico del que considera al sufrimiento un patrimonio, un ejemplar visible del diario Público, como si fuera el estandarte de batalla, y el obsceno exhibicionismo del dolor por método. Estaba nerviosa, sospecha que las luces del escenario se apagarán, el público abandonará la platea y que después, excepto si media la canonjía o mamandurria de rigor, deberá vivir del viejo recuerdo de una única actuación magistral en el templo de la interpretación: será como el que se denomina escritor habiendo escrito una sola novela. Algunos comentarios salpicaban el lugar con la maledicencia española: «la segunda esposa del juez Bermúdez ha escrito un libro sobre el proceso y su marido»; «hoy nace el verdugo de Garzón»; «otro que nos utilizará [a los periodistas] para encumbrarse»; «esto es un enjuague y todo está pactado»; «como siempre en España, intentará contentar a todos»; «al Gobierno la sentencia no le ha parecido mal». Curioso comentario porque se hizo cuarenta minutos antes de proceder a la lectura; pero es evidente que el juez Bermúdez ha tejido una polivante red de...relaciones públicas.
Sobre la sentencia no voy a escribir nada; además soy lego: obtengan ustedes sus propias conclusiones. Por el contrario me gustaría comentar algunos aspectos de sus consecuencias. Todo sigue donde estaba y nada ha cambiado, pero es al PSOE al que le interesa que el tema del 11-M se mantenga vivo hasta la elecciones. No se encargará ZP de ello, es muy exquisito, pero trasladará el encargo a sus secuaces. No deben ofenderse por ello, meine Damen und Herren, ya que esos 192 asesinados fueron muertos politizados desde que la primera mortaja de plástico les acogió: el PSOE sacó provecho de ellos para alcanzar el poder. Por lo tanto,¿por qué iban a perder la condición de politizados una vez enterrados? Debemos reconocer, por eso, que es una manera nada milagrosa de resucitar a los muertos. Pero ZP les necesita, no tiene nada más que ofrecer y debe sacar partido de las…viejas glorias. Lo único que puede cerrar la herida del 11-M son las próximas elecciones: ése será el dedo ensalivado que pasará la página.
El PP ya pagó con la derrota su exceso de confianza — quizá el más peligroso de los errores—, pero ahora será el PSOE el que recibirá la factura. A los socialistas el soufflé se les ha deshinchado porque lo sacaron del horno antes de tiempo. La sombra de la duda beneficiaba a ZP, que podía moldear, mediante sus medios afines, cualquier información. Ahora, sin embargo, no puede utilizarse Irak, Al-Qaeda, las mentiras del PP ni nada que se le parezca. Debemos confiar, estimados parroquianos, en que la refulgente inteligencia de Pepiño Blanco nos ofrezca una nueva versión. El espectáculo que presencié me recordó al sorteo de Navidad: todos contentos, porque el que no ha sido agraciado tiene salud. Abandoné el tabernáculo de la componenda con premura, pero en el exterior me crucé con dos personas que hablaban con uno de los abogados y emitían su opinión entre sollozos: «¡Qué bajo hemos caído!»
Mientras esperaba en Barajas la salida de mi vuelo, decidí tomar un carajillo. El sabor me resultó amargo, aunque yo sospechaba que la diferente percepción no se debía al café. Le pregunté al camarero, que me sacó de dudas: «Se ha terminado el Anís del Mono y le he puesto Machaquito; dicen que es el mejor». Yo le quise hablar de la ciencia y el simio, pero me contuve: ¿por qué un mono no puede equivocarse si hasta los humanos lo hacemos?
Cuando el avión aterrizaba en el aeropuerto de Berlín-Tegel, un poco después de las 22:30, todavía conservaba el sabor del carajillo. Para entonces mis convicciones se habían rehecho y mantuve el mismo pensamiento: «es el mejor, la ciencia lo dijo y yo no miento».
Mientras esperaba en Barajas la salida de mi vuelo, decidí tomar un carajillo. El sabor me resultó amargo, aunque yo sospechaba que la diferente percepción no se debía al café. Le pregunté al camarero, que me sacó de dudas: «Se ha terminado el Anís del Mono y le he puesto Machaquito; dicen que es el mejor». Yo le quise hablar de la ciencia y el simio, pero me contuve: ¿por qué un mono no puede equivocarse si hasta los humanos lo hacemos?
Cuando el avión aterrizaba en el aeropuerto de Berlín-Tegel, un poco después de las 22:30, todavía conservaba el sabor del carajillo. Para entonces mis convicciones se habían rehecho y mantuve el mismo pensamiento: «es el mejor, la ciencia lo dijo y yo no miento».
Foto: Detalle cartel de Anís del Mono. Ramón Casas (1898)
8 Comments:
Tu mono acabó en machaquito y a los españoles --tan monos-- nos tienen machacaditos.
No se si hay tal cosa como 'las mentiras del PP' pero ya sabemos cuál es 'la verdad del P$o€', que nadie se lleve a engaño.
Curiosamente, los que más han pedido silencio y que se enterrara todo lo relacionado con el 11-M van a ser ahora los que intenten por todos los medios que ese asunto siga vivo y coleando de cara a las elecciones. Me refiero al PSOE y sus afines, que ven en la absolución de El Egipcio el agujero por donde se escapan sus delirios sobre Irak y Bin Ladem. Sin él, la gente no puede ser tan tonta como para creer que unos pobres mineros asturianos y unos marroquíes ineptos montaron toda la trama del atentado, lo llevaron a cabo con éxito y cumplieron sus objetivos.
Aun así, seguir relacionándolo con Irak puede ser contraproducente para los socialistas. Porque, de ser así, ¿qué hizo Zapatero sino beneficiar y obedecer a los terroristas retirando las tropas de Irak? No sé cómo se las apañan para tanto equilibrio...
Las elecciones se acercan y las cosas se van a poner muy interesantes por aquí.
Un saludo
La situación a la que hemos llegado me parece bochornosa. La prensa está intratable, mientras intenta edificar un pedestal sobre las tumbas de 192 personas en honor de los que contaron la verdad sobre el 11-M, quedando todavía tantas sombras.
Que la señora Manjón u otras víctimas hayan entrado al juego del politiqueo es algo lamentable. A veces buscar que se haga justicia impone mezclarse en situaciones domeñadas por el interés de los poderes fácticos y convertirse en un agente de esos poderes que ignora.
Un saludo,
Samuel.
CERRAJERO:
Ya sabes que soy un mero observador, pero siempre me sorprendió que se acusara al Gobierno del PP de mentir, cuando nadie ha explicado de qué mentiras se trataba. Nadie en sus cabales puede creer que un Gobierno prentendiera mentir u ocultar algo a los ciudadanos durante tres días; y más con los medios de comunicación y partidos políticos de la oposición al acecho. Discrepo contigo sobre el último párrafo: no sabemos cuáles fueron las mentiras del PP pero también ignoramos cuál es la verdad del PSOE.
Saludos.
ESPANTAPÁJAROS:
Es lógico, además lo he reflejado en mi escrito: el 11-M proporcionó la victoria a ZP, aunque él siempre ha intentado desmarcarse o difuminar esa impresión, sin embargo es así. Si el atentado les facilitó la victoria, creen que ahora pueden obtener provecho con el mismo tema. De aquí a las elecciones, los socialistas necesitan crear tensión y crispación para movilizar a una parte del electorado que no les corresponde. Estoy seguro de que veremos números extraños sobre el alambre. Respecto a los equilibrios que realizan es porque el público es muy poco exigente y no puede entender, o no quiere, todo lo que ve.
Saludos.
SAMUEL:
Sr.director, ¿existe algo en España que no esté politizado? Esos "poderes fácticos" que usted menciona también forman parte de la justicia, no lo olvide. Me atrevo a sugerir que la representación de la justicia en España cambie de aspecto: deben quitarle la venda de los ojos y colocarle unas gafas de sol;
Ray-Ban Wayfarer, si es posible. Y no es para que ella no pueda mirar, que ya lo hace, sino para que ustedes no perciban la dirección de su mirada. En cuanto a los 192...pues...nada, homenajes, florecitas y poco más. De todas formas, no creo que los muertos disfruten con los homenajes de los vivos.
Saludos.
# Nicholas, coincidimos.
Distintas cerraduras con la misma llave xD
!UN PEDERASTA ANDA SUELTO!
¡ES VOMITIVO!
Rafael del Barco Carreras
¡Un pederasta anda suelto! Los que hemos sido empresarios sabemos que aplicando la FILOSOFÍA LABORAL que reina en la Administración Pública, la JUSTICIA, nuestra empresa hubiera QUEBRADO, o sea, todos a la CALLE. Es la gran diferencia, ¡y viene de siglos!, entre las decenas de millones de españoles que trabajan con el sudor de su frente, EMPRESARIOS Y TRABAJADORES, y los que lo hacen para el ESTADO. Simplemente es el Franquismo, lo de siempre, el Funcionariado no trabaja, FUNCIONA, ¡a su aire!. Y todos sabemos que sin un mínimo de disciplina, exigencia, sana ambición y entrega por ambas partes ninguna empresa humana consigue sus objetivos, y esa PROPIEDAD DEL CARGO O DESTINO cuando tras las “oposiciones”, entre comillas, se encaraman a la FUNCIÓN PÚBLICA convierte esa función en un chollo para el propietario y la mayoría de las veces en una pesadilla para el que pretende el SERVICIO PÚBLICO.
Los PROGRES CATALANES que ganadas las elecciones a la Generalitat metieron las narices en la ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA, sentenciaron que aquello era un desastre, el 30% de abstenciones laborales, eso… y que en la propia Generalitat había una larga lista de gente que nunca apareció por su lugar de trabajo, que nadie conocía. Pero ¿hubo despidos masivos? ¡Ni hablar! Todo sigue igual.
Yo estaba entonces en prisión y entre las absurdas esperanzas creí que se me agilizarían algunos de los eternos expedientes… y salí siete días después de cumplir la totalidad de la condena. El socialista juez de Vigilancia Penitenciaria Joseph Lluis Albiñana Olmos, primer presidente de la inicial Generalitat Valenciana, hoy ascendido a Magistrado de Sala, el del “arrepentido de Javier de la Rosa”, estaba de viaje, o eso dijeron sus empleados a mi mujer y abogado. Yo salí siete días después por una vieja estafa (las letras de una sociedad donde precisamente el presidente fuera Antonio de la Rosa, padre de Javier), y los asesinos y violadores de Hospitalet, o los violadores y asesinos de Nou Barris… bajo su jurisdicción… tan campantes de permiso…y violaron y asesinaron… 2004, y nadie se acuerda ni de los hechos, de las víctimas, la Junta de Tratamiento de Brians, ni menos del Juez que sigue impartiendo Justicia.
La JUSTICIA está en quiebra por culpa de sus trabajadores, y el PUEBLO, el dueño del negocio, cede por la fuerza de la Historia esa propiedad a sus TRABAJADORES, que controlan a su aire la empresa en perfecta AUTOGESTIÓN, y nadie quiere meter mano a esa BARBARIDAD. Total, un mejunje endogámico y amigocrático, donde tiene cabida toda la arbitrariedad y corrupción imaginable.
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