EQUILIBRIOS
EQUILIBRIO: 2. m. Situación de un cuerpo que, a pesar de tener poca base de sustentación, se mantiene sin caerse.
El propietario del tugurio donde voy a quemar mis cejas a la luz que reverberan los naipes se llama Hermann; aunque todos le conocemos por su alias: der Rote (el Rojo). El «modesto local», como Hermann lo denomina, se encuentra cerca de la Bahnhof Zoo. El rostro de der Rote es como la historia de Alemania: dos grandes cicatrices lo cruzan y luce un ojo de cristal que sólo sirve para tapar la cuenca vacía. En una ocasión me interesé por lo que yo consideraba poco tino durante el afeitado; sin embargo, la respuesta de Hermann no me sacó de dudas: «tuve que defender mi credibilidad, la palabra de un hombre no debe estar en equilibrio». Después de algo tan escueto y vago, no se me ocurrió preguntar por qué el óptico le cobra las gafas a mitad de precio.
ZP, el Funámbulo, se ha descolgado hoy del alambre con una jugosa declaración que sirve de réplica al envite de Ibarretxe: «se equivoca de país, de continente y de siglo». ¡Ah, meine Damen und Herren, tan profundo como siempre! Puede ser que el tonsurado haya cometido un error geográfico y que su reloj no esté en hora, pero si en algo no se ha equivocado es en entender qué tipo de mamarracho tiene delante; de hecho, sus palabras nos lo indican: «No me temblará el pulso con Zapatero». Es enternecedor, queridos parroquianos: un duelo entre los dos titanes de la mentira y la hipocresía.
A pocos meses de las elecciones generales, es fácil de adivinar cómo actuará ZP, el Siete Machos: mucho arreo gestual; exceso de puya decorativa; un fascinante catálogo de imágenes que indiquen una explícita voluntad de firmeza; datos y estadísticas, que el pobre no comprende; y enseñará ese voluntarismo programático de la idiotez al cual está abonado. Con todo y con eso, intentará iluminar su pomposa prosodia con un destello de solemnidad, que quedará diluido por la sólida pesadumbre que se adivina en el resto del discurso. En realidad, meine Damen und Herren, creo que ZP, el Chichas, dice esas frases para escucharse a sí mismo, ya que todavía duda sobre si está vivo o sigue sepultado en la escombrera donde se arrojaron las ruinas de la terminal del aeropuerto de Barajas. Nosotros, queridos lectores, seguiremos con la abnegación del huérfano los esfuerzos de ese plomo por mantenerse a flote. No obstante, debo reconocerles que ZP no nos defraudará, porque no puede defraudar aquel del que nada esperamos; y si esperamos algo, siempre será lo peor. Un país con tantas promesas incumplidas y tantas mentiras tejidas sobre un interesado proteccionismo de los medios de comunicación, necesita algo más para que ZP, el Cangrejo, resulte creíble. Con todo y con eso, los ilusos seguirán con sus ojos clavados en el cielo a la espera del maná prometido; pero éste no llegará: tendrán que conformarse con frases solemnes y algún mendrugo. Mientras escribo estas líneas, se me ocurren inquietantes hipótesis: ¿se imaginan qué bien lo pasaríamos si ZP gana las próximas elecciones? ¡Ah, qué morboso interés despiertan las dudas! No se inquieten, meine Damen und Herren, el iluminado ha entrado en barrena. Pero eso es lo que suele ocurrir cuando alguien cojo, manco y esquizofrénico, decide hacer equilibrios sobre el alambre que sujetan sus «socios»: apártense, que el fulano cae a plomo.
En una ocasión, una de tantas, la suerte me fue adversa y no pude saldar mis deudas de juego la misma noche. Azorado, hablé con Hermann y me comprometí a pagar tres días más tarde. Mientras que él calibraba la firmeza de mi credibilidad, yo fijé mi vista en su ojo de cristal, ya que me resultaba más sencillo observar algo que no reflejaba emoción alguna. Transcurridos unos segundos, fue lacónico: «sé que pagarás, no eres tonto». Nunca sabré si era un halago o una amenaza, pero no quise salir de dudas. Sin embargo, a la semana siguiente la fortuna me sonrió y gané un buen pico. Para celebrarlo, invité a cenar a Hermann, y entonces fue él quien rompió mis vacilaciones: «Nicholas, me refería a la cena». Yo le creí, meine Damen und Herren: un hombre que se deja rajar la cara por su credibilidad merece mi confianza. Otros, por el contrario, seguirán con sus equilibrios y con sus ojos de cristal; opaco, por supuesto.
Foto: Existen equilibrios imposibles, aunque si yo les contara...
En una ocasión, una de tantas, la suerte me fue adversa y no pude saldar mis deudas de juego la misma noche. Azorado, hablé con Hermann y me comprometí a pagar tres días más tarde. Mientras que él calibraba la firmeza de mi credibilidad, yo fijé mi vista en su ojo de cristal, ya que me resultaba más sencillo observar algo que no reflejaba emoción alguna. Transcurridos unos segundos, fue lacónico: «sé que pagarás, no eres tonto». Nunca sabré si era un halago o una amenaza, pero no quise salir de dudas. Sin embargo, a la semana siguiente la fortuna me sonrió y gané un buen pico. Para celebrarlo, invité a cenar a Hermann, y entonces fue él quien rompió mis vacilaciones: «Nicholas, me refería a la cena». Yo le creí, meine Damen und Herren: un hombre que se deja rajar la cara por su credibilidad merece mi confianza. Otros, por el contrario, seguirán con sus equilibrios y con sus ojos de cristal; opaco, por supuesto.
Foto: Existen equilibrios imposibles, aunque si yo les contara...
8 Comments:
"¡Cuán largo me lo fiáis!", debería haber respondido Zapatero si tuviera un atisbo de lucidez y otro de valentía. La "consulta" no se producirá hasta finales de 2008; tiempo suficiente para que se reposen los ánimos y el mensaje cale en la sociedad; o sea, para que traguemos un sapo más. Esto puede ser peor que lo del Estatuto de Cataluña, ¡que ya es decir!
Como en todo caso el problema real vendrá después de las elecciones, Zapatero ahora puede soltar las bravatas que quiera: que el Gobierno hable de que "más que un desafío es un desvarío", que pasadas las elecciones ya se verá qué hacer, si es que se hace algo.
Me pregunto si de verdad estaremos asistiendo a los últimos meses de Zapatero en el poder, y si han de llegar más coletazos, estertores, como el presente.
Un saludo
Los ciudadanos sí que nos equivocamos de continente, de país y de siglo. Zapatero y los españoles nunca debimos de haber nacido bajo el mismo cielo. Lo menos que puede uno hacer es sentarse a ver por la tele cómo el presidente del "hola, ¿qué tal?" responde como un predicadorzuelo poético a un referéndum de autodeterminación.
¿No cree usted que esto es una puesta en escena y que Zapatero ya tiene pactado coaligarse con el PNV para gobernar España (o lo que sea) en mayoría, a cambio de la autodeterminación y un gobierno en Navarra con Nafarroa-Bai? Ahora no tendría unas elecciones tan cerca, aunque sería un suicidio que tal vez hundiese al PSOE para mucho tiempo junto con España.
Un saludo.
No hay que perder de vista que el verdadero promotor de todos estos diZParates es el mismísimo Rodríguez el Traidor.
Tal vez --gracias al fútbol y el 'fuego amigo'-- el P$o€ palme en las próximas elecciones.
Eso si, como el PP no esté a la altura de las circunstancias, mal vamos.
magnífico, magnífco, magnífico, magnífico...
ESPANTAPÁJAROS:
Tal y como escribí en otras ocasiones, el PP se encuentra siete puntos por encima del PSOE. Todos los que se han prestado a la ópera buja de ZP han comprendido que ya no tienen nada a peder; por ello fuerzan la situación para, por lo menos, obtener un escúalido beneficio personal. Todos perciben el hedor a muerte que desprende Rodríguez y temen, también, las reacciones desaforadas y no pactadas que ZP puede tener con el único afán de remontar la desventaja. Es triste, látigo de gorriones, pero me encanta ver a un mamarracho que se cuece en su propia tinta.
Saludos.
SAMUEL:
Una de las virtudes que ha demostrado nuestro querido ZP es la facilidad para destrozar, desunir o descomponer todo lo que toca, o a todos los que se acercan a él. Estoy convencido de que la intención de Ibarretxe ya la conocía ZP; asimismo, me resulta llamativa la marcha de Imaz. Creo que su cuestión es muy acertada; pero si ZP pretende gobernar con el PNV no sería con Ibarretxe sino con Imaz. Todos comprenden que ha llegado la hora de forzar la máquina o quemar los barcos. ¿Hundirse el PSOE? Los socialistas españoles hace ya tiempo que son un pecio. Si después de la gloriosa época de González y el rosario de escándalos que propició el PSOE no se renovó, no creo que lo haga ahora ni que varíen sus postulados. Cuatro años más con ZP al frente del Gobierno supondrían para España una grave crisis. Pero no se preocupe, querido director, ZP ya es historia.
Saludos.
CERRAJERO:
Amo de las ganzúas, el PP nunca estuvo a la altura. Sus reacciones son espasmódicas y con una continuación irregular. Todos, tanto adversarios como compañeros de partido, van a por ZP; y él lo sabe.A lo largo del trienio, ZP se ajustó un dogal al cuello, y ahora, a cada movimiento que hace, el nudo apreta más. Él se lo puso y desconoce cómo quitárselo: siempre fue muy hábil.
ANÓNIMO:
Gracias.
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