NI BARAKA NI GAFE
GAFE: 1. adj. Dicho de una persona: Aguafiestas o de mala sombra. U. t. c. s.
Siguiendo los consejos de mi abuela, iletrada pero sabia, yo nunca he sido supersticioso; ya que, según decía ella, trae mala suerte serlo. Así y todo, debo reconocer que tengo mis manías, ¿qué jugador no las tiene ante el tapete y los naipes? Sin entender muy bien el porqué, a nuestro querido ZP, el Hecatombes, le precede su fama de ser un gafe. Debo reconocerles, meine Damen und Herren, que la figura del gafe, cenizo, mala sombra, mufa para los argentinos o Unglücksbringer para los alemanes, me atrae de una manera piadosa. Si arrastrarse por este mundo ya resulta difícil en ocasiones, ¿cómo hacerlo con semejante «poder»?; sin duda alguna es complicado. Los humanos, cuando algo nos resulta inexplicable o no nos interesa la explicación adecuada, solemos achacar condiciones sobrenaturales o supersticiosas a lo que, bajo la lógica adecuada, no pasaría de ser una anécdota. Una vez más, la histórica división de la sociedad española se nos muestra cuando unos adjudican a Rodríguez la condición de hombre con baraka y otros lo tildan de gafe: ¡ menudo antagonismo! Sin embargo, queridos parroquianos, si aplicamos la lógica comprobaremos que en ZP, el Desahuciado, no existen ni la baraka ni el mal fario; la explicación es terrenal: él solo ha invertido tres años en demostrar su imbecilidad política, y algo así es como la sífilis: siempre se contagia. Todos aquellos que pasen por el tálamo zapaterino padecerán el mal de Venus.
La victoria de Nicolás Sarkozy en las elecciones francesas obedece a varias causas. Por un lado ha sabido captar las inquietudes de sus compatriotas y está dispuesto a resolverlas. Además, también supo sintonizar con las aspiraciones de sus compatriotas y se ha erigido como el único líder capaz de llevarlas a cabo. Por el contrario, ZP, el Venéreo, no entiende las auténticas inquietudes de los españoles y se dedica a fomentar otras que a nadie preocupan pero que a él le permiten lucirse de cara a la galería; o eso cree él. Mientras que Sarkozy no ha tenido reparto alguno en proclamar el finiquito de esa memez denominada mayo del 68, ZP regresa al 36. Uno demuestra ser un político de futuro y el otro, de pasado.
Siguiendo los consejos de mi abuela, iletrada pero sabia, yo nunca he sido supersticioso; ya que, según decía ella, trae mala suerte serlo. Así y todo, debo reconocer que tengo mis manías, ¿qué jugador no las tiene ante el tapete y los naipes? Sin entender muy bien el porqué, a nuestro querido ZP, el Hecatombes, le precede su fama de ser un gafe. Debo reconocerles, meine Damen und Herren, que la figura del gafe, cenizo, mala sombra, mufa para los argentinos o Unglücksbringer para los alemanes, me atrae de una manera piadosa. Si arrastrarse por este mundo ya resulta difícil en ocasiones, ¿cómo hacerlo con semejante «poder»?; sin duda alguna es complicado. Los humanos, cuando algo nos resulta inexplicable o no nos interesa la explicación adecuada, solemos achacar condiciones sobrenaturales o supersticiosas a lo que, bajo la lógica adecuada, no pasaría de ser una anécdota. Una vez más, la histórica división de la sociedad española se nos muestra cuando unos adjudican a Rodríguez la condición de hombre con baraka y otros lo tildan de gafe: ¡ menudo antagonismo! Sin embargo, queridos parroquianos, si aplicamos la lógica comprobaremos que en ZP, el Desahuciado, no existen ni la baraka ni el mal fario; la explicación es terrenal: él solo ha invertido tres años en demostrar su imbecilidad política, y algo así es como la sífilis: siempre se contagia. Todos aquellos que pasen por el tálamo zapaterino padecerán el mal de Venus.
La victoria de Nicolás Sarkozy en las elecciones francesas obedece a varias causas. Por un lado ha sabido captar las inquietudes de sus compatriotas y está dispuesto a resolverlas. Además, también supo sintonizar con las aspiraciones de sus compatriotas y se ha erigido como el único líder capaz de llevarlas a cabo. Por el contrario, ZP, el Venéreo, no entiende las auténticas inquietudes de los españoles y se dedica a fomentar otras que a nadie preocupan pero que a él le permiten lucirse de cara a la galería; o eso cree él. Mientras que Sarkozy no ha tenido reparto alguno en proclamar el finiquito de esa memez denominada mayo del 68, ZP regresa al 36. Uno demuestra ser un político de futuro y el otro, de pasado.
Muchos analistas coinciden en que Europa está cambiando, y es cierto; pero no de la manera que ellos pretenden. Los europeos han comprendido las amenazas, retos y problemas con los que deberán enfrentarse; lo han hecho con lentitud, pero lo han conseguido. Ante situaciones tan complejas como las que padece el mosaico europeo, los políticos bocazas, vende humo y populistas no tienen cabida, ya que los ciudadanos desean soluciones y seguridades, no frases tan pomposas como vacías. No obstante, meine Damen und Herren, no debemos caer en la tentación de realizar comparaciones: España no es Francia y sus sociedades guardan tantas similitudes como las que existen entre un huevo y una castaña. Ségolène Royal no ha caído víctima del gafe de ZP, sino del mal fario que la izquierda europea escampa con profusión entre electores cada vez menos dispuestos a la verborrea moderna, solidaria, integradora, que vende ridículas Alianzas de Civilizaciones, multiculturalidad y progreso; como si sólo ellos fueran los poseedores de semejantes valores y proyectos. Políticos con tanto talante están más pasados que la virtud del ahorro o el corte de pelo a navaja: son rémoras del pasado incapaces de aceptar que su discurso ya no funciona, al igual que ellos, y ante la orfandad de un discurso serio, práctico y comprometido, utilizan la vacuidad para promocionarse. ZP no es gafe ni tiene baraka, todo es más simple: es un pobre menguado que no sabe distinguir su mano izquierda de la derecha, y lo que es peor, cree que a los demás les ocurre lo mismo. Ser tonto en esta vida no supone mayor problema, excepto cuando el sandio se considera el más listo del rebaño; entonces sí habrá dificultades, sobre todo para los demás, ya que los bobos no entienden sus contrariedades, y si lo hacen, achacarán todo a la baraka o al mal fario.
Foto: Chatarra política. 2007.
10 Comments:
Baraka y gafería, una cosa es compatible con la otra según quien sea el agente pasivo y el activo.
La verdad es que Rodríguez el Traidor es un 'vampiro de energía positiva', sangra a sus víctimas --gafándolas por tanto-- para alimentar al muerto viviente de su abuelo, cuando se le aparece en noches de media luna.
Totalmente de acuerdo. Ni España es Francia ni Mariano Sarko.
Tampoco soy supersticioso, pero para contaminar los aires con un poco de verborragia celestial sólo hace falta que Zapatero haga su entrada. Todo lo que toca se rompe, pero el pobre sonríe porque trabaja por un mundo mejor.
La victoria de Sarkozy transmite ciertas esperanzas. Es un político serio, conservador y con un fuerte sentido de la autoridad. Quisiera creer que en el campo de la educación y la lucha contra la delincuencia obtendrá buenos resultados. Algo así haría falta para España, aunque sólo fuera para ponernos firmes y se nos quitase la tontería nacional.
Un saludo.
Tiene razón Van Orton en su incisivo artículo. Algunos hemos atribuido propiedades sobrenaturales a Zapatero para explicar lo que en apariencia o a primera vista resulta inexplicable. Y hay mucho de eso en Zapatero. Pero creo que la teoría--o ya la demostración empírica--de su incapacidad e idiocia, combinada con algo de don de la (in)oportunidad, es la que se empieza a abrir paso, hecho a hecho, sandez a sandez. Chatarra política, sí; pero no habría que despreciar el gusto español por lo casposo, lo cutre y lo grosero. Por lo de milagroso que hay en Zapatero y en su surrealista PSOE. El 27 de mayo va a ser una jornada fundamental.
En cuanto a Sarkozy, desde un principio supe que era un político necesario. Es, justamente, lo opuesto a Zapatero. Autoridad, respeto, trabajo, mérito, reconocimiento y honor de la Nación...; Zapatero debe palidecer, él, el de la ética indolora, ante que un discurso así (otra cosa será el trabajo que Sarko tiene por delante, y que empieza por tener mano dura con la "racaille" que no acepta el dictámen de las urnas) haya superado a las típicas promesas sociales de la izquierda y a todo ese aire pocho del 68, especialmente en Francia. Ni que decir tiene que en España, como somos así, muchos consideraron que Royal podía ganar en la segunda vuelta por el voto femenino. ¡Hay que fastidiarse!
Lo mejor, lo que ya es sublime y me ha alegrado la semana definitivamente, es que nuestro ilustre Presidente (que parece ser que nunca dijo que Royal ganaría) se haya referido a Sarkozy como ejemplo de una "derecha moderada, abierta". Habría que ver si se tildaría precisamente de "abierto" y "moderado" a Rajoy de mantener un discurso tan potente como el de Sarko o de actuar como él lo ha hecho hasta ahora. Por ello espero que ni Zapatero ni sus lacayos vuelvan a hablar de que la "derecha extrema" anida en el PP. Que sean consecuentes con sus declaraciones, por favor.
Y, finalmente, me gustaría saber qué opina el autor de esta magnífica bitácora sobre la canciller Merkel, que en estos días siempre aparece como la perfecta aliada de Sarkozy y una líder para el futuro de Europa.
Un saludo
CERRAJERO:
¿Por qué en las noches de media luna?,¿también el abuelo, desde el más allá, cree en la Alianza de Civilizaciones? ¡Pues vaya eternidad que le espera!
Saludos.
HARTOSDEZPORKY:
Me gustaría plantearte una pregunta: ¿Cómo te gustaría que fuera Rajoy?
SAMUEL:
Yo siempre he sido muy desconfiado del papel que juega Francia en Europa, y más hacia sus vecinos. Sarkozy no es tonto, y creo que dedicará más energías al frente interno que el externo. Sin embargo, la importancia de su triunfo radica en que crea tendencia de voto de una manera muy curiosa y que ayudará a modificar los remilgados comportamientos de los políticos europeos ante las amenazas que sufre Europa. ¿Cómo?, muy sencillo. Si aplica su programa de firmeza, valores, respeto, etc., y ello le renta unos buenos resultados electorales, el resto de pamemas politicastros le seguirán, ya que saben, que si no lo hacen, quedarán descolgados de sus electores y, sobre todo, de los nuevos votantes que se incorporan por primera vez el circo de las urnas. Ya veremos, yo soy optimista.
Saludos, redactor.
ESPANTAPÁJAROS:
Hoy quería escribir algo titulado "El carrito", pero ante tu pregunta sobre Angela Merkel lo pospuse. Mi respuesta la encontrarás en el escrito de hoy. Me gustaría ser más concreto, pero albergo algunas dudas. Cuestión de tiempo, azote de gorrioncillos.
El triunfo de Sarkozy y Merkel, junto al de otros ( Reinfeldt, Katainen o Balkenende,) obedece al lógico movimiento del péndulo político. En España os ocurre lo de siempre: vais como los cojones de los galgos; siempre detrás. A pesar de vuestras particularidades no os merecéis un político y un Gobierno tan nefasto como el que os ha tocado. Sin embargo creo que será positivo ese breve lapso zapaterino para los españoles, ya que entenderán, al menos eso espero, que no se debe votar con tanta alegría y despreocupación al primer viajante de comercio que llama a tu puerta. Si después de ZP España no ha madurado, entonces sí pensaré que os lo merecéis. Las declaraciones de ZP, como las que tu mencionas, parecen el soplo del viento: de una dirección hacia otra. Son, para variar, una muestra más de que rige vuestros destinos un pobre mediocre que ya no sabe qué hacer ni qué decir. Seguro que desde Moncloa ya están llamando al Elíseo para que ZP pueda hacerse una foto para el álbum familiar, porque para el del prestigio y el crédito ya es tarde. Ya lo he dicho en otra ocasión: "ZP es una peonza en el alero de un tejado".
Dejadle que dé vueltas, será divertido.
Saludos.
# Nicholas, sabía que no se te escaparía el detalle medialunero xD
CERRAJERO:
Siempre estoy al quite.
Saludos.
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