Samstag, Mai 19, 2007

EL VÓMITO


CATERVA: 1. f. Multitud de personas o cosas consideradas en grupo, pero sin concierto, o de poco valor e importancia. U. t. en sent. peyor.

Desconozco si a ustedes les pasa lo mismo, meine Damen und Herren, pero yo no tengo ninguna facilidad para vomitar. Tampoco es un tema en el que desee prodigarme— reconozcamos que es algo asqueroso—, sin embargo un vómito a tiempo también puede aliviar a un organismo descompuesto o enfermo. La tipología del vómito es amplia y variada: el agrio del borracho; el inoportuno de la embarazada; el inofensivo del lactante; precedido o no de arcadas, que pueden ser profundas o discretas; el que es el prólogo a un vahído; combinado con diarrea, señal de que la salsa de la comida ya había conocido mejores glorias; o el que no tiene una causa clara y por su repetición nos induce a pensar en un rápido y fatal desenlace.
Deseo que el prefacio no ofenda sus delicadas sensibilidades, estimados parroquianos. De todas formas, si ustedes leen habitualmente JOSEPHSPLATZ, este modesto feuilleton donde se opina de ZP día tras día— no era mi intención inicial—, sé que están curtidos para esto y más, ya que nadie puede escuchar o leer algo sobre Rodríguez sin sentir como sus entrañas pugnan por expulsar todo tipo de humores, bilis, líquidos, sólidos, blanduras y efluvios.
A pesar de mis cuitas diarias de la última semana, no he podido evitar pensar en Pepiño Blanco: estuve preocupado. Tantos días sin saber nada de él provocaron que me febril imaginación elaborase lóbregas conjeturas: secuestrado por Hezbollah; decúbito prono en cualquier cama sórdida; convaleciente de una operación de hemorroides, aunque ése tema parece ser que lo sufren hasta los terroristas, sin duda alguna por las afectuosas muestras de amor que se prodigan entre las románticas paredes de un penal; en la primera fila del último concierto de Village People; o algo peor: en pleno repaso de los temas de Derecho Procesal para asumir su propia defensa. Por fortuna y en el día de hoy, el rucio gallego ha legado otra de sus perlas, que haría palidecer de envidia al mismo Demóstenes: «Me resulta vomitivo ver como el PP utiliza el diario proetarra Gara como una guía de campaña para atacar al Gobierno».
Hombre de Dios: se puede ser feo, hortera, casposo, lego y zote; pero no tan tonto. A no ser, claro está, que medie una mutación genética o un ictus inoportuno. Conforme pasan los días, resulta más evidente la artera y traicionera forma de comportarse que los socialistas españoles tuvieron hacia el anterior Gobierno de España, los españoles, sus propios compañeros y todo aquello que representa un Estado democrático. ¡Impagable, meine Damen und Herren! Mientras la caterva socialista vertía lágrimas de cocodrilo a pie de fosa o nicho por sus propios camaradas, asesinados como perros y de manera cobarde, y asistía a los sepelios con sus caras falsamente compungidas, al día siguiente se reunía con los responsables del crimen y negociaba. Al tiempo que ZP, el Treinta Monedas, pedía firmeza contra los asesinos y se prestaba a firmar el Pacto Antiterrorista, mantenía conversaciones con las alimañas. ¡Qué sentido del deber!,¡qué moral!...¡qué gran estadista de medio pelo! Sin embargo, a Pepiño Blanco, eminente entre los ilustres, le resulta vomitivo que la oposición les muestre sus miserias, su podredumbre ética y el barbecho moral que utilizan como guía de sus actos. Ya lo hemos señalado al principio: «La tipología del vómito es amplia y variada». No obstante, si yo tuviera que escoger un ejemplo me quedaría con los vómitos mentales de Pepiño Blanco: son auténticos incunables de la miseria que demuestra el PSOE.
Desconozco si los muertos se revuelven en sus tumbas, por el contrario sé que sus deudos sí lo hacen en sus camas; sobre todo cuando son socialistas y han comprendido que a sus hijos, esposos, novios o hermanos les volaron la cabeza o desmembraron sus cuerpos para que ahora gentuza como Pepiño, ZP y todo la miríada de inmorales que les acompaña pretenda darnos lecciones de democracia, talante y honestidad. Si siempre se ha dicho que los pueblos tienen los políticos que se merecen, sólo cabe una pregunta: ¿Qué han hecho ustedes para merecer semejantes políticos? Debo dejarles, estimados lectores, tengo arcadas; y eso que a mí me resulta difícil vomitar.
Foto: Háblame del mar, marinero.

8 Comments:

Blogger Ignacio said...

Pepiño es el más alto representante de la intelectualidad universitariad e España. Y no es una ironia.

8:55 AM  
Blogger Violeta said...

Permíteme añadir una definición más a tu blog:

"CRACK": Nicholas Van Orton

Por otro lado, creo que hay que añadir otros tipos de vómito: el que le sigue al mareo y el que es provocado por oler algo putrefacto. El autor del "blo heterodoso" y su chupi-pandi reúnen ambas condiciones: marean y huelen a podrido!!!

Saludos ;)

5:09 PM  
Blogger Samuel J. said...

Vaya, vaya, hombre, desahóguese. No le pasarían a usted estas cosas si no atendiese tanto a las burradas de Pepe Blanco. La última vez que lo escuché, después de que el PP acometiera contra él por el caso Ibiza, fue desternillante ver cómo levantaba sus manoplas y decía:"¡Pero aquí estoy!"

Y en efecto, aquí está, impidiéndonos hacer una digestión como es debido. Pero también para eso hay recetas, por ejemplo, no tocar los medios o seguir viendo, oyendo y leyendo todas las noticias sobre Blanco hasta que su estómago se haga inmune a sus invectivas paletoides. Le aconsejo la primera opción. La segunda tiene poderes adictivos y a largo plazo podría serle fatal.

Haga usted caso a su médico...

Un cordial saludo.

5:24 PM  
Blogger Sahndrah said...

Menos mal que contra las nauseas existen remedios como estos medicinales blogs.
No tengo mucho más que añadir, el post lo dice todo.

12:59 AM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

IGNACIO:

Te agradecería que fueras más explícito, no te entiendo.
Gracias y saludos.

2:19 AM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

VIOLETA:

Incorporo tu aportación al "repertorio vomitivo". Sin embargo, bella flor, y ya que hablas de malos olores, fíjate en una cosa: nadie percibe sus propios hedores. Es innecesario que te señale la atrofia que sufren las pituitarias socialistas. Ellos siempren huelen a lo mismo: Lavanda inglesa de Gal.
Si sólo fuera eso...
Saludos y gracias.

2:24 AM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

SAMUEL:

Tienes razón: meto mi nariz donde no debería.Ya me gustaría "no tocar los medios", pero...no puedo, no puedo. Así y todo, debo reconocerte que la imbecilidad suprema ejerce sobre mí un morboso poder de atracción. Puede ser que se deba a mi admiración por los que poseen un innato afán de superación, y los esfuerzos que realiza Pepiño por lograrlo son dignos de encomio. Quizá es que la adicción ya ha hecho presa en mi, le haré caso y hablaré con mi médico.
Saludos y gracias por sus sabios consejos.

2:35 AM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

SAHNDRAH:

Pues no ha sido suficiente, he tenido que pasar por otros blogs (entre ellos el suyo)para calmar mi estómago: ha funcionado.
Saludos.

2:37 AM  

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