LA ORFANDAD DEL ENGENDRO.
¿Quién no se ha sentido conmovido por las desventuras del pobre Oliver Twist? Es lógico, meine Damen und Herren: un huérfano que debe enfrentarse a la vida en soledad. Nunca juzgaremos su comportamiento, actitudes o pensamientos, sino su suerte. Es pobre, desdichado, no sólo merece ayuda, reclama nuestro amor. ¡Pobre Oliver Twist!
Desde la última vez que leí la novela de Charles Dickens, nada me había conmovido tanto como el desamparo de uno de los grandes proyectos de ZP, el Piernas: la Alianza de Civilizaciones. El mencionado engendro también es huérfano, nadie quiere acometer el reto de tutelarlo: dos veces desgraciado. Además, el desamparado proyecto ha catado el acre gusto de la hipocresía, ha sido utilizado y posteriormente ha regresado al arroyo; lugar del que nunca debió salir. De nada le ha servido a Rodríguez pagar 500 millones de Euros a la ONU para que el moribundo Kofi Annan dijera un responso en forma de apoyo. Inútiles han resultado las abstractas palabras de Desmond Tutu, convertido en un comercial a puerta fría para vender un producto caduco que a nadie interesa. Ridícula e increíble ha sido la actitud de Recep Erdogan al respecto. ¡Pobre ZP!: solo, abandonado y a merced de los cuervos. Sin embargo todo ello era previsible, ya que la tan cacareada Alianza de Civilizaciones es un refrito de otra bobada anterior, que Muhammad Jatami— otro demócrata convencido— también tuvo el atrevimiento de intentar vender. Son malos tiempos para las ventas, y ello debería saberlo ZP, el Ganapán.
Cuando éste anunció el alumbramiento del engendro en la 59ª Asamblea General de la ONU el 21 de septiembre de 2004, el mundo comprendió que lo que presenciábamos era el nacimiento de otro miembro para la cofradía de los bobos. El mercado está saturado de bobadas y nadie quiere invertir en proyectos que sólo se utilizan para un presunto lucimiento personal o para tener una excusa con la que seguir esquilmando el bolsillo de los contribuyentes: Alianza de Civilizaciones; cambio climático; ONGs de variado pelaje e intenciones; Comercio Justo; etc. Todas esas malas excusas se utilizan de cementerio de elefantes donde van a morir los que ya no tienen nada más que ofrecer: Federico Mayor Zaragoza, por ejemplo. Conceptos como solidaridad, diálogo, entendimiento, ecología o ayuda humanitaria, forman diferentes nichos de mercado de los que pueden obtenerse cuantiosos beneficios. Sin embargo, y para nuestro pasmo y asombro, la Alianza de Civilizaciones no encuentra un timonel que quiera guiar sus destinos.¿Tan devaluada está la idea?, ¿tan chusca resulta? ZP debería buscar con más ahínco, no es posible que sea incapaz de encontrar a alguien lo suficientemente mediocre para abanderar semejante bosta. Una detrás de otra, las grandes apuestas de ZP se derrumban; creo que soplan aires de velatorio. La imagen del «insigne estadista» español resulta triste: Parece un paralítico que tiene que velar al muerto sentado en su silla de ruedas junto al catafalco.
Algo así nos acongoja y aflige, meine Damen und Herren, ya que nuestros pensamientos se dirigen a la otra gran apuesta de Rodríguez: el proceso de paz. ¿Asistiremos a dos entierros? No quiero aceptarlo, queridos lectores, me niego. Resulta difícil que semejante portento de inteligencia política fracase: No podemos permitirlo. Como muestra de mi bondad, prometo realizar una lista de candidatos para comandar la Alianza de Civilizaciones, y les animo a que ustedes hagan el mismo esfuerzo: ZP nos lo agradecerá. Y en el caso de que debamos asistir a un sepelio recuerden la forma de actuar que tiene Rodríguez: «No se invita particularmente».
Foto: Antonio Ozores. Presidente de la Alianza de Civilizaciones.
4 Comments:
Muy bueno, Nicholas. Imaginativa la foto de Ozores. Permíteme una corrección (para evitar posibles ataques posteriores, la encriptaré un poco): revísate la palabra que, según el langenscheidt, significa "bach, gosse". O, si no quieres, no publiques este comentario.
KENWAY:
Gracias, amigo: cometí un error. Espero que nadie en la RAE se haya percatado,ya que si así fuera, me veo ocupando un sillón. Ya sabes, junto a Cebrián y otros "ilustres". Es lo malo de los idiomas: si no los ejercitas se esfuman a una velocidad asombrosa. En cuanto a Ozores debo decirte que es uno de mis ídolos. Por estos lares nadie comprendería sus películas, ya que no se concibe un arte (literatura, cine) sin que implique complejidad, sufrimiento para disfrutarlo y dificiles estructuras de pensamiento. Algún día escribiré sobre el cine de arte y ensayo checo, que, aunque no te lo creas, tiene legión de seguidores. Yo me quedo con Ozores.
Saludos y reitero mi agradecimiento.
De momento, me resulta imposible encontrar un candidato idóneo para desempañar tan honorable y decisivo cargo. Si hasta se ha negado el corrupto e inane Annan, difícil será que uno más decente ocupe el puesto. Por cierto, quizá habrás oído hablar de una de las iniciativas del proyecto: una red de raperos internacionales que con sus rimas difundirán el agraciado plan de Zapatero. No creo que se pueda caer más bajo.
Nunca he dado ningún crédito a la Alianza de Civilizaciones. A mí me parece una idea ridícula, una propaganda barata y pretenciosa, y a otros, sencillamente, ni les interesa, que es precisamente una de las cosas que afirmas: por suerte, cada vez más instituciones o proyectos con rimbombantes y sonoros nombres van a parar al trastero de los justamente olvidados.
Un saludo
ESPANTAPÁJAROS:
Sí, látigo de gorriones famélicos, lo escuché: ¡A la Alianza de Civilizaciones por el rap! Ridículo, ridículo y más ridículo. Sin embargo discrepo de ti: yo sí creó que con ZP se puede caer más bajo. Esos proyectos de paleto con ínfulas ya no cuelan. Creo que en España tampoco ha sido muy entusiasta la aceptación. Yo, si fuera ZP, me aliaría con Luis del Olmo y pregonaría la Alianza de Civilizaciones a través del botillo; sin carne de cerdo, claro está. Si no es porque os cuesta un ojo de la cara, sería para desternillarse; o "destornillarse", que diría el cicloquímico heterodoso.
Saludos.
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