Donnerstag, Februar 01, 2007

LOS TOMATES

TOMATE .- 4. m. coloq. Roto o agujero hecho en una prenda de punto, como una media, un calcetín, un guante, etc.

Hasta no hace muchos días, creía que eran los españoles los que tenían el dudoso honor de disfrutar del presidente más cochambroso del mundo civilizado: ZP, el Mameluco. Sin embargo, meine Damen und Herren, ha sido una fotografía de otro presidente la que me ha trasportado a la arcadia de las sorpresas: Paul Wolfowitz. Aunque, mejor pensado, debería haber escrito «la fotografía de los pies». Algo debe pasar en el orden cósmico cuando el mandatario del Banco Mundial luce un par de tomates en sus calcetines, que ya quisieran los cultivos del «Mar de Plástico» de Huelva. Superada la incredulidad inicial y la lógica vergüenza ajena, me dediqué a reflexionar sobre la poca vista, nula planificación y roñoso carácter que demostró Herr Wolfowitz.
Mi abuela, iletrada pero sabia, me transmitió la siguiente idea: «un hombre pulido siempre debe poder desnudarse en público sin dudas o miedos». El presidente del Banco Mundial nos mostró las miserias que encerraban sus zapatos, también de dudoso gusto; todo sea dicho.
El ejemplo del cutre ha debido cundir entre los políticos nacionalistas de España, ya que éstos, huérfanos también de sentido del ridículo, se esfuerzan en descalzarse para mostrarnos sus calcetines malolientes llenos de tomates. El que más atufa el ambiente con el hedor agrio del sudor reseco es Ibarretxe y su camarilla. Con su actitud demuestra, una vez más y sin que sea una sorpresa para mí, la piedra angular de la sociedad vasca: la hipocresía. ETA y sus cómplices, que son muchos y variados, también se nutren de ese doblez institucional para perpetuarse. La actitud del impresentable Ibarretxe, al pretender situarse por encima de las leyes y tocar a rebato a sus huestes de chupavelas y meapilas, es la mejor representación del reyezuelo artero, farsante, taimado y tortuoso. Es decir, la mayoría de la sociedad del País Vasco. De nuevo, el virrey de medio pelo utiliza para su defensa la marrullera maniobra habitual: traslapar sus actuaciones con el manto protector de la región a la que representa. Ningún político con un mínimo sentido de la dignidad debería actuar así, pero es que los calcetines del tonsurado están llenos de tomates y zurcidos, y no es él quien los cose, sino otros.
Una vez más, la clase política española nos enseña su podredumbre y miseria moral, su bajeza de espíritu y sus bastardas intenciones. Ellos, que pretenden erigirse en paladines de las leyes y de su cumplimiento, no desean que se les apliquen, no; esa caterva de aristoi quiere la arbitrariedad, el hacer y deshacer sin rendir cuentas a nadie. Algo así como Ricardo de Inglaterra en la batalla de Gisors: Dieu et mon droit. Curioso concepto de las leyes es ése.
Otro paleto ilustre, José Montilla, Presidente de la Generalitat, también pugna por enseñarnos sus tomates. Ante las dificultades para conseguir que la opa sobre Endesa resultara un bocado de fácil deglución para Gas Natural, también se sube al carro: «Es un ataque a Cataluña». Alguien debería explicar a esos palurdos arribistas que ostentar un cargo es simplemente eso: un cargo. Ellos no son ni un país, ni una nación ni una región. Con todo y con eso, los labriegos encumbrados por las urnas y la estulticia de la plebe persisten en su afán manipulador y mentiroso. Ellos no son los culpables de su proceder sino la gente que lo consiente con una extraña mezcla de ignorancia, sentimientos impostados y patrioterismo. ¿Será ésta la definición para el nacionalismo?
Si estos son los secretos que guardan los políticos españoles en sus calcetines, qué no tendrán en los calzoncillos. Es mejor no averiguarlo, los tomates tienen una disculpa, pero los palominos nunca: sólo los lucen los más guarros.

PALOMINO .- 2. m. coloq. Mancha de excremento en la ropa interior.

8 Comments:

Anonymous Anonym said...

Bienvenido Herr Van Orton, le echábamos de menos, nos ha tenido demasiados días sin nuestra dosis diaria. Temía algún tipo de censura por parte de los progres o de otros "demócratas" por el estilo. Muy acertado su artículo.

3:03 PM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

KENWAY:

Me alegro de verle de nuevo por Josephsplatz. Lamento la ausencia, pero tuve que viajar a latitudes más al norte. En concreto a la ciudad a la que Hitler no pudo llegar y Napoleón tuvo que abandonar. En los próximos días volveré a partir durante una estancia más prolongada, pero mientras tanto seguiré en Josephsplatz. Su mensaje me retrotrajo a los tiempos de MICROMEGA y a los escritos del Sr.Urdaci. ¡Buenos tiempos!
Le agradezco el elogio. Saludos, y no sufra por la censura.

8:26 PM  
Anonymous Anonym said...

Esa ciudad... ¿sigue teniendo nombre de asesino?. De vez en cuando sigo viendo a Urdaci en una cadena local de Madrid (Onda 6).

12:14 PM  
Blogger El Cerrajero said...

Creía que cuando decían que el presidente del Banco Mundial era un águila era por otra cosa y ahora resulta que es porque no se corta las uñas de los pies xDDDDD

6:05 PM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

KENWAY:

Usted se refiere a Volgogrado, que antes se denominó Stalingrado. Pero no, querido amigo, estuve en Moscú. La ciudad donde todavía se percibe el "tremendo éxito" del paraíso comunista. Ya sabe, el que algunos progres de boquilla defienden, pero mientras viven en España. Desde aquí no sintonizo ese canal de televisión. Si no le importa, explíqueme algo sobre el tema de vez en cuando: qué tipo de programa, invitados, papel, etc.
Saludos, Kenway.

9:19 PM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

CERRAJERO:

JAJAJAJAJA, siempre con tus comentarios agudos. No me quiero ni imaginar las "garras" que debe lucir el fulano.
Saludos, hombre de las llaves.

9:20 PM  
Blogger Violeta said...

Jajajajaja Yo también pensé en la uñas!!!!

Sobre "Monti".. uffff mejor ni mencionar el apellido entero. Ese hombre no necesita ni "tomate" ni "palomino"... su cara es ....es...es... no sé con qué compararla!!! Tiene cara de malo.

Saludos y... welcome back!!

8:22 PM  
Blogger Nicholas Van Orton said...

VIOLETA:

Te agradezco que vengas a Josephsplatz desde el "despiadado mundo del opositor". ¡Ánimo!, un día u otro te veremos con la toga y las puñetas.
Saludos

1:05 AM  

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