GALARDONES
Una vez más, meine Damen und Herren, dos ilustres cofrades de la blogosfera, Caco Reguera y Sinblancaporelmundo, han considerado que este modesto feuilleton virtual merecía un galardón: el Dardo Blogger Award. Al igual que en anteriores ocasiones, Nicholas van Orton se ciñe la corona de laurel y agradece la gentileza de los otorgantes. Sin embargo, la obtención de un premio comporta una gran responsabilidad: traspasarlo a otras bitácoras que merecen tan alta distinción. Las normas del Dardo Blogger Award indican que deben ser quince los nuevos premiados, pero me temo que no podré cumplir dicha condición ya que no leo tantos blogs. Sea como sea, Josephsplatz, Das berliner Feuilleton, concede el premio Dardo a las bitácoras que a continuación mencionaré; pero antes de hacerlo me gustaría explicarles que he creado varias categorías: ilusión, fantasía, a título póstumo y los mejores efetos especiales.
El ojo derecho, El tonel del cínico y Diario de una opositora reciben el trofeo porque todas ellas transmiten la ilusión de sus autores; jóvenes que desde una determinado pensamiento se esfuerzan en sus estudios para trocar sus vocaciones en trabajos: periodista, abogado y fiscal, respectivamente. Asimismo, es fácil a través de sus escritos intuir que intentarán dignificar unas profesiones tan desprestigiadas. Sin embargo, creo que todos sabemos que no lo conseguirán porque los quijotes siempre llevan las de perder. No obstante, el hecho de intentarlo, o de que ése ánimo anide en sus corazones, merece nuestro reconocimiento y nuestros mejores deseos.
Este lado de la galaxia recibe el trofeo en el apartado de fantasía porque entrar en ella es un billete hacia un mundo fantástico donde su autor, Ignacio, nos guiará con una personal brújula de opiniones y expresión. Se trata de un blog ecléctico y heterodoxo donde las palabras trascienden más allá del mero significado y nos revelan senderos atractivos para vagar por ellos.
Micromega, el blog del periodista Alfredo Urdaci, recibe el galardón a título póstumo — la bitácora fue cerrada hace varios meses— porque a través de ella entablé conocimiento de algunos de ustedes y por los dardos, certeramente dirigidos, que su autor lanzaba con el mismo donaire que un británico en un pub abarrotado; sin que los codazos y el tufo a nicotina reseca y cerveza derramada alteren la puntería. Es cierto que en la actualidad podemos seguir los escritos de Herr Urdaci en PrNoticias, pero Micromega tenía un encanto especial, era como entrar en un restaurante de camioneros y desde la puerta espetar a modo de saludo un «no sé qué les pasa hoy a mis ojos que no veo más que camioneros hijos de la gran puta y maricones»: la diversión estaba asegurada.
En la categoría de efetos especiales el Dardo Blogger Award es para El cuaderno de Pepe Blanco. Cuando debemos explicar las acrisoladas virtudes de su propietario es difícil no dejarse nada en el tintero, ya que estamos ante un portento intelectual que nos demuestra a través de sus ideas una arquitectura de sí mismo que dejaría al barroco como un estilo sólo apto para construir chabolas. La contención cultural de su autor nos impele a comparar su palabrería, pero no debemos hacerlo porque él es un trasgresor de la poesía y la prosa. Su hábil utilización del lenguaje es una auténtica curiosidad capaz de curar las enfermedades del amor y provocarnos una expansión de ideas que podríamos resumir en una cuestión: ¿Hay un momento único? Semejante sensibilidad nos genera un erotismo místico que sólo podremos aplacar con la observación del jersey rojo de la fotografía de Pepiño o de esos labios moldeados a fuerza de chupar… del caño del que mana la mediocridad. Al leer un lenguaje tan bien trabado, como si fuera el trabajo de un artesano de las palabras, vislumbraremos que el edén de la idiotez se ha tornado melancólico, que el alfa y omega del analfabetismo no nos ayudará a captar las emociones de la vida y que su autor debería dedicar más tiempo al silencio. De todas formas, meine Damen und Herren, no debemos reprocharle nada porque a semejante talento vivir ya le supone un esfuerzo: no olviden que vida y reflexión caminan unidas; al menos entre los humanos. No quisiera finalizar la glosa de Pepiño sin señalar una de las virtudes cardinales de su blog y que ha inclinado la balanza para hacerle mecedor del premio: cualquier individuo idiotizado o que haya sufrido un trauma severo en su masa encefálica, si que es la tuviera, nunca más dirá aquello de «me pasó a mí pero no encontré las palabras adecuadas para explicarlo», porque El cuaderno de Pepe Blanco cumple una función social: dar voz a los que sólo se escuchan a sí mismos. Soy consciente, estimados parroquianos, que mis palabras son estériles, no olviden el refrán: no hay peor ciego que el que no quiere oír.
Para concluir este magno acontecimiento, Nicholas van Orton felicita a los galardonados y les anima a que luzcan en sus bitácoras el prestigioso premio del Dardo Blogger Award.
Foto: The Muscleman. (1941). Norman Rockwell
9 Comments:
!Somos dos horterodosos¡
Se agradece profndamene de verdad, hare los honores en llegando a Valencia esta noche.
Gracias por ser tan atento, Nicholas. No merezco este honor. En cuanto a lo de Blanco, empiezo a intuir que son los constantes galardones que le concedes lo que detienen su mano para interponerte una querella. En la Ezpaña zapatérica es intolerable cantar las verdades tan bellamente.
Un saludo.
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ya lo has conseguido, tenemos a Ignacio de un subidito...
n a c o
ayquemedalarisa
Pues si
Ignacio
muchoenvidiosoesloquehay
tranquilo, todo se pasa
n a c o
muchogAyesloquehAy
IGNACIO:
Me alegro, estimado amigo. Disfruto mucho con tus escritos.
Saludos.
SAMUEL:
De nada. ¿Una querella?,¡no hay para tanto, Sr.director! La verdad, o al menos "mí verdad", siempre ofende, es una de sus características.
Saludos.
OSAKA:
Así nos deleitará con más escritos. El ego debe alimentarse ya que es la esencia del individuo.
Saludos.
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