GÜNTHER GRASS; TODO POR LA ELEGANCIA.

ESTAFAR.- 1.tr.Pedir o sacar dinero o cosas de valor con artificios y engaños, y con ánimo de no pagar.

La hábil maniobra publicitaria de Herr Grass dura ya varios días. A pesar de ello, el escriba germano sigue sin explicar la verdad. Todos aquellos que tengan el suficiente interés o paciencia para llegar hasta el final de mi escrito, descubrirán lo que esconde el affair Grass. Pero antes, y no para incrementar el suspense, hablaré del "escriba de hojalata". A mí nunca me gustó Günther Grass; me parece uno de esos personajes mediocres que saben aprovechar la coyuntura política y social para meter con cuña las tonterías más absurdad y obtener provecho. Antes le hubieran llamado un oportunista, pero en la actualidad a individuos así se les nombra "referentes morales" o "intelectuales". No voy a discutir mucho sobre las excusas de Herr Grass ya que me parecen las de un mal pagador; aunque él ha vivido muy bien de los cobros recibidos por su representación de hombre recto, honesto y con firme moral. Su alistamiento en las S.S. hasta podría disculparlo, pero nunca la tremenda hipocresía cometida a lo largo de muchos años. Él ocultó su pasado. Por el contrario, no tuvo reparo alguno en echar a la cara el de los demás. Pero es que Herr Grass forma parte de ese curioso e incoherente conglomerado que es la izquierda europea: millonarios que se declaran comunistas; admiradores de la dictadura castrista que, sin embargo, sólo conocen en cortas visitas a la isla; periodistas y políticos que tras lamer las botas del régimen del general Franco ahora son demócratas de pura cepa; y artistas varios, todos ellos muy progresistas, pero cuyas vidas no guardan consonancia alguna con su ideología. La obra del literato teutón siempre me ha parecido una inmundicia literaria, más pesada que los cojones de un anciano con dos hidroceles y sólo digna de leerse si se tiene la mente "trabajada" por las ideas de la socialdemocracia mal entendida; es decir, la que impera. Recuerdo las fotografías de Günther rodeado de "progres" ansiosos por escuchar de la boca del orate algún gramo de su "genialidad" Sin embargo, él sólo ha sido capaz de verter tópicos de una supina ordinariez, cuando no falsedades. Si la nulidad fuera un torero y necesitase un apoderado, la persona indicada sería Günther Grass. Lo último que recuerdo de ese giboso estafador son sus declaraciones contrarias a la unificación de Alemania después de la caída del muro. Creo que es conveniente recordarlas: "Si se unifica las dos Alemanias, la D.D.R. sufrirá una colonización por parte del capitalismo". ¡Impagable, impagable! Pero claro, él habló así mientras vivía en el "lado bueno".

Posiblemente ustedes estén ansiosos por conocer los auténticos motivos de la incorporación de Grass a las S.S., que yo les he prometido desvelar. Lo haré, no se preocupen; pero antes debo mencionar a otra persona.

A finales de 1922, un modesto sastre de Metzinger fundó una pequeña sastrería a la que bautizó con su nombre: Schneiderei Hugo Boss. Los 20 trabajadores contratados se dedicaban en exclusiva a la confección de prendas de trabajo y gabardinas. A pesar de la dedicación de todos ellos, en 1930 el sencillo negocio estaba al borde de la quiebra. El Sr.Boss, en un arranque de no sé qué, ¿patriotismo?, decidió afiliarse al partido nazi. En pocos meses, sus dirigentes le encargaron la confección de uniformes para las S.S., S.A. y Hitlerjugend. Al poco tiempo, la situación financiera de la Schneiderei Hugo Boss cambió por completo. El lema del Sr.Boss, "prendas para el éxito", se aplicó a la calidad y estética de los uniformes: impecables, elegantes y envidiados. Ahí tienen la explicación: Günther Grass, en un exceso de vanidad, se afilió a las S.S. para ser un hombre elegante, vestido para el éxito.

No creo que esa fuera la motivación del giboso Grass; pero...¿a que hubiera quedado mejor?

ELEGANTE.- 3.adj. Dicho de una persona: Que tiene buen gusto y distinción para vestir. U.t.c.s.

APOSTILLA.- ¿Qué fue de Herr Hugo Boss? Bien, lo explicaré. Después de la guerra fue juzgado por uno de los tribunales de desnazificación creados por los aliados. Fue privado de algunos de sus derechos y murió en 1948. La empresa Hugo Boss continúa en la actualidad, como una de las referencias en el mundo de la moda. Su fundador, por eso, fue condenado a pagar una fuerte multa "por haber sido un beneficiario del Tercer Reich".

¿Sólo él se benefició o algunos lo han hecho hasta la actualidad? No te multarán, Grass, no te preocupes; tú eres un "referente moral" y también un hombre elegante. Te perdonamos la vanidad pero no la hipocresía.