BIENVENIDOS AL AEROPUERTO DEL PRAT
Lo mejor de los políticos catalanes es que nunca defraudan: cuando tienen la posibilidad de quedar como inútiles siempre lo hacen. Lo sucedido en el aeropuerto barcelonés del Prat nos ha procurado grandes momentos de regocijo. Por el contrario, para miles de personas fue un suplicio al que se vieron sometidas sin compasión alguna. Las imágenes que hemos presenciado nos recordaban las de la línea férrea que unía Colombo con Candi en el antiguo Ceilán, y han supuesto un torpedo - ¡Eins los! - en la línea de flotación de la modernidad barcelonesa, su histórica laboriosidad, su minuciosa preparación y demás tonterías que se creen a pies juntillas. Han demostrado algo que los catalanes rehuyen como el vampiro el all i oli: Catalunya es provinciana. La modernidad de un país se mide por su capacidad de reacción ante los imprevisto, no por hablar todo el día de diseño, perpetrar las obras más ridículas con fines estéticos o intentar diferenciarse del resto mediante idiomas o actitudes despreciativas.
Durante varios días, desde Europa hemos mirado a Barcelona con perplejidad. Los catalanes, que siempre aspiran a tener su propio lugar en el mundo, han demostrado su incapacidad para solventar algo y han aceptado su condición de mortales. Los hechos son de sobra conocidos, no merecen mayor comentario; pero sí la actuación de los payasos que actúan en la carpa del Tripartit Circus. Para empezar, nadie quiso dar la cara; faltaban "bemoles" para ello. Aunque no debemos olvidar que ahora ya no existen responsables en la política catalana; todos son gestores. Los políticos catalanes siempre han sido maestros en encontrar sinónimos para la cobardía, y yo me tomo la licencia de añadir el término "gestor" a la lista. Para hacer honor a la verdad, debemos reconocer que un político catalán sí apareció por el aeropuerto del Prat: Joan Saura, el gris hecho carne. Pero no crean que acudió para solventar algo, no; lo hizo porque se marchaba de vacaciones. Sin embargo, y aplicando el dicho de que "el pájaro madrugador se lleva el mejor gusano", pidió un traje a toda prisa y cambió sus bermudas al saber que las televisiones acudirían al caos. Dijo sus frases de rigor y marchó: ¡Qué gran aportación, Saura, qué gran aportación! El resto de payasos dieron la réplica: "las competencias, no tenemos las competencias". Es decir, entendieron que la patata ya estaba cocida y decidieron pasarla a otras manos. Pero los miles de viajeros, tomados como rehenes, no estaban interesados en hablar de administraciones, sino que deseaban una solución. Días más tarde, llegó la hora de rendir cuentas. Nueva actuación del Tripartit Circus. Para empezar, en esa ocasión acudieron cinco consellers, cinco, para hablar mucho y no decir nada. Que fuera el quinteto del horror no obedecía a un interés real en depurar responsabilidades, sino en impedir que pudiera vincularse la crisis del aeropuerto con una sola cara. Estos muchachos, aunque torpes, han aprendido del hundimiento en el barrio del Carmel en Barcelona, y si han de tragar un sapo, entre cinco tocan a menor cantidad. Mi favorito para estos menesteres es Joaquín Nadal, el portavoz: impagable; como siempre. Con esa apariencia de antiguo boxeador fondón, su cara de palurdo y mirada de púgil sonado, eleva a niveles filosóficos las palabras de Forrest Gump, cada vez que abre la boca. El pobre hombre se esforzó en explicar que Pascual Maragall - el Augusto de la pista - gestionó la crisis desde su despacho. ¡Qué ofensa para nuestras inteligencias, meine Damen und Herren! Maragall no estuvo desaparecido, no, es que nunca ha estado. Es el típico que siempre llega tarde a donde nunca pasa nada. ¡Ay,Maragall, cómo te echarán de menos los amantes del circo!
Barcelona, la segunda ciudad de la novena potencia económica del mundo, ha quedado como lo que es: un decorado vacío montado para turistas.
En cuanto a los huelguistas no deben preocuparse. La fiscalía hace mutis por el foro, y aunque hiciera algo, no deben olvidar que es la misma que abrió una investigación sobre el famoso 3%, que, ahora, duerme el sueño de los justos entre los legajos judiciales. En estos momentos, y después de lo sucedido, me gustaría conocer la opinión de todos aquéllos que pedían un mejor papel para el aeropuerto del Prat. Olvídense de la British Airways, Lufthansa, K.L.M., etc., y prepárense para recibir los aviones de Tocomocho Airways, Nazareno Line y Estampita Air Lines, porque los políticos catalanes y su forma de hacer las cosas son un timo. Los payasos del Tripartir Circus deberían no hablar tanto de competencias y hacerlo más de INCOMPETENCIAS. Ellos son los maestros. Què, us ho passeu bé?
PIERNA.- 11.f.pl.u.c.sing.m. Títere, persona sin autoridad ni relieve.
2 Comments:
well.. it's like I knew!
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lolikneri havaqatsu
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