LA ESPERA.
ESPERAR: 3. tr. Permanecer en sitio adonde se cree que ha de ir alguien o en donde se presume que ha de ocurrir algo.
La Karlsplatz y la Herbert von Karajan-Platz están comunicadas por un pasaje subterráneo y anodino: el Opernpassage. Es el típico tubo recubierto por baldosas fáciles de limpiar y luces de fluorescentes, un callejón bajo tierra que evita a los peatones cruzar varias avenidas y conduce a las entrañas de tres líneas de metro: U1; U2; U4. En él no existe nada destacable, meine Damen und Herren, ya que los negocios que se establecieron en ese mundo oculto son los característicos de un lugar por el que las personas caminan deprisa: «cafeterías» que sirven el café en vasos de cartón parafinado; un zapatero que repara las suelas en minutos— algún día le preguntaré cuál es su record—; estancos y kioscos; un hombre que copia llaves a la misma velocidad con la que luego las perderemos; y otros negocios que ignoro a qué se dedican, pero que no deben tener mucho ajetreo a tenor de las caras tediosas que lucen sus empleados. Lo único destacable de ese averno metropolitano es la morralla humana que se apoya contra las paredes, la crème de la crème, estimados parroquianos: drogadictos, alcohólicos y vagabundos que se resguardan del clima y la gente. La policía sólo les impone una condición: no pueden sentarse en el suelo. Esta mañana, meine Damen und Herren, decidí comprar un «exquisito café parafinado» en el Opernpassage; no les puedo explicar si era Robusta o Arábica; en cambio, puedo garantizarles las propiedad laxantes del brebaje. Mientras que la dependienta escupía algo parecido al idioma alemán y la cafetera algo parecido al café, yo me dediqué a mirar a esa legión de desgraciados, y descubrí qué es lo que hacen: esperan. Ignoro a qué o a quién; pero esperan.
No obstante, meine Damen und Herren, no me hubiera sorprendido descubrir entre esa caterva de andrajosos a nuestro siempre admirado José Luis Rodríguez, el Puma; un hombre que hace de la espera un auténtico arte y una promesa vinculante para muchos. Por el contrario, con ZP es fácil de adivinar qué es lo que espera: un milagro, o quizá la aparición de un santo que le alivie de sus penas. Yo espero con impaciencia que España presida la UE durante el primer semestre del próximo año. No me negarán, queridos lectores, que disfrutaremos mucho cuando observemos las clases magistrales que impartirá un pobre hombre que arrastró a su país y a sus ciudadanos al Opernpassage de la economía mundial: ¡qué gratos momentos nos aguardan! Me relamo de placer al imaginar a ese reflejo manipulado y tortuoso de la política mientras intenta salvar a Europa del desastre. El pobre diablo, con la pomposidad de paleto revenido que le caracteriza, intentará aprovechar esos seis meses (yo añadiría «y un día», ya que la presidencia de ZP no deja de ser una condena) para relanzar su brillante trayectoria política. Con todo, estimados parroquianos, considero que ZP necesitará algo más que unas cuantas fotos y alguna iniciativa absurda para recomponer su ajada efigie, porque para esas fechas España ya tendrá más de cinco millones de desempleados y su economía estará en caída libre, con unas bolsas de pobreza que se incrementan a diario y un sinfín de dramas familiares y empresariales que ZP intentará ocultar en el Opernpassage. De cualquier forma, meine Damen und Herren, valoro la fidelidad que ZP mantiene hacia la escuela filosófica cuya lema es «No por mucho madrugar amanece más temprano»; lo suyo es esperar, incluso una eternidad si fuera necesario. Asimismo, dentro de las disparatadas estrategias que una mente tan enferma como la de ZP puede crear, intuyo que el gran estadista confía en que conseguir la tan ansiada foto con Barack Obama le hará subir enteros: una idea de «café con leche, corto de café». En realidad presenciaremos una escena tierna, muy tierna: dos individuos que esperan y a los que muchos esperan; hasta la fecha no podemos decir que ambos se hayan caracterizado por derrochar iniciativas. Sin embargo, yo confío en que se produzca ese maravilloso momento y los dos pantomimos nos sorprendan con el destilado de sabiduría que atesoran. Ahora bien, meine Damen und Herren, cuando observe la fotografía de ZP aferrado al brazo de Obama, que seguramente será con la misma fuerza con la que un pajillero se aferra la polla, estoy seguro de que nuestro estimado Puma me recordará a los loros que se encaraman sobre el hombro del capitán pirata: repite las frases, mueve la cabeza, luce colores vistosos, nunca entra en combate, parpadea a destiempo y no participa del botín. Lo conveniente es que dejemos a ZP disfrutar de su dulce espera.
Antes de regresar a la superficie con mi café parafinado entre las manos, miré de soslayo a la fila de desamparados, en la que no me fue difícil reconocer los rasgos del que sabe que su espera será vana: ojos en los que se combinan la zozobra y el rencor; caras insolentes y medrosas; expresiones indiscretas y apáticas; y poses estremecidas y resignadas. Ellos, al igual que ZP, hicieron de lo provisional una forma de vida, y en su soledad, permanecen a la espera.
Foto: Barack Obama prepara su encuentro con ZP.
14 Comments:
Tengo la costumbre, Nicholas, de ver la tele sin sonido, (para ver las tetas a las muchachas no es necesario saber lo que dicen) y eso me hace fijarme en los pequeños detalles. De tu historia de hoy me he quedado con la duda de cuanto te ha costado ese café, aumque debo decir que mi pregunta es por deformacion profesional, yo me dedico a servir cafes. Ya se que la historia va de nuestro admirado cafre y de la presidencia de la union, pero yo solo me he quedado con el detalle.
El oir a diario "la limterna de la economia" me sirvió para enterarme de que la cosa se pondria jodida con dos años de adelanto y aproveché para no subir los precios y eso me está ayudando ahora a no tener que bajarlos. Mi café es arabica, de Nicaragua y lo vendo a un Euro.
Algun dia hablaremos de porqué el café en España es de pesima calidad.
Saludos.
Mein Freiherr:
Por un momento creí que te habías trasladado a Salzburgo, porque allí también hay una plaza dedicada a Herr von Karajan (como sabrás, es natural de allí). No es una plaza muy grande, pero si no recuerdo mal, tampoco está lejos del Festspielhaus.
Incluso, rebuscando en Google Maps (wundervoll Internet) he encontrado otra Herbert Von Karajan en Ulm, Land de Baden Württenberg (Karajan estuvo allí un tiempo de Kapellmeister).
No estaría de más que nos situáramos un poco, jeje.
Saludos,
Aguador
Zapatero orienta sus esperanzas hacia la presidencia de la UE en 2010, porque se supone que le dará una relevancia mundial y podrá aportar su visión de cómo reinventar el capitalismo y superar la crisis. Pero, para un paleto revenido, como bien dices, lo raro será que se luzca; lo normal, que haga un nuevo ridículo y hunda más a España.
Quien no se consuela es porque no quiere. A falta de otros méritos, ahora los progresistas dicen que Zapatero está bien valorado en la UE por ser uno de los gobernantes más antiguos.
VAN:
Me encanta el café, Van, reconozco que no puedo pasar sin mi dosis diaria. El café me costó 1,50, es una de esas franquicias Nescafé. Ya que te interesa el tema de los precios, te proporciono una relación, aunque debes tener presente que los precios varían en función del tipo de local; por lo que te relaciono lo que podríamos considerar un precio medio (aplico la denominación española ya que las variedades son más numerosas que en España): Solo y cortado: 1,70; café con leche: entre 2,45 y 2,85. Asimismo, te explico los precios de venta en tienda de los cafés que tomo habitualmente: Café Dallmayr prodomo 3,79 / paquete de 500 Gr.; café turco Mehmet Efendi 4,79 / lata de 250 Gr. ; café griego Loumidis Papagalos 2,50 / paquete de 100 Gr.
Nunca entendí esa costumbre española— en realidad lo considero una aberración— del café torrefacto. Supongo que su utilización se debe a una cuestión de precio y para disimular la mala calidad de algunos cafés; pero pagar a precio de café azúcar quemado... Habitualmente, comienzo el día con tres o cuatro tazas de café, y después ya paso al griego o turco durante el resto de la jornada, con lo que no exagero si te explico que tomo entre 7 y 8 cafés al día. No obstante, mi estómago no se resiente. Por el contrario, cuando viajo a España no puedo tomar más de 3 cafés al día, ya que la sensación de malestar se presenta. Yo creo que se debe al maldito torrefacto, aunque también considero que en muchos establecimientos no tienen ni idea de hacer un buen café o de mantener una cafetera en condiciones. Te señalo un ejemplo. Si pido un café largo, el camarero lo único que hace es dejar que caiga más agua, pero al obrar de ésa manera, consigue incrementar la acidez del café. En fin, creo que el especialista eres tú, Van, yo sólo explico mi opinión como consumidor. Lo que siempre me ha fascinado en los bares españoles, algo parecido ocurre en Italia, son las variantes para personalizar cada café: leche fría, caliente, temperatura ambiente; normal o descafeínado; diferentes medidas en cuanto a la leche o el café; leche normal, desnatada; en vaso o taza…
Saludos.
AGUADOR:
Me encuentro en otro país a la espera de mi próximo “destino”: Praga; próximamente viajaré hacia allí. Karajan siempre me resultó un tipo repulsivo, un ególatra de la peor calaña. Saludos.
ANÓNIMO:
Reconozco que no es un panorama halagüeño, anónimo, pero en ocasiones es necesario y conveniente tocar fondo para que la plebe comprenda determinadas cuestiones. Votar a un tonto habitual tiene esos inconvenientes; ahora toca chirriar de dientes, “ayes” de dolor y meterse el dedito que antes estaba sobre la ceja por el culito, aunque yo sugiero que primero se lo chupen, por aquello de la lubricación.
ESPANTAPÁJAROS:
Estoy convencido de que hará el ridículo una vez más, el resto de gobernantes le tienen por un cateto, ya que sus “valiosísimas” aportaciones siempre resultaron los disparates de un cantamañanas: Alianza de Civilizaciones, planes de paz para Oriente Medio que eran el hazmerreír, demostrar a la menor ocasión lo orfandad de criterio y conocimientos que tiene sobre la situación geopolítica…
Una vez más, ZP saldrá a los medios de la plaza para que su peñas de admiradores crean desde el tendido que es un buen diestro, ya se encargarán los críticos a sueldo de elevar a la categoría de política lo que no serán más que vacuidades. ZP sabe que es un inútil y el peso que tiene entre el resto de mandatarios, pero su interés siempre está en el patio de casa. Mientras le dejen posar junto a Obama, pueda decir su “thank you, thank you” y después recamarse de mentiras y exageración, él estará como un niño con zapatos nuevos. El pobre hombre no da para más, es un ignorante contumaz; ya sabes, látigo de alondras hambrientas: ¡Pensar mata!
Saludos.
Torrefactar el café era para conservar mas tiempo el aroma del café, cuando no habia los envases que hay ahora, pero no es esa la causa de los problemas de estomago. Si se torrefacta un café de calidad estará bueno. Lo que ocurre es lo que has dicho: La limpieza y mantenimiento de las cafeteras y la baja calidad del café son la causa. Sanidad y consumo obliga a etiquetar todos los productos diciendo la calidad y categoria, ejemplo: Atun claro, caballa del sur, aceite de oliva virgen extra, jamon cocido extra, etc, y solo con eso, y con el precio, tenemos la garantia de que no nos engañan, pero con el café no es asi.
El café es la bebida que mas se consume en el mundo, o de las que mas, y su produccion es gigantesca. Como se produce en paises pobres, estan en manos de unas cuantas multinacionales, que manejan los precios a su antojo.
El café Arabica tiene la mitad de cafeina que el robusta, ademas de otras ventajas, con lo que seria logico cultivar solo el Arabica, pero el coste de produccion es mucho mayor y el arbol es mas sensible a las enfermedades, etc, por eso hay una produccion de café "malo" tan grande. ¿Y porqué todo el café "malo" acaba en España? Yo creo que sanidad y consumo tiene mucha culpa. Para controlar la calidad de un producto este se analiza, sin embargo, para saber la calidad de un café hay que hacer catas. Todas las marcas de café saben la calidad del café que compran, y ademas, para que no las engañen, hacen sus propias catas. Seria suficiente, para el cliente, saber el origen y la calidad, ademas del precio, del café para empezar a aprender un poco, pero a las marcas comerciales no le interesa que el cliente sepa, de ese modo le puede estafar, porque cuenta con su ignorancia.
Una cafetera cuesta en España unos cuatro o cinco mil euros, sin embargo, a los que venden el cafe les cuesta menos de dos mil. El vendedor te pone una cafera gratis a cambio de que le compres todo el café a el. Eso es una trampa, los que antes vendian cafeteras ya no venden, les está bien empleado por robar tanto, pero cuando se averia la maquina no les llames a ellos. El del café te tiene en sus manos y te puede engañar de dos maneras: Si le pides café mas barato, siempre encontrará algo mas barato y malo, de ese modo aciertas, porque si le pides algo mejor, siempre obtendras algo mas caro, pero no mejor. Mientras mejor calidad demandes, mayor será la estafa porque no compran café de calidad. Y todo por culpa del tio que vende las cafeteras y del ministerio de sanidad y consumo. Para comprar café en España tienes que ser un buen catador, porque ni por el precio ni por lo que pone en el envase te puedes guiar.
Yo tuve la suerte de encontrar una ONG de "comercio justo" que trae el café siempre del mismo sitio, se llama Espanica, España-Nicaragua, y lo que hago es comprar un kilo de café al que me puso la cafetera, peor y mas caro, y comprar a Espanica el resto por internet. Ellos me mandan el café por agencia de tramsporte y yo les hago una transferencia.
Resumiendo, el café está malo en España porque no tenemos ni idea de café tanto clientes como camareros y nadie está dispuesto a enseñarnos, porque el negocio les va bien, me refiero a politicos y a los cinco unicos importadores de café que hay en España.
El café es uno de mis mayores placeres. Si el café en España es deplorable, el de la cafetería de mi facultad es un castigo divino.
Si Zapatero sigue ahi en el 2010 y llega a ser presidente de la Unión Europea, tal vez haya esperanza para la UE... conseguirá acabar con ella??
De momento, ya ha habido encuentro con Paul Krugman (Premio Príncipe de Asturias, 2004)
VAN:
Muchas gracias por la información, Van, creo que todos hemos aprendido algo más sobre el café que se bebe en España. Permíteme que te explique una de esas tonterías e incongruencias que tanto me divierten. Ya sabes que por estos lares todo lo vinculado a los alimentos Bio y naturales tiene un buen nicho de mercado entre todos los bobos del mundo. Los precios de los cafés que compró ya te los comenté, pero si acudes a una tienda de productos biológicos, te encontrarás con que 250 Gr. de sucedáneo de café ( Yannoh Instant: cebada, centeno, achicoria y bellotas) cuestan 11,50 euros. Jajajaja. Me fascina, Van, me fascina: ¡un sucedáneo asqueroso que resulta más caro que un buen café!
Saludos.
MARY WHITE:
A mí me ocurre lo mismo, estimada pelirroja: necesito el café. Desde que me aficioné al café turco el resto ya no me saben de la misma manera, tan es así que aunque consuma de otros tipos no puedo terminar el día sin mi par de Mehmet Efendi.
Por más que ZP se esfuerce en demostrar lo contrario, muchos mandatarios consideran al estadista leonés como una anécdota política propensa a cualquier dislate. Te recuerdo la “buena aceptación” que tuvo el plan de paz de ZP y Moratinos, risas a montón, destinado a Oriente Medio. De todas formas, ZP es consciente de un inferioridad, incluso él prefiere ser un segundón en la escena internacional, mientras disfruta de su patio de vecinos.
Saludos.
FILOMENO2006:
En mi próximo escrito, Gracias por el café, trato sobre esas visitas. Me alegro de verte por aquí de nuevo, Filomeno2006.
Saludos.
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