GRACIAS POR EL CAFÉ.
CAFÉ: 3. m. Bebida que se hace por infusión con esta semilla tostada y molida.
Aun a riesgo de que ustedes no me crean, meine Damen und Herren, les confieso algo: ayer por la tarde tomé un café junto a un hombre que falleció en 1919. Él se llama Peter Altenberg, y reconozco que tantos años muerto le sientan bien, incluso mantiene una cierta lozanía. Hablar no hablamos mucho, lo reconozco, pero nuestras miradas no dejaron de cruzarse en más de una ocasión: admito que mi insistencia rozó la grosería. Peter es poeta, ensayista y escritor, uno de esos hombres que nació con la virtud de percibir los rasgos que cohesionan al conjunto y con el talento para escribirlo. Yo recordaba algunas de sus obras; tan es así que quise acercarme a él para comentarle algunas cuestiones, pero su inmovilidad me impidió hacerlo, parecía concentrado en observar algo que después plasmaría sobre un folio. Durante las tres horas que permanecí en el Café Central no le quite el ojo de encima, esperaba que abriera una brecha en su ensimismamiento para presentarme: mi aguardo fue en vano. El momento de partir se acercaba, meine Damen und Herren, aunque yo no quería marchar sin dejar mi “tarjeta de visita” a Peter. Al final, opté por llamar al camarero para pedirle que sirviera otro café a Herr Altenberg. El tipo enarcó las cejas y me miró como si sólo un idiota pudiera solicitar algo así. Yo creí que su gesto era desconfiado y le recalqué que yo pagaría la nueva consumición de Herr Altenberg. El empleado rezongó algo que a duras penas pude entender, aun así insistí en que cumpliera mi deseo. Supongo que en un último y desesperado intento por hacerme desistir de mi empeño, el camarero fue sincero: «Herr Altenberg murió en 1919; eso es una estatua». Yo no estaba dispuesto a sostener una discusión, así que zanjé el asunto con una lacónica réplica: «Sírvale el café».
Cafés y estatuas, meine Damen und Herren, una curiosa combinación que serviría para bosquejar una semblanza de nuestro siempre admirado José Luis Rodríguez, el Puma; el mejor representante de lo que podríamos denominar política-sanfaina. De la misma forma con la que un nuevo rico cree que la ostentación y la vulgaridad le procuraran la clase, ZP confía, como el buen parvenu que es, en que exhibirse junto a premios Nobel y otras infusiones intelectuales le procurará el aura de estadista que tanto anhela. Nada más lejos de la realidad, estimados parroquianos, porque ese curioso hombrecillo leonés a lo más que puede aspirar es a tener urea: me temo que es algo diferente. ZP es un político de ideas de pulpito y actos de bambalina que hace un uso democrático de la idiotez, un tipo que se sustenta sobre la «construcción» de la información y que pretende explicarnos lo que nosotros ignoramos sobre la vida: ¡un mártir de la torpeza!
Al enterarme de que ZP mantuvo una entrevista con Paul Krugman, una duda me asaltó: ¿Sobre qué hablarán?: ¿putas y toreros?, ¿derribos y demoliciones?, ¿elucubran sobre el lugar en el que vive «el hombre del saco» o el Yeti? Nunca lo sabremos, meine Damen und Herren, porque ZP es un mindundi que requiere de la niebla para resplandecer: no olviden que es la mediocridad de un pueblo la que hace destacar al político insignificante. No obstante, durante esas entrevistas para la galería, nunca apreciaremos una mirada conspicua en ZP, no; a lo sumo la sonrisa bobalicona del que no entiende nada pero puede disimular: «sí, sí»; «no, no»; «confianza»; y…«supongo que Tabacalera le concedió el Nobel por fumar mucho». A pesar de la flor y nata con la que ZP se rodea, lo único que podemos destacar en ése demagogo son las bolsas debajo de sus ojos y su inteligencia de paripé: no da para mucho más. Sea como sea, meine Damen und Herren, y ya que estamos ante un político cuyo talento no tiene donde caerse muerto, debemos preocuparnos, porque conforme los gestos para deslumbrar a las damiselas del público y los espectáculos bufos de ZP no funcionen éste intentará contrarrestar su desvalorizada imagen (¿alguna vez tuvo algún valor?) con otra de sus genialidades. Además, estoy convencido de que ese Gobierno de incapaces que él preside arrimará el hombro para nuestro gozo y regocijo. Los próximos acontecimiento merecen nuestra atención: visita de Estado de Nicolás Sarkozy; ZP junto a Obama (supongo que el leonés llevará una caja de limpiabotas); la actuación estelar de ZP bajo la carpa de la Alianza de las Civilizaciones; y algún que otro encuentro en la arena internacional. Sin embargo, meine Damen und Herren, me sorprende que nadie se haya percatado todavía de que ZP es una estatua: ¿Lo descubrirán en el futuro?
Sólo permanecíamos tres personas en el Café Central cuando decidí partir. Mientras que el camarero ordenaba la vajilla detrás del mostrador, Peter Altenberg permanecía absorto. Me levanté para ponerme el abrigo, calarme el sombrero y ceñirme los guantes, y me acerqué al escritor con la mejor de mis sonrisas. El camarero observó la escena con atención, aunque enarcó las cejas de nuevo: demostró el escepticismo del convencido. Sé que ustedes no me creerán, meine Damen und Herren, pero Herr Altenberg se levantó, estrechó mi mano y dijo algo: «Gracias por el café, joven». Desvié mi mirada hacia el camarero, pero éste se había agachado bajo la barra y no presenció la escena. Un instante después todo recuperó la normalidad: Herr Altenberg regresó a la silla y recompuso su pose, el camarero asomó de nuevo su gesto desconfiado tras el mostrador y yo permanecía frente a un tipo inmóvil. Al pasar frente al empleado éste repitió su aseveración: «Eso es una estatua, ya se lo advertí». En esa ocasión el que arqueó las cejas fui yo; después me despedí con una sonrisa. Frente a la puerta del Café Central encendí un Lucky y miré al cielo: la lluvia pendía sobre mí. A pesar de ello, decidí regresar a casa caminando. El amargor del café permaneció en mi paladar un buen trecho mientras en mis oídos resonaba el agradecimiento: «Gracias por el café, joven». Intuyo que con ZP ocurre algo parecido: sólo le agradecen el café y no creen en nada de lo que explica.
Foto: Peter Altenberg en el Café Central.
14 Comments:
Pues se conserva mucho mejor que ZP!!! Besos...
Ya te tenemos dicho tu padre y yo que cuando vayas trompa perdido disimules, y no hables con nadie.
Es lo que hacía la reina madre de Inglaterra.
Nos tienes muy preocupados.
Dicen que los que pasan hambre sueñan con bollos y yo no sé lo que me pasa que no consigo enterarme de nada de lo que dices de Zapatero. Será un recurso de la mente, olvidar las cosas innecesarias, sin embargo, al terminar de leer tu escrito he pensado en dos cosas: Me he preguntado cuantas novelas tendras escritas y he ampliado la foto del Café. Como siempre me fijo en los detalles, he mirado todo menos al escritor y he soñado con bollos al ver la decoracion del local. Luego he mirado los pies a la chica que se sirve el café y mi dulce amiga Ada ha venido a visitarme cargada de bollos para mojar, pero.. estaba soñando despierto.
Esperando estoy el titulo de tus novelas.
Saludos.
Herr Van Orton, son cinco años de psiquiatra en España y no hay síntomas de mejoría. La visita del Nobel Krugman (que no sé si ha sido invitado o se ha pagado de su bolsillo esta entravista), pone de manifiesto una vez más el grado de locura que padece España; espero, al menos, que no sufriera descomposición de vientre el Nobel tras saludar al iluminado borrachuzo que padecemos.
Pero lo de Kosovo supera al triple salto mortal de todos los artistas que en el circo han sido. Nadie en el mundo nos supera, nadie lo intenta, que saben que el listón está muy alto. Es muy difícil superar a José Luis el de los trenes.
Saludos.
Para los interesados en el futuro mas que previsible, recomiendo el visionado de Idiocracy.
P.D. En español se titula Idiocracia. Por una vez han respetado el título original.
ZP ha salido trasquilado en su propia casa y eso le pasa por embustero y presuntuoso, aunque el asunto ha durado bien poco en los medios. Pero ten en cuenta que ZP es un hombre desesperado y ante el matiz que toma la crisis necesita cierto apoyo moral de esos individuos que, amén de keynesianos, entienden de lo que a él le explicaron en dos tardes. El sátrapa no necesita conocer el arte de la magia porque tiene a sus propios encantadores. Pero parece que éste le ha vaticinado algo distinto de lo esperado y se ha quedado con las ganas de mandar que le corten la cabeza.
ZP se halla en una situación incómoda; el café ya no cuesta ochenta céntimos, o al de ese precio ya no debiera llamársele café, sino otra cosa.
Un saludo.
Se supone que en España existe una tendencia según la cual los presidentes dedican sus segundas legislaturas a la política internacional, a lucirse en el exterior y a que se les vea con muchos mandatarios. No creo que con Zapatero eso vaya a ser posible. Aunque el programa que aquí has descrito es el correcto (visita de Sarkozy, foto con Obama, Alianza de Civilizaciones y alguna baratija como complemento), lo cierto es que, como pone de manifiesto el último error ante la OTAN, Zapatero nunca tendrá un hueco en el mundo, siempre tendrá que ir de prestado.
En mi opinión, lo que hace este hombre es perder el tiempo hasta que llegue la que piensa será su tabla de salavción: la presidencia de la UE. Pero en sí misma esta aspiración es tan mediocre que me pregunto para qué quería Zapatero un segundo mandato.
Zapatero tiene maneras de estatua. Es como si un día se hubiese bajado del pedestal y aún no hubiese recobrado la total libertad de movimientos. También se le nota en el habla. Así que, si algún día lo encuentras nuevamente petrificado, podrás invitarle a un café.
VIOLETA:
Es por los cafés, estoy convencido. De todas formas, una vida tan contemplativa ayuda a mantenerse en buena forma. Ya sabes: tranquilo, siempre tranquilo.
Besos.
IGNACIO:
Estaba sobrio, galáctico: ¡te lo prometo! Bueno…un par de copas; pero eso fue todo. Entiendo vuestra preocupación, que mi padre resume con una expresión: “¡¿Qué hicimos mal, qué hicimos mal?!”.
Saludos.
VAN:
Más de cinco y menos de diez. Haces bien en pensar en bollos, porque la carta del Central es extensa y buena, muy buena. Veo que todavía piensas en tu amiga Ada, Van. Confío en que algún día puedas explicarnos tu reencuentro con ella de otra manera, y me permito modificar el orden de tu frase para expresarme mejor: (…) y mi dulce amiga Ada ha venido para “mojar”, cargada de bollos. Si eso ocurre, no dudes en compartirlo. Los títulos no tienen importancia, Van, ten presente que siempre aparece algún iluminado que considera que “es poco comercial”, “no dice nada”, “no refleja la dimensión de la historia”, “me recuerda a otra cosa, pero…no sé qué”…
Afortunadamente, el sentido común se impone; aunque después de varios bollos, “pollos” y algunos cafés.
Sé que lo entenderás. Saludos y buenos cafés.
JOSE:
Las jornadas las organizó el Ministerio de Ciencia e Innovación, Jose, y en una sinergia interministerial pues…”habla con ZP para que hagamos unas fotos de dos genios”. Un tipo que ganó el premio Nobel de Economía sabe que lo más importante es velar por su propio bolsillo; es decir: no se lo rasca ni para pedir un café. Que Krugman padeciera diarrea no tendría más importancia; por el contrario, la diarrea mental de ZP sí es preocupante. Los españoles deben ver más allá de lo evidente respecto al tema de Kosovo. En mi próximo escrito— Frutas y hortalizas— expreso mi opinión; pero todo me huele a una nueva treta de un tipo desesperado que bracea y boquea para no hundirse en la poza.
Saludos y bienvenido a Josephsplatz.
SIGO POR LAS RAMAS:
Pues creo que ya es hora de que bajes. Sea como sea, confío en que nos lo hagas saber cuando se produzca el nuevo paso en la evolución humana: de las ramas al suelo.
Sí, conozco la película. Aunque no creo que se trate de un futurismo, creo que refleja la actualidad de algunos países. Ya sabes: “Welcome to Costco. I love you”. Jajajajaja.
Vigila las alturas. Saludos.
SAMUEL:
Ya sabes, Sr. director, que el único mérito que le reconozco a ZP es el conocimiento que tiene de los españoles. Un piernas de ese calibre es incapaz de entender determinados conceptos; ya no digo nada de crearlos. Ahora bien, aplica el viejo truco del ignorante: aprende por comparación. Él sabe que se necesita algo más que una crisis económica para que el votante socialista le niegue el voto. Recuerda los años del felipismo, Samuel, y la diferencia de votos que inclinó la balanza hacia el lado del PP: ¿350.000? Si después de todo lo que ocurrió bajo la presidencia del osolesensias— corrupción, robo, expolio, crisis, GAL…— la diferencia fue tan ajustada…algo pasa en los valores por los que se rige una sociedad. Escribir a estas alturas que ZP es un mentiroso no tiene sentido, pero a él no le preocupa: ya sabes cómo funciona la mentalidad española. Por otro lado, Samuel, no me creo que un tipo que viene invitado por un ministerio desaire al anfitrión de esa forma. Más bien creo que se trata de la primera parte del desfile de una serie de personajes que preparan el terreno para que la población asuma los cambios que deberán producirse en el futuro. El argumento ya lo conoces: No lo dice ZP, ni siquiera lo desea; pero los sabios…Además, Sr. director, considero que Krugman es un fantasma, un ignorante. Yo siempre me fiaré más de un mamarracho que todo lo aprende en dos tardes: ¡eso es inteligencia y talento!
Saludos.
ESPANTAPÁJAROS:
Es evidente que ZP es corto, ignorante, sin fuste ni capacidad de aprendizaje. Ahora bien, no creo que lo de Kosovo y el nuevo desaire a la OTAN sea un error: te remito a mi próximo escrito. El papel que ZP representa en la UE y en la política internacional es conocido, de igual forma que su necesidad angustiosa de algún aliado (entiéndase valedor) también es evidente. Te planteo una pregunta: ¿Qué único país con la suficiente entidad puede cobijar bajo su paraguas a un payaso como ZP? Yo creo que es Rusia, y sustento mi sospecha en los sucesos que ocurren en España y que están vinculados al viejo Putin: Lukoil, Kosovo, etc. Si ZP consigue llegar a la presidencia de la UE con el “respaldo” entre bambalinas de Rusia, el escenario es diferente. Lo mismo que Aznar consiguió con su “giro atlantista” y sus “relaciones con la Administración Bush”, ZP pretende repetirlo con un nuevo socio: Rusia. No existe otro posible, su imagen está tan devaluada (no ahora, sino desde el 2004) que sólo alguien con la suficiente capacidad de ejercer presión sobre el resto de países puede recomponer. Lo de Kosovo puede parecer una pifia, una torpeza más; pero no lo es: es una muestra de “buena voluntad” hacia Putin. No puedo evitar mencionar la otra muestra de amor: ¡el acuerdo para follar!
Es cierto que ZP acabará convertido en una estatua, aunque antes de que ése momento llegue parece más un autómata; ya sabes: introduces una moneda en la ranura, siempre dice lo mismo y repite los movimientos. Beber un café junto a ZP puede ser un calvario interminable, imagino cómo rompería el hielo: Nicholas, ¿te has preguntado alguna vez el porqué los sobres de azúcar contienen ocho gramos en lugar de siete u once?
Saludos, fustigador de gorriones hambrientos.
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