EL PREMIO
No les mentiré, meine Damen und Herren: me encanta recibir premios. En algún caso es por pura vanidad, para qué disimular, pero en otras se debe a la sinceridad del galardón y a la ausencia de intereses espurios. En esta ocasión, Samuel, el creador del blog El ojo derecho, ha considerado que este modesto feuilleton virtual merecía el Thinking Blogger Award. Nicholas Van Orton, el fiel esbirro, recoge el galardón con gusto y agradece la generosidad del otorgante, así como la fidelidad de los lectores de Josephsplatz, Das berliner Feuilleton, ya que son ellos los que dan sentido a mis escritos y aumentan el magro interés de este lugar.
Ahora, sin embargo, llega la tarea más ardua para el galardonado: traspasar el testigo. Por lo que he podido averiguar, el Thinking Blogger Award se concede a las «bitácoras» que más pensamientos generan. Después de reflexionar sobre la premisa, entendí quién debía ser el destinatario del premio. Con todo y con eso, antes de desvelar el nombre del afortunado me gustaría glosar sus virtudes.
El autor del blog que propongo nos ha demostrado que la emasculación intelectual existe y que no tiene pudor alguno en exponer en público sus incapacidades. De igual manera, con su estulticia de palurdo ha destrozado el adagio que explica que determinadas ideas envejecen en segundos, ya que las suyas nacen muertas y no deben anotarse en ningún folio, sino en el legajo de abortos. Con su pedestre prosa y arruinada prosodia, pretende iluminar facetas de la realidad que al resto de los mortales les pasan desapercibidas; pero las aborda con la bizarría del paleto, que suele ir cogida de la mano con la vacuidad, cuando no de la sandez. Sus brillantes escritos han demolido los géneros literarios y nos han hecho comprender que sólo hay talentos y textos; aunque en su caso, ambos son el síntoma de una constipación mental aguda. Su analfabetismo funcional y su majadería se asemejan a un paquete vacío de café molido: propinas un golpe y todavía cae algo. En definitiva, estimados parroquianos, todo él se parece a un hueso para el caldo: barato y con poca sustancia.
Por el contrario, es cierto que su blog heterodoxo nos provee de reflexiones que podríamos condensar en una pregunta: ¿Cómo es posible? Sí, queridos parroquianos, ¿cómo es posible? Una pregunta simple a la que corresponde una respuesta compleja, o quizá no tanto.
Llegado este punto, Josephsplatz, Das berliner Feuilleton, se complace en conceder el Thinking Blogger Award a El cuaderno de Pepe Blanco. De todas formas, debemos señalar que nunca antes un apellido había resultado tan característico de su dueño.
Nicholas Van Orton felicita al ganador y transmite su más sentido pésame a los sufridos españoles que padecen las deposiciones mentales de tan ilustre sujeto.
Ahora, meine Damen und Herren, les ruego que se incorporen, afinen sus voces y entonen con la profundidad que surge de las catedrales del saber — las universidades— el Gaudeamus Igitur en honor del laureado Herr Blanco. Consideren, sin embargo, que realizamos una obra de caridad, ya que el finado mental será la única vez en su vida que lo escuchará en su honor. En cuanto a las condiciones de transmisión del premio, creo que debemos disculparle de la lectura: comenzar con una subordinada condicional es demasiado para él y no quiero ser el causante de un colapso; no olviden que todo hombre tiene un límite. Lógicamente, el de Herr Blanco está a ras de suelo y adobado con mucha sal; en este caso gorda. Por favor, meine Damen und Herren:
Ahora, meine Damen und Herren, les ruego que se incorporen, afinen sus voces y entonen con la profundidad que surge de las catedrales del saber — las universidades— el Gaudeamus Igitur en honor del laureado Herr Blanco. Consideren, sin embargo, que realizamos una obra de caridad, ya que el finado mental será la única vez en su vida que lo escuchará en su honor. En cuanto a las condiciones de transmisión del premio, creo que debemos disculparle de la lectura: comenzar con una subordinada condicional es demasiado para él y no quiero ser el causante de un colapso; no olviden que todo hombre tiene un límite. Lógicamente, el de Herr Blanco está a ras de suelo y adobado con mucha sal; en este caso gorda. Por favor, meine Damen und Herren:
Gaudeamus Igitur
Iuvenes dum sumus
Post iucundam iuventutem
Post molestam senectutem
Nos habebit humus…
Foto: A great moment. Norman Rockwell.
12 Comments:
Por fiiiiiiiiiiiiiinnnnnnnnnnnnnn
;)
OLÉ!!!
Me alegro por tu regreso. No puedo ahora escribir mucho, no estoy en Madrid, pero el domingo estaré de vuelta.
Hasta entonces,
Un saludo
¡¡Hombre, Nicholas!! Willkommen. ¿Supone esto un regreso, o simplemente una aparición fugaz?. Fíjate que tu post tiene fecha de ayer y ya somos unos cuantos los que te hemos contestado. (Lo cierto es que llevaba casi dos meses sin entrar en Josephsplatz, y resulta que te encuentro de nuevo en activo.
VIOLETA:
Pues sí: por fiiiiiiiiiiiinnnnnnnn.
MARTA:
Dedicado al respetable.
ESPANTAPÁJAROS:
Gracias y hasta entonces.
KENWAY:
Gracias por la bienvenida. Es el regreso, pero dentro de pocas semanas vuelvo a partir.
Me alegro del reencuentro.
Saludos.
Todo premio que recibas será poca cosa para lo que te mereces ^_^
ENHORABUENA por los premios...son si duda merecidos, escribes muy bien.
Saludos
CERRAJERO:
Gracias, amo de las ganzúas.De nuevo en la brecha, codo con codo.
Saludos.
DECENTES:
Bienvenido a JOSEPHSPLATZ;gracias por la felicitación y el elogio.
Saludos.
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