Mittwoch, Januar 25, 2012

CRÓNICAS DEL MERCADO (2).


RANDA: 1.m. coloq. Ratero, granuja.

Yo soy un hombre de mercado, meine Damen und Herren, no concibo una jornada sin el paseo matutino en el que me dedico a comprar, regatear, observar o fisgonear entre las paradas que muestran su mercancía: tomates sicilianos, aceitunas griegas, embutidos húngaros o españoles, panes, vinagres que hunden en la miseria a los vinos peleones…Sin embargo, estimados parroquianos, nunca olvido que en todo mercado hay un randa, un tipo que truca la báscula o varía el precio en función de la hora de cierre y que glosa las «virtudes» de una mercancía averiada que conoció días de mayor gloria. Sea como sea, queridos lectores, disfruto del paseo, de ese comienzo en el que la discusión sobre el precio de un alimento se convierte por un instante en el eje de mi vida. Ahora bien, si el escrito de hoy versa sobre mercados y randas, no puedo dejar de referirme a nuestro siempre admirado José Luis Rodríguez, el Puma, y Elena Salgado, la Avellanada,  un par de mamarrachos que acudía a las reuniones de la UE con la misma actitud con la que…cómo expresarlo…un sarasa maduro busca «tema» en los urinarios públicos— ustedes ya me entienden— para después explicar no sé qué zarandajas sobres los logros conseguidos. Ambos demostraban una mente tan estrecha que si yo fuera ginecólogo pensaría al verles que estoy en mi…«lugar de trabajo». Por el contrario, meine Damen und Herren, De Guindos miente y traga con brillantez; ya les advertí que era el mesetario impuesto por el BCE: nadie mejor que un tipo que trabajó en un banco en quiebra para quebrar a otros. ¡Qué poético! Ignoro qué pensarán ustedes, estimados parroquianos, pero tengo la impresión de que en el lugar donde confluyen la UE y la crisis es el útero del que nacen los randas que nos gobiernan. Por lo pronto, nadie comenta mucho sobre el Fondo Europeo de Estabilidad, un sótano que deberá llenarse con la aportación de los estados miembros: ¿Está España en condiciones de aportar algo, meine Damen und Herren? Aunque no lo esté deberá hacerlo, y esos cuartos saldrán de sus bolsillos, estimados parroquianos, porque una de las ambiciones alemanas es que sean los ciudadanos los que sostengan mediante impuestos la UE en lugar de ser las naciones. ¿Por qué creen ustedes que Gran Bretaña se descolgó? Permítanme una cuestión: ¿Cómo es posible que Alemania y Gran Bretaña paguen el mismo interés por el bono a largo plazo cuando la balanza comercial alemana tiene superávit y la británica un déficit de casi 9.300 millones mensuales? ¿Cuál es el monto de la deuda británica exterior respecto al PIB? Ahora entiendo el porqué a Rodríguez le atemorizaban los mercados: están tan llenos de randas como lo fue él. Sea como sea, meine Damen und Herren, De Guindos acata las órdenes e intenta alargar el período en el que España deberá reducir su deuda y añadir otras eventualidades con las que un país puede saltarse a la torera las directrices de la UE. Ustedes ya saben que soy un pobre idiota, cada escrito en Josephsplatz es la demostración, pero algo debe ocurrir cuando la fuga de capitales en España ronda los 9.000 millones mensuales; no cuento los de Urdangaringuinguin porque esos ya están a buen recaudo, supongo que en las cuentas del suegro: la familia que trinca unida permanece unida.
Al margen de estas cuestiones tan peliagudas, queridos lectores, lo que me agrada de los mercados es que encuentras mercancías de lugares recónditos: setas de Peñaranda de Bracamonte, manzanas de donde Cristo perdió el sombrero o boniatos del huerto de María Castaños, la que perdió la virginidad a los quince años. Quizá por ello no debemos sorprendernos de encontrar como abacero en el mercado a Barack Obama, el primer presidente judío de EE.UU. y a su vez gran muftí de Washington. El mulato impulsa un embargo petrolífero contra Irán que no es más que una maniobra para beneficiar a China— el país que sustenta el dólar, no respetará el embargo y obtendrá precios beneficiosos— y en la que la UE ostenta el lugar de mamporrero del descolorido. Tal y como alguien señaló en los comentarios al escrito anterior, alguien intenta tangar a los PIGS. De todos modos, queridos lectores, no se preocupen: sus políticos les expolian desde más de tres décadas y aún no les han arruinado.
Los mercados son complicados, meine Damen und Herren, por eso yo escojo los tomates sicilianos uno a uno, y aun así, una mácula siempre me vigila mientras le hinco el diente. ¡Me cago en sus muertos más frescos!
 
Foto: El local más antiguo del Naschmarkt y en el que a diario bebo una cerveza. NvO (2011)       

Mittwoch, Januar 18, 2012

CRÓNICAS DEL MERCADO (1).

MERCADO: 4. m. Conjunto de actividades realizadas libremente por los agentes económicos sin intervención del poder público.
En vista de que nuestro admirado José Luis Rodríguez, el Puma, luchó contra «los mercados», yo no quise ser menos, meine Damen und Herren. Sí, sí, no se sorprendan, estimados parroquianos, porque si Pepiño Blanco, el Deprimidillo, y Urdangaringuinguin, el Enfermizo, lograron los laureles, por qué no los conseguiría yo. Me despedí de K. y H. con la mirada esmaltada por la emoción y el verbo trémulo del que ignora su destino o lo asume. Sin embargo, queridos lectores, yo estaba impaciente, deseaba comprobar  mi fuste ante lo que sabía era un combate a muerte y ante un enemigo despiadado: ¡los mercados! Por aquello del comentario, le pedí a un amigo que me acompañara; quizá él sería quien recogiera mis últimas palabras en el campo de batalla antes de cerrar mis ojos y después glosara mi arrojo durante la contienda. Caminamos taciturnos, tan sólo el sonido de nuestros pasos quebraba el silencio. Nos detuvimos en la esquina de la Kettenbrückengasse, yo sabía que con asomar la cabeza divisaría al contrincante, que permanecía agazapado, a la espera de cazarnos en un descuido. Al estrechar las manos en un postrer saludo, sentí el sudor pegajoso y gélido del miedo en las palmas de mi amigo. Tragué saliva y le tranquilicé al recordar la manera con la que Rodríguez afrontaba la Economía: hacer caso al primero que llega y al último que se va. Él sonrió agradecido y posó la mano sobre mi hombro; sería yo el que iría en descubierta. Les seré sincero, meine Damen und Herren: un miedo tangible me aplastaba contra las paredes de las fachadas mientras reducía la distancia; cualquier desliz sería fatal. Me detuve de nuevo, estimados parroquianos, luchar contra un enemigo telúrico, astuto, adaptable y carente de escrúpulos no favorece la valentía; lo reconozco. No obstante algo me animó: la tranquilidad que imperaba. Sorprendidos de nuestro atrevimiento, zancajeamos entre cajas en una carrera que nos llevó al corazón de la bestia: ¡el mercado del Naschmarkt! Vaya, vaya, queridos lectores, así que esto era lo que tanto atemorizaba a Rodríguez y a su caterva de farallones de la ineptitud. Sea como sea, meine Damen und Herren, nosotros logramos una ventaja: era domingo y el mercado estaba cerrado. Aun así, decidimos pasear, yo no estaba dispuesto a regresar sin los laureles de la victoria.
 Moverse por «los mercados» requiere de cierta práctica, tener unos medios de comunicación complacientes y dispuestos a tragar el nuevo pienso o bien disfrutar de una oposición que al tener asegurado el sustento prescinde de pensar más allá del cuatrienio de rigor. Me sorprendió la alegría del ministro Montoro, ese hombre cuya cabeza se encoge al mismo ritmo que sus orejas se tornan puntiagudas, y del escudero De Guindos, el gañafón del Gobierno, por el éxito en la…«colocación de deuda». Por lo pronto, meine Damen und Herren, ese «éxito» supone una ganancia cojonuda para los bancos alemanes ya que éstos, gracias al préstamo del BCE al 1%, conseguirán rentabilidades de casi el 4% en un trienio: ni Urdangaringuinguin fue tan hábil con las finanzas. Asimismo, queridos lectores, es prematuro que los jerifaltes de la política económica española saquen pecho—el rejonazo de las agencias de calificación es la demostración— porque la estabilidad económica de un país, y por extensión la de su deuda soberana, se mide en tiempos prolongados: una década por lo menos. De igual manera, los movimientos que De Guindos realiza entre bambalinas para biselar algunos aspectos del Pacto Fiscal de la UE atufan nuestros olfatos; pero ustedes no se preocupen, los italianos son peores. Sobre nosotros pendía un cielo bajo y algodonoso, todo permanecía tranquilo y nada nos amenazaba; así que decidí encender un Lucky y adentrarme en…el mercado. ¿Desean acompañarme, meine Damen und Herren?
Foto: Naschmarkt. NvO (2011).     

Dienstag, Januar 03, 2012

¡QUÉ BARBARIDAD!


BARBARIDAD: 3.f. Acción o acto exagerado o excesivo.



Vais a ser testigos de algo especial si estáis preparados para flipar.

¿Cómo les va la vida sin el cretino de Rodríguez, meine Damen und Herren? Aunque ahora que lo pienso…no sería tan cretino cuando el Gobierno de Mariano Rajoy decidió condecorar a esa caterva que arruinó a varias generaciones de españoles al tiempo que hundía el país en la mierda. ¡Qué barbaridad!
Vais a abrir los labios para exclamar ¡ay!, que cómo está el patio.
Mi opinión sobre el gabinete ministerial de Herr Rajoy se resume con un adjetivo, estimados parroquianos: ¡feos! Sí, sí, son feos de cojones, auténticos escuerzos. Echo de menos el donaire y el buen gusto en el porte indumentario de los políticos españoles, queridos lectores. Sin embargo, alabo la «elección» — en realidad una imposición del BCE— de Herr De Guindos, sobre todo porque el apellido del ministro les indica de donde se caerán ustedes: de los guindos. Ese hombre, en realidad un híbrido entre López de Arriortúa, Rodríguez de la Fuente sin pelo y Escrivá de Balaguer, me escama, meine Damen und Herren, me escama mucho. Tengo la impresión de que las finanzas en el Gobierno de Herr Rajoy son como un coche en el que el conductor (Mariano) sujeta el volante pero es el pasajero (De Guindos) el que tiene los pedales; y un segundo pasajero (Rodrigo Rato), el mapa.
Se puede reír y se puede llorar, es una verdadera barbaridad.
Los inicios de esa nueva caterva de apaniguados desalientan, queridos lectores: se exigen sacrificios a los españoles pero no responsabilidades al inútil de Rodríguez; recaman de abrazos y elogios a los ministros salientes cuando deberían correrles a palos por la Gran Vía madrileña; se incumplen las promesas electorales a los pocos días de dormir en Moncloa; se aprieta del dogal que ciñe el cuello de los españoles en aras de no sé qué historias…temporales; conceden cargos a enemigos declarados del PP — en realidad es un asunto de cama, ustedes ya me entienden—; curten la piel de las palmas de sus manos aplaudiendo a un monarca tan corrupto y manipulador como nuestro ejemplar Urdangaringuinguin; enseñan la patita bajo el lema de «me paso por el forro mi programa electoral porque la herencia es muy mala». Meine Damen und Herren, ¿existió en España algún Gobierno que no se escudase en la herencia recibida?
Un espectáculo sin igual que da a la vida toda su sal.
Sea como sea, estimados parroquianos, sólo he visto una rueda de prensa de Soraya, y de sus balbuceos rezuma un aire temerario; sí, temo que en cualquier momento anuncie los planes para la recuperación de España: Coca-Cola elaborará Cacaolat en la fábrica de Anís del Mono; SEAT producirá coches en la planta de Ferrari con motores Vespa; el pan se venderá en las farmacias y las aspirinas en las charcuterías. Ahora bien, queridos lectores, todo será temporal, casi tanto como el talento que destila ese botijo.
Por la madre de Cristo ¡qué barbaridad!
Ignoro qué piensan ustedes, queridos lectores, pero tengo la impresión de que los politicastros españoles se comportan como los políticos italianos, y con la excusa de mejorarles a ustedes la vida les arruinan un poco más. ¿Le resultará equitativo a Herr De Guindos el porcentaje que redujo de las subvenciones a sindicatos y patronal?
Qué borrachera, qué sucio está el mar.
Comoquiera que la Casa Real publicó sus cuentas y todos percibimos cómo malviven los Bo(r)bones, yo, fiel a la bonhomía que me caracteriza, quiero paliar la pobreza que aflige a alguno de los próceres de la patria. Hoy les transmito el caso de José Montilla, Pepe el risas, que roza la penuria. Resulta que el pobrecillo se enrolló con su profesora de catalán, y la esposa le puso de patitas en la calle al enterarse. El incauto había puesto muchas propiedades a nombre de la esposa, una mujer tan fea como malcarada, y ahora anda perdido entre abogados y notarios. Si lo tienen a bien, meine Damen und Herren, hagan un donativo en la cuenta 2100-0965-51-0200010269. Sé que él lo agradecerá y ustedes podrán desgravar la cantidad donada.
Menuda jaca, menudo patán. No tengo resaca, ¡qué barbaridad!

Foto: Si no te duermes, niño, vendrá De Guindos y te comerá los huevecillos y la pilila; y todo de un bocado.