Donnerstag, Dezember 09, 2010

EL RODAJE.


RODAJE: 5. m. Proceso de grabación de una acción televisiva o cinematográfica.

Mientras que Juan Carlos I, el Sencillo, se abotarga y nuestro siempre admirado José Luis Rodríguez, el Puma, se putrefacta, yo acepté la invitación de una amiga a la que denominaré E. para que ustedes no sepan que se llama Elke. No, meine Damen und Herren, no piensen mal: la invitación consistía en acudir al rodaje de la película en la que E. actuará de protagonista. Con la misma desgana con la que Pepiño Blanco acometería la lectura de Guerra y paz, me dirigí a un extraño lugar al que todos— actores, técnicos, etc. — denominaban «set». El día era gélido, un velo esmerilado ocultaba el cielo al tiempo que el frío tatuaba las sonrisas en los rostros; así que me dirigí hacia el refugio en el que cualquier persona en sus cabales mataría el tiempo: la cafetería ambulante, el catering. Sin embargo, antes de llegar tuve que sortear un sinfín de objetos dispuestos allí sin lógica alguna, como Leire Pajín en medio de una biblioteca. Apuré la segunda taza de café mientras observaba a E.: enmarcada por un maquillador amanerado—disculpen el pleonasmo— y una peluquera, y parapetada tras el guión. El tremolar de sus labios me indicó que repasaba el texto, forcejeaba con cada frase o engarzaba las palabras en los gestos. A mi espalda, el camarero colocaba sobre la barra más tazas, que tintineaban como las teclas de una pianola de loza. La voz de un megáfono terminó con el corretear de unos hombres de paso firme, el zumbido de unas máquinas y el compás reglamentado del galimatías establecido: comenzaba el rodaje de la escena.
Ahora bien, meine Damen und Herren, para rodajes ninguno mejor que el último de nuestro siempre admirado José Luis Rodríguez, el Puma, un poliedro humano que luce una inteligencia de...cómo expresarlo…cuerda floja. Rodríguez y su caterva andan escasos de andamios, y los pocos que les quedan trastabillan, por lo tanto nada mejor que utilizar de nuevo a España y a los españoles en beneficio propio. El lunes 29 de noviembre, el Gobierno tuvo noticia de los planes de los controladores aéreos, un conocimiento que desencadenó un pulso tan soterrado como baldío. No obstante, la necesidad de rellenar con guata a los peleles que recogerán los trocitos del PSOE— Chacón, Blanco y Rubalcaba («tres eran tres las hijas de Elena, tres eran tres y ninguna era buena») — provocó que Rodríguez buscara un conflicto para poder demostrar algo de…solidez, temperamento e…iniciativa; en román paladino…¡un tongo!; y van…
Lo que ocurrió en las horas posteriores al plante de los controladores no fue más que el decorado para rodar las escenas que interesaban al Gobierno, unas tomas que requerían de los extras adecuados para crear alarma, confusión y desesperación: pasajeros airados, policías y soldados cuyas órdenes brillaban por su ausencia, y un Gobierno que acudiría al rescate y zanjaría «la sedición» en un soplo. Lo único que le preocupó al Gobierno fue la cobertura mediática del rodaje, no los resultados. Con todo y con eso, meine Damen und Herren, el rodaje de Rodríguez continúa, ya que a pesar de la inflexibilidad y severidad que Herr Conde Pumpino, el mamporrero mayor del Reino, anuncia, varias fiscalías ya recibieron instrucciones para archivar las diligencias después de un tiempo prudencial, instrucción ésta que afecta—incluso con más ahínco— a los que pretendan ejercer algún tipo de…«acción popular». Asimismo, estimados parroquianos, Rodríguez necesita distraer al personal de vez en cuando y dosificarle el sentido común, y qué mejor para lograrlo que invitarles a…un buen rodaje.
El director se mostró conforme con la escena; una escena larga, rodada en una sola toma y dotada de un dramatismo desgarradoramente sencillo. Mis manos aún rodeaban la taza de café cuando E. se acercó para saludarme. Sus palabras quedaron ahogadas en la cadencia inaudible y durmiente de la vida distante, tal vez incluso inexistente, que nos procura la ficción, un rodaje. La soltura de los gestos de E. y el griterío de los que preparaban la siguiente escena me devolvieron a la realidad. Sin embargo, queridos lectores, fue el sorbo de café frío lo que me ayudó a comprender que todo había pasado rápido, muy rápido; tan solo el tiempo se detuvo durante un instante. ¡Será cuestión de los rodajes, meine Damen und Herren!

Foto: Rodaje. NvO (2010).